por Thierry Meyssan
08 Octubre 2019
del Sitio Web RedVoltaire
Versión en ingles
Versión en italiano






El presidente estadounidense Donald Trump

ha declarado que el proceso ‎de destitución

que la Cámara de Representantes ha iniciado contra él

es un intento de golpe ‎de Estado.‎



Solo, contra su oposición, contra su propia administración

y contra sus aliados, ‎el presidente estadounidense Donald Trump

no parece en condiciones de cumplir los ‎compromisos

que había contraído durante su campaña electoral.

 

Tres años después de ‎su elección, la Cámara de Representantes

ha iniciado contra Trump un proceso para destituirlo…

por luchar contra la corrupción

de sus adversarios en Washington. ‎


 

 

El principal compromiso de campaña de Donald Trump - poner fin a la estrategia militar ofensiva ‎Rumsfeld/Cebrowski [1] y sustituirla por una política jacksoniana de cooperación - se enfrenta hoy a una poderosa oposición interna, en Estados Unidos, y externa, de parte de los ‎aliados de Estados Unidos.

 

Más que nunca antes, el presidente Trump se ve solo, totalmente ‎solo, ante la clase política de ambos lados del Atlántico. ‎

 

 

 

 



Todo estaba decidido de antemano

Al igual que en el caso de su predecesor, Barack Obama, todo parecía decidido de antemano. ‎

Desde su elección, en 2009, Obama fue saludado como "el primer presidente negro de ‎Estados Unidos" y luego resultó ser incapaz de resolver los problemas de la comunidad negra ‎estadounidense, incluso permitió que la violencia policial contra los negros alcanzara niveles ‎nunca vistos antes de sus dos mandatos.

 

Durante los primeros días de su primer mandato, el ‎Comité Nobel otorgó a Barack Obama el Nobel de 'la Paz' para,

"recompensar sus esfuerzos 'por ‎un mundo sin armas nucleares',"

...tema que Obama abandonó de inmediato.

 

Los resultados de ‎sus dos mandatos presidenciales son exactamente lo contrario de lo que había prometido ‎durante sus dos campañas electorales… pero Barack Obama sigue siendo popular en el mundo ‎entero.

 

No importa que,

  • permitiera que las grandes transnacionales sacrificaran empleos en ‎Estados Unidos para fabricar sus productos a menor costo en China

     

  • ni que la administración ‎Obama haya mantenido la cárcel ilegal de Estados Unidos en Guantánamo

     

  • ni sus miles de ‎asesinatos selectivos

     

  • o la destrucción de Libia...

 

 

 

Por el contrario, desde que fue electo, incluso antes de que entrara en la Casa Blanca, en 2017, ‎Donald Trump fue caracterizado como,

un narcisista maníaco-depresivo, de personalidad débil y ‎autoritaria y como un criptofascista...

Cuando llegó a la Casa Blanca, la prensa exhortaba a su ‎eliminación física y el Partido Demócrata lo acusaba de ser un espía ruso.

 

Los demócratas ‎lograron poner en marcha una investigación contra Trump y su equipo, con la posibilidad de ‎destituirlo. El principal consejero de Trump, el general Michael Flynn, fue obligado a dimitir, sólo ‎‎24 días después de su nominación, e incluso fue arrestado.

 

Cuando el partido de Trump perdió las ‎elecciones legislativas llamadas midterm - en noviembre de 2018 - en la Cámara de ‎Representantes, el presidente se vio obligado a negociar con algunos de sus opositores.

 

Llegó a ‎un acuerdo con el Pentágono, autorizando ciertas acciones militares a condición de que ‎no llevaran el país a una espiral bélica, y obtuvo a cambio el cierre de la investigación sobre sus ‎supuestas relaciones con Rusia. ‎

Durante 8 meses, Trump trató entonces de poner fin al proceso de destrucción en el Gran ‎Medio Oriente y al inicio de un proceso similar en la Cuenca del Caribe.

 

Exactamente el ‎mismo día que Trump esperaba poder anunciar desde la tribuna de la Asamblea General de ‎la ONU que por fin se concretaría la paz, el United States Institute for Peace (USIP) - que es ‎esencialmente lo mismo que la NED, [2] sólo que no depende del Departamento de Estado sino del Departamento ‎de Defensa - publicó su informe sobre Siria, informe donde aconseja al presidente reactivar ‎la guerra contra ese país.

 

Y también exactamente el mismo día, la presidente de la Cámara de ‎Representantes, Nancy Pelosi, anunciaba el inicio de un procedimiento de impeachment contra ‎el presidente Trump, ahora con un pretexto diferente:

haber solicitado la ayuda del nuevo ‎gobierno de Ucrania contra la corrupción del clan Clinton. ‎

Por consiguiente, ya es poco probable que Donald Trump logre hacer realidad su programa de ‎gobierno antes del final de su mandato y cuando ya se inicia la campaña electoral en la cual ‎supuestamente él buscaría la reelección.

 

Sin embargo, sus partidarios señalan que Trump ‎se vuelve particularmente eficaz cuando está acorralado. ‎

No abundan los medios de difusión que hayan explicado en qué consiste el "jacksonismo", [3] una ideología que nadie había promovido desde ‎los tiempos de la Guerra de Secesión.

 

Casi toda la prensa ha preferido afirmar durante 2 años ‎que Donald Trump es simplemente un tipo incoherente e imprevisible, en vez de reconocer que ‎actúa en función de una visión del mundo diferente a la del establishment estadounidense. ‎

En todo caso, Trump ya ha logrado traer de vuelta a Estados Unidos numerosos empleos que ‎las transnacionales habían desplazado al extranjero para incrementar sus ganancias.

 

Y también ‎ha logrado poner fin al masivo respaldo que el Departamento de Estado y el Departamento ‎de Defensa aportaban a los ejércitos de yihadistas en el Gran Medio Oriente, aunque aún ‎se mantienen algunos programas de la ayuda estadounidense a esos elementos. ‎

En realidad, poco importa lo que Barack Obama y Donald Trump hayan hecho como presidentes. ‎

 

Sólo se hablará de ellos en función de cómo los presentaron los medios de difusión cuando ‎llegaron al poder. ‎
 

 


La prensa saludó la elección de Barack Obama

como un progreso histórico ‎para Estados Unidos,

basándose únicamente en 'el color de su piel'

y sin tomar en cuenta sus ‎opiniones políticas.

Donald Trump, por el contrario, fue denunciado como un nazi

(como en esta portada del semanario alemán "Stern")

y se llamó a decirle "No"

(como en esta ‎proyección sobre

la fachada del parlamento británico). ‎

 

 

 


El papel del Estado Profundo

Hoy ya es evidente que la oposición al presidente Donald Trump se compone,

  • no sólo de la ‎mayor parte de la élite política estadounidense

     

  • sino también de gran parte de los dirigentes de ‎los países aliados de Estados Unidos...

Esto puede parecer extraño ya que esos dirigentes ‎extranjeros tendrían mucho que ganar si Trump lograse alcanzar sus objetivos.

 

Pero no es así ‎como funciona la política.

Uno tras otro, esos dirigentes extranjeros han llegado a la conclusión ‎de que nadie puede modificar la política de Estados Unidos y de que el interés de sus propios ‎países ante el poderío de Estados Unidos no era hundirse junto a un Donald Trump aislado en su ‎propio país sino mantenerse fieles a la política destructiva de George W. Bush y de Barack Obama. ‎

Queda por averiguar quiénes, entre las decenas de miles de funcionarios de la administración, ‎mueven los hilos y por qué se oponen al proyecto de Trump.

 

El "Estado Profundo" ‎‎(Deep State), cuya política Trump no logra desactivar, no es quizás más que un fenómeno ‎sociológico pero también es muy probable que represente intereses estructurados.

 

Trump creía ‎haber negociado con el gobierno alternativo, estructura estadounidense creada preventivamente ‎para asumir el control del país en caso de conflicto nuclear.

 

Es evidente que estaba equivocado...

 


Lecciones de esta historia

‎De toda esta historia se pueden sacar dos lecciones:‎

  • Primeramente, todos los historiadores están de acuerdo en que George W. Bush no ejerció ‎realmente su presidencia sino que se sometía a las decisiones de quienes le rodeaban, en primer ‎lugar al vicepresidente Dick Cheney.

     

    Es igualmente evidente que Barack Obama tenía muy ‎poco poder, fuera de ordenar asesinatos selectivos. Ahora puede verse que Donald Trump ‎no está en condiciones de modificar la política de Estados Unidos.

     

    Todo eso indica que desde el ‎‎11 de septiembre de 2001, la función de presidente de Estados Unidos es casi exclusivamente ‎mediática.

     

    Y si no es el presidente quien decide la política, quienes lo hacen desde la sombra ‎son individuos no electos por el pueblo.


     

  • La segunda lección es que los aliados de Estados Unidos no obedecen al presidente de ‎Estados Unidos sino al Estado Profundo estadounidense. Son juguetes de un actor invisible...

     

    Sólo Rusia y China son verdaderamente independientes.

Rusia es el único de estos 3 Estados ‎cuyo presidente es democráticamente electo y ejerce el poder en nombre de su pueblo.

 

China ‎dispone de un sistema transparente, aunque sólo los miembros del partido único participan en la ‎vida política del país.

Pero el sistema de Estados Unidos es completamente opaco...

 

 

 

Referencias

[1] "El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo", por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), ‎‎‎Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.

[2] La NED (National Endowment for Democracy), ‎generalmente presentada como una ONG estadounidense dedicada a promover la democracia, ‎en realidad depende del Departamento de Estado y fue creada en 1983 por el Congreso de ‎Estados Unidos para asumir el trabajo que antes realizaba la CIA en el financiamiento de grupos ‎políticos a través del mundo. Ver "La NED - Vitrina legal de la CIA", por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 11 de octubre ‎de 2010." El financiamiento de la NED proviene del Congreso estadounidense.

[3] Así ‎llamado en referencia a Andrew Jackson (1767-1845), el 7º presidente de Estados Unidos ‎‎(de 1829 a 1837).