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por Natasha Longo
25 Septiembre 2014
traducción de
Adela Kaufmann
Ya no hay más duda que los mitos de larga data que la nutrición ha adoptado como verdades es debido a mal diseñados y corruptos estudios científicos.
En nombre de los reguladores públicos de salud - médicos, nutricionistas y otros muchos expertos en salud se han basado en esta falta de información para orientar a millones con falsos consejos dietéticos que ahora que sabemos que son perjudiciales.
1. Las Grasas saturadas son perjudiciales
Estos aceites son muy ricos en ácidos grasos Omega-6, lo que puede
contribuir a problemas
de inflamación y otros, cuando
son consumidos en exceso. Estos
aceites son a menudo hidrogenados, lo que los hace altos en grasas
transgénicas. Muchos
estudios han demostrado que estas grasas y aceites en realidad
aumentan el riesgo de enfermedades del corazón, incluso si no son
hidrogenados.
Philippe Legrand agregó que esto debe ser sabiamente comunicado al público en general.
Más médicos y especialistas médicos están hablando sobre lo que realmente causa la enfermedad. Hace apenas unos años, el renombrado cardiocirujano mundial, Dr. Dwight Lundell, fue noticia cuando declaró los hechos sobre las causas reales de la enfermedad cardíaca.
Expertos como el Dr. Ron Rosedale han estado exponiendo los hechos sobre los mitos del colesterol durante años.
Tal vez uno de los mayores mitos de salud propagados en la cultura occidental y desde luego en los Estados Unidos, es la correlación entre el colesterol elevado y la enfermedad cardiovascular (ECV). Desafortunadamente, a pesar de decenas de estudios, el colesterol no se ha demostrado que causa realmente la CVD.
Por el contrario, el colesterol es vital para nuestra supervivencia, y tratando de bajarlo artificialmente puede tener efectos perjudiciales, especialmente a medida que envejecemos. Lo que hemos encontrado después de años de decir lo contrario, es que no hay ninguna cosa tal como 'colesterol malo'.
El Cardiólogo Aseem Malhotra dice que hay casi cuatro décadas de consejos para reducir el consumo de grasas saturadas que se encuentran en la nata, la mantequilla y menos en la carne magra ha 'aumentado paradójicamente nuestros riesgos cardiovasculares.
También son ricos en una sustancia llamada ácido fítico que enlaza los minerales esenciales en el intestino y previene que sean absorbidos (ver Interacciones de los minerales y ácido fítico - ¿Es un problema real para la nutrición humana? - Minerals and Phytic Acid Interactions - Is it a Real Problem for Human Nutrition?).
El trigo enano moderno fue introducido en el año 1960, y contiene menos del 19 28% de minerales importantes como,
También hay evidencia de que el trigo moderno es mucho más perjudicial para los pacientes celíacos y personas con sensibilidad al gluten, en comparación con los tipos más antiguos como el trigo Einkorn.
El trigo moderno contiene una gran cantidad de una proteína llamada gluten, pero no hay evidencia de que una parte significativa de la población pueda ser sensible a ella. Hace una década, la enfermedad celíaca se consideraba extremadamente rara fuera de Europa y, por lo tanto, fue casi completamente ignorada por los profesionales de la salud. En sólo 10 años, los principales hitos han movido enfermedad celíaca y la reacción al gluten de la oscuridad a la fama popular a nivel mundial.
Investigadores australianos han revelado graves cuestiones sobre un nuevo tipo de trigo genéticamente modificado que podría inducir mayores amenazas para la salud de las personas que lo consumen.
3. Las Dietas bajas en sal son clave para un Sistema
Cardiovascular saludable
Aquellos consumiendo el nivel más bajo de sodio tenían más de tres veces el número de reingresos hospitalarios - 30 en comparación con 9 en el grupo más alto en sal - y más del doble de muertes - 15 en comparación con 6 en el grupo más alto en sal.
Otro estudio (Urinary sodium and potassium excretion and risk of cardiovascular events), publicado en 2011, siguió a 28,800 pacientes con presión arterial alta de 55 años y mayores durante 4,7 años y analizó su consumo de sodio por análisis de orina.
Los investigadores reportaron que los riesgos de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca congestiva y muerte por enfermedad cardiaca aumentaron significativamente para aquellos consumiendo más de 7,000 miligramos de sodio al día y para aquellos que consumen menos de 3,000 miligramos de sodio al día.
Una revisión de siete estudios anteriores publicados en la revista The Cochrane Library encontró que una reducción moderada en la ingesta de sal no redujo el riesgo de muerte de una persona o que tiene enfermedades del corazón.
En una revisión sistemática publicada por la Cochrane Library, científicos británicos descubrieron que cortando el consumo de sal no se traducía en un menor riesgo de muerte o riesgo de enfermedad cardíaca.
El problema no es la sal, es el tipo de sal que utilizamos. Le toma sólo media hora a una comida alta en sal de mesa para afectar significativamente la capacidad de las arterias para bombear la sangre por todo el cuerpo, ha demostrado la alarmante investigación.
El flujo de sangre se vuelve más restringido temporalmente entre 30 minutos y una hora después de consumir la comida.
El tipo de sal que consumimos es esencial para nuestra salud.
A diferencia del cloruro de sodio que usted encuentra en la mayoría
de las mesas de cocina, la sal de roca sin refinar contiene más de
84 minerales diferentes.
4. Las dietas bajas en grasa le ayudarán a perder
peso –
Todas las Calorías son iguales
El hecho es que, contrariamente a la recomendación oficial por nuestros dictócratas de la dieta, las dietas altas en grasa reducen el azúcar en la sangre, mejorar los lípidos en sangre, y reducen la obesidad.
Uno de los problemas es que no hay asociación inversa consistente en el porcentaje de la energía procedente de las grasas y los azúcares. La investigación publicada en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition muestra por qué a las personas les resulta difícil seguir las directrices del Gobierno para reducir su consumo de grasa y azúcar, al mismo tiempo - un fenómeno conocido como el sube y baja de azúcar y grasa.
Eso no es una sorpresa, ya que los estudios anteriores tales como un estudio de alimentación de dos años publicado en la revista Diabetología mostró que los alimentos con una gran cantidad de hidratos de grasa y pocos hidratos de carbono tiene un mejor efecto sobre los niveles de azúcar en la sangre y los lípidos de la sangre. A pesar del aumento de la ingesta de grasa con una porción más grande de los ácidos grasos saturados, sus lipoproteínas no empeoran.
Muy por el contrario - el contenido de HDL, o colesterol "bueno" se incrementó con la dieta alta en grasas.
Investigación de la Universidad Hebrea de Jerusalén muestra que una dieta alta en grasas cuidadosamente programada puede conducir a una reducción en el peso corporal y un metabolismo único en el cual las grasas ingeridas no son almacenadas, sino más bien utilizada para energía en tiempos en los que no se dispone de alimentos.
Los resultados fueron publicados en The
FASEB Journal ,
bajo el título "Timed high-fat diet resets circadian metabolism and
prevents obesity".
Los estudios han demostrado una y otra vez que una dieta baja en grasa, de manera similar a una dieta baja en calorías, no se traduce en pérdida de peso a largo plazo y salud, sino que en cambio sólo conduce a la pérdida de peso "transitoria" - que sería el peso que viene acumulando de nuevo después de depositarse temporalmente.
Esto se debe a e las grasas saludables en realidad frenan el apetito y desencadenan la producción de hormonas que le indican al cerebro cuando uno está satisfecho.
Si usted no está comiendo grasa, usted permanece constantemente con hambre, y termina dándose atracones de alimentos poco saludables.
Calorías de diferentes fuentes tienen diferentes efectos en el cuerpo, con las calorías de los carbohidratos teniendo más probabilidades de favorecer el aumento de peso. No sólo está la teoría de calorías bajo ataque, sino que también está surgiendo evidencia para demostrar que la reducción de grasa podría no reducir el riesgo de enfermedades del corazón, después de todo.
Un importante estudio publicado en la autorizada revista New England
Journal de Medicina comparó los beneficios clínicos de una dieta
convencional baja en grasa con dos tipos de dieta mediterránea, que
son naturalmente considerablemente más altas en grasa. El estudio tuvo que ser detenido antes de tiempo porque el ataque cardíaco y la frecuencia de derrames en las opciones mediterráneas era mucho más baja que se consideró irresponsable mantener a los pacientes en la dieta convencional.
Desafortunadamente, los alimentos bajos en grasa también utilizan
peligrosos edulcorantes artificiales, azúcar simple y jarabe de maíz
de alta fructosa.
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- Poniendo un Mito a Descansar -
No Hay Tal Cosa como 'Colesterol Malo'
traducción de
Adela Kaufmann
Tal vez uno de los mayores mitos de salud propagados en la cultura occidental y desde luego en los Estados Unidos, es la correlación entre el colesterol elevado y la enfermedad cardiovascular (ECV).
Desafortunadamente, a pesar de decenas de estudios, el colesterol no se ha demostrado que causa realmente CVD. Por el contrario, el colesterol es vital para nuestra supervivencia, y tratando artificialmente de bajarlo puede tener efectos perjudiciales, especialmente a medida que envejecemos.
Lo que es seguro es que el 'poco conocimiento' que los medios de comunicación a menudo imparten significa que muchas personas asumen que el colesterol es simplemente algo "malo".
Alternativamente, un buen número de nosotros puede haber oído los términos de 'buen colesterol' y 'mal' colesterol de boca en boca sin saber mucho acerca de lo que esto realmente significa. De hecho, es una apuesta bastante segura de que si le preguntas a cualquier persona en la calle por su respuesta instintiva, si se les pregunta sobre el colesterol, probablemente dirían que simplemente necesitamos 'reducirlo'.
La ciencia 'simplista' ofrecida por el mercadeo a un público generalmente ingenuo científicamente ha llevado a muchas personas a creer que debemos reemplazar ciertas opciones de comidas con productos especialmente desarrollados que pueden ayudar a reducir el colesterol'.
Por supuesto, esto tiene un precio, y requiere que las personas que puedan permitirse pagar tal vez cuatro o cinco veces lo que un producto “típico ordinario” podría costar.
Para cualquiera que haya tenido el diagnóstico oficial de “colesterol alto” en su torrente sanguíneo, puede incluso haberse embarcado en un programa de intervención medicinal.
De hecho, es bastante probable que puedan haber unido legiones de píldoras a largo plazo, llenando los bolsillos de los gigantes farmacéuticos con fines de lucro.
Pero vamos a tomar un momento, ahora, a revisar algunos de los hechos y falacias sobre la muy vilipendiada sustancia: el colesterol.
El colesterol es necesario para producir hormonas. Sin el no podríamos producir estrógeno, progesterona o testosterona. Es de vital importancia para el funcionamiento de las sinapsis nerviosas y proporciona la integridad estructural de las membranas de nuestras células.
El colesterol es utilizado por la piel para ayudar a prevenir la evaporación del agua y para hacer impermeable nuestra piel.
La vitamina D se sintetiza a partir del colesterol. Y la bilis, que se utiliza para la digestión de las grasas, se compone principalmente de colesterol. El hígado produce alrededor del 90 por ciento del colesterol en nuestros cuerpos; sólo el 10 por ciento proviene de la dieta. Si comemos demasiado colesterol, el hígado disminuye la salida de colesterol.
El colesterol es un lípido de origen natural. Esto significa que es un tipo de grasa o aceite y de hecho es un componente esencial en la creación y el mantenimiento de las membranas de las células de todos los tejidos corporales. Así que esto solo significa que necesitamos colesterol para sobrevivir! La mayor parte del colesterol que se encuentra en nuestro cuerpo es en realidad fabricado de forma natural dentro de nuestras propias células.
Sin embargo también hay una contribución adicional que obtenemos de fuentes "nutricionales" externas - los alimentos que consumimos.
En una típica dieta proporcionando alrededor de 400 mg de colesterol por día a partir de fuentes de alimentos, alrededor de la mitad a dos tercios de esta cantidad es realmente absorbida por el proceso de la digestión. El cuerpo normalmente secreta alrededor de un gramo (1000 mg) de colesterol por día en la bilis a través de los conductos, y aproximadamente tres quintas partes de esto es entonces re-absorbido.
Donde nuestros tejidos u órganos tienen un particularmente denso complejo de células, las cuales son un paquete estrechamente empaquetado de membranas celulares, naturalmente habrá niveles más altos de colesterol. Los órganos principales que necesitan, y que contienen estos montos más altos de colesterol son el hígado, el cerebro y la médula espinal - ninguna de las cuales funcionaría bien si reducimos demasiado colesterol!
En efecto, el colesterol juega un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento de las paredes celulares sanas. También es un factor crítico en la síntesis de las hormonas esteroides, que son un factor clave en nuestro desarrollo físico natural.
Siendo un lípido, el colesterol es soluble en grasa, pero no es soluble en la sangre.
Sin embargo, necesita ser transportado alrededor del cuerpo a los lugares donde puede ser utilizado. Es por ello que, con el fin de ser movido alrededor, debe 'asociarse' con ciertas lipoproteínas que cuentan con una capa soluble de proteínas (por lo tanto, 'transportables por medio de la sangre'). Hay dos tipos principales de lipoproteínas que transportan el colesterol por todo el cuerpo: las de baja densidad y variantes de alta densidad variantes.
La función celular esencial de colesterol requiere que cantidades suficientes sean fabricadas por subsistemas especializados (u orgánulos) dentro de las células del cuerpo llamadas retículo endoplásmico. Alternativamente, el colesterol que necesitamos debe proceder de nuestra dieta.
Durante el proceso de “digestión y asimilación” de los alimentos, es la lipoproteína de baja densidad (LDL) la que transporta el colesterol de la dieta desde el hígado hasta diferentes partes del cuerpo.
Cuando hay colesterol suficiente para las necesidades celulares, el otro mecanismo clave de transporte en este increíble 'sistema logístico' - lipoproteína de alta densidad (HDL) - puede tomar el colesterol de nuevo al hígado desde donde cualquier exceso innecesario puede ser procesado para su excreción.
La 'ciencia simplista' de los llamados fabricantes de alimentos funcionales nos quieren hacer creer que hay una cosa tal como el colesterol "malo" y "bueno". Esto es, de hecho, totalmente falso.
El colesterol en sí mismo, ya sea siendo transportado por las LDL o HDL, es exactamente el mismo. El colesterol es simplemente un ingrediente necesario que se requiere para ser entregado regularmente alrededor del cuerpo para un sano y eficiente desarrollo, mantenimiento y funcionamiento de nuestras células.
La diferencia está en los 'transportistas' (las lipoproteínas HDL y LDL) y ambos tipos son esenciales para la logística de la entrega del cuerpo humano para trabajar eficientemente.
Sin embargo pueden ocurrir problemas, cuando las partículas de LDL son a la vez pequeñas su capacidad de carga pesa más que el transporte potencial disponible de las HDL. Esto puede llevar a más colesterol siendo 'entregado' en todo el cuerpo con menores recursos para devolver el exceso de capacidad al hígado.
LDL puede variar en su estructura y ocurrir en partículas de tamaño variable. Son las partículas de LDL de pequeño tamaño las que fácilmente puede ser 'atrapadas' en las arterias por proteoglicanos, que es, en sí, una especie de "relleno" que se encuentra entre las células en todos los animales y los cuerpos humanos. Esto puede causar que el colesterol que transporta la LDL contribuya a la formación de depósitos grasos llamado "placas" (un proceso conocido como la aterogénesis).
A medida que estos depósitos se acumulan, restringen la anchura y la flexibilidad de las arterias. Esto provoca un aumento de la presión arterial y también puede conducir a otros problemas cardiovasculares como ataques al corazón o derrames cerebrales.
El LDL en sí es en consecuencia a veces conocido como "colesterol malo", pero ahora se puede apreciar el hecho de que esto es simplemente incorrecto. De hecho LDL, HDL y el colesterol son esenciales para nuestra salud.
Sin embargo, parece que se ha hecho común que los seres humanos tengan una preponderancia de las "poco saludables" partículas pequeñas de LDL, que puede llegar a ser un precursor de la enfermedad cardíaca y arterial, debido a los mecanismos descritos.
Es aparentemente más saludable tener un menor número de partículas de LDL más grandes que llevan la misma cantidad de colesterol que un gran número de pequeñas partículas de LDL que pueden transportar, pero por alguna razón esto es menos común. Esta es un área interesante que requiere más investigación.
Cuando LDL queda retenido por las glicol-proteínas en las arterias está sujeto a ser oxidado por "radicales libres". Esto es cuando el proceso puede convertirse en amenaza para la salud. Por lo tanto, se ha sugerido que el aumento de la cantidad de antioxidantes en nuestra dieta podría efectivamente 'limpiar' los radicales libres, y por consiguiente reducir esta perjudicial oxidación.
Aunque la idea de consumir alimentos ricos en antioxidantes, o incluso usar suplementos es ahora ampliamente promovido, la evidencia científica sobre su eficacia aún permanece plenamente establecida.
Es por esto que los triglicéridos se miden por lo general cuando se lleva a cabo una prueba de colesterol de la sangre.
Esto implica que cualquier persona cuyo LDL o triglicéridos son excesivamente altos debería recortar los bocadillos azucarados dulces, o incluso las frutas más dulces cargadas de fructosa; no simplemente reducir su ingesta de alimentos grasos!
La vitamina B3, también conocida como niacina, por otro lado, en realidad disminuye la cantidad de VLDL, y por lo tanto también LDL. Además, la niacina ayuda a estimular la producción de útiles HDL, la lipoproteína que transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para su excreción. Sin embargo, de acuerdo con las mejores tradiciones de consumo de 'todas las cosas con moderación ", actualmente recomendado para el consumo diario de niacina es de 35 mg, ya que puede tener efectos tóxicos en cantidades más grandes.
Aun así, los profesionales médicos han sido conocidos de prescribir niacina en dosis tan altas como 2g, hasta tres veces al día, para el tratamiento de aquellas personas con altos y peligrosos niveles de colesterol en sangre. Naturalmente, usted nunca debe automedicarse con altas dosis de niacina sin tomar consejo médico apropiado.
La niacina en la dieta normalmente se obtiene de alimentos ricos en proteínas incluyendo el hígado y otras carnes, así como cantidades significativas encontradas en ciertos frutos secos y cereales integrales.
Los medicamentos de estatinas son los fármacos número uno en ventas en el mundo.
Funcionan interfiriendo con la función del hígado y reducciendo la producción de LDL. Pero las estatinas son una innovación cuestionable en al menos un par de cuentas. En primer lugar no están exentas de efectos secundarios: pueden, por ejemplo, conducir a la descomposición de material musculoso importante, lo que finalmente puede afectar a los riñones e incluso causar insuficiencia renal aguda.
Las estatinas también parecen reducir los niveles naturales del cuerpo del agente tipo- vitamina de protección celular conocido como Co-enzima Q10. Esta benzoquinona juega un papel importante en la liberación de energía celular, especialmente en las zonas de duro trabajo como los pulmones, el hígado y el corazón.
CoQ10 (como se llama a veces) también se ha demostrado que protege el cerebro contra la degeneración neurológica. Pero quizás lo más interesante, con respecto al colesterol, el CoQ10 también actúa como un antioxidante, particularmente activo en la protección del sistema contra la oxidación LDL y los problemas potenciales asociados con este como descritos anteriormente.
Así, mientras las estatinas podrían proporcionar una reducción de LDL per se, también pueden ser la causa de más problemas a largo plazo. Naturalmente, como ocurre con muchos medicamentos modernos, por lo general, tienen que ser tomados a largo plazo por cualquier persona a quien se le ha prescrito.
Lo que es particularmente preocupante de las estatinas es, quizás, el hecho de que pueden ser vistas como una "solución rápida" para el alto y 'no.saludable' LDL, y consecuentemente los niveles de colesterol por todo el cuerpo. Necesitan ser ingeridas durante un largo periodo – lo que las hace que sean muy rentables para los fabricantes de medicamentos.
Pero también pueden ser recetados sin el mensaje de que abordan cualquier problema de colesterol 'de forma natural', la víctima tiene que cambiar su estilo de vida y dieta. Las estatinas pueden parecer una opción fácil, pero de hecho puede nser simplemente el comienzo de un proceso en el que la "amortización negativa de la salud" es simplemente retrasada más que desactivada activamente!
Esto no quiere decir que en casos extremos de colesterol en la sangre, o hipercolesterolemia, puede que no haya un papel útil para la terapia con estatinas cuando las estrategias naturales fallan o no resultan eficaces, o viables.
Lo más probable es que cualquier desequilibrio en nuestro sistema de transporte de colesterol provenga de malos hábitos alimenticios y de ejercicio a largo plazo. Al asegurarnos de consumir algunos alimentos adicionales antioxidantes, junto con la inclusión de alimentos ricos en niacina, podría ser de beneficio.
Pero tal vez lo más importante es reconocer que los niveles
deliberados y continuos de actividad y consumo de una dieta
saludable es una solución mejor que las cuestionables drogas de
solución rápida, si alguna vez somos diagnosticados con niveles de
colesterol y triglicéridos que pueden dar motivo de preocupación.
Ron Rosedale en 'Las Verdades sobre el colesterol' y expone los engaños y conceptos erróneos que a la mayoría de las personas se les ha dicho. (Entrevista con el Dr. Mercola).
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