por Malen Ruiz de Elvira Madrid 12 Enero 2001 del Sitio Web ElPais
ANDi es el nombre de un mono Rhesus que nació el pasado 20 de octubre en un centro de investigación de primates en Oregón (EE.UU.). Sus cuidadores aseguran que juega normalmente con dos compañeros de su edad, de los que no se diferencia aparentemente.
Sin embargo, sus células tienen un gen más, procedente de una medusa. ANDi es el primer primate modificado genéticamente de la historia, y ayer empezó a hacerse famoso.
Sus creadores esperan que los primates transgénicos sirvan como modelos animales más cercanos al hombre que los ratones para el estudio de enfermedades.
ANDi, el primer mono modificado genéticamente (Science)
ANDi, que ahora tiene dos meses y medio, es el único fruto de 224 intentos para lograr el primer primate modificado genéticamente, lo que da una idea de lo difícil que ha sido crearlo. Hasta ahora se habían modificado muchos mamíferos, desde ratones a ovejas, pero nunca primates (mamíferos entre los que se incluye al ser humano).
Los científicos de Oregón esperan que ANDi sea el primer paso para obtener modelos animales más parecidos al ser humano en los que investigar la función de los genes y las características de enfermedades y sus posibles tratamientos.
Sin embargo, otros expertos señalan que queda mucho camino por andar antes de que los monos puedan utilizarse rutinariamente en los laboratorios como se utilizan actualmente los ratones transgénicos.
El extraño nombre del mono recuerda al diminutivo de Andrés en inglés (Andy), y surge de escribir al revés las siglas inglesas del ADN (DNA) y primera letra de 'inserted' (insertado). Su existencia se anuncia hoy en la revista Science, en un articulo cuyo primer firmante es Anthony W. S. Chan.
El equipo de Schatten
anunció el pasado mes de enero otro logro: el primer mono clonado
por el método de división de embriones (gemelos artificiales).
ANDi, han explicado los científicos, no brilla, y ni siquiera sus células lo hacen, pero el análisis genético de células de diversas partes de su organismo ha permitido confirmar que contienen el gen marcador. Los científicos no saben por qué no expresa el gen de forma que sea observable, y piensan que quizás lo haga cuando crezca aunque también es posible que esté ya produciendo la proteína correspondiente pero en muy poca cantidad.
Como ellos
mismos reconocen, tampoco han demostrado todavía que el mono vaya a
transmitir su modificación genética a sus descendientes y ni
siquiera que su esperma sea transgénico.
Sin embargo, resalta este experto que estas técnicas son altamente ineficientes y su eficiencia no se ha conseguido mejorar en décadas.
En los ratones,
recuerda, las muchas pérdidas que se producen en todo el proceso de
creación de animales transgénicos se suplen utilizando muchos
animales, que además tienen camadas numerosas. En los primates no
humanos se conoce mucho peor el proceso de gestación y sólo se
pueden implantar entre uno y tres embriones en cada hembra, lo que
hace el proceso lento y caro.
Para que sean útiles en el estudio de las funciones de los genes (relacionados o no con enfermedades) habría también primero que dominar en los primates las técnicas de transferencia nuclear (el método por el que se creó la oveja clónica Dolly) y de utilización de células madre (ahora sólo se dispone de las de ratones).
Mientras tanto, como reconocen
los autores del trabajo, no se conseguirá el modelo ideal para
rellenar el hueco que existe actualmente entre ratones y humanos en
la investigación biomédica.
Los monos son mucho más parecidos a los humanos que los ratones, explica Schatten:
Sin embargo, la introducción de genes humanos en especies tan próximas genéticamente como son los monos puede también plantear reparos éticos.
En teoría, las modificaciones genéticas se
transmitirán a los descendientes, es decir, se actúa sobre la línea
germinal, algo que ha estado siempre vedado en los experimentos de
terapia genética en humanos.
...se Insertó en El Óvulo Antes de
La Fecundación Madrid 12 Enero 2001 del Sitio Web ElPais
Para llegar a obtener ANDi, el primer primate modificado genéticamente, los científicos de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregon (EE.UU.) tuvieron primero que obtener 224 óvulos de mono rhesus, que infectaron con un retrovirus (el mismo tipo de virus que el del sida) modificado para no ser infeccioso y contener el gen de la fluorescencia, gen que debía incorporarse de esta forma a los cromosomas de los óvulos.
Luego, los óvulos se fertilizaron in vitro mediante inyección intracelular de espermatozoides de mono rhesus y se dejaron dividir hasta obtener embriones.
Veinte embriones viables fueron implantados en monas rhesus (distintas de las donantes de óvulos) para llevar a término la gestación. Sólo se produjeron cinco embarazos de los que nacieron tres monos vivos; de ellos sólo uno resultó haber incorporado la modificación.
Dos fetos gemelos que fueron abortados a los 73 días de gestación también resultaron ser transgénicos.
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