por Brandon Smith

24 Junio 2015
del Sitio Web Alt-Market

traducción de El Robot Pescador

29 Junio 2015
del Sitio Web ElRobotPescador

Versión original en ingles

Versión en italiano








 

Estos últimos días estamos oyendo hablar mucho de la crisis griega.

 

Algunas personas creen que la crisis griega puede tener graves consecuencias para la economía de la Unión Europea.

Pero quizás las cosas sean diferentes de como parecen y realmente no importe si Grecia va a pagar a los acreedores, si quebrará definitivamente como país o si se unirá a Rusia y a los BRICS.

Porque en el fondo, todo este asunto no es más que un gran teatro, dirigido por los financieros y globalistas internacionales.

Es muy importante recordar los fundamentos, sin distraernos en elementos decorativos. La clave es que Grecia incumple sus deudas. Y que no hay manera de evitarlo.

 

Entonces, poco importa que alcance un pacto para alargar sus pagos o no:

a medida que pase el tiempo, la capacidad del país para sacrificarse y tratar de pagar sus deudas, que aumentan exponencialmente, le llevará inevitablemente a la quiebra.

Sabiendo pues, como va a terminar el asunto de forma inevitable, ¿porqué tantos economistas se muestran tan preocupados por un pequeño país como Grecia?
 



 


Todo es debido a una gran mentira:

una narrativa deshonesta creada por el establishment, que afirma que si Grecia cae, o sale de la UE, esto podría desencadenar un efecto dominó en otras naciones.

La mentira incrustada en esta narrativa es que Grecia causará un "contagio" cuando incumpla con sus pagos. Y la verdad es que no puede haber contagio.

Múltiples países de la UE han desarrollado sus propios problemas con la deuda, con independencia de lo que haya hecho Grecia en el último par de décadas. Cada uno de estos países, Italia, España, Portugal, etc. tiene sus propios problemas independientes.

En realidad, la Unión Europea está en problemas, no a causa de Grecia, sino debido a la interdependencia supranacional forzosa. La UE tiene problemas porque tiene un sistema de moneda única supranacional centralizado.
 



 


También cabe señalar que las instituciones globalistas, como el Fondo Monetario Internacional, están muy motivadas para iniciar un desastre en la UE, a pesar de que mucha gente crea que la UE es una especie de modelo representativo de la globalización.

Lo cierto es que no lo es.

Si este fuera el caso, entonces el FMI no estaría estrangulando a Grecia con la deuda, mientras ayuda a Ucrania, a pesar de la flagrante incapacidad que tiene Ucrania para pagar esa deuda.
 



 


Puede parecer extraño, pero los poderes globalistas están buscando una ruptura parcial de la Unión Europea.

  • ¿Por qué?

     

  • ¿Qué iban a ganar con ello?

La respuesta es obvia:

ganan una crisis, crean un caos y adquieren la oportunidad de presentar una falsa dialéctica.

Europa no es en absoluto representativa de lo que los globalistas quieren realmente en términos de estructura económica y política. Es más bien, una especie de facsímil; un boceto.

Cuando Europa golpee el fondo del abismo financiero y el público desconcertado comience a preguntarse qué diablos ha pasado, las élites globalistas aparecerán con una explicación inmediata. Ellos afirmarán que el problema no fue la interdependencia entre los estados de la UE.

 

Todo lo contrario. Lo que nos dirán es que el problema de la Unión Europea es que no estaba suficientemente CENTRALIZADA.

La idea que tratarán de vendernos es que para que una economía supranacional y una moneda funcionen, también debemos tener un gobierno supranacional centralizado.

En otras palabras, nos dirán que en la Unión Europea el sistema falló porque se necesitaba establecer un GOBIERNO GLOBAL.
 



 


Los socialistas fabianos argumentarán que fue la institución bárbara y anticuada de la soberanía nacional la que causó la crisis.

 

Nos dirán que estamos en una aldea global y que debemos aceptar la idea de que todos triunfamos o fracasamos juntos. Nos venderán la idea de que los mercados libres y la innovación individual aparentemente no tienen nada que ver con una estructura económica próspera.

 

Nos dirán que lo que realmente necesitamos es formar una mente colectiva que nos convierta a todos en piezas fácilmente reemplazables de una gran máquina dedicada "al bien global".

La caída de la Unión Europea es un medio para alcanzar ese fin.

No hay prácticamente ninguna nación o institución que los globalistas no estén dispuestos a sacrificar, si ese sacrificio se puede aprovechar para impulsar su objetivo de dominación política y económica mundial total.

Ellos no sólo quieren un sistema completamente centralizado; quieren que todos nosotros les supliquemos que lo apliquen. Quieren que las masas crean que fue idea suya. Esta es la forma más efectiva de esclavitud: cuando se manipula a los esclavos para que exijan su propia esclavitud.

Quieren engañar a los esclavos para que crean que su esclavitud es un motivo de orgullo.
 



 


La caída de los EE.UU. no será diferente en el fondo, aunque el colapso será ligeramente diferente en las formas.

Los estadounidenses están destinados a desempeñar el papel de imperialistas mimados que finalmente reciben lo que merecen.

EE.UU. es la nueva Roma del pan y circo. Y cuando los EE.UU. se vengan abajo como Europa, los globalistas estarán allí de nuevo para amonestar la codicia inherente a la soberanía nacional y esas aspiraciones destructivas de poder, que debe ser aplastadas para crear un sistema político global más imparcial.

Nadie parece darse cuenta de ello, pero los EE.UU. están jugando el papel de chicos malos en este teatro mundial dirigido por las élites.

 

Los estadounidenses son los villanos, el resto del mundo hace el papel de víctima inocente, y los poderes globalistas como el FMI o el BIS (Banco de Pagos Internacionales) están destinados a desempeñar el papel de héroes, viniendo al rescate de la humanidad cuando todo parezca perdido.
 



 


La deuda de EE.UU., supera con mucho la totalidad de deuda de las naciones de la UE combinadas.

A diferencia de países como Grecia, sin embargo, los EE.UU. tienen la opción directa de imprimir moneda fiat a voluntad con el fin de prolongar la agonía.

Sin embargo, como hemos visto con las recientes reacciones de los mercados financieros ante la posibilidad de que la Reserva Federal aumente las tasas de interés en septiembre, tal evento provocaría una salida de dinero de los mercados de valores y podría provocar graves disturbios financieros.

 

Y la pregunta que debemos hacernos es:

  • ¿Porqué los banksters quieren hacer algo así?

     

  • ¿Porqué no mantienen las tasas de interés a cero de forma constante?

Nadie les presiona para dejar de hacerlo.

 

Entonces, ¿porqué la Reserva Federal ignora los cientos de señales que muestran que los EE.UU. entrará en una recesión y siguen adelante con la idea de alzar las tasas de interés a pesar de que mantenerlas a cero es el mejor interés para los EE.UU. y para la propia Reserva Federal?

La Reserva Federal sabe que lo único que apuntala los mercados norteamericanos es el dinero gratis y la fe ciega del público en que que los bancos y el gobierno actuarán para detener cualquier problema económico si se presenta un potencial de crisis.
 

 

 


Cuando el dinero barato desaparezca y con él desaparezca esa fe en las instituciones, entonces se producirá el desastre en EE.UU.

Los globalistas que controlan la Reserva Federal lo saben muy bien y quieren provocar una versión controlada de esta caída.

Las élites NECESITAN la caída del actual sistema de Estados Unidos, precisamente porque provocará la necesidad de un "gran reajuste económico". Este gran reajuste es la siguiente etapa en el plan para la centralización económica mundial total.

Así pues, no hay problema de contagio con Grecia.

 

Es todo una excusa, una distracción diseñada para desviarnos del verdadero problema. Se trata de un esfuerzo concertado por los globalistas durante las últimas décadas para llevar a las culturas occidentales a una situación de vulnerabilidad.
 



 


Cuando las personas están débiles y asustadas, se vuelven maleables y se muestran dispuestas a acatar "soluciones" que las saquen de su estado.

Los cambios sociales que ahora creemos imposibles, pueden convertirse en posibles en medio de una gran crisis. Es posible que ahora estemos asistiendo al inicio de la próxima gran crisis.

No debemos olvidar que la crisis es en sí misma, también es una distracción.

Cualquiera que sea el dolor que sintamos en el futuro, no olvidemos quienes han sido los causantes del problema: esa élite globalista formada por la banca internacional y sus contrapartes políticas globalistas.

Suceda lo que suceda, no debemos aceptar un sistema centralizado a escala mundial. No importa lo razonable o racional que pueda parecer en medio del terror de la incertidumbre fiscal o de la incertidumbre de un posible conflicto bélico.

No nos dejemos engañar, porque si permitimos que este poder centralizado global se establezca, ya no habrá marcha atrás y esas élites globalistas habrán cumplido con el viejo sueño de todos los emperadores, conquistadores, dictadores y criminales de la historia: gobernar el mundo por completo.

Es cierto que todos debemos unirnos ignorando nuestras diferencias, nuestras razas y nuestras procedencias.

Sí, debemos unirnos… pero contra ellos.