28 Marzo
2017
del
Sitio Web
Tendencias21
Ilustración de estrellas naciendo
en los
vientos de agujeros negros supermasivos.
ESO
Tienen decenas de
millones de años,
son más calientes y brillantes
y viajan a velocidades muy
grandes,
alejándose del centro de la
galaxia
de la que han surgido
Hay estrellas que nacen dentro de
agujeros negros supermasivos, han
descubierto astrónomos europeos analizando una colisión entre dos
galaxias situadas a 600 millones de años luz de la Tierra.
Estas estrellas tienen
decenas de millones de años, son más calientes y más brillantes y
viajan a velocidades muy grandes, alejándose del centro de la
galaxia de la que han surgido.
El descubrimiento tiene
importantes consecuencias para la comprensión de las propiedades y
la evolución de nuestra galaxia.
Observaciones llevadas a cabo con
el VLT (Very Large Telescope) de
ESO, han revelado que hay formación estelar dentro de las poderosas
emisiones de material lanzadas desde los agujeros negros
supermasivos, presentes en los núcleos de las galaxias.
Un agujero negro
supermasivo es un agujero negro con una masa del orden de millones o
decenas de miles de millones de masas solares.
Estas son las primeras observaciones confirmadas de estrellas
formándose en este tipo de ambiente extremo. El descubrimiento tiene
muchas consecuencias para la comprensión de las propiedades y la
evolución de nuestra galaxia.
Los resultados (Star
Formation Inside a Galactic Outflow) se publican en la
revista Nature.
Un grupo europeo de astrónomos ha utilizado los instrumentos
MUSE y
X-shooter, instalados en el VLT de
ESO, en el Observatorio Paranal (Chile), para estudiar una colisión
que está teniendo lugar entre dos galaxias, conocidas colectivamente
como
IRAS F23128-5919.
Estas galaxias se
encuentran a unos 600 millones de años luz de la Tierra.
El equipo observó los colosales chorros de material - outflows
en inglés - que se originan cerca del agujero negro supermasivo
situado en el centro de la galaxia más al sur, y han encontrado la
primera evidencia clara de que hay estrellas naciendo dentro de
ellos.
Este tipo de chorros galácticos son generados por la enorme emisión
de energía proveniente de los activos y turbulentos centros
galácticos.
Los agujeros negros
supermasivos se esconden en los corazones de la mayoría de las
galaxias, y cuando engullen materia, también calientan el gas
circundante y lo expulsan de la galaxia anfitriona en forma de
densos y potentes vientos.
"Durante un tiempo
los astrónomos han pensado que las condiciones que se dan en el
interior de estos chorros podrían ser adecuadas para la
formación de estrellas, pero nadie había podido ver este
fenómeno en acción porque es algo muy difícil de observar",
comenta el líder del equipo Roberto Maiolino, de la Universidad
de Cambridge.
"Nuestros resultados
son emocionantes porque muestran, inequívocamente, que se crean
estrellas dentro de estos chorros".
Más calientes,
brillantes y veloces
El grupo se propuso estudiar las estrellas directamente en el
chorro, así como el gas a su alrededor.
MUSE y
X-shooter, los dos
instrumentos espectroscópicos utilizados, los mejores de su campo,
permitieron al grupo llevar a cabo un estudio muy detallado de las
propiedades de la luz emitida para determinar su origen.
Se sabe que la radiación de las estrellas jóvenes hace que las nubes
de gas cercanas brillen de una manera particular.
La extrema sensibilidad
de X-shooter permitió al equipo descartar otras posibles causas de
esta iluminación, incluyendo choques de gas o el núcleo activo de la
galaxia.
Entonces, el grupo hizo una inconfundible detección directa de una
joven población estelar en el chorro de emisión.
Se cree que estas
estrellas tienen menos de unas pocas decenas de millones de años, y
el análisis preliminar sugiere que son más calientes y más
brillantes que las estrellas formadas en entornos menos extremos,
como el disco galáctico.
Además, los astrónomos también determinaron el movimiento y la
velocidad de estas estrellas.
La luz de la mayoría de
las estrellas de la región indica que viajan a velocidades muy
grandes, alejándose del centro de la galaxia, lo cual tendría
sentido para objetos atrapados en una rápida corriente de material
en movimiento.
La coautora Helen Russell (del Instituto de Astronomía,
Cambridge, Reino Unido), amplía la información:
"Las estrellas que se
forman en el viento que está cerca del centro de la galaxia
podrían desacelerar e incluso volver hacia el interior, pero las
estrellas que se forman en la zona más externa del flujo
experimentan menos desaceleración y pueden incluso volar en
grupo fuera de la galaxia".
El descubrimiento
proporciona una nueva y emocionante información que podría mejorar
nuestra comprensión de algunos enigmas de la astrofísica,
incluyendo,
-
cómo adquieren
sus formas ciertas galaxias
-
cómo se enriquece
el espacio intergaláctico con elementos pesados
-
de dónde puede
provenir la inexplicable
radiación de fondo infrarroja
Roberto Maiolino
se muestra entusiasta con respecto al futuro:
"Si realmente hay
formación de estrellas en la mayoría de los chorros de emisión
galácticos, como predicen algunas teorías, entonces esto
proporcionaría un escenario totalmente nuevo para nuestra
comprensión de la evolución de las galaxias".
Referencia
|