Hubo otro universo, en otros tiempos, antes de que el nuestro naciera. Al menos eso es lo que indica una de las hipótesis cosmológicas discutidas en la comunidad científica y un grupo de físicos dice haber encontrado huellas de ese extinto mundo.
Según esta teoría, toda la materia que nos rodea, la energía, incluso las leyes de la física y el propio tiempo surgieron a partir de un pequeño punto que luego se expandió hasta tomar el tamaño actual del espacio.
Mediciones modernas
sitúan este momento aproximadamente en hace 13.800 millones de años,
que sería por tanto la edad de nuestro universo.
A día de hoy, existen dos hipótesis que centran la discusión entre la mayoría de los cosmólogos.
La primera apunta a que nuestro universo nació 'de cero' de la singularidad, un estado en el que los componentes de la materia-energía estaban infinitamente comprimidos.
Otra hipótesis, llamada
Cosmología Cíclica Conforme (CCC),
indica que nuestro universo 'renace' una y otra vez pasando por
infinitos ciclos de expansión (Gran
Explosión) y contracción (Gran
Implosión), como un globo inflado una y otra vez.
Este remanente de la Gran
Explosión llena todo el espacio conocido y es la misma que crea la
reconocible imagen de puntos negros y blancos en nuestros
televisores cuando no está conectado a ninguna antena, o el peculiar
ruido de la radio cuando no capta ninguna señal terrestre.
...argumentaron que en la radiación CMB es posible detectar rastros del universo anterior.
La Radiación de Hawking tiene una naturaleza quántica y, según la teoría que defienden los científicos, es lo único que podría sobrevivir a la muerte y renacimiento de un universo y, por tanto, debería haber dejado su huella en la Radiación Cósmica de Microondas.
Roger Penrose afirma que
ya las había encontrado en los datos recogidos por la sonda
WMAP, que estudia la CMB, pero
entonces muchos científicos no aceptaron sus conclusiones afirmando
que la huella hallada sería resultado de un ruido aleatorio en sus
datos.
Según sus cálculos, los
resultados de estos dos observatorios solo confirman la huella
detectada por WMAP con anterioridad.
Según otra hipótesis estudiada en la actualidad por los cosmólogos, los agujeros negros que la emiten también podrían pasar de un universo a otro.
Roger Penrose y sus colegas planean seguir trabajando sobre el tema.
El resultado de su labor sería probar que nuestro universo no surgió 'de la nada', sino que es el resultado de la implosión de un universo anterior.
Cuando se le preguntó si los agujeros negros actuales podrían algún día dejar huellas en el próximo universo, Penrose respondió:
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