por Laura Jimeno Muñoz
Junio 2003
del Sitio Web
DiscoveryDSalud
¿Sabía que el agua es el medicamento por
excelencia?
Pues aunque mucha gente lo ignora sus
posibilidades terapéuticas son inmensas. Y no nos referimos ya al
consumo corriente de aguas minerales naturales, a su uso en
balneoterapia o a las propiedades del agua de mar, tanto ingerida
como en baños terapéuticos.
Sus posibilidades curativas van mucho
más allá.
Porque el agua se puede,
activar, energetizar, dinamizar,
indumizar, oxigenar, ozonizar, mesmerizar, cromatizar, solarizar,
sonorizar, ionizar, imantar, polarizar, magnetizar...
Todo un mundo de increíbles
posibilidades terapéuticas que apenas se conoce.
"La deshidratación crónica es la
raíz de la mayor parte de las enfermedades degenerativas del
cuerpo humano y la tragedia más grande de la historia de la
Medicina es que los médicos no hayan entendido - y sigan sin
entender - la diversidad de señales que emite un cuerpo cuando,
simplemente, reclama agua".
De esta forma tan contundente se expresa
el médico de origen iraní Feydoon Batmanghelidj en su libro
Su cuerpo reclama agua llorando a gritos.
Para él, el más importante
descubrimiento médico que ha hecho el hombre es haberse dado cuenta
de que el agua es la mejor medicina natural para gran número de las
llamadas enfermedades.
Basta para entenderlo constatar que todas las funciones del
organismo dependen del flujo de agua en el cuerpo.
Hasta el punto de que lo que para muchos
médicos es un "cuerpo enfermo" para Batmanghelidj no es, en muchas
ocasiones, sino un "cuerpo sediento" al que se puede devolver la
salud dándole simplemente la cantidad de agua adecuada.
LA MEDICINA
MÁS BARATA
El agua de buena calidad biológica - ya descrita en nuestro número
del mes pasado - es la forma más barata de medicina preventiva que
se conoce.
Así lo demuestran no sólo los buenos
resultados que se obtienen cuando se utiliza como remedio
terapéutico sino también la constatación de que su escasez produce -
con el tiempo - un buen número de las enfermedades que conocemos.
De hecho, según la Organización Mundial
de la Salud cada día mueren más de 300.000 personas en todo el mundo
a causa de enfermedades hídricas y en los países en vías de
desarrollo el 80% de las enfermedades que asolan a la población se
deben a la carencia o a la contaminación del agua.
Dicho con rotundidad y claramente:
cada vez son más los expertos que
aseguran que bastaría con beber una cantidad suficiente de agua
al día para evitar la aparición de muchas enfermedades,
incluidas las degenerativas.
El agua nos mantiene sanos.
Eso sí, no confunda agua con líquido. El
cuerpo humano necesita un mínimo de 2 litros de agua al día y el
alcohol, el té, el café o las bebidas refrescantes son líquidos...
pero no agua.
Por tanto, se trata de beber al menos
dos litros de agua, líquidos aparte.
IGNORANCIA
MÉDICA
Batmanghelidj explica que algo en apariencia tan simple como ignorar
los múltiples papeles químicos que desempeña el agua en el cuerpo
humano y desconocer que la deshidratación puede provocar la pérdida
de algunas funciones orgánicas es el error más esencial cometido por
muchos colegas.
Un error que además ha desviado el foco
de atención de la investigación en medicina y ha impedido que los
profesionales de la salud aconsejen a sus pacientes medidas
preventivas y curas fisiológicas simples incluso para enfermedades
graves.
De ahí que - junto a un grupo cada vez
más numeroso de médicos, científicos e investigadores - postule una
nueva "verdad científica", un paradigma simple pero real y poco
entendido:
que el agua es imprescindible para
regular todas las funciones del cuerpo y, por tanto, para que
funcione correctamente es fundamental que llegue siempre en
cantidad suficiente y en el momento necesario a todo el
organismo, especialmente a los órganos vitales (cerebro,
corazón, pulmones, hígado, páncreas y riñones).
Por eso, cuando no es así, el cuerpo
pone en marcha una serie de sofisticados indicadores para "hacernos
saber" que la necesitamos.
Uno de ellos es provocar la sensación de
sed; lo que sucede es que muchas veces no reconocemos esa petición y
otras no la atendemos o la saciamos con una bebida refrescante. De
hecho, el último indicador, el más evidente y el único que solemos
"reconocer" es la boca seca.
Esta señal es el último signo externo de
una deshidratación extrema sólo que no siempre es útil porque se ha
comprobado que el cuerpo puede sufrir deshidratación aun cuando la
boca esté húmeda.
Por tanto, ya que a veces nos es difícil
entender los mensajes de nuestro cuerpo cuando nos pide agua (no
café, ni té, ni ninguna bebida gaseosa) lo suyo es prestar atención
consciente a la cantidad que ingerimos.
A fin de cuentas, la deshidratación
prolongada por no atender las señales que emite el cuerpo puede
causar graves daños.
Y lo malo es que esa falta de agua es
tratada por la mayoría de los médicos atendiendo a los síntomas que
provoca con lo que, en función de los mismos, etiquetan al paciente
como enfermo de una patología u otra y le tratan con los fármacos
recomendados en tales casos.
Es decir, existe una ignorancia médica básica que confunde muy a
menudo una simple deshidratación con varias patologías. Error de
base que es la principal causa del alto costo actual del sistema
sanitario así como de la cronicidad de muchas dolencias que podrían
curarse de forma sencilla y rápida con agua.
"Los médicos - denuncia
Batmanghelidj - han aprendido a acallar las diferentes señales
de la escasez de agua en el cuerpo con productos químicos, algo
muy perjudicial para las células del cuerpo.
Por ejemplo, el agua es el mejor diurético natural pero mis
colegas siguen recetando diuréticos. Están pues tratando de
forma negligente a sus pacientes porque los medicamentos pueden
dañar los riñones y, en último extremo, el corazón.
Recomendando agua en dosis
controladas y suficientes conseguirían lo mismo de forma más
barata y sin efectos secundarios".
Batmanghelidj asegura, en suma, que
buena parte de las enfermedades hoy diagnosticadas no son en
realidad tales sino síntomas de un cuerpo deshidratado que,
sencillamente, "tiene sed y pide agua".
AGUA Y SÓLO
AGUA
Asimismo remarca que la creencia de que el té, el café, el alcohol o
las bebidas refrescantes son sustitutivos válidos del agua
constituye un error elemental que puede tener graves consecuencias.
Porque es verdad que tales bebidas
contienen agua pero también lo es que suelen llevar agentes
deshidratantes que no sólo la eliminan una vez ingerida sino que
además acaban con el agua de las reservas del cuerpo por su fuerte
acción diurética.
Es más, el uso constante de estas bebidas - que en la mayoría de los
casos contienen sustancias excitantes - priva al cuerpo de su plena
capacidad para formar energía hidroeléctrica.
Por ejemplo, el exceso de cafeína puede
disminuir la capacidad de atención y contribuir a la aparición del
síndrome de fatiga crónica así como a un cansancio adicional del
músculo del corazón por la excesiva estimulación que provoca.
Asimismo, los estimulantes naturales del
café - y otro tanto ocurre con el té - sobreexcitan el sistema
nervioso central. Por tanto, es importante prestar tanta atención a
la cantidad y calidad de lo que se come como a la cantidad y calidad
de lo que se bebe.
A este respecto, el doctor Batmanghelidj afirma que igual que
tenemos "dolor de hambre" tenemos también "dolor de sed"; y en este
caso el agua es la única sustancia efectiva para aportar alivio.
En esas situaciones lo que quiere el
cuerpo, lo que necesita, lo que pide, es agua y sólo agua.
AGUAS
TERAPÉUTICAS
La importancia del agua para la vida la conoce el hombre desde sus
primeros pasos como especie.
Por eso siempre se ha preocupado de
tenerla a su alcance. Y también desde tiempos inmemoriales entendió
que podían tratarse con agua multitud de dolencias. Es más, nuestros
antepasados sabían incluso algo que sólo recientemente ha constatado
la ciencia: que el agua es capaz de almacenar cualquier información
que la impregne por sutil que ésta sea.
Una sorprendente capacidad que ha
llevado a científicos como Peter Gross a hablar de
la "memoria del agua".
Pues bien, precisamente esta facultad
del agua para almacenar información es la que ha permitido al hombre
intervenir en su estructura molecular con todo tipo de energías
(sonora, luminosa, eléctrica, etc.) y obtener "aguas tratadas" que
utilizar como remedio terapéutico o coadyuvante de eficacia
contrastada en el tratamiento de diversas dolencias.
Las posibilidades terapéuticas posibles con agua son numerosas.
Felicísimo Ramos, catedrático y
doctor en Ciencias Químicas y Ciencias Físicas, recoge algunas en su
libro El agua magnetizada (Mandala, 1994). A ellas añadimos
otras posibilidades que completan un panorama realmente
sorprendente.
Porque hoy sabemos que el agua se puede:
-
Activar
Se llama así a la obtenida por
Piccardi al poner el agua ordinaria en contacto con una
ampolla de vidrio que contiene mercurio y gas neón a presión
reducida.
El agua así tratada sirve para
desincrustar los depósitos calcáreos.
-
Cromatizar
Se consigue irradiando el
agua con luz a distintas frecuencias y colores.-
-
Dializar
Se obtiene exponiendo el
agua a una energía débil que logra aumentar en sus moléculas
la distancia de los átomos de hidrógeno respecto de los del
hidrógeno y disminuye el ángulo de colocación espacial de
los mimos.
Esa fuerza es ejercida por los
pequeños campos electrostáticos que generan un grupo de
cristales de cloruro de sodio y cloruro de litio. Tales
cristales - debidamente tratados - son introducidos en unas
ampollas de vidrio que a su vez se sumergen durante unas
horas en el recipiente donde está el agua - por ejemplo, un
vaso - dando lugar así por resonancia al agua dialítica.
Se trata pues de un "agua con átomos descolocados" capaz de
disgregar y "alisar" cálculos (renales, biliares, etc.)
merced a lo
cual se puede lograr la expulsión de las piedras sin apenas
dolor.
Asimismo, aumenta la solubilidad
de las sales minerales que circulan por la sangre y la orina
- especialmente las cálcicas - evitando que precipiten y
constituyan nuevos cálculos o incrementen el grosor de los
existentes.
-
Dinamizar
El agua dinamizada - que
tiene propiedades terapéuticas - se obtiene según el método
que creó Marcel Violet mediante un condensador cuya tensión
se armoniza con la energía del paciente.
Se conoce igualmente con este
nombre al proceso que consiste en agitar enérgicamente los
preparados homeopáticos una vez diluidos a fin de potenciar
sus propiedades curativas.
-
Energetizar o pranizar
Se llama agua
energetizada o pranizada a la que resulta tras verterla 8
veces seguidas de un recipiente a otro desde una altura de
medio metro.
-
Indumizar
Se trata de un proceso
creado por Ludwig en 1984 en virtud del cual se somete el
agua a la acción de los plasmones de los elementos - traza
esenciales contenidos en el hierro y proyectados por la
corriente eléctrica de un electroimán.
-
Irradiar cósmicamente
Es el agua que se obtiene por su
exposición a las energías cósmicas durante la noche.
Basta colocar un vaso de agua
corriente de noche al sereno tras haberle añadido una pizca
de bicarbonato y dejar que se cargue de la radiación cósmica
natural.
Con este método se obtiene un
agua terapéutica con la que se consiguen notables mejorías
en numerosos enfermos, especialmente aquellos con afecciones
renales y dermatológicas.
-
Magnetizar
Es el resultado de
someter el agua a la acción de un campo magnético de imanes
permanentes que cambie sus propiedades físicas.
Según sean las condiciones de
magnetización puede obtenerse agua imantada, agua ionizada,
agua polarizada o agua magnética. Esta última es la de mayor
capacidad curativa; de hecho, se han obteniendo excelentes
resultados en el tratamiento de numerosas patologías.
-
Mesmerizar
Se llamada agua
mesmerizada a la que se carga con energía vital al hacer
sobre ella una imposición de manos, atendiendo a los
postulados de Messmer sobre el magnetismo animal.-
-
Oxigenar
El agua oxigenada
contiene dos átomos de hidrógeno y otros dos de oxígeno (en
lugar de una como el agua corriente) y se utiliza
básicamente como antiséptico general.
En medicina se aplica
principalmente para la limpieza y desinfección de heridas
cutáneas.
También con esta agua se
esterilizan objetos, se eliminan manchas, se modifican
almidones, colas y proteínas y se controla la producción de
moho y población bacteriana en los alimentos.
-
Ozonizar
El ozono es un gas que se genera
a partir del oxígeno cuando se le aplica una descarga de
alto voltaje. Merced a ella, parte del oxígeno (O2)
se transforma en ozono (O3).
Después ese gas - el ozono - se
disuelve en agua obteniéndose así un agua ozonizada que
adquiere diversas propiedades terapéuticas dependiendo de la
proporción de ozono.
Hoy día el ozono se utiliza en medicina para el tratamiento
de todo tipo de infecciones virales, bacterianas o micóticas,
tanto agudas como crónicas. El agua ozonizada se usa
corrientemente ya, por ejemplo, en infecciones dentales.
Asimismo, el ozono se utiliza
para purificar el agua - eliminando el color, olor y sabor
desagradables si los tiene - y desinfectarla de bacterias
patógenas, virus y otros microorganismos no sensibles a la
acción del cloro.
Todas las enfermedades que cursan con hipoxia, es decir, con
falta de oxígeno en los tejidos:
-
el Alzheimer, la
esclerosis múltiple, las enfermedades
cardiovasculares, la arteriosclerosis y sus
complicaciones, la gangrena, las úlceras y las venas
varicosas.
-
otras enfermedades como
hernias discales, artritis, diabetes, cáncer, sida,
Parkinson, alergias, asma, abscesos, acné, fístula
anal, cirrosis hepática, herpes, tromboflebitis,
etc.
-
Solarizar
El agua solarizada es
simplemente agua que se deja durante varias horas expuesta a
la radiación solar.
-
Sonorizar
Se llama sonorizar a la
exposición o estimulación del agua con sonidos (por ejemplo,
con música).
LAS AGUAS
MAGNETIZADAS
Aunque hemos hablado ya brevemente de la posibilidad de magnetizar
el agua debemos ampliar la información ofrecida para aclarar al
lector las diferencias entre agua imantada, agua ionizada, agua
polarizada y agua magnética propiamente dicha.
Y lo hacemos basándonos en la obra del
ya mencionado Felicísimo Ramos, especialista español de reconocido
prestigio.
-
Se llama agua imantada a
aquella que es sometida a la influencia del campo magnético
de un imán durante cierto tiempo. Por ejemplo, colocando
simplemente un imán grande debajo de una vaso con agua.
El agua así imantada tiene
propiedades desincrustantes y atenúa el sabor a cloro del
agua tratada con él. Asimismo, previene y ayuda a disolver
pequeños cálculos renales y biliares además de fortalecer el
sistema inmune.
-
Se denomina agua ionizada
a aquella cuya conductividad aumenta tras ser sometida a la
acción de un campo eléctrico o magnético débiles que actúan
sobre las sales de electrolitos disueltas en la misma.
Además de las propiedades del
agua imantada, la ionizada estabiliza el potencial de la
bomba sodio-potasio, previene la tensión alta, reduce la
viscosidad de la sangre, la fluidifica y ayuda a
"desatascar" los vasos sanguíneos.
-
El agua polarizada es
aquella en la que el campo magnético tiene la potencia
suficiente como para provocar un giro en las moléculas
dipolares del agua.
Además de las propiedades
terapéuticas de las otras aguas magnetizadas, la polarizada
favorece el crecimiento de las células vivas, incrementa el
número de los hematíes fortaleciéndolos y mejora el apetito
y el dinamismo del metabolismo humano; todo ello sin
provocar reacciones negativas en el organismo.
-
Finalmente, el agua magnética
es la que resulta de ser sometida a la acción de un campo
magnético intenso en determinadas condiciones adquiriendo
merced a ello unas propiedades físicas específicas
diferentes.
Además de tener las propiedades
terapéuticas de los otros tres tipos de aguas magnetizadas,
la magnética,
-
normaliza los índices de
colesterol y urea en la sangre
-
es efectiva en el
tratamiento de las diabetes
-
permeabiliza las
membranas celulares
-
es eficaz cuando se
sufre de náuseas, flatulencia, hinchazón de vientre
y estreñimiento
-
mejora los problemas de
celulitis y obesidad
-
aumenta el peritaltismo
intestinal
-
acelera el proceso
digestivo
-
protege contra las
úlceras del estrés
-
suaviza la piel y
aumenta el brillo del pelo
Asimismo, protege del deterioro
de las células de la pared interior de las arterias
troncales - y, por tanto, previene la arteriosclerosis -
protege la piel de las radiaciones y previene la dermatitis
y el acné.
Tiene igualmente un acentuado
efecto diurético.
EL AGUA DE MAR
Cabe añadir que antes que Batmanghelidj, Ramos o Gross hubo muchas
otras personas que hablaron de la trascendencia del agua para la
vida.
Es el caso del francés René Quinton,
quien a finales del siglo XIX lo fundamentaba en el hecho de que
todo lo que está vivo en el planeta - desde la savia de las plantas
a los torrentes sanguíneos de todas las especies - procede y está
constituido de ella. Y más concretamente,
del agua de mar.
Por eso estudiarla a fondo se convirtió en su obsesión. Y por eso
llegó a demostrar que podían curarse numerosas enfermedades con agua
de mar. Bañándose en ella, ingiriéndola en pequeñas dosis e,
incluso, sustituyendo el plasma sanguíneo humano por agua marina
debidamente tratada.
Hoy el agua de mar purificada extraída de grandes profundidades -
bautizada como Plasma de Quinton en honor suyo por el
descubrimiento - ayuda a curar o mejorar los síntomas de patologías
tan dispares como,
-
las afecciones de la piel -
incluida la psoriasis
-
la desnutrición
-
el asma
-
los problemas de próstata
-
la artritis
-
la osteoporosis
-
la bronquitis
-
la gingivitis
-
los problemas gastrointestinales
-
el desequilibrio de los sistemas
nervioso central e inmune
-
la obesidad
-
el cansancio crónico
-
la sinusitis
-
la anorexia
-
el estrés,
...entre otras dolencias.
En España sólo está autorizado hoy su uso como complemento dietético
a pesar de que durante décadas se han constatado sus propiedades
terapéuticas, hasta en casos de cáncer y sida.
"EL ORO AZUL"
Llegados a este punto no puede extrañarnos que muchos consideren al
agua como "el
oro azul" o que 2.500 AC, Tales de Mileto la
definiera como "el principio de todo lo que existe".
Es más, el ganador del Premio Nobel de
Medicina en 1912, el doctor Alexis Carrol, relaciona agua e
inmortalidad cuando dice:
"La célula es inmortal. Es realmente
el fluido en el que flota, básicamente agua, lo que degenera.
Renovando este fluido a intervalos proporcionaríamos a las
células lo que necesitan para su alimentación y, hasta donde
nosotros conocemos, el pulso de la vida continuaría para
siempre".
Tras leer tan sugerente reflexión no
estaría de más empezar a plantearse sustituir alguna taza de café,
té o el recurrente refresco de cola que tomamos cotidianamente por
un sencillo pero fantástico vaso de agua.
Sobre todo ahora que con la cercanía del
rigor estival el organismo nos la reclamará más a menudo. Haga caso
a su cuerpo y beba agua de calidad.
Lo notará.
***
¿Cuándo beber agua?
Según los expertos, los mejores momentos para beber agua son
tres:
-
nada más levantarse de la
cama por las mañanas (uno o dos vasos de agua de 200
ml.)
-
media hora antes de la
comida y de la cena (un vaso)
-
dos horas y media después de
las mismas (otro vaso de 200 ml)
Asimismo, se recomienda tomar entre
dos y tres vasos más a lo largo del día. Tal es la cantidad
mínima que necesita el organismo cada día.
Recuerde que la deshidratación es el
principal factor estresante de toda materia viva.
¿Cómo saber si está deshidratado?
Así ocurre siempre que la boca se le seque.
Fíjese además en el color de su
orina; normalmente, ha de ser incolora o ligeramente amarilla.
Si empieza a volverse oscura su cuerpo se está deshidratando.
El color oscuro significa que los
riñones están trabajando con muy poca agua y la orina está
saturada de desechos.
Eficacia terapéutica del agua
magnética
El doctor Felicísimo Ramos afirma en su obra El agua
magnetizada (Ed. Mandala) que el agua magnética es eficaz en
el tratamiento de,
abscesos, acidez, acné, afta,
alergias, amenorrea, anorexia, artritis, asma, bocio,
bronquitis, calambres, cálculo biliar, cálculo renal,
cáncer, caspa, cataratas, catarro, ciática, cólicos,
colitis, conjuntivitis, convulsiones, debilidad muscular,
diabetes, diarrea, dificultades urinarias, dificultades de
corazón, disentería, dismenorrea, dispepsia, disuria,
diviesos, dolor (de cabeza, espalda, muelas, rodillas,
etc.), eczemas, encías, enuresis, escaldaduras,
espondilitis, espondilosis, estreñimiento, fiebre, fístula,
fisura, flatulencia, fracturas, golpes, gonorrea, gota,
hemorroides, hepatitis, heridas, hernia, herpes, hidrocele,
hipertensión, inflamaciones, insomnio, ictericia,
leucoderma, leucorrea, lumbago, malaria, migraña, nefritis,
nerviosismo, neumonía, neuralgia, neuritis, obesidad,
palpitaciones, paperas, parálisis, pérdida de memoria,
picaduras, piorrea, polio, pólipos, presión arterial alta,
problemas de vista, prostatitis, psoriasis, quemaduras,
raquitismo, reumatismo, rubeola, sarampión, sífilis,
sinusitis, tifus, tiña, torceduras, tracoma, trastornos
biliares, tuberculosis, tumores de mama, tumores de útero,
úlcera, urticaria, varicela, vegetaciones, vértigo, vómitos,
etcétera. Además, mejora la circulación, rebaja el índice de
colesterol y potencia el sistema inmune.
Casi nada...
La "memoria del agua"
Cuando bebemos agua de un manantial o de un pozo ingerimos agua
pura, viva, que en ese estado natural presenta una estructura
estable y ordenada compuesta por dos moléculas de hidrógeno y
una de oxígeno.
Pero además de esa estructura
molecular tan simple, cada vez más científicos afirman que el
agua pura posee una especie de archivo de datos, una memoria que
le permite almacenar las informaciones y energías - obtenidas en
forma de vibraciones moleculares - que ha absorbido de las
sustancias con las que ha estado en contacto.
Según estos expertos - entre ellos
Peter Gross-, el agua posee una especie de memoria que le
permite almacenar informaciones, tanto nocivas como
terapéuticas, y transmitirlas a otros organismos biológicos -
incluidos los seres humanos - en forma de frecuencias
electromagnéticas.
(Ver
www.agua-viva.info)
El agua y el dolor crónico
Los dolores crónicos del cuerpo que no se deban a una lesión o a
una infección deben ser interpretados como señales de una
reducción crónica de agua en la zona donde se localiza el mal.
Así lo afirma al menos e l doctor
Batmanghelidj según el cual esos dolores crónicos incluyen,
-
el dolor dispépsico
(gastritis, duodenitis, úlcera péptica...)
-
el artrítico reumatoide
-
el de angina
-
el lumbar
-
el de las piernas al andar
-
la migraña y los dolores de
cabeza
-
la resaca
-
la colitis
Y agrega que estas dolencias pueden
tratarse con la simple ingesta diaria de al menos dos litros y
medio de agua.
El agua magnética
Como el lector probablemente ya sabe el agua realiza en el
organismo - entre otras - dos misiones fundamentales: transporta
los elementos nutritivos y drena los desechos orgánicos; para lo
cual necesita disolver las sustancias y luego arrastrarlas.
Pues bien, cada una de esas misiones
se mejora - según el doctor Felicísimo Ramos - si el agua es
magnética ya que ésta es diurética, ligera, asimilable,
mineralizada y no tiene el inconveniente de formar
microcristales nefastos para el organismo; además, por su acción
los conductos excretores se dilatan ampliamente y dejan pasar
los desechos movilizados.
Es decir, el agua magnética drena el
organismo y regula todos los sistemas del cuerpo: circulatorio,
nervioso, locomotor, digestivo, respiratorio, excretor,
reproductor y endocrino.
Asimismo, favorece las funciones
vitales en varios aspectos importantes.
-
Colabora eficazmente en el
proceso digestivo evitando los trastornos causados por
el insuficiente poder solvente del agua común. Al
disolver mejor el agua magnética las sales de los
alimentos se asimilan mejor los nutrientes y se evitan
el estreñimiento y la diarrea.
-
Contribuye a expulsar
eficazmente los gases que provocan la hinchazón del
abdomen.
-
Penetra más profundamente en
la piel y tarda más en secarse con lo que la piel queda
húmeda y suave más tiempo. Y al limpiar los poros en
profundidad hace que cualquier crema que empleemos sea
mejor absorbida potenciando su acción protectora.
-
Aumenta la solubilidad de
las sales. Por eso suministrándola regularmente a
quienes tienen cálculos en el riñón y en la vesícula
consigue - en un gran porcentaje - eliminar cálculos
renales y biliares y se reduce la posibilidad de
producir más.
-
Los diabéticos que consumen
agua magnética consiguen que se eleven notablemente las
funciones pancreáticas con la posibilidad de disminuir
la medicación.
-
Regula la circulación
sanguínea al disminuir la viscosidad de la sangre.
-
Elimina la fatiga y ayuda a
conservar el buen estado de salud.
-
-Puede usarse para la
sequedad y el dolor de ojos, los eczemas y para la
limpieza de la boca en los casos de halitosis y de
úlceras en las mucosas.
-
Tiene acción bactericida que
se pone de manifiesto en la cicatrización de pequeñas
heridas y arañazos cutáneos.
Hasta aquí algunas de las
propiedades descritas por el Dr. Ramos. Sólo que además de los
enunciados, el médico francés Louis Donnet destaca otros efectos
terapéuticos.
Según asevera, el agua magnética:
-
Regula de forma progresiva y
duradera la presión arterial, actúa sobre el tono y la
elasticidad de los pulmones y el estómago y tiene un
efecto beneficioso sobre las variaciones en el sistema
hormonal.
-
Logra que los índices de
colesterol y de urea vuelvan con frecuencia a sus
valores normales.
-
Ayuda a hacer desaparecer la
celulitis, fluidifica la sangre, mejora la circulación y
conserva la elasticidad de los vasos sanguíneos. Así,
previene la trombosis y la tensión sanguínea elevada.
-
Aumenta los movimientos
peristálticos del intestino por el efecto que el agua
magnética produce sobre la bilis. Los efectos
terapéuticos son notables en problemas digestivos como
náuseas, vómitos, hinchazón de vientre, flatulencia,
estreñimiento, etc.
-
Vuelve blanda e indolora la
región vesicular. En las heces se detecta la evacuación
de pequeños cálculos biliares y en 2 o 3 meses
desaparecen en su mayor parte los cálculos úricos.
-
Mejora la piel haciéndola
más suave. Ablanda y elimina las durezas y mejora las
dermatosis. Las uñas y cabellos mejoran de aspecto y de
brillo.
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