por Antonio F. Muro Mayo 2011 del Sitio Web DSalud
Apenas tres años después de recibir el Nobel por sus trabajos sobre el "virus del SIDA" Luc Montagnier ha pasado de celebridad a ser visto con recelo por buena parte de la comunidad científica.
Y es que su respaldo a la Homeopatía y su apoyo a los productos naturales como herramientas terapéuticas para vencer al VIH - virus cuya existencia muchos niegan - le han llevado a marcharse a China a trabajar en uno de los centros tecnológicos más importantes del mundo ubicado en la Universidad Jiao Tong de Shangai desde donde va a poner en marcha un singular proyecto que, según sus propias palabras, está,
Y es que según asegura ¡el ADN transmite electromagnéticamente información al agua!
Lo que explicaría, si igualmente ocurre lo mismo con otras sustancias como todo parece indicar, los efectos biológicos que logran los productos homeopáticos y la eficacia de las terapias y dispositivos que funcionan mediante la emisión de frecuencias electromagnéticas.
Los mismos que le dieron el Premio Nobel en el 2008 se niegan ahora a escucharle. Algunos de sus colegas incluso ya hablan de él con decepción. Y los mismos medios de comunicación que le ensalzaron y le hicieron mundialmente famoso han levantado un muro de silencio en torno a sus - para ellos - sorprendentes afirmaciones.
Pero él, ajeno a todo ello, se dispone a afrontar el que probablemente sea el reto más importante de su vida al frente de un centro de investigación que lleva su propio nombre en la Universidad Jiao Tong de Shangai y que está ya considerado uno de los más importantes del mundo.
Y es que su investigación podría revolucionar el mundo de la Biología y de la Medicina tal y como hoy las conocemos.
Hay quienes pretenden alegar que se ha embarcado en esta aventura porque las leyes francesas no le permiten - tiene ya 78 años y cobra la jubilación - seguir trabajando en organismos públicos y beneficiarse de financiación estatal pero la realidad es que ha sido su nueva manera de enfocar las cosas en los últimos años - sobre todo en lo que se refiere al SIDA - lo que le ha cerrado las puertas de acceso a los fondos de las grandes multinacionales farmacéuticas y otros organismos privados.
Además el hecho de que con su nuevo trabajo pueda dar "soporte científico" a la Homeopatía - ya ha dicho públicamente que puede fundamentarse científicamente - le ha convertido en un compañero demasiado incómodo para muchos colegas.
Y es que los médicos e investigadores más conservadores y escépticos - prestos siempre a acusar de estafadores a todos aquellos que defiendan la Homeopatía - no han superado aún el shock que les produjo a finales del pasado 2010 leer en Science la respuesta que dio a la pregunta ¿No le preocupa que sus colegas crean que ha caído en la pseudociencia?
Porque fue clara y contundente:
Una declaración que le hubiera costado hace sólo unos años el descrédito personal y profesional.
Como le sucedió a su colega y compatriota Jacques Benveniste que pasó de ser Director de Inmunología del Instituto de la Salud e Investigación Médica (INSERM ) de Francia al ostracismo más absoluto por formular su teoría de la "memoria del agua" que permite entender algunas de las propiedades de la Homeopatía.
Tal atrevimiento le costó perder la financiación para sus investigaciones, tener que cerrar su laboratorio y soportar que se le concediesen dos IG Nobel, "premio parodia" que pretende ridiculizar a quien es galardonado con él.
El primero en 1991,
...y el segundo en 1998 por,
Por supuesto de si existe alguna neurona en el interior de los cerebros de quienes otorgan esos premios no hay científicamente constancia.
Afortunadamente para Montagnier, la Ciencia y la Medicina de la sociedad siguen evolucionando y las nuevas ideas se abren hoy paso con más algo más de facilidad.
De hecho el rechazo científico a Montagnier no ha sido total.
En Oriente, donde los científicos y médicos están mucho más abiertos - así ha sido siempre - al concepto de energías subyacentes más allá de la materia como explicación a una enfermedad, sus palabras fueron acogidas con normalidad.
¿Y por qué se ha producido el acercamiento de Montagnier al mundo de la Homeopatía?
Pues por la investigación que hizo y plasmó en dos artículos:
Y es que en ellos Montagnier explica que ¡la información del ADN se transmite electromagnéticamente al agua!
Resulta que trabajando con células de "enfermos de SIDA" había observado en ellas la presencia de algunos micoplasmas y decidió someter el fluido biológico a varios procedimientos de filtraje para esterilizarlo por completo.
Sin embargo se encontraría con la sorpresa de que en el líquido resultante, en teoría estéril, ¡se volvía a reproducir la infección!
Y el mismo sorprendente resultado lo obtuvo con partículas virales de 100-120 nanómetros de diámetro usando filtros de 20 nanómetros.
El
producto final, a pesar de la aparente imposibilidad de contener
material original, ¡reproducía en condiciones adecuadas la infección
al igual que las partículas virales originales! Y fue buscando respuestas a tan extrañas infecciones "imposibles" como el equipo del Nobel francés encontraría que los líquidos filtrados ¡emitían ondas electromagnéticas de baja frecuencia que podían reproducirse!
Lo que pronto atribuirían a la presencia en ellos de ¡nanoestructuras poliméricas capaces de reproducir las señales del ADN original!
Lo inconcebible es que este estudio de Montagnier, que se publicó hace ya casi dos años y fue revisado a
finales del 2010, no ha tenido apenas eco en los grandes medios de
comunicación ni en las revistas científicas. La mayoría de los
médicos ni se ha enterado. ¿Y cómo explica Montagnier lo descubierto?
En primer lugar afirma haber constatado que algunas secuencias de ADN bacteriano son capaces de inducir ondas electromagnéticas en diluciones acuosas que permanecen en ellas mucho tiempo después de que todo resto biológico haya desaparecido físicamente de la dilución.
Otro dato sorprendente:
Es decir, "dinamizaron" los líquidos - es lo que se hace en Homeopatía - para obtener diluciones de mayor o menor intensidad; en otras palabras, para obtener distintas "potencias homeopáticas" aunque lo cierto es que ni los términos "homeopatía" ni "homeopático" se mencionan en ninguno de los dos artículos.
El equipo de investigadores de Montagnier constató también que las bacterias y virus patógenos - al menos con los que trabajaron - dejan una especie de "firma electromagnética" en las diluciones que van de la 5D a la 12D (1 centímetro cúbico de principio activo o tintura madre en 9 centímetros cúbicos de alcohol es lo que se conoce como "1D"; y 1 centímetro cúbico de éste (es decir, de 1D) en 9 centímetros cúbicos de alcohol sería 2D; y así sucesivamente), así como que son pequeños fragmentos del ADN patógeno los que emiten esas señales electromagnéticas.
Es más, en el estudio se afirma haber demostrado que esa información electromagnética puede transmitirse ¡entre envases separados!
La explicación estaría en que las moléculas de agua influidas por las ondas electromagnéticas procedentes del tubo emisor se organizarían en el tubo receptor bajo condiciones adecuadas en nanoestructuras capaces de reproducir la señal original.
...pero están convencidos de que existen en todas las especies.
Tratando luego de buscar una aplicación práctica a su hallazgo detectaron rastros de especies bacterianas en el cuerpo humano mediante sus huellas electromagnéticas.
Siendo en este momento de la investigación cuando apuntan en una dirección sorprendente: la posibilidad de que determinadas señales electromagnéticas sean capaces de actuar como reservorios víricos.
Obviamente el hecho de que señales provenientes de ADN bacteriano hayan sido encontradas en el plasma de muchos pacientes con autismo así como en la mayoría - sino en todos - de los pacientes con Alzheimer, parkinson y esclerosis múltiple dotan a los hallazgos de Montagnier de una dimensión práctica.
Especial atención merece esta última frase porque Montagnier está hablando de utilizar frecuencias electromagnéticas como herramienta terapéuticas.
Y a poco que se relean sus palabras y se revise su investigación con mente abierta es evidente que el camino emprendido por él no sólo puede significar un definitivo respaldo a la Homeopatía - que también - sino un claro respaldo a otras terapias y dispositivos que trabajan precisamente contrarrestando las frecuencias de virus y bacterias, como,
Y tan convencido está Montagnier de sus descubrimientos que en la reunión que tuvo lugar en julio de 2010 en Lindau (Alemania) - en la que se dieron cita unos 60 premios Nobel y otros 700 científicos de renombre para discutir los últimos avances en Medicina, Química y Física - no dudó en admitir que las soluciones conteniendo el ADN de bacterias patógenas y virus,
Sugiriendo además que esa agua podría mantener sus propiedades incluso después de que las soluciones originales se hubieran disuelto de forma masiva hasta el punto de que hubiera desaparecido completamente el ADN original.
Sugeriría así que el agua puede pues conservar la ‘memoria’ de todo ADN con el que haya estado en contacto. Y los médicos utilizar por tanto sus "firmas electromagnéticas" para detectar una patología, incluso antes de que se manifieste (Benveniste debe estar exhibiendo en el "otro lado" una amplia sonrisa).
Posteriormente, refiriéndose ya concretamente a la Homeopatía, añadió:
El periodista de Science volvería entonces a la carga:
Ante lo que Montagnier sentenciaría:
Palabra de premio Nobel.
Y, por cierto, no debemos olvidar que ya Brian Josephson, Nobel de Física en 1973, defendió también en su día la Homeopatía llegando a afirmar en New Scientist que la mayor parte de los científicos sufre de "incredulidad patológica", es decir, que mantienen una actitud acientífica encarnada en la declaración "aunque sea verdad no me lo creo".
Un grupo de investigadores hindúes del Instituto de Tecnología de Bombay publicó el pasado año en la revista Homeopathy el trabajo Extreme homeopathic dilutions retain starting materials - A nanoparticulate perspective en el que confirmaron con la más moderna tecnología la presencia de nanoestructuras intuida por Montagnier.
Los medicamentos seleccionados estaban basados en metales y se eligieron de modo que no surgieran como impurezas o como contaminantes.
Los seis metales y sus respectivos medicamentos homeopáticos fueron,
Y trabajaron con tres potencias homeopáticas: 6CH, 30CH y 200CH.
Como se ve, Montagnier no está sólo.
Y en la India - más cerca de China que de Francia - seguro que sus investigaciones avanzan más rápido de lo que hubieran podido hacerlo en la vieja Europa que, para algunos planteamientos científicos, comienza a estar demasiado vieja. Los escépticos podrían aducir que aún en el caso de la existencia de nanoestructuras las dosis homeopáticas serían demasiado pequeñas para tener acción a nivel biológico pero también existen respuestas a ese argumento.
De hecho cabría simplemente recordarles que el efecto de medicamentos en dosis pequeñas es algo demostrado, se conoce como "hormesis" y hay cerca de un millar de estudios en una amplia variedad de especialidades científicas que lo avala.
Lográndose efectos biológicos significativos y sustanciales (lea El tratamiento con microdosis, una alternativa sorprendentemente eficaz dedicado a la relación entre hormesis y homeopatía ya que la mayor parte de los textos de ese número verifican el poder de las dosis homeopáticas de diversas sustancias).
Porque a pesar de recibir el premio Nobel en el 2008 "por descubrir el VIH, 'causante' del SIDA" no ha dejado de poner piedras en el camino de la teoría oficial que identifica el VIH con el SIDA y los antirretrovirales como terapia más eficaz.
Para empezar no tuvo reparo alguno en reconocer que ni él ni Robert Gallo han purificado el VIH, paso esencial para confirmar la existencia de cualquier virus.
Después fue más lejos al declarar que el VIH, por sí solo, no es capaz de producir la sintomatología asociada al SIDA y tiene que haber otros cofactores para que se manifieste la enfermedad.
Primero pensó que además de la infección crónica causada por el VIH es necesaria la presencia de infecciones bacterianas, también crónicas, causadas principalmente por micoplasmas.
Más tarde confirmó la importancia del estrés oxidativo en el desarrollo de la enfermedad.
Montagnier nos explicaría personalmente su nueva posición:
Declaraciones con las que Montagnier se distanciaría
públicamente de la tesis de que un enfermo de SIDA debe seguir sólo
tratamientos con antirretrovirales. Y hay que reconocer que el Nobel recibido poco después no detuvo su alejamiento de las "verdades oficiales".
De hecho él recibió la noticia en Costa de Marfil y allí volvió a hablar de su "nueva" línea de trabajo:
Posteriormente, en la misma línea de explicar la enfermedad en función del estado del sistema inmune, declararía al diario español El País tras la concesión del Nobel:
Fue no obstante en el 2009, a través de una entrevista en la premiada película documental House of Numbers - The HIV/AID’s history is being rewritting (La casa de los números - La historia del VIH/SIDA está siendo reescrita), cuando Montagnier cerró de un portazo su vínculo con la tesis oficial:
Y por si no fuera bastante dio lo que muchos consideran una bofetada a posibles inversores farmacéuticos:
Ante lo que el periodista, sin disimular su asombro, le preguntaría a continuación:
La respuesta de Montagnier no dejó lugar a dudas.
Y ahora ha dado un nuevo paso, tal y como recoge en su artículo DNA waves and water.
Montagnier está convencido de que su trabajo sobre las señales electromagnéticas de los virus y bacterias también puede ser un camino para el tratamiento de los enfermos de SIDA.
En definitiva, los trabajos de Montagnier y otros investigadores según los cuales el ADN - y probablemente otras sustancias - transmite electromagnéticamente información al agua explicaría los efectos biológicos que logran los productos homeopáticos y la eficacia de las terapias y dispositivos que funcionan mediante la emisión de frecuencias electromagnéticas.
Y ello puede suponer una auténtica revolución en el ámbito de la
salud y de la Medicina al punto de que por primera vez puede
vislumbrarse con realismo
el fin del Imperio Farmacéutico o, al
menos, de aquellos de sus representantes que sólo han entendido la
salud como una forma de ganar dinero a cualquier precio.
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