por Ryan Brown
27 Marzo 2014
del Sitio Web Wayruna 

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

 

 

 

 


 

 

Una analogía útil para la comprensión de la conciencia es considerar al ser humano como un ordenador muy avanzado.

 

Para que un ordenador sepa qué hacer, el software tiene que ser instalado en el disco duro. La computadora escucha fielmente y lleva a cabo las funciones que el software le indica que debe hacer sin ponerlo en duda, incluso si el software es a veces un poco defectuoso.

 

Ahora imagine, por un segundo, que nuestra conciencia es algo así como un disco duro de una computadora, y todas nuestras creencias, hábitos y reacciones son como el software... 

 

Durante nuestro tiempo de vida (comenzando muy temprano en la infancia) nosotros acumulamos montones de software:

Programándonos a actuar y a pensar de cierta manera, como es definido por la cultura en la que crecemos, nuestros padres, nuestros amigos, los medios de comunicación, etc.

Tomamos automáticamente este acondicionamiento. Nosotros no pedimos ser programados.

 

Al igual que el propio disco duro del ordenador no tiene voz en los programas que el usuario pone en él, nosotros no elegimos cuáles habrían de ser arrojados sobre nosotros. 


El reto aquí es que la inocencia de la mente humana no puede determinar si un programa (acondicionamiento) es beneficioso o perjudicial para su bienestar. Nuestro hardware (la mente) instala fácilmente estos programas, sin vacilación ni discernimiento.

 

Podemos observar esto en nuestras reacciones inconscientes, automáticos a ciertas situaciones o personas y pensar,

"Eso no fue muy agradable, me gustaría haber podido responder de manera diferente...’

La realidad del asunto es que podemos desear todo lo que queramos, pero si todavía operamos con los mismos programas obsoletos en nuestra mente subconsciente entonces vamos a seguir viendo el mismo resultado.

 

Ciertos pensamientos y acciones repetidamente surgen repentinamente sin que nosotros los elijamos conscientemente. A veces, es como si estamos siendo operados en piloto automático.

 

Cuando veo a mi computador constantemente dándome resultados que no son deseables, decido que es hora de una actualización. Podemos hacer lo mismo con nuestra conciencia. 

 

Lo que es necesario en este caso es desinstalar estos programas automatizados de "software".

 

Una útil herramienta que funciona para los ordenadores es el programa anti-virus. La función del programa anti-virus es buscar en el disco duro los programas innecesarios o dañinos, virus o software obsoleto. Una vez que el programa anti-virus ha identificado a todos los programas inútiles, los borra y reinicia el ordenador.

 

El resultado es un sistema operativo nuevo que se ejecuta más rápido y más eficientemente. 

 

Esta es una analogía útil para describir los patrones mentales subconscientes que encontramos en nuestras vidas. Hay muchos enfoques para la cancelación del condicionamiento mental subconsciente: diversas técnicas de meditación, programas de autoayuda y otros métodos.

 

Una de las formas más beneficiosas es muy similar a los programas de software antivirus. Se trata de la observación de los pensamientos que se manifiestan en nuestra mente y la identificación de las creencias que ya no nos sirven. 

Lo complicado cuando se explora la conciencia es que estamos tratando con energías que no podemos ver y que son incluso difíciles de sentir. Sin embargo, podemos observar las señales de que hay programas que se ejecutan en nuestras mentes que son obsoletos.

 

Éstas señales se presentan en forma de los pensamientos que tenemos. Una vez podemos observar que se están produciendo pensamientos negativos  dentro de nosotros, podemos estar seguros de que están viniendo de la programación subconsciente que debe ser abordada. 

Con la observación, podemos ver que estos pensamientos negativos son derivados de una creencia limitante que hemos adquirido, a menudo hace mucho tiempo y sin saber nada mejor. De hecho pensamos que si lo creíamos, entonces nos ayudaría a ser más felices. 

 

A veces hay un pesar por esto y falta de voluntad para soltarlo. Esto es cuando debemos recordar que no hemos tenido nada que decir sobre esta creencia cuando la adquirimos.

 

Cuando uno se da cuenta de que aferrarse a los pensamientos y sentimientos negativos es en realidad hacer que nos enfermemos (mental, emocional y espiritualmente), podemos ser lo suficientemente valientes como para perdonarnos a nosotros mismos y dejarlos ir.

  • Podemos aplicar esta técnica de buscar en nosotros mismos creencias limitantes y programación 'defectuosa' en todas las áreas de nuestra vida y en todo momento.

  • Podemos aplicar esto incesantemente a los pensamientos que pasan por nuestras cabezas.

  • No necesitamos ser dirigidos por aquello que ya no nos sirve.

  • Podemos empezar a reprogramar la mente en un nivel profundo y elegir conscientemente condicionarnos positivamente a nosotros mismos.

Con práctica y vigilancia, esta técnica ayuda a limpiar todo lo que oscurece nuestro verdadero Yo. 

 

Así que cuando usted observa  acciones mentales automáticas que surgen (preocupaciones, juicios, dudas, etc.), simplemente obsérvelos producirse e identifíquelos como programas que hay que soltar. Una vez que estos procesos mentales automáticos han sido identificados y soltados, intente reemplazarlos con los beneficiosos, tales como la aceptación, la buena voluntad y la compasión. 

Recuerde, no somos lo que pensamos de nosotros mismos; no somos nuestros pensamientos. Una vez que las nubes del engaño se desvanecen, lo que se revela es nuestro Ser radiante.

 

Y es este mismo Yo Verdadero que estuvo allí todo el tiempo