por Brandon Smith

2 Mayo 2012
traducción de Editorial-Streicher
2 Mayo 2012

Versión original


Del sitio estadounidense www.alt-market.com hemos tomado y puesto en castellano este breve artículo que trata acerca de lo ya enunciado.

Su autor da a entender que es parte de un así llamado Movimiento Libertad (libertymovementhq.com), de quienes no tenemos mayores referencias.

El texto plantea que lo más sensato es desvincular el tema del NOM del dominio exclusivo de la teoría de la conspiración, puesto que es un tema proclamado públicamente.

 

 

 

 

La frase "Nuevo Orden Mundial" está tan cargada con presunciones y percepciones explosivas que su mismo uso ha llegado a ser una especie de campo minado periodístico.

 

Muchos analistas (algunos incluso de la tendencia dominante) han intentado escribir y hablar de esta muy real ideología sociopolítica en una manera clara y exploratoria, con habilidad y con datos de respaldo, sólo para ser atacados, ridiculizados, o completamente ignorados antes de que ellos consigan una posibilidad para exponer su trabajo.

 

La razón es muy simple: la mayoría del gran público ha sido mentalmente inoculada contra la mera pronunciación del término; es decir, ellos han sido condicionados para desplegar instintivamente una reacción negativa ante tal discusión sin siquiera saber por qué.

Algo de este condicionamiento es llevado a cabo mediante el encasillamiento de los investigadores del Nuevo Orden Mundial como "teóricos de la conspiración" (otro término para designar a un loco) aferrados a fantasías en una desesperada actitud para llamar la "atención", o como individuos confundidos que intentan aplicar la lógica creativa a un mundo demente y caótico que se arremolina en la periferia de una gran carencia de coincidencia y probabilidad.

 

Sé de esto porque yo solía ser uno entre la manada ingenua de "racionalistas", y yo y muchos que conocí usábamos los mismos argumentos superfluos para descartar cada hecho objetivo sobre el Nuevo Orden Mundial con que nos encontramos.

 

Después de ver a la multitud conspiracionista hecha icónica y ridiculizada en cientos o miles de libros, películas, programas de televisión, anuncios y especiales noticiosos, se hace difícil para muchos entrar en el tema sin una fuerte tendencia ya implantada en sus cabezas.

Otra circunstancia que conduce al descarte inmediato de la investigación sobre el NOM es, irónicamente, la falta de una discusión abierta sobre el asunto. Sí, es una discusión del tipo del huevo o la gallina. Si más personas tuvieran menos temor de encender una lámpara sobre la verdad del tema, más personas, por su parte, estarían más dispuestas a acogerlo.

 

Y si más personas inconscientes quisieran escuchar la información con una mente abierta, más personas con conocimiento estarían dispuestas a compartirlo.

 

La barrera psicológica ante la información, por lo tanto, no está basada en ningún argumento legítimo contra la existencia del NOM. En cambio, la gente rechaza escuchar porque ellos temen adoptar personalmente conceptos que creen que no son todavía adoptados por la mayoría.

Es un triste hecho de la sociedad el que la mayor parte de los hombres y las mujeres gravitan hacia la vida del seguidor y no hacia la del líder. Sólo mediante una gran adversidad y trauma algunos plantan sus pies firmemente en la tierra, y encuentran la fuerza para liberarse del modo de pensar colectivista.

Los elitistas grupos de estudio y las máquinas de propaganda, como el Southern Poverty Law Center (SPLC), obtienen mucha beneficio de la mentalidad de colmena atacando a los defensores del movimiento Liberty y de los investigadores del NOM, dada la carencia entre el pueblo de conocimientos previos.

 

Un ejemplo perfecto de esto fue la última campaña publicitaria negativa (hit-piece) del mencionado SPLC sobre un artículo publicado por los Oath Keepers [guardianes de la legitimidad constitucional de las leyes] que trataba sobre la denuncia de un programa del Ministerio de Defensa diseñado para importar y entrenar a soldados rusos en suelo estadounidense.

 

Como el artículo se atrevió a mencionar al "NOM", el SPLC saltó a la conclusión insípida de que los Oath Keepers eran "paranoides".

La diatriba pobremente escrita era poco más que una estocada ad hominem de un corrosivo autor, pero sentí que tenía un cierto valor como un caso de prueba de la explotación estratégica de la opinión de las masas incultas. Sin la ignorancia de una parte importante del público estadounidense, el periodismo amarillo como el ofrecido por el SPLC sería relegado al gran basurero de la Historia...

Si un hombre logra dejar atrás sus pre-concepciones negativas sobre el tema, el siguiente paso es hacer unas preguntas relativamente sinceras:

  • ¿qué es el Nuevo Orden Mundial?

  • ¿cuál es el fundamento de la filosofía que lo conduce?

  • ¿cuáles son sus orígenes?

Esto es algo que los gurúes de la corriente dominante nunca exploran.

 

Ellos simplemente dan por hecho que en el movimiento Liberty por alguna razón hemos arreglado todo el asunto para nuestro propio entretenimiento. En realidad, la frase "Nuevo Orden Mundial" hizo su debut público a principios del siglo XX, y fue expuesto por numerosas élites políticas y comerciales, décadas antes de que hubiera tal cosa como "teóricos de la conspiración".

El movimiento Liberty siempre ha definido al NOM como un esfuerzo concertado de organizaciones elitistas que usan la manipulación política, la subversión económica, y hasta la guerra, para centralizar el poder global en las manos de un organismo rector no elegido e irresponsable.

 

El objetivo: llegar un día a desmantelar completamente a los individuos, a los Estados y las soberanías nacionales.

 

Sin embargo, lo que yo y muchos otros sostengamos como un hecho sobre el Nuevo Orden Mundial no es suficiente. Debemos examinar la fuente original y cómo llegamos a nuestras conclusiones comunes.

En numerosos artículos he esbozado los datos irrefutables que rodean a los dirigidos esfuerzos de la globalización corporativa y las estrategias deliberadas de los bancos centrales en la toma del control financiero de las naciones.

 

Pero, para solidificar nuestro entendimiento de lo que los más poderosos hombres - tanto financiera como políticamente - sobre la Tierra y sus partidarios creen que es el Nuevo Orden Mundial, por qué no ir directamente a la boca del caballo:

 

«Es el sistema del individualismo nacionalista el que se tiene que ir... Estamos viviendo el final de los Estados soberanos... En la gran lucha para traer a la existencia un Socialismo Mundial Occidentalizado, los gobiernos contemporáneos pueden desaparecer... Innumerables personas... odiarán el nuevo orden mundial... y morirán protestando contra él»

(H.G. Wells, en su libro "El Nuevo Orden Mundial - The New World Order", 1940).

 

 

«Algunos incluso creen que nosotros (la familia Rockefeller) somos parte de una conspiración secreta que trabaja contra los mejores intereses de Estados Unidos, caracterizando a mi familia y a mí como "internacionalistas" y de conspirar con otros alrededor del mundo para construír una estructura política y económica global más integrada –un mundo, si usted prefiere. Si ésa es la acusación, me declaro culpable, y estoy orgulloso de ello»

(David Rockefeller, Memorias, página 405).
 


«En el próximo siglo, las naciones como las conocemos estarán obsoletas; todos los Estados reconocerán una sola autoridad, global. La soberanía nacional no era una tan gran idea después de todo»

(Strobe Talbot, viceministro de Estado del presidente Clinton, revista Time, 20 de Julio de 1992).
 


«Existe, y ha existido durante una generación, una red internacional anglófila que funciona, hasta cierto punto, de la manera en que la Derecha radical cree que actúan los comunistas. En efecto, esta red, que podemos identificar como los Grupos de la Mesa Redonda, no tiene ninguna aversión a cooperar con los comunistas o cualquier otro grupo, y con frecuencia lo hace.

 

Sé de las operaciones de esta red porque la he estudiado durante veinte años y me fue permitido durante dos años, a principios de los '60, examinar sus papeles y archivos secretos. No le tengo ninguna aversión a ella ni a la mayor parte de sus objetivos, y durante gran parte de mi vida he estado cercano a ella y a muchos de sus instrumentos (...) Me he opuesto, tanto en el pasado como recientemente, a algunas de sus políticas... pero en general mi principal diferencia de opinión es que ella desea permanecer desconocida, y creo que su papel en la historia es bastante significativo para ser conocido (...)

 

El Consejo sobre Relaciones Extranjeras (CFR)... la rama estadounidense de una sociedad que se originó en Inglaterra... cree que las fronteras nacionales deberían ser borradas y un gobierno mundial ser establecido»

(profesor Carroll Quigley, consejero de Bill Clinton, en su libro "Tragedia y Esperanza - Tragedy And Hope").
 


«A fin de cuentas, nuestro objetivo es dar la bienvenida a la Unión Soviética de vuelta en el orden mundial. Quizás el orden mundial del futuro será verdaderamente una familia de naciones»

(presidente George H.W. Bush en la Universidad A&M de Texas, 1989).
 


«Tendremos éxito en el Golfo [Pérsico]. Y cuando lo tengamos, la comunidad mundial habrá enviado una advertencia duradera a cualquier dictador o déspota, presente o futuro, que contemple una agresión ilegal. El mundo puede por lo tanto tomar esta oportunidad para cumplir la promesa sostenida durante mucho tiempo de un nuevo orden mundial, donde la brutalidad no será recompensada y la agresión encontrará una resistencia colectiva»

(presidente George W. H. Bush, Discurso del Estado de la Unión, 1991).
 


«La Ley Final de la Ronda de Uruguay, marcando la conclusión de la negociación comercial más ambiciosa de nuestro siglo, dará a luz –en Marruecos– a la Organización Mundial de Comercio, el tercer pilar del Nuevo Orden Mundial, junto con Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional»

(parte de un anuncio a página completa del gobierno de Marruecos en The New York Times, Abril de 1994).
 


«Para mantener el uso de los recursos globales dentro de límites prudentes mientras los pobres elevan su nivel de vida, las sociedades abundantes tienen que consumir menos. La población, el consumo, la tecnología, el desarrollo y el medioambiente están unidos en relaciones complejas que producen conjuntamente el bienestar humano en la vecindad global.

 

Su manejo eficaz y equitativo pide un acercamiento sistemático, a largo plazo y global, guiado por el principio del desarrollo sostenible, que ha sido la lección central de los crecientes peligros ecológicos de los tiempos recientes. Su aplicación universal es una prioridad entre las tareas de la gobernabilidad global»

(Naciones Unidas, "Nuestra Vecindad Global - Our Global Neighborhood", 1995).
 


«Lo que el Congreso tendrá antes no es un tratado comercial convencional sino la arquitectura de un nuevo sistema internacional... un primer paso hacia un nuevo orden mundial»

(Henry Kissinger acerca del NAFTA, Los Angeles Times).
 


«Todos estos nuevos desafíos se están reuniendo alrededor de la más grande reestructuración que hemos visto alguna vez, no sólo de la economía global, sino del orden global en su conjunto. Y hace doscientos años, un famoso ministro británico de Asuntos Exteriores dijo que el Nuevo Mundo había sido llamado a la existencia para servir de contrapeso al Viejo.

 

En 1989 otra guerra mundial se terminó, dominada por la guerra fría, y la gente habló entonces en 1990 del nuevo orden mundial. Lo que ellos quisieron decir entonces era un nuevo orden político. Y lo que no fue previsto entonces, pero que es obvio ahora, de todo lo que vemos y hacemos, lo que experimentamos cada día de nuestra vida, es la escala y velocidad y alcance irrestrictos de la globalización»

(Primer Ministro Gordon Brown, Discurso en la Confederation of British Industry, 2007).
 


«El Nuevo Orden Mundial tendrá que ser construido desde el fondo más bien que desde arriba hacia abajo... pero al final, dirigido en torno a la soberanía nacional, erosionándola poco a poco, logrará mucho más que con un asalto frontal pasado de moda»

(Richard Gardner, miembro del CFR, edición de Abril de 1974 del diario del CFR, Foreign Affairs).


Como podemos ver muy claramente en las citas recopiladas, el Nuevo Orden Mundial y su búsqueda del gobierno global, no son alguna "ilusión" construida sobre afirmaciones exageradas o temores inaplicables.

 

Es, en efecto, una ideología sociopolítica MUY ABIERTA y libremente admitida, sostenida por un grupo de gente escogida y decididamente influyente.

 

Etiquetar al NOM como "teoría de conspiración" es absurdo.

  • ¿Son las organizaciones capitalistas y socialistas "teoría de conspiración"?

  • ¿Son los partidos políticos "teorías de conspiración"?

  • ¿Es Greenpeace un invento paranoide de nuestra imaginación?

  • ¿Y qué hay acerca de los cabilderos corporativos?

  • ¿Fue la purga de la Rusia estalinista una fábula?

Obviamente, todas éstas han sido fuerzas sustanciales en la construcción de nuestra época actual.

A través de toda la Historia, organizaciones muy reales de gente con creencias específicas y dirigidas han procurado dirigir el curso de nuestra progresión cultural según sus valores personales, a veces usando medios coordinados y poco limpios.

 

El Nuevo Orden Mundial no es diferente en este aspecto. Su singularidad radica sólo en la naturaleza insidiosa de sus métodos y en la complejidad de su estructura. De hecho, yo tendría que cuestionar la cordura de cualquiera que NO CREE que las conspiraciones son una realidad constante y concreta. Grupos secretos de hombres siempre han buscado el poder sobre otros y siempre han encubierto sus aspiraciones bajo los auspicios del patriotismo y el racionalismo.

Otro asunto que hace que los estadounidenses promedio tropiecen, es la noción fraudulenta del paradigma izquierda/derecha.

 

Para aquellos dentro de las filas del Nuevo Orden Mundial, "izquierda" y "derecha", Demócratas y Republicanos, son términos en última instancia carentes de sentido. Esto es innegable después de que uno comprende que el liderazgo en ambos lados del pasillo exhibe casi idénticas iniciativas políticas y registros de voto.

 

Cuando las dos entidades políticas predominantes de un sistema se diferencian sólo en la retórica, pero no en la acción, uno se tiene que preguntar si ellas son en realidad partidos separados.

Cuando una red orientada hacia la libertad, como Oath Keepers, señala la subyacente cualidad de NOM de un programa del Ministerio de Defensa para entrenar a soldados rusos en suelo estadounidense, ellos se refieren a la naturaleza centralizadora del procedimiento, y están completamente en lo correcto.

 

El problema es que aquellos que desconocen el contexto o carecen de conocimientos previos están completamente inhabilitados para entender el significado del peligro.

 

Si ellos sólo supieran acerca de programas como el acuerdo Sociedad de Prosperidad y Seguridad entre Canadá, Estados Unidos y México, construído para disolver las funciones soberanas militares y económicas entre los tres países...

¿Qué va a detener a esta tendencia de homogeneización militar con países extranjeros vecinos de extenderse alrededor del mundo, permitiendo a gobiernos corruptos llenos de defensores del globalismo usar no sólo las propias tropas de un país dentro del mismo, sino las tropas de otras naciones?.

Como el SPLC indica, en un intento por ser claro:

esta entremezcla ha estado ocurriendo por bastante tiempo.

Lo que ellos dejan de mencionar son los terribles antecedentes que estas operaciones han acumulado.

 

La "Escuela de las Américas", por ejemplo, usó la misma retórica de la "cooperación internacional" y la expansión de la "democracia" como un comercio justo, entrenando tropas extranjeras en suelo estadounidense, pero todo lo que la escuela pareció producir fueron déspotas tiránicos y asesinos de masas.

¿O qué hay acerca del reciente entrenamiento del grupo disidente iraní Mujahideen-e-Khalq (MEK) en un sitio secreto del Ministerio de Energía en Nevada?.

¿Se supone que nosotros creamos que el entrenamiento de tropas rusas dentro de nuestras fronteras producirá mejores resultados?.

Estas actividades de parte de nuestro gobierno, al final, no sirven a los mejores intereses del pueblo estadounidense en lo más mínimo, sino que para lo que ellas sirven realmente es para las adicciones ideológicas de la élite global; es decir, ellas favorecen los intereses del Nuevo Orden Mundial.

Como investigadores y periodistas de la Web, se supone que nosotros tenemos miedo de mencionar al NOM.

 

Se supone que nosotros nos abstenemos de usar cierto vocabulario precisamente porque gran parte del público lo desconoce. Para ser sincero, tengo que reírme de esta dinámica. Pienso que es lejos mejor acoger la verdad de un asunto, junto con su discusión. Ser desvergonzados y desenfadados en la exposición de los hechos sin tener en cuenta la ignorancia de aquellos que nos rodean.

 

El Nuevo Orden Mundial es un movimiento político definible y cuantificable. Los elitistas que lo elogian en público están llenos de reconocimientos, mientras que los ciudadanos que abiertamente se oponen a ello son acusados de ser vagabundos paranoides. Mientras menos nos preocupamos por lo que otros podrían pensar, podemos estar más dedicados a la verdad.

 

En el fondo, cuando se trata de asuntos de supervivencia y principios, es una mucho mejor cosa ser "loco" y acertado, que "cuerdo" y equivocado.