por Christina Sarich
01 Mayo 2015
del Sitio Web NaturalSociety
traducción
de
Adela Kaufmann
Versión original en ingles
El uso excesivo de antibióticos está destruyendo nuestras bacterias
intestinales.
No sólo los antibióticos causan el agotamiento de inmunidad, pero ya
que el intestino a menudo es referido
como nuestro segundo cerebro,
también están afectando seriamente nuestra salud mental. Sólo
ahora están los grandes medios de comunicación admitiendo esto.
Hablamos acerca de la relación entre
antibióticos y enfermedad mental ya
en 2011 - y la gran prensa ignore completamente el Estudio (Uso
excesivo de Antibióticos: Detengamos la matanza de bacterias
benéficas - reporte más abajo) que se publicó en la popular
revista Nature:
El
Uso Excesivo de Antibióticos
- Detengamos la Matanza de Bacterias Benéficas
-
por Martin Blaser
Nature
24 Agosto 2011
Versión original en ingles
Las preocupaciones sobre los antibióticos se centran en la
resistencia bacteriana - pero los cambios permanentes en nuestra
flora protectora podrían tener consecuencias más graves, dice Martin
Blaser.
El niño promedio en los Estados Unidos y otros países
desarrollados ha recibido de 10 a 20 ciclos de antibióticos en
el momento en que él o ella cumple 18 años. 1
En muchos aspectos, este es un desarrollo para salvar vidas.
Las expectativas de vida del ciudadano promedio estadounidense
nacido en 1940 son de unos 63 años. Un bebé nacido hoy debe
llegar a los 78, en parte debido a los antibióticos. Pero
la suposición de que los antibióticos son generalmente seguros
ha fomentado el uso excesivo y la llevado a un aumento en la
resistencia bacteriana a los tratamientos.
Otras consecuencias igualmente graves, a largo plazo de nuestro
amor a los antibióticos, ha recibido mucha menos atención. Los
antibióticos matan las bacterias que sí queremos, tanto como
aquellas que no queremos.
Tengo evidencias tempranas de mi laboratorio y otros indicios de
que a veces, nuestra flora amigable nunca se recupera
totalmente. Estos
cambios a largo plazo en las bacterias beneficiosas en el cuerpo
de las personas pueden incluso aumentar nuestra susceptibilidad
a las infecciones y enfermedades.
El uso excesivo de antibióticos podría estar alimentando el
aumento dramático de condiciones tales como la obesidad, la
diabetes tipo 1, la enfermedad inflamatoria intestinal, alergias
y asma, que se han incrementado más del doble en muchas
poblaciones (véase el gráfico).
Preocupante correlación
El riesgo de las enfermedades inflamatorias
intestinales
en niños aumenta con el número de ciclos de
antibióticos tomados
Necesitamos urgentemente investigar esta posibilidad.
Y, aun antes de que entendamos el alcance completo, hay una
acción que deberíamos tomar.
Las bacterias han vivido en y sobre animales - constituyendo su
microbioma - ya que la vida multicelular evolucionó hace unos
1000 millones años. Los
anfitriones derivan muchos beneficios de sus huéspedes
bacterianos: 2
Las especies Bacteroides que habitan en el colon sintetizan
nuestra vitamina K requerida. Las bacterias del intestino
nos ayudan a resistir a los organismos invasores.
Un antibiótico oral o inyectable se difunde a través del
torrente sanguíneo y afecta los patógenos y la microbiota
residencial de objetivo.
Y se está acumulando evidencia de que nuestros bienvenidos
residentes, de hecho, se recuperan completamente o son a largo
plazo reemplazados por microorganismos resistentes.4
Daños colaterales
A principios del siglo XX, el Helicobacter pylori era el
microbio dominante en los estómagos de casi todas las personas.
A principios del siglo XXI, menos del 6% de los niños en los
Estados Unidos, Suecia y Alemania acarreaban el organismo en sus
cuerpos. Otros
factores podrían estar en juego en esta desaparición, pero los
antibióticos pueden ser en parte culpables.
Por ejemplo, un solo ciclo de amoxicilina o un antibiótico
macrólido, más comúnmente utilizado para tratar el-oído medio o
las infecciones respiratorias en los niños, también puede
erradicar H. pylori en
el 20-50% de los casos.
"Cada generación podría estar empezando la vida con una
dotación pequeña de microbios antiguos que en el pasado."
En los seres humanos, la erradicación de H. pylori afecta la
regulación de dos hormonas producidas en el estómago y que
participan en el balance energético: la grelina y la leptina.
Y como H. pylori ha desaparecido de los estómagos de las
personas, se ha producido un incremento en el reflujo
gastroesofágico, y sus problemas concomitantes tales como el
esófago de Barrett y el cáncer esofágico.
¿Podrían estar vinculadas las tendencias?
H. pylori es
un factor de riesgo para las úlceras pépticas y cáncer de
estómago, pero un microbio probablemente no habría sido tan
penetrante si no le llevaba algún beneficio a su anfitrión.
De hecho, grandes estudios realizados han encontrado que las
personas sin la bacteria son más propensas a desarrollar asma,
fiebre del heno o alergias de la piel en la infancia. 6
Los estómagos que carecen de H. pylori parecen inmunológicamente
muy diferentes de los que no lo hacen, y la infección de ratones
jóvenes con H. pylori protege contra el asma experimental. 7
Hay otra evidencia de que los antibióticos causan cambios en la
composición microbiana que pueden provocar cambios fisiológicos
a largo plazo.
Por ejemplo, como han descubierto los agricultores, las dosis
continuas, sub-terapéuticas de muchos agentes antibacterianos
diferentes causan el aumento de peso en animales con menos
comida.
Y mientras más pronto se inicia con antibióticos, más profundos
son los efectos. En
mi laboratorio, tenemos evidencia preliminar en un modelo de
ratón que los cambios en la grasa corporal y la composición del
tejido están asociados tanto con el tratamiento con antibióticos
en dosis bajas que mimetizan su en la granja, como con el
tratamiento de dosis altas similares a los utilizados para
tratar infecciones de la infancia.
Los cambios en nuestro microbioma pueden incluso impulsar la
transmisión de organismos mortales como el Estafilococo aureus
resistente a la meticilina 5 y
el Clostridium difficile. 8
Esto no es una enorme sorpresa, porque una de las funciones
importantes de un ecosistema microbiano intacto es resistir
intrusiones por organismos patógenos.
Para comprender mejor los efectos a largo plazo del uso de
antibióticos, tenemos que comparar los microbiomas de quienes
usan antibióticos con las poblaciones libres del uso de
antibióticos.
Estamos trabajando con María
Gloria Domínguez Bello y sus colegas de la Universidad de Puerto Rico en San Juan, para
estudiar a las personas que viven en regiones remotas de la
Amazonía que, o bien nunca han recibido antibióticos o han
tenido exposiciones recientes muy limitadas.
Si los antibióticos causan cambios fisiológicos a largo plazo,
es posible que no querramos esperar hasta que entendamos
completamente el problema antes de cambiar nuestros enfoques.
El conocimiento obtenido de granjas indica que la vida temprana
es más crucial, provocando cambios fisiológicos que son
difíciles de revertir en el futuro.
En consecuencia, debemos reducir el uso de antibióticos durante
el embarazo y la infancia. Antibióticos
- en particular las penicilinas - ahora se dan habitualmente a
entre un tercio y la mitad de todas las mujeres durante el
embarazo o cercano al parto en los Estados Unidos y otros países
desarrollados.
Los bebés adquieren sus poblaciones bacterianas fundadoras de
sus madres mientras pasan a través de la vagina durante el
parto.
Así que cada generación - en particular el 30% o menos de los
bebés nacidos por cesárea 9 -
podrían estar empezando la vida con una menor dotación de
antiguos microbios que la anterior. 5
Cuando los antibióticos parecen garantizados - como en el 30% de
las mujeres embarazadas con el grupo B Streptococcus, que causa
infecciones graves en aproximadamente 1 de cada 200 recién
nacidos - debemos evaluar mejor cuáles madres necesitan ser
tratadas, o si una vacuna pudiera ser preferible.
Ataque dirigido
Otra medida de precaución sería desarrollar agentes específicos
para estabilizar poblaciones microbianas residenciales en
riesgo, como los muy efectivos probióticos.
También necesitamos nuevos agentes antibacterianos, de espectro
reducido para minimizar los efectos colaterales sobre la
microbiota. Esta
es una tarea ciertamente enorme, que requerirá de incentivos
para que la industria farmacéutica desarrolle clases específicas
de agentes antibacterianos y, sobre todo, mejores diagnósticos
que identifiquen rápidamente el agente problemático.
También podemos necesitar comenzar a reemplazar lo que se ha
perdido en los últimos 70 años.
Junto con recibir vacunas estándar, por ejemplo, un día, los
niños cuyo microbioma ha sido genotipado podrían recibir
inoculaciones de cepas específicas de H. pylori para reducir su
probabilidad de desarrollar posteriormente alergias o asma,
luego, recibir antibióticos de espectro reducido más tarde en la
vida para eliminar la bacteria y reducir los riesgos de úlcera
péptica y cáncer gástrico.
La facilidad de los viajes en todo el mundo está aumentando
nuestra vulnerabilidad mundial a los patógenos, al igual que
nuestras defensas microbianas antiguas están erosionando.
Debemos hacer uso de la tecnología disponible para proteger y
estudiar nuestras bacterias benefactoras antes que sea demasiado
tarde.
Referencias
Fuente
-
Sharland, M. J. Antimicrob.
Chemoth. 60 (suppl. 1), i15–i26 (2007).
-
Ley, R. E., Lozupone, C. A.,
Hamady, M., Knight, R. & Gordon, J. I. Nature Rev. Microbiol. 6, 776–788 (2008).
-
Dethlefsen, L. & Relman, D.
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(2011).
-
Sjölund, M., Wreiber, K.,
Andersson, D. I., Blaser, M. J. & Engstrand, L. Ann.
Intern. Med. 139, 483–487 (2003).
-
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Nature Rev. Microbiol. 7, 887–894 (2009).
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-
Chang, J. Y. et al. J.
Infect. Dis. 197, 435–438 (2008).
-
Dominguez-Bello, M. G. et
al. Proc. Natl Acad. Sci. USA 107, 11971–11975 (2010).
El estudio (arriba) reveló que los antibióticos están destruyendo
permanentemente las
bacterias beneficiosas en el intestino, una condición que los
científicos vinculan a la enfermedad mental.
Al parecer, vale la pena observarlo ahora, ya que los expertos están
diciendo que,
"La cura a la enfermedad cerebral y la salud mental" está
realmente en su intestino.
El problema es que la medicina convencional ha sido en gran parte
reduccionista en su pensamiento desde los días del filósofo francés
Descartes - el cuerpo se pensaba que era una entidad mecánica muy
similar a un coche con partes.
Pocos en la medicina habrían pensado buscar en el intestino las
respuestas de cómo funciona su cerebro. Afortunadamente,
los investigadores de vanguardia están reconociendo los méritos de
un enfoque más holístico.
Tome investigadores del Centro Médico Universitario de Rush, por
ejemplo. Han
comenzado a publicar datos que demuestran que las cuestiones
intestinales significativas asociadas con la enfermedad de Parkinson
en realidad pueden jugar un papel en su causa.
Esta es sólo una enfermedad del cerebro, sin embargo. Abundan
elatos anecdóticos de individuos que toman un antibiótico para algo
sencillo y terminan 'teniendo
enfermedades mentales."
Uno de los muchos efectos secundarios incapacitantes de los
antibióticos es un problema de salud mental debilitante.
Cuando se considera que también estamos siendo expuestos a los
antibióticos si comemos cualquier tipo de carne, ya que la mayoría
de la agricultura es cultivada con copiosos antibióticos (entre
otras hormonas desagradables), no es de extrañar que los trastornos
de salud mental están en aumento.
Sólo muy pocos médicos, como la Dra. Natasha
Campbell-McBride,
están haciendo algo sobre el uso excesivo de antibióticos. Ella
ha basado su práctica pediátrica en el Reino Unido, en la fijación
de todo tipo de trastornos de conducta y de la alimentación mediante
el uso de dietas y probióticos para restaurar la salud del
intestino.
Aunque tal vez ya que los antibióticos se están volviendo
rápidamente inútiles a
medida que
las bacterias se convierten en organismos imparables, nuestra (con
suerte) futura reducción del uso de los medicamentos ayudará a
prevenir estos problemas actuales de salud mental.
Si se ha estado sintiendo un poco 'fuera' mentalmente, trate de
mejorar su flora intestinal tomando probióticos y reduciendo el uso
de antibióticos. Es
probable que usted se sienta infinitamente mejor.
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