El modelo de expresión de la entidad está diseñado para explorar nuevos
campos de vibración mediante instrumentos biológicos y transformarlo a
través de este proceso de descubrimiento a un nuevo nivel de entendimiento y
expresión como un Soberano Integral. El Soberano Integral es la más completa
expresión del modelo de entidad dentro de los universos de espacio-tiempo, y
más cercanamente ejemplifica las capacidades dentro de la Inteligencia
Original. Es también el estado natural de existencia de la entidad que se ha
transformado más allá del modelo de existencia de evolución-salvador y se ha
apartado a sí misma de los aspectos controladores de la Jerarquía mediante
la completa activación de sus Códigos de Origen que encierra. Este es el
nivel de capacidad que fue “sembrado” dentro del modelo de expresión de la
entidad cuando fue inicialmente concebida por el Primer Creador. Todas las
entidades dentro de los universos de tiempo-espacio están en varios estadios
de la experiencia transformacional y cada una está destinada a alcanzar el
nivel del Soberano Integral en la medida que sus Códigos de Origen se
activan completamente.
La experiencia transformacional es el darse cuenta que el modelo de
expresión de la entidad es capaz de acceder en forma directa a la
información de la Inteligencia Original, y que la información del Primer
Creador es descubierta dentro del nivel de la entidad del Soberano Integral.
En otras palabras, el instrumento humano, completo con sus capacidades
biológicas, emocionales y mentales, no es el contenedor de los Códigos
Fuente o de Origen. Tampoco el instrumento humano es capaz de extenderse y
recoger esta liberación de información, esta gloriosa libertad de acceder a
Todo lo que Es. Es la entidad la que es tanto la salvaguarda de, y el
instrumento de acceso a la activación de la Codificación de Origen que
permite la experiencia transformacional para manifestarse mediante la
integración del instrumento humano y la entidad soberana.
La experiencia transformacional consiste en la comprensión de que la
realidad percibida es la Realidad Original (Fuente) personificada en la
forma de preferencias individuales. De esta manera, la Realidad Fuente y la
realidad soberana se vuelven inseparables como el viento y el aire. Esta
confluencia es reconocida solo mediante la experiencia transformacional, que
es diferente de cualquier cosa conocida dentro de los universos de
espacio-tiempo.
Ha habido aquellos sobre la Tierra quienes han experimentado un aliento
superficial del viento de esta poderosa tempestad. Algunos lo han llamado
Ascensión, otros han atribuido nombres como iluminación, visión, nirvana y
conciencia cósmica. Mientras que estas experiencias son profundas en los
estándares humanos, son solo los atisbos iniciales del Soberano Integral,
mientras se vuelve progresivamente adepto a tocar y despertar los remotos
bordes de su existencia. Lo que la mayoría de las especies definen como la
mayor bendición es meramente la impronta del Soberano Integral susurrando a
sus formas e instándolos a mirar dentro de sus raíces de existencia y unirse
con esta informe e ilimitada inteligencia que impregna todo. La experiencia
transformacional está más allá del calibrado del drama humano como las
estrellas en el cielo están más allá de ser tocadas por la Tierra. Puedes
observar las estrellas con tus ojos humanos, pero nunca las tocarás con tus
manos humanas. De modo semejante, puedes levemente atisbar la experiencia
transformacional con el instrumento humano, pero no puedes experimentarlo
mediante el instrumento humano. Solo se accede a través de la totalidad de
la entidad, porque es solo en la totalidad que los Códigos de Origen y sus
efectos residuales de la percepción de la Realidad Fuente pueden existir. Y
verdaderamente, esta totalidad es obtenida solo cuando el individuo
conscientemente es separado del tiempo y es capaz de ver su existencia
atemporal y eterna.
No obstante, el instrumento humano es crítico en facilitar la experiencia
transformacional y provocar el disparo -como una metamorfosis- de la
integración de las identidades con forma dentro del Soberano Integral. Este
es el próximo estadio de percepción y expresión para el modelo de entidad, y
es activado cuando la entidad diseña su realidad desde los principios de
vida que son simbólicos de la Realidad Original, opuesto a la realidad de
una fuente externa que está atada al modelo de existencia
evolución-salvador. Estos principios de vida son el molde o plantilla de
creación de la Inteligencia Original. Están diseñados para crear realidad
desde la perspectiva del Soberano Integral y acelerar su manifestación
dentro de los campos de vibración que los han repelido lejos. Son principios
que construyen oportunidades para la integración de las identidades con
forma y sin forma de la entidad. Son puentes que el instrumento humano –con
todos sus componentes intactos- permiten experimentar la percepción de la
Totalidad del Soberano Integral.
Mientras el instrumento humano se vuelve cada vez más sensible a la
Inteligencia Original, gravitará los principios de vida que simbólicamente
expresan los principios formativos de la creación primaria. Hay amplios
rangos de expresiones que pueden inducir la experiencia transformacional del
Soberano Integral y liberar a la entidad del condicionamiento espacio-tiempo
y los controles externos. En vista que la expresión puede variar, el intento
de la
expresión está bastante estrechamente definida como el intento de expandirse
en un estado de integración por lo cual el instrumento humano se vuelve
progresivamente alineado con la perspectiva del Soberano Integral. Hay tres
principios de vida particulares que aceleran la experiencia transformacional
y ayudan a alinear al instrumento humano con la perspectiva del Soberano
Integral. Estos son:
1) Relación con el
Universo mediante la gratitud.
2) Observancia de la Fuente en todas las cosas.
3) Nutrición de la vida.
Cuando el individuo aplica estos
principios, sus experiencias de vida revelan un significado más profundo a
sus eventos aparentemente casuales, tanto en el contexto universal como
personal.
Relación con el Universo mediante Gratitud:
Este es el principio de que el Universo de la Totalidad representa una
inteligencia colectiva que puede ser personalizada como una sola Entidad
Universal. De este modo, en este modelo de inferencia, hay solo dos
entidades en todo el cosmos: la entidad individual y la Entidad Universal.
En cuanto que el individuo es impresionable y constantemente cambiante para
adaptarse a nueva información, de igual modo lo hace la Entidad Universal,
que es una dinámica y viviente plantilla de energías potenciales y
experiencias que son coherentes y conocibles como la personalidad y conducta
de un amigo. La Entidad Universal es sensible al individuo y sus
percepciones y expresiones. Es como una omni-personalidad compuesta que esta
absorbida con la Fuente Inteligente y responde a la percepción del individuo
como una pileta de agua refleja la imagen sobre ella. Cada uno en un
instrumento humano es ciertamente, en su fuero más íntimo, una entidad
soberana que puede transformar al instrumento humano en un instrumento del
Soberano Integral. Sin embargo, esta transformación depende de si el
individuo elige proyectar una imagen del Soberano Integral sobre el espejo
de la Entidad Universal, o proyectar una imagen inferior que es una
distorsión de su verdadero estado de “ser”.
El principio de relación con el universo mediante la gratitud está
principalmente concernido con el diseño consciente de la imagen personal a
través de la apreciación del soporte de “espejo” de la Entidad Universal. En
otras palabras, la Entidad Universal es un socio en dar forma a la expresión
de la realidad en la vida de uno. La realidad es un proceso interno de
creación que es completamente libre de controles externos y condiciones si
el individuo proyecta una imagen soberana sobre el espejo de la Entidad
Universal.
Este proceso es un intercambio de energía de apoyo desde el individuo hacia
el Entidad Universal, y esta energía es mejor aplicada mediante una
apreciación de cuán perfecta y excitantemente ocurre el intercambio en cada
momento de la vida. Si el individuo es consciente (o al menos interesado en
tener la conciencia) de cuán perfectamente la Entidad Universal sostiene la
realidad soberana del individuo, hay un poderoso y natural sentido de
gratitud que fluye del individuo a la Entidad Universal. Es este manantial
de gratitud el que abre el canal de soporte desde la Entidad Universal hacia
el individuo y establece una colaboración de propósito para transformar al
instrumento humano en una expresión del Soberano Integral. Es principalmente
la gratitud –lo que se traduce en la apreciación de cómo la interrelación
del individuo y la entidad Universal operan– lo que abre al instrumento
humano a su conexión con la entidad soberana y su eventual transformación en
el estado de percepción y expresión del Soberano Integral.
La relación del individuo con la
Entidad Universal es esencial de cultivar y nutrir, porque debido a ello,
más que cualquier otra cosa, determina cuán receptivo esta el individuo a la
miríada de formas y manifestaciones de la vida. Cuando el individuo acepta
cambios en la realidad soberana como un personaje cambiante de la Entidad
Universal, ellos viven en mayor armonía con la vida misma. La vida se
convierte en un intercambio de energía entre el individuo y la Entidad
Universal que se permite jugar sin juicio y es experimentada sin miedo. Este
es el significado fundamental de amor incondicional: experimentar la vida en
todas sus manifestaciones como una única inteligencia unificada que responde
perfectamente a la imagen proyectada del instrumento humano. (Cuerpo, Mente
y Emociones)
Es por esta razón que cuando el instrumento humano proyecta gratitud a la
Entidad Universal, más allá de las circunstancias y condiciones, la vida
brinda más apoyo en abrir al instrumento humano para activar sus Códigos
Fuente y vivir la vida dentro de un marco del modelo de síntesis de
expresión. El sentimiento de gratitud unido al concepto mental de
apreciación es expresado como un mensaje invisible en todas direcciones y en
todos los tiempos. En este contexto particular, la gratitud hacia la Entidad
Universal es el motivo mayor detrás de todas las formas de expresión a las
que aspira el instrumento humano.
Cada aliento, cada palabra, cada toque, cada pensamiento, cada cosa está
centrada en expresar este sentido de gratitud. Una gratitud de que el
individuo es soberano y soportado por la Entidad Universal que se expresa a
si misma a través de todas las formas y manifestaciones de inteligencia con
el solo objetivo de crear la realidad ideal para activar los Códigos Fuente
del individuo y transformar al instrumento humano y entidad en un soberano
Integral. Es esta forma específica de gratitud la que acelera la activación
de los Códigos Fuente y su peculiar habilidad de integrar la disparatada
componenda del instrumento humano y la entidad, y transformarlos al estado
de percepción y expresión del Soberano Integral.
El tiempo es el único factor que distorsiona esta, de otra forma, clara
conexión entre el individuo y la Entidad Universal. El tiempo interviene y
crea huecos de desesperación, desesperanza y abandono. Sin embargo, son
estos mismos huecos los que frecuentemente activan los Códigos Fuente de la
entidad y establecen una más intima y armoniosa relación con la Entidad
Universal. El tiempo establece separación de experiencia y esto crea duda en
el sistema de justicia y propósito superior de la Entidad Universal. En
cambio, esto crea el temor de que el Universo no es un espejo sino más bien,
una caótica y caprichosa energía.
Cuando el Instrumento Humano está alineado con el Soberano Integral y vive
desde esta perspectiva como una realidad desarrollada, atrae un estado
natural de armonía. Esto no necesariamente significa que el instrumento
humano esté sin problemas o incomodidad, más bien significa una percepción
de que hay un propósito integral en lo que la vida revela. En otras
palabras, la armonía natural percibe que la experiencia de vida es
significativa al grado de que estas alineado con el Soberano Integral, y que
tu realidad personal debe fluir desde este estrato del universo
multidimensional para poder crear paz interior y alegría duraderas.
La gratitud es una faceta crítica del amor que abre al instrumento humano a
reconocer el rol de la Entidad Universal y redefinir su propósito como una
extensión sostenedora de la realidad soberana, más que el caprichoso alcance
del destino o la excitante reacción de un universo separado y mecánico.
Estableciendo una relación con la Entidad Universal mediante el flujo de
gratitud también atrae experiencias de vida que es transformadora.
Experiencia que es ricamente devota a descubrir el significado más profundo
y el propósito más formativo de la vida.
Observancia de la Fuente en Todas las Cosas.
Este es el principio de que el Primer Creador está presente en todas las
realidades mediante todas las manifestaciones de energía. Está entretejido
en todas las cosas como un mosaico cuyas piezas se adhieren a la misma
pared, y están así, unificadas. Sin embargo, no es la imagen lo que unifica
el mosaico, sino la pared sobre la cual las piezas se adhieren. De manera
similar, el Primer Creador pinta una imagen tan diversa y aparentemente sin
relación que parece no haber unificación. Sin embargo, no es la
manifestación externa lo que unifica, es el centro interior de energía sobre
el cual las piezas de diversidad están dispuestas, lo que unifica todas las
manifestaciones. Esta pieza central de energía es el almacén colectivo de
toda vida en todos los campos de vibración dentro del Universo de Totalidad.
Es el Primer creador quien se desnuda a si mismo en todas las formas
mediante la proyección de su Fuente de Inteligencia en todos los fragmentos
de vida. De este modo, la Fuente de Inteligencia –actuando como una
extensión del Primer Creador—es la energía unificadora que es la “pared”
sobre la cual las piezas del mosaico de la vida se adhieren. La vida fluye
desde una Fuente de energía que vincula todo a todo y uno a Uno.
Observancia de la Fuente en
Todas las Cosas es el principio de que todas las manifestaciones de vida
conllevan una expresión del Primer Creador. No importa cuan distante o lejos
la energía unificadora ha sido distorsionada o pervertida; la Fuente puede
ser Observada. Es la acción de percibir la unificación de la energía incluso
cuando la manifestación externa parece errática, distorsionada, sin relación
o caótica.
Cuando todas las manifestaciones de vida son genuinamente percibidas como
expresiones fragmentadas del Primer Creador, la vibración de igualdad que
subraya todas las formas de vida se vuelve perceptible al instrumento
humano. La vida inicialmente emerge como una extensión de la Realidad
Fuente, y entonces, como una frecuencia de energía individualizada puesta
dentro de la forma. Vibra, en su puro, eterno estado, precisamente lo mismo
para todas las manifestaciones de vida. Este es el común denominador que
toda vida comparte. Este es el tono-vibración de igualdad que puede ser
observado dentro de todas las formas de vida que unifican todas las
expresiones de diversidad hasta el fundamento de lo conocido como el Primer
Creador. Si un individuo es capaz de ver sobre cualquier forma de vida con
la mirada de igualdad, entonces está observando la Fuente en todas las
cosas.
Mientras esto parece ser un
concepto abstracto, es actualizado a través de la práctica de mirar las
manifestaciones externas e internas del Primer Creador. En un sentido muy
real, el individuo espera observar el trabajo de la Inteligencia Fuente en
cada faceta de su experiencia. Es la inaccesible expectativa de que cada
cosa está en su posición correcta, cumpliendo su función óptima, y sirviendo
su propósito de activar la máxima expresión de su vida en el momento
presente. Es la mirada de que toda la vida está en un estado de optima
realización y experiencia más allá de su condición o circunstancia. Es la
percepción de que la vida es perfecta en su expresión porque fluye desde la
perfección, y que no importa cuan diversas y divergentes sean sus
manifestaciones, la vida es la extensión de la Realidad Original o Fuente.
A la luz de la obvia confusión y aparente destrucción que acompaña la vida
sobre la Tierra, esta es una perspectiva o percepción que parece ser
ingenua. ¿Cómo puede la vida –en todas sus formas y expresiones- ser
percibida como óptima y perfecta? Esta es la gran paradoja de la vida, y no
puede ser reconciliada con las capacidades mentales o emocionales del
instrumento humano. Puede ser entendida únicamente en el contexto de la
entidad, la que es inmortal, ilimitada, eterna y soberana. Las paradojas
existen porque el drama humano está muy limitado en escala y alcance para
permitir una percepción de totalidad para intervenir e iluminar, cómo las
piezas del rompecabezas están unificadas en perfecta relación.
El drama humano está circunscrito por las dimensiones del tiempo y el
espacio y los elementos de energía y materia. Es expresado sobre el
escenario de sobrevivencia y conducta disfuncional debido a los métodos de
la Jerarquía de controlar la información y manipular las condiciones. La
entidad dentro del instrumento humano está mayormente inexpresada y poco
utilizada en el drama humano, y por ello, las perversiones aparentes de la
vida y las imperfecciones son vistas aisladamente como impedimentos a la
perfección más que la perfección misma.
La vida es perfecta en su decisión de expandir y expresar una inteligencia
que es ilimitada. Este es el propósito fundamental de vida en todas sus
diversas manifestaciones, y esta es la presencia del Primer Creador
–expresándose a sí mismo como una vibración de igualdad—que puede ser
observada en todas las cosas. Las entradas sensoriales derivadas del
instrumento humano están limitadas a frecuencias en rangos específicos que
solo pueden llevar un eco de esta vibración Fuente. La verdadera frecuencia
es entendida a través de la contemplación deliberada y focalizada de
igualdad inherente en todas las cosas, y la habilidad de penetrar más allá
de la imagen de una cosa al origen de la imagen.
Estas tomas de conciencia requieren un nuevo sistema sensorial más allá de
los cinco sentidos que rigen el mundo humano en tu tiempo. Estos nuevos
sentidos son la consecuencia de la activación de los Códigos Fuente, y
representan el primer paso de la experiencia transformacional. Con esta
nueva habilidad perceptiva, el instrumento humano será capaz de sentir no
solo la presencia del Primer Creador, sino también la esencia eterna dentro
de toda vida que está individualizada y excepcionalmente separada del Primer
Creador. Poner primero las percepciones de la entidad dentro del instrumento
humano es el método ideal para acceder a una duradera sensitividad de la
vibración Fuente. Así es cómo un individuo puede desarrollar la habilidad de
observar la Fuente en todas las cosas. No es solo que el Primer Creador está
dentro de cada manifestación individual de energía, sino es también la
totalidad de la vida en sí. Así, el principio requiere una observancia de la
Fuente en todas sus diversas formas de manifestación, así como en la
totalidad de la vida.
Nutrición de la Vida
La vida, en esta definición, es la realidad soberana de un individuo. Es
subjetiva e impresionable al instrumento humano. La vida es la totalidad de
experiencia fluyendo a través del campo de percepción del individuo en la
dimensión del “ahora”. Nunca hay un cierre a la vida o un capítulo final
escrito. Es eterna, pero no en el sentido abstracto de no terminar o empezar
nunca, más bien en el sentido real de que la vida se está expandiendo
siempre para expresar la Inteligencia Fuente en todos los campos de
vibración dentro del Universo de la Totalidad.
La nutrición de la vida es el principio de que un individuo está alineado
con la expansión natural de inteligencia inherente en toda vida. Esta es una
alineación que realza la energía de vida que fluye por el individuo con el
claro intento de soporte gentil. Es la acción de identificar el más alto motivo en
todas las formas de energía y soportar el flujo de esta energía hacia su
ultima expresión. Haciendo esto, la acción es realizada sin juicio, análisis
o apego a su resultado. Es simplemente nutrir la energía que fluye de todas
las manifestaciones y asistiendo su expresión de vida. Esto es un despegue
de la percepción normal de que la asistencia nutriente solo puede ser
concedida cuando la energía está en alineación con la voluntad personal. Sin
embargo, cuando el individuo puede ver la vida como una energía integrada
fluyendo en la expresión de expandir la inteligencia, la vida es honrada
como una extensión del Primer Creador. En este contexto, no hay energía que
sea mal dirigida o no valida de ser nutrida y soportada. Mientras esto pueda
parecer contrario a la evidencia de energía abusiva sobre la Tierra, incluso
la energía que es cargada con una “intención maligna” es no obstante energía
que está fluyendo hacia fuera en la búsqueda de una expresión más elevada.
Todas las formas de energía pueden ser alimentadas y soportadas hacia su más
elevada expresión, y esta es la acción fundamental de este principio.
Requiere la habilidad de percibir el motivo causal y la expresión final de
la energía de vida mientras pasa a través de la realidad soberana del
individuo. La energía es un elemento de vida que está tan sutilmente
entrelazada con la forma que se hace una; en mucho de la misma manera que el
tiempo y el espacio están inseparablemente vinculados en unión. La Energía
es un motivo. Es inteligente más allá de la habilidad de la mente de
razonar. Mientras es una fuerza que puede ser sujeta a aplicaciones humanas
que niegan su más alta expresión, la energía está siempre impregnando la
vida con el motivo de expandir y evolucionar.
La energía de vida está siempre en un estado de transformarse. Nunca es
estática o regresiva en su estado natural. El instrumento humano es muy
capaz de nutrir esta expansión natural de la energía para forjar nuevos
canales de expresión y experiencia. De hecho, es el propósito primario del
instrumento humano de expandir la energía de vida que circunda su realidad
soberana y transformarla en nuevos niveles de expresión que más exactamente
reflejen la perspectiva del Soberano Integral.
Hay muchas acciones específicas que pueden ser tomadas para nutrir la vida.
Cada entidad está, en un sentido, programada dentro de su código original
para transmutar la energía mediante una tremenda variedad de significados.
Trabajando mediante el instrumento humano, la entidad es capaz de juntar y
almacenar energía dentro del instrumento humano y redirigir su propósito o
aplicación. La transmutación de la energía puede ocurrir tanto en el nivel
personal o universal de expresión. Es decir, dentro de la realidad soberana
de un individuo, la energía puede ser transmutada para conformar una visión
de bienestar personal, o alineada con una visión de bienestar universal y
buena voluntad.
Uno de los mejores métodos de
transmutar energía es mediante el sistema de creencias de uno. Todas las
creencias tienen sistemas de energía que actúan como cámaras de nacimiento
para la manifestación de la creencia. Dentro de este sistema de energía hay
corrientes que dirigen la experiencia de vida. El instrumento humano sabe de
estas corrientes tanto concientemente o inconscientemente, y le permite
llevarla a una esfera de experiencia que ilustra su verdadero sistema de
creencias.
Cultivando creencias que expanden y transforman energía, el instrumento
humano es capaz de enganchar sistemas de energía que nutren la vida en todas
sus miríadas de formas. Cuando las creencias están claramente definidas como
estados preferidos de ser, el sistema de energía se engancha en el ahora, no
en algún tiempo futuro. Ahora. El sistema de energía se vuelve inseparable
del instrumento humano y se teje dentro de su espíritu como una hebra de
luz. La claridad de creencia es esencial para emplear el sistema de energía
de la creencia, y permitir la nutrición de la vida prevalecer en todas las
actividades.
Nuevamente, la nutrición de la vida es crítica para ambas realidades,
personal y universal dentro del Universo de la Totalidad que contiene todos
los campos de vibración que están interconectados como hebras de un infinito
y expansivo tejido. Así, mientras el individuo se despierta a su poder
creativo para transmutar energía y enriquecerla con el intento claro de
soporte gentil, se vuelve un transmisor de la Realidad Fuente y arquitecto
del modelo de síntesis de existencia.
Mediante la continua aplicación de estos principios de vida, la Inteligencia
Fuente se vuelve más y más la identidad de la entidad, y la entidad se
convierte en la identidad del instrumento humano. Así, la identidad es
transformada, y en el despertar de esta transformación, el Soberano Integral
unifica el instrumento humano con la entidad y la entidad con la
Inteligencia Original o Fuente de la Inteligencia. Es esta unificación y
cambios de identidad lo que es el propósito explicito en expresar los
principios de vida del soberano Integral. Si hay cualquier otra intención u
objetivo, estos principios permanecerán incomprendidos y sus poderes
catalíticos dormidos. Es la perspectiva del Soberano Integral de que toda la
vida es puro amor en su máxima expresión, y que en este solo concepto, toda
la vida es concebida y existe por siempre. Esto se convierte en la creencia
núcleo desde donde todas otras creencias surgen, y por extensión, el sistema
de creencias de uno emerge con un claro intento de soportar esta perspectiva
fundamental, de nutrir, observando y apreciando el Universo de la Totalidad
como la cuna desde la que toda vida es creada, evoluciona y finalmente es
reconocida. Estos principios de vida son meramente símbolos representados en
palabras y servidos al instrumento humano como una receta potencial para
avivar la brasa de luz que incansablemente quema por dentro.
No hay técnicas específicas o
rituales que se requieran para invocar el poder de estos principios. Son
solamente perspectivas. En un sentido real, son intenciones que atraen
experiencia que expande la conciencia. No proveen de arreglos rápidos o
instantáneas. Son amplificadores de la voluntad personal e intención que
clarifica cómo uno vive. Su poder transformativo está contenido
exclusivamente en el intento de su aplicación.
A través de estos principios de vida del Soberano Integral, el individuo
puede convertirse en maestro en ilimitar al “Ser”. Los límites son puestos,
los velos son derribados y la luz de uno es doblegada, simplemente porque
los controles externos, jerárquicos, crean miedo a lo desconocido y las
prácticas místicas de un ser soberano. En estos principios de vida, si son
verdaderamente aplicados con apropiada determinación, son las herramientas
que aceleran el surgimiento del Soberano Integral y el sentir su
perspectiva, su visión, y sus poderosas habilidades para crear nuevas
realidades y darles forma como aventuras de aprendizaje que liberan y
expanden la conciencia. Este es el propósito subyacente de los principios y
quizás la mejor razón para explorarlos.
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