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El modelo de expresión de la entidad está diseñado para explorar nuevos campos de vibración mediante instrumentos biológicos y transformarlo a través de este proceso de descubrimiento a un nuevo nivel de entendimiento y expresión como un Soberano Integral. El Soberano Integral es la más completa expresión del modelo de entidad dentro de los universos de espacio-tiempo, y más cercanamente ejemplifica las capacidades dentro de la Inteligencia Original. Es también el estado natural de existencia de la entidad que se ha transformado más allá del modelo de existencia de evolución-salvador y se ha apartado a sí misma de los aspectos controladores de la Jerarquía mediante la completa activación de sus Códigos de Origen que encierra. Este es el nivel de capacidad que fue “sembrado” dentro del modelo de expresión de la entidad cuando fue inicialmente concebida por el Primer Creador. Todas las entidades dentro de los universos de tiempo-espacio están en varios estadios de la experiencia transformacional y cada una está destinada a alcanzar el nivel del Soberano Integral en la medida que sus Códigos de Origen se activan completamente.

 

La experiencia transformacional es el darse cuenta que el modelo de expresión de la entidad es capaz de acceder en forma directa a la información de la Inteligencia Original, y que la información del Primer Creador es descubierta dentro del nivel de la entidad del Soberano Integral. En otras palabras, el instrumento humano, completo con sus capacidades biológicas, emocionales y mentales, no es el contenedor de los Códigos Fuente o de Origen. Tampoco el instrumento humano es capaz de extenderse y recoger esta liberación de información, esta gloriosa libertad de acceder a Todo lo que Es. Es la entidad la que es tanto la salvaguarda de, y el instrumento de acceso a la activación de la Codificación de Origen que permite la experiencia transformacional para manifestarse mediante la integración del instrumento humano y la entidad soberana.


La experiencia transformacional consiste en la comprensión de que la realidad percibida es la Realidad Original (Fuente) personificada en la forma de preferencias individuales. De esta manera, la Realidad Fuente y la realidad soberana se vuelven inseparables como el viento y el aire. Esta confluencia es reconocida solo mediante la experiencia transformacional, que es diferente de cualquier cosa conocida dentro de los universos de espacio-tiempo.

 

Ha habido aquellos sobre la Tierra quienes han experimentado un aliento superficial del viento de esta poderosa tempestad. Algunos lo han llamado Ascensión, otros han atribuido nombres como iluminación, visión, nirvana y conciencia cósmica. Mientras que estas experiencias son profundas en los estándares humanos, son solo los atisbos iniciales del Soberano Integral, mientras se vuelve progresivamente adepto a tocar y despertar los remotos bordes de su existencia. Lo que la mayoría de las especies definen como la mayor bendición es meramente la impronta del Soberano Integral susurrando a sus formas e instándolos a mirar dentro de sus raíces de existencia y unirse con esta informe e ilimitada inteligencia que impregna todo. La experiencia transformacional está más allá del calibrado del drama humano como las estrellas en el cielo están más allá de ser tocadas por la Tierra. Puedes observar las estrellas con tus ojos humanos, pero nunca las tocarás con tus manos humanas. De modo semejante, puedes levemente atisbar la experiencia transformacional con el instrumento humano, pero no puedes experimentarlo mediante el instrumento humano. Solo se accede a través de la totalidad de la entidad, porque es solo en la totalidad que los Códigos de Origen y sus efectos residuales de la percepción de la Realidad Fuente pueden existir. Y verdaderamente, esta totalidad es obtenida solo cuando el individuo conscientemente es separado del tiempo y es capaz de ver su existencia atemporal y eterna.


No obstante, el instrumento humano es crítico en facilitar la experiencia transformacional y provocar el disparo -como una metamorfosis- de la integración de las identidades con forma dentro del Soberano Integral. Este es el próximo estadio de percepción y expresión para el modelo de entidad, y es activado cuando la entidad diseña su realidad desde los principios de vida que son simbólicos de la Realidad Original, opuesto a la realidad de una fuente externa que está atada al modelo de existencia evolución-salvador. Estos principios de vida son el molde o plantilla de creación de la Inteligencia Original. Están diseñados para crear realidad desde la perspectiva del Soberano Integral y acelerar su manifestación dentro de los campos de vibración que los han repelido lejos. Son principios que construyen oportunidades para la integración de las identidades con forma y sin forma de la entidad. Son puentes que el instrumento humano –con todos sus componentes intactos- permiten experimentar la percepción de la Totalidad del Soberano Integral.


Mientras el instrumento humano se vuelve cada vez más sensible a la Inteligencia Original, gravitará los principios de vida que simbólicamente expresan los principios formativos de la creación primaria. Hay amplios rangos de expresiones que pueden inducir la experiencia transformacional del Soberano Integral y liberar a la entidad del condicionamiento espacio-tiempo y los controles externos. En vista que la expresión puede variar, el intento de la
expresión está bastante estrechamente definida como el intento de expandirse en un estado de integración por lo cual el instrumento humano se vuelve progresivamente alineado con la perspectiva del Soberano Integral. Hay tres principios de vida particulares que aceleran la experiencia transformacional y ayudan a alinear al instrumento humano con la perspectiva del Soberano Integral. Estos son:

1) Relación con el Universo mediante la gratitud.
2) Observancia de la Fuente en todas las cosas.
3) Nutrición de la vida.

Cuando el individuo aplica estos principios, sus experiencias de vida revelan un significado más profundo a sus eventos aparentemente casuales, tanto en el contexto universal como personal.


Relación con el Universo mediante Gratitud:

Este es el principio de que el Universo de la Totalidad representa una inteligencia colectiva que puede ser personalizada como una sola Entidad Universal. De este modo, en este modelo de inferencia, hay solo dos entidades en todo el cosmos: la entidad individual y la Entidad Universal. En cuanto que el individuo es impresionable y constantemente cambiante para adaptarse a nueva información, de igual modo lo hace la Entidad Universal, que es una dinámica y viviente plantilla de energías potenciales y experiencias que son coherentes y conocibles como la personalidad y conducta de un amigo. La Entidad Universal es sensible al individuo y sus percepciones y expresiones. Es como una omni-personalidad compuesta que esta absorbida con la Fuente Inteligente y responde a la percepción del individuo como una pileta de agua refleja la imagen sobre ella. Cada uno en un instrumento humano es ciertamente, en su fuero más íntimo, una entidad soberana que puede transformar al instrumento humano en un instrumento del Soberano Integral. Sin embargo, esta transformación depende de si el individuo elige proyectar una imagen del Soberano Integral sobre el espejo de la Entidad Universal, o proyectar una imagen inferior que es una distorsión de su verdadero estado de “ser”.


El principio de relación con el universo mediante la gratitud está principalmente concernido con el diseño consciente de la imagen personal a través de la apreciación del soporte de “espejo” de la Entidad Universal. En otras palabras, la Entidad Universal es un socio en dar forma a la expresión de la realidad en la vida de uno. La realidad es un proceso interno de creación que es completamente libre de controles externos y condiciones si el individuo proyecta una imagen soberana sobre el espejo de la Entidad Universal.


Este proceso es un intercambio de energía de apoyo desde el individuo hacia el Entidad Universal, y esta energía es mejor aplicada mediante una apreciación de cuán perfecta y excitantemente ocurre el intercambio en cada momento de la vida. Si el individuo es consciente (o al menos interesado en tener la conciencia) de cuán perfectamente la Entidad Universal sostiene la realidad soberana del individuo, hay un poderoso y natural sentido de gratitud que fluye del individuo a la Entidad Universal. Es este manantial de gratitud el que abre el canal de soporte desde la Entidad Universal hacia el individuo y establece una colaboración de propósito para transformar al instrumento humano en una expresión del Soberano Integral. Es principalmente la gratitud –lo que se traduce en la apreciación de cómo la interrelación del individuo y la entidad Universal operan– lo que abre al instrumento humano a su conexión con la entidad soberana y su eventual transformación en el estado de percepción y expresión del Soberano Integral.

 

La relación del individuo con la Entidad Universal es esencial de cultivar y nutrir, porque debido a ello, más que cualquier otra cosa, determina cuán receptivo esta el individuo a la miríada de formas y manifestaciones de la vida. Cuando el individuo acepta cambios en la realidad soberana como un personaje cambiante de la Entidad Universal, ellos viven en mayor armonía con la vida misma. La vida se convierte en un intercambio de energía entre el individuo y la Entidad Universal que se permite jugar sin juicio y es experimentada sin miedo. Este es el significado fundamental de amor incondicional: experimentar la vida en todas sus manifestaciones como una única inteligencia unificada que responde perfectamente a la imagen proyectada del instrumento humano. (Cuerpo, Mente y Emociones)


Es por esta razón que cuando el instrumento humano proyecta gratitud a la Entidad Universal, más allá de las circunstancias y condiciones, la vida brinda más apoyo en abrir al instrumento humano para activar sus Códigos Fuente y vivir la vida dentro de un marco del modelo de síntesis de expresión. El sentimiento de gratitud unido al concepto mental de apreciación es expresado como un mensaje invisible en todas direcciones y en todos los tiempos. En este contexto particular, la gratitud hacia la Entidad Universal es el motivo mayor detrás de todas las formas de expresión a las que aspira el instrumento humano.


Cada aliento, cada palabra, cada toque, cada pensamiento, cada cosa está centrada en expresar este sentido de gratitud. Una gratitud de que el individuo es soberano y soportado por la Entidad Universal que se expresa a si misma a través de todas las formas y manifestaciones de inteligencia con el solo objetivo de crear la realidad ideal para activar los Códigos Fuente del individuo y transformar al instrumento humano y entidad en un soberano Integral. Es esta forma específica de gratitud la que acelera la activación de los Códigos Fuente y su peculiar habilidad de integrar la disparatada componenda del instrumento humano y la entidad, y transformarlos al estado de percepción y expresión del Soberano Integral.


El tiempo es el único factor que distorsiona esta, de otra forma, clara conexión entre el individuo y la Entidad Universal. El tiempo interviene y crea huecos de desesperación, desesperanza y abandono. Sin embargo, son estos mismos huecos los que frecuentemente activan los Códigos Fuente de la entidad y establecen una más intima y armoniosa relación con la Entidad Universal. El tiempo establece separación de experiencia y esto crea duda en el sistema de justicia y propósito superior de la Entidad Universal. En cambio, esto crea el temor de que el Universo no es un espejo sino más bien, una caótica y caprichosa energía.


Cuando el Instrumento Humano está alineado con el Soberano Integral y vive desde esta perspectiva como una realidad desarrollada, atrae un estado natural de armonía. Esto no necesariamente significa que el instrumento humano esté sin problemas o incomodidad, más bien significa una percepción de que hay un propósito integral en lo que la vida revela. En otras palabras, la armonía natural percibe que la experiencia de vida es significativa al grado de que estas alineado con el Soberano Integral, y que tu realidad personal debe fluir desde este estrato del universo multidimensional para poder crear paz interior y alegría duraderas.


La gratitud es una faceta crítica del amor que abre al instrumento humano a reconocer el rol de la Entidad Universal y redefinir su propósito como una extensión sostenedora de la realidad soberana, más que el caprichoso alcance del destino o la excitante reacción de un universo separado y mecánico. Estableciendo una relación con la Entidad Universal mediante el flujo de gratitud también atrae experiencias de vida que es transformadora. Experiencia que es ricamente devota a descubrir el significado más profundo y el propósito más formativo de la vida.

Observancia de la Fuente en Todas las Cosas.

Este es el principio de que el Primer Creador está presente en todas las realidades mediante todas las manifestaciones de energía. Está entretejido en todas las cosas como un mosaico cuyas piezas se adhieren a la misma pared, y están así, unificadas. Sin embargo, no es la imagen lo que unifica el mosaico, sino la pared sobre la cual las piezas se adhieren. De manera similar, el Primer Creador pinta una imagen tan diversa y aparentemente sin relación que parece no haber unificación. Sin embargo, no es la manifestación externa lo que unifica, es el centro interior de energía sobre el cual las piezas de diversidad están dispuestas, lo que unifica todas las manifestaciones. Esta pieza central de energía es el almacén colectivo de toda vida en todos los campos de vibración dentro del Universo de Totalidad. Es el Primer creador quien se desnuda a si mismo en todas las formas mediante la proyección de su Fuente de Inteligencia en todos los fragmentos de vida. De este modo, la Fuente de Inteligencia –actuando como una extensión del Primer Creador—es la energía unificadora que es la “pared” sobre la cual las piezas del mosaico de la vida se adhieren. La vida fluye desde una Fuente de energía que vincula todo a todo y uno a Uno.

 

Observancia de la Fuente en Todas las Cosas es el principio de que todas las manifestaciones de vida conllevan una expresión del Primer Creador. No importa cuan distante o lejos la energía unificadora ha sido distorsionada o pervertida; la Fuente puede ser Observada. Es la acción de percibir la unificación de la energía incluso cuando la manifestación externa parece errática, distorsionada, sin relación o caótica.


Cuando todas las manifestaciones de vida son genuinamente percibidas como expresiones fragmentadas del Primer Creador, la vibración de igualdad que subraya todas las formas de vida se vuelve perceptible al instrumento humano. La vida inicialmente emerge como una extensión de la Realidad Fuente, y entonces, como una frecuencia de energía individualizada puesta dentro de la forma. Vibra, en su puro, eterno estado, precisamente lo mismo para todas las manifestaciones de vida. Este es el común denominador que toda vida comparte. Este es el tono-vibración de igualdad que puede ser observado dentro de todas las formas de vida que unifican todas las expresiones de diversidad hasta el fundamento de lo conocido como el Primer Creador. Si un individuo es capaz de ver sobre cualquier forma de vida con la mirada de igualdad, entonces está observando la Fuente en todas las cosas.

 

Mientras esto parece ser un concepto abstracto, es actualizado a través de la práctica de mirar las manifestaciones externas e internas del Primer Creador. En un sentido muy real, el individuo espera observar el trabajo de la Inteligencia Fuente en cada faceta de su experiencia. Es la inaccesible expectativa de que cada cosa está en su posición correcta, cumpliendo su función óptima, y sirviendo su propósito de activar la máxima expresión de su vida en el momento presente. Es la mirada de que toda la vida está en un estado de optima realización y experiencia más allá de su condición o circunstancia. Es la percepción de que la vida es perfecta en su expresión porque fluye desde la perfección, y que no importa cuan diversas y divergentes sean sus manifestaciones, la vida es la extensión de la Realidad Original o Fuente.


A la luz de la obvia confusión y aparente destrucción que acompaña la vida sobre la Tierra, esta es una perspectiva o percepción que parece ser ingenua. ¿Cómo puede la vida –en todas sus formas y expresiones- ser percibida como óptima y perfecta? Esta es la gran paradoja de la vida, y no puede ser reconciliada con las capacidades mentales o emocionales del instrumento humano. Puede ser entendida únicamente en el contexto de la entidad, la que es inmortal, ilimitada, eterna y soberana. Las paradojas existen porque el drama humano está muy limitado en escala y alcance para permitir una percepción de totalidad para intervenir e iluminar, cómo las piezas del rompecabezas están unificadas en perfecta relación.


El drama humano está circunscrito por las dimensiones del tiempo y el espacio y los elementos de energía y materia. Es expresado sobre el escenario de sobrevivencia y conducta disfuncional debido a los métodos de la Jerarquía de controlar la información y manipular las condiciones. La entidad dentro del instrumento humano está mayormente inexpresada y poco utilizada en el drama humano, y por ello, las perversiones aparentes de la vida y las imperfecciones son vistas aisladamente como impedimentos a la perfección más que la perfección misma.


La vida es perfecta en su decisión de expandir y expresar una inteligencia que es ilimitada. Este es el propósito fundamental de vida en todas sus diversas manifestaciones, y esta es la presencia del Primer Creador –expresándose a sí mismo como una vibración de igualdad—que puede ser observada en todas las cosas. Las entradas sensoriales derivadas del instrumento humano están limitadas a frecuencias en rangos específicos que solo pueden llevar un eco de esta vibración Fuente. La verdadera frecuencia es entendida a través de la contemplación deliberada y focalizada de igualdad inherente en todas las cosas, y la habilidad de penetrar más allá de la imagen de una cosa al origen de la imagen.


Estas tomas de conciencia requieren un nuevo sistema sensorial más allá de los cinco sentidos que rigen el mundo humano en tu tiempo. Estos nuevos sentidos son la consecuencia de la activación de los Códigos Fuente, y representan el primer paso de la experiencia transformacional. Con esta nueva habilidad perceptiva, el instrumento humano será capaz de sentir no solo la presencia del Primer Creador, sino también la esencia eterna dentro de toda vida que está individualizada y excepcionalmente separada del Primer Creador. Poner primero las percepciones de la entidad dentro del instrumento humano es el método ideal para acceder a una duradera sensitividad de la vibración Fuente. Así es cómo un individuo puede desarrollar la habilidad de observar la Fuente en todas las cosas. No es solo que el Primer Creador está dentro de cada manifestación individual de energía, sino es también la totalidad de la vida en sí. Así, el principio requiere una observancia de la Fuente en todas sus diversas formas de manifestación, así como en la totalidad de la vida.


Nutrición de la Vida

La vida, en esta definición, es la realidad soberana de un individuo. Es subjetiva e impresionable al instrumento humano. La vida es la totalidad de experiencia fluyendo a través del campo de percepción del individuo en la dimensión del “ahora”. Nunca hay un cierre a la vida o un capítulo final escrito. Es eterna, pero no en el sentido abstracto de no terminar o empezar nunca, más bien en el sentido real de que la vida se está expandiendo siempre para expresar la Inteligencia Fuente en todos los campos de vibración dentro del Universo de la Totalidad.


La nutrición de la vida es el principio de que un individuo está alineado con la expansión natural de inteligencia inherente en toda vida. Esta es una alineación que realza la energía de vida que fluye por el individuo con el claro intento de soporte gentil. Es la acción de identificar el más alto motivo en todas las formas de energía y soportar el flujo de esta energía hacia su ultima expresión. Haciendo esto, la acción es realizada sin juicio, análisis o apego a su resultado. Es simplemente nutrir la energía que fluye de todas las manifestaciones y asistiendo su expresión de vida. Esto es un despegue de la percepción normal de que la asistencia nutriente solo puede ser concedida cuando la energía está en alineación con la voluntad personal. Sin embargo, cuando el individuo puede ver la vida como una energía integrada fluyendo en la expresión de expandir la inteligencia, la vida es honrada como una extensión del Primer Creador. En este contexto, no hay energía que sea mal dirigida o no valida de ser nutrida y soportada. Mientras esto pueda parecer contrario a la evidencia de energía abusiva sobre la Tierra, incluso la energía que es cargada con una “intención maligna” es no obstante energía que está fluyendo hacia fuera en la búsqueda de una expresión más elevada.


Todas las formas de energía pueden ser alimentadas y soportadas hacia su más elevada expresión, y esta es la acción fundamental de este principio. Requiere la habilidad de percibir el motivo causal y la expresión final de la energía de vida mientras pasa a través de la realidad soberana del individuo. La energía es un elemento de vida que está tan sutilmente entrelazada con la forma que se hace una; en mucho de la misma manera que el tiempo y el espacio están inseparablemente vinculados en unión. La Energía es un motivo. Es inteligente más allá de la habilidad de la mente de razonar. Mientras es una fuerza que puede ser sujeta a aplicaciones humanas que niegan su más alta expresión, la energía está siempre impregnando la vida con el motivo de expandir y evolucionar.


La energía de vida está siempre en un estado de transformarse. Nunca es estática o regresiva en su estado natural. El instrumento humano es muy capaz de nutrir esta expansión natural de la energía para forjar nuevos canales de expresión y experiencia. De hecho, es el propósito primario del instrumento humano de expandir la energía de vida que circunda su realidad soberana y transformarla en nuevos niveles de expresión que más exactamente reflejen la perspectiva del Soberano Integral.


Hay muchas acciones específicas que pueden ser tomadas para nutrir la vida. Cada entidad está, en un sentido, programada dentro de su código original para transmutar la energía mediante una tremenda variedad de significados. Trabajando mediante el instrumento humano, la entidad es capaz de juntar y almacenar energía dentro del instrumento humano y redirigir su propósito o aplicación. La transmutación de la energía puede ocurrir tanto en el nivel personal o universal de expresión. Es decir, dentro de la realidad soberana de un individuo, la energía puede ser transmutada para conformar una visión de bienestar personal, o alineada con una visión de bienestar universal y buena voluntad.
 

Uno de los mejores métodos de transmutar energía es mediante el sistema de creencias de uno. Todas las creencias tienen sistemas de energía que actúan como cámaras de nacimiento para la manifestación de la creencia. Dentro de este sistema de energía hay corrientes que dirigen la experiencia de vida. El instrumento humano sabe de estas corrientes tanto concientemente o inconscientemente, y le permite llevarla a una esfera de experiencia que ilustra su verdadero sistema de creencias.


Cultivando creencias que expanden y transforman energía, el instrumento humano es capaz de enganchar sistemas de energía que nutren la vida en todas sus miríadas de formas. Cuando las creencias están claramente definidas como estados preferidos de ser, el sistema de energía se engancha en el ahora, no en algún tiempo futuro. Ahora. El sistema de energía se vuelve inseparable del instrumento humano y se teje dentro de su espíritu como una hebra de luz. La claridad de creencia es esencial para emplear el sistema de energía de la creencia, y permitir la nutrición de la vida prevalecer en todas las actividades.


Nuevamente, la nutrición de la vida es crítica para ambas realidades, personal y universal dentro del Universo de la Totalidad que contiene todos los campos de vibración que están interconectados como hebras de un infinito y expansivo tejido. Así, mientras el individuo se despierta a su poder creativo para transmutar energía y enriquecerla con el intento claro de soporte gentil, se vuelve un transmisor de la Realidad Fuente y arquitecto del modelo de síntesis de existencia.

 

Mediante la continua aplicación de estos principios de vida, la Inteligencia Fuente se vuelve más y más la identidad de la entidad, y la entidad se convierte en la identidad del instrumento humano. Así, la identidad es transformada, y en el despertar de esta transformación, el Soberano Integral unifica el instrumento humano con la entidad y la entidad con la Inteligencia Original o Fuente de la Inteligencia. Es esta unificación y cambios de identidad lo que es el propósito explicito en expresar los principios de vida del soberano Integral. Si hay cualquier otra intención u objetivo, estos principios permanecerán incomprendidos y sus poderes catalíticos dormidos. Es la perspectiva del Soberano Integral de que toda la vida es puro amor en su máxima expresión, y que en este solo concepto, toda la vida es concebida y existe por siempre. Esto se convierte en la creencia núcleo desde donde todas otras creencias surgen, y por extensión, el sistema de creencias de uno emerge con un claro intento de soportar esta perspectiva fundamental, de nutrir, observando y apreciando el Universo de la Totalidad como la cuna desde la que toda vida es creada, evoluciona y finalmente es reconocida. Estos principios de vida son meramente símbolos representados en palabras y servidos al instrumento humano como una receta potencial para avivar la brasa de luz que incansablemente quema por dentro.

 

No hay técnicas específicas o rituales que se requieran para invocar el poder de estos principios. Son solamente perspectivas. En un sentido real, son intenciones que atraen experiencia que expande la conciencia. No proveen de arreglos rápidos o instantáneas. Son amplificadores de la voluntad personal e intención que clarifica cómo uno vive. Su poder transformativo está contenido exclusivamente en el intento de su aplicación.


A través de estos principios de vida del Soberano Integral, el individuo puede convertirse en maestro en ilimitar al “Ser”. Los límites son puestos, los velos son derribados y la luz de uno es doblegada, simplemente porque los controles externos, jerárquicos, crean miedo a lo desconocido y las prácticas místicas de un ser soberano. En estos principios de vida, si son verdaderamente aplicados con apropiada determinación, son las herramientas que aceleran el surgimiento del Soberano Integral y el sentir su perspectiva, su visión, y sus poderosas habilidades para crear nuevas realidades y darles forma como aventuras de aprendizaje que liberan y expanden la conciencia. Este es el propósito subyacente de los principios y quizás la mejor razón para explorarlos.