por F. William Engdahl
21 Diciembre 2009
Desde Fráncfort (Alemania)
del Sitio Web
VoltaireNet
Lo llaman «Dr. Flu» (Doctor Gripe). El profesor
Albert Osterhaus es
el principal consejero de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
ante la pandemia de
gripe H1N1.
Venía prediciendo desde hace años la
inminencia de una pandemia global y lo que hoy sucede parece estar
dándole la razón. Pero el escándalo que ha estallado en los Países
Bajos y que está siendo tema de debate en el parlamento ha puesto de
relieve los vínculos personales del profesor Osterhaus con los
laboratorios que fabrican las vacunas que él mismo prescribe en sus
recomendaciones a la OMS.
F. William Engdhal nos relata cómo un experto poco escrupuloso ha
logrado manipular la opinión pública internacional,
sobredimensionando el impacto de la gripe H1N1 y enriqueciendo así a
los laboratorios que le pagan a él.
El profesor Albert Osterhaus.
Durante el transcurso de este año, el parlamento de los Países Bajos
[1] abrigaba sospechas sobre el famoso Dr. Osterhaus y había abierto
una investigación por conflicto de intereses y malversación.
Fuera
de los Países Bajos y de la prensa de esa nación, sólo unas pocas
líneas publicadas en la respetada revista británica Science
mencionaron la sensacional investigación sobre los negocios del Dr.
Osterhaus.
No se cuestionaban ni las referencias de Osterhaus ni sus
conocimientos en su especialidad. Lo que se pone en tela de juicio,
como señala en un simple despacho la revista Science, es la
independencia de su juicio personal en lo tocante a la pandemia de
gripe A.
Refiriéndose al Dr. Osterhaus, la revista Science publicaba
las siguientes líneas en su edición del 16 de octubre de 2009:
«En los Países Bajos, durante los 6 últimos meses, era difícil
encender la televisión sin ver aparecer al célebre cazador de virus
Albert Osterhaus y oírlo hablar de la pandemia de gripe A. Por lo
menos, eso es lo que se creía. Osterhaus era el Señor Gripe, el
director de un laboratorio internacionalmente conocido en el Centro
Médico de la Universidad Erasmo de Rótterdam.
Pero su reputación
decayó rápidamente la semana pasada luego de la mención de una serie
de sospechas sobre su deseo de incentivar el temor sobre una
pandemia para favorecer los intereses de su propio laboratorio en la
elaboración de nuevas vacunas. En el momento en que Science entraba
en prensa, la Segunda Cámara del Parlamento de los Países Bajos
anunciaba también que el tema será objeto de un debate urgente.» [2]
El 3 de noviembre de 2009, sin salir completamente indemne,
Osterhaus había logrado evitar daños.
En el sitio Web de la revista
Science, uno de los blogs reportaba:
«La Segunda Cámara del
Parlamento de los Países Bajos rechazó hoy una moción que exigía que
el gobierno rompa todo vínculo con el virólogo Albert Osterhaus del
Centro Médico de la Universidad Erasmo de Rótterdam, quien está
siendo objeto de acusaciones por conflicto de intereses como
consejero gubernamental.
Por su parte, el ministro de Salud Ab Klink
anunciaba al mismo tiempo una ley [3] para la transparencia del
financiamiento de la investigación, que obligará a los científicos a
revelar los vínculos financieros que mantienen con empresas privadas»
[4].
En un comunicado difundido a través del sitio del ministerio de
Salud en Internet, el ministro Klink, de quien se sabe que es un
amigo personal de Osterhaus [5], afirmaba posteriormente que éste
último no era más que uno de los muchos consejeros del ministerio
para las cuestiones relacionadas con las vacunas contra la gripe A
H1N1.
El ministro afirmó también estar «al corriente» de los
intereses financieros de Osterhaus [6] que, según el propio ministro,
no tienen esconden nada de extraordinario, simplemente el progreso
de la ciencia y de la salud pública.
Por lo menos, eso es lo que se
creía.
Un análisis más profundo del expediente Osterhaus deja entrever que
ese virólogo neerlandés de fama internacional pudiera ser el eje de
una estafa de varios miles de millones de dólares montada alrededor
del riesgo de una pandemia.
Se trataría de un fraudulento sistema en
el que
vacunas no sometidas a los necesarios procesos de ensayo
estarían siendo utilizadas en seres humanos, lo cual conlleva el
riesgo - cosa que ya ha sucedido - de provocar serias secuelas, como
graves parálisis e incluso la muerte.
La superchería de las heces de pájaro
Albert Osterhaus no es un individuo cualquiera.
Se trata de un
científico que ha desempeñado un papel en todas las grandes olas de
pánico que se han desatado debido a la aparición de virus, desde las
misteriosas muertes imputadas al SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo
Severo) en Hong Kong, donde la actual directora general de la OMS
Margaret Chan promovió su carrera como responsable de la salud
pública a nivel local.
Según su biografía oficial en la Comisión Europea, en abril de 2003,
en pleno apogeo del pánico provocado por el SRAS, Osterhaus fue
contratado para participar en las investigaciones sobre los casos de
infecciones respiratorias que en aquel momento se hacían cada vez
más frecuentes en Hong Kong.
En el informe de la Unión Europea se
puede leer lo siguiente:
«demostró nuevamente su talento para
reaccionar rápidamente ante graves situaciones. En 3 semanas probó
que esta enfermedad es provocada por un coronavirus recientemente
descubierto que contamina las civetas, los murciélagos y otros
animales carnívoros» [7].
Posteriormente, cuando se dejó de hablar de los casos de SRAS,
Osterhaus se dedicó a otra cosa y se dio a la tarea de dar
envergadura mediática a los peligros de lo que él llamaba la gripe
aviar H5N1.
En 1997, ya había hecho sonar la alarma después de la
muerte, en Hong Kong, de un niño de 3 años sobre el que Osterhaus
sabía que había estado en contacto con pájaros.
Osterhaus desarrolló
su labor de cabildeo en los Países Bajos y a través de Europa
afirmando que una nueva mutación letal de la gripe se había
transmitido a los humanos y que había que tomar medidas drásticas.
Afirmaba además que él era el primer científico del mundo en haber
demostrado que el virus H5N1 podía contaminar a los humanos [8].
Refiriéndose al peligro que representaba la gripe aviar, Osterhaus
declaraba en una entrevista que transmitió la BBC en octubre de
2005:
«si el virus lograra efectivamente mutar de forma tal que se
transmitiese entre los humanos estaríamos en una situación
completamente diferente. Pudiéramos encontrarnos ante un principio
de pandemia».
Y agregaba: «existe un verdadero riesgo de que los
pájaros diseminen el virus por toda Europa. Es un riesgo real que,
sin embargo, nadie ha podido evaluar hasta ahora, porque no hemos
realizado los experimentos» [9].
El virus nunca llegó a mutar, pero Osterhaus estaba dispuesto a «realizar
experimentos» que seguramente reportarían generosas gratificaciones.
Para sostener su alarmante escenario de pandemia tratando de
conferirle cierta legitimidad científica, Osterhaus y sus ayudantes
de Rótterdam empezaron a recoger y congelar muestras de heces de
pájaros.
Osterhaus afirmó que, según los periodos del año, hasta un
30% de todos los pájaros de Europa eran portadores del mortal virus
de la gripe aviar H5N1. Afirmó también que las personas en contacto
con gallinas y pollos estaban por lo tanto expuestas al virus.
Osterhaus comunicó todo eso a los periodistas, que tomaron nota de
su mensaje alarmista. Se alertó a los políticos. Ante la prensa
Osterhaus emitió la hipótesis de que, después de haber provocado
varias muertes entre los antípodas asiáticos, el virus, que él había
etiquetado como H5N1, se propagaría hacia Europa, posiblemente en
las plumas o en las entrañas de pájaros mortalmente infectados.
Osterhaus sostenía la tesis de los pájaros migratorios capaces de
traer al oeste el nuevo virus mortal, hasta regiones tan lejanas [de
Asia] como Ucrania y la isla de Rügen [10].
Para ello no tenía más
que fingir que no sabía que los pájaros no emigran del este hacia el
oeste sino del norte hacia el sur.
La campaña alarmista de Osterhaus alrededor de la gripe aviar
despegó realmente en 2003, a raíz del fallecimiento de un
veterinario neerlandés que había estado enfermo. Osterhaus anunció
que el fallecimiento había sido provocado por el virus H5N1.
Convenció al parlamento neerlandés para que exigiera el sacrificio
de millones de pollos. Pero no se produjo ningún otro deceso
provocado por una infección similar a la que él había atribuido al
H5N1. Para Osterhaus, esto último demostraba la eficacia de la
campaña de sacrificios masivos preventivos. [11]
Para Osterhaus, las deyecciones de los pájaros propagaban el virus
al caer sobre la población y sobre los demás pájaros en tierra.
Sostenía firmemente su convicción de que aquellas deyecciones eran
el vector que propagaba el mortal brote del virus H5N1 desde Asia.
La creciente acumulación de muestras congeladas de deyecciones
aviarias que Osterhaus y sus asociados habían reunido y conservado
en su instituto presentaba, sin embargo, un problema. Ni una sola de
aquellas muestras permitió confirmar la presencia del virus H5N1.
En
2006, en ocasión del congreso de la
OIE (Oficina Internacional de
Epizootias), actualmente denominada Organización Mundial de Sanidad
Animal, Osterhaus y sus colegas de la Universidad Erasmo de
Rótterdam no tuvieron más remedio que admitir que al analizar las
100 000 muestras de materias fecales que tan cuidadosamente habían
recogido, no habían encontrado la menor huella del virus H5N1. [12]
En 2008, en Verona, durante la conferencia de la OMS sobre el tema
«La gripe aviar y la interfase hombre-animal», Osterhaus hacía uso
de la palabra ante sus colegas de la comunidad científica, sin dudas
menos cautivados que el público no científico por sus incitaciones a
la emotividad.
Admitía entonces que:
«en el actual estado del conocimiento, nada
permite formular una alerta contra el virus H5N1, ni afirmar que
éste pueda provocar una pandemia.» [13]
En aquel momento, sin
embargo, su mirada apuntaba ya con insistencia hacia otras
posibilidades de hacer coincidir su propio trabajo sobre las vacunas
con nuevas posibilidades de crisis pandémica.
En 1923, Louis Jouvet interpreta "Knock o el triunfo de la medicina",
obra de teatro de Jules Romain.
Un médico inescrupuloso se instala
en un pueblecito de la campiña francesa, logra convencer a todos sus
pobladores de que están enfermos y les prescribe tratamientos
inútiles, costosos y a veces peligrosos. En 1933, la obra se
convierte en un largometraje.
En ella aparece una frase que se hizo
célebre:
«Las personas saludables son enfermos que ignoran que lo
son».
Gripe A y corrupción en la OMS
Al comprobar que la gripe aviar no provocaba ninguna oleada de
muertes - y después que las compañías Roche, que produce el
Tamiflu,
y GlaxoSmithKline, que produce el
Relenza, habían registrado
ganancias ascendientes a miles de millones de dólares cuando los
gobiernos decidieron almacenar reservas de vacunas antivirales cuya
eficacia es objeto de polémica - Osterhaus y los demás consejeros de
la OMS volvieron la mirada hacia campos más fértiles.
En abril de 2009 pareció que su búsqueda fructificaba cuando en La
Gloria, un pueblecito del Estado mexicano de Veracruz, se
diagnosticó un caso de un niño portador de la gripe por entonces
llamada «porcina» o H1N1.
Con un apresuramiento totalmente fuera de
lugar, el aparato propagandístico de la Organización Mundial de la
Salud arrancó a toda máquina con las declaraciones de su directora
general, la Dra.
Margaret Chan, sobre la posible
amenaza de una
pandemia mundial.
La señora Chan mencionó el término «urgencia de salud pública de
carácter internacional» [14]. Posteriormente, otros casos declarados
en La Gloria fueron presentados en un sitio médico de Internet como
un «extraño» brote de infecciones pulmonares y respiratorios agudos,
que evolucionan convirtiéndose en bronconeumonía en algunos casos de
niños.
Un habitante de La Gloria describía los síntomas:
«fiebre,
tos severa y secreciones nasales muy abundantes» [15].
Pero esos síntomas no carecen de sentido en el contexto
medioambiental de La Gloria, una de las zonas de mayor concentración
de cría intensiva de puercos a nivel mundial, cuyos criaderos
pertenecen principalmente al grupo estadounidense Smithfield.
Hacía
meses que la población local venía organizando manifestaciones ante
la sede mexicana del grupo Smithfield como protesta por las graves
afecciones respiratorias provocadas por los estercoleros. Esta causa
plausible de las diversas enfermedades diagnosticadas en La Gloria
no pareció despertar el interés de Osterhaus ni de los demás
consejeros de la OMS.
Aparecía al fin la tan esperada pandemia,
aquella que el propio Osterhaus venía prediciendo desde el año 2003,
cuando participó en las investigaciones sobre el SRAS en la
provincia china de Guandgong.
El 11 de junio de 2009
Margaret Chan anunciaba que la propagación
del virus de la gripe H1N1 había alcanzado el nivel 6 de «urgencia
pandémica».
Curiosamente la señora Chan precisaba en ese mismo
anuncio que,
«según las informaciones disponibles hasta el día de hoy,
una aplastante mayoría de pacientes presenta síntomas benignos; su
restablecimiento es rápido y completo, en la mayoría de los casos
sin recurrir a ningún tratamiento médico».
Y agregaba después:
«A
nivel mundial, la cantidad de fallecimientos es poco importante, no
esperamos un incremento brusco y espectacular de la cantidad de
casos graves o mortales».
Posteriormente se supo que la señora Chan había actuado así como
consecuencia de enfebrecidos debates en el seno de la OMS, siguiendo
los consejos del Grupo Estratégico de Consulta de la OMS (SAGE,
siglas correspondientes a Strategic Advisory Group of Experts).
Uno
de los miembros del SAGE, en aquel entonces y aún en este momento,
es nuestro «Señor Gripe», el doctor Albert Osterhaus.
Osterhaus no sólo ocupaba una posición estratégica para recomendar a
la OMS que declarara la «urgencia pandémica» y para incitar al
pánico sino que era además el presidente de una organización que se
encuentra en la primera línea en lo tocante a ese tema.
Se trata del
Grupo Europeo de Trabajo Científico sobre la Gripe (ESWI, siglas
correspondientes a European Scientific Working group on Influenza),
que se define como un,
«grupo multidisciplinario de líderes de
opinión sobre la gripe, cuyo objetivo es luchar contra las
repercusiones de una epidemia o de una pandemia gripales».
Como sus
propios miembros lo explican, el ESWI es - bajo la dirección de Osterhaus
- el eje central «entre la OMS en Ginebra, el Instituto Robert Koch en Berlín y la Universidad de Connecticut en Estados
Unidos».
Lo más significativo en cuanto al ESWI es que su trabajo está
enteramente financiado por los mismos laboratorios farmacéuticos que
ganan miles de millones gracias a la urgencia pandémica, mientras
que los anuncios que hizo la OMS obligan a los gobiernos del mundo
entero a comprar y almacenar vacunas.
El ESWI recibe financiamiento
proveniente de los fabricantes y distribuidores de vacunas contra el
H1N1, como,
-
Baxter Vaccins
-
MedImmune
-
GlaxoSmithKline
-
Sanofi
Pasteur,
...y otros, entre los que se encuentran Novartis, que produce
la vacuna, y el distribuidor del Tamiflu, Hofmann-La Roche.
Para mantener esa ventaja, Albert Osterhaus, el virólogo más
importante del mundo, consejero oficial de los gobiernos británico y
neerlandés sobre el virus H1N1 y jefe del Departamento de Virología
del Centro Medico de la Universidad Erasmo de Rótterdam, formaba
parte de la élite de la OMS reunida en el grupo SAGE al mismo tiempo
que presidía el ESWI, apadrinado por la industria farmacéutica.
A su
vez, el ESWI recomendó medidas extraordinarias para vacunar al mundo
entero, considerando como elevado el riesgo de una nueva pandemia
que, según decían con insistencia, podía ser comparable a la
aterradora pandemia de gripe española de 1918.
El banco JP Morgan, presente en Wall Street, estimaba que,
principalmente gracias a la alerta de pandemia declarada por la OMS,
los grandes industriales farmacéuticos, que también financiaban el
trabajo del ESWI de Osterhaus, podían acumular entre 7 500 millones
y 10 000 millones de dólares de ganancias [16].
El doctor Frederick Hayden es a la vez miembro del SAGE, en la OMS,
y del Wellcome Trust, en Londres. Es además uno de los amigos más
allegados de Osterhaus. Por concepto de servicios «de consulta»,
Hayden recibe además fondos provenientes de Roche y de
GlaxoSmithKline, entre otros gigantes farmacéuticos que participan
en la fabricación de productos vinculados a la crisis del H1N1.
Otro científico británico, el profesor David Salisbury, quien
depende del ministerio británico de Salud, se encuentra a la cabeza
del SAGE en la OMS y dirige, además, el Grupo de Consulta sobre el
H1N1 en la OMS. Salisbury es también un ferviente defensor de la
industria farmacéutica. En el Reino Unido, el grupo de defensa de la
salud One Clic lo acusó de silenciar la comprobada relación entre
las vacunas y el crecimiento del autismo entre los niños, así como
la relación entre la vacuna Gardasil y diferentes casos de parálisis
e incluso de decesos [17].
El 28 de septiembre de 2009, el propio Salisbury declaraba:
«la
comunidad científica está de acuerdo sobre la ausencia de riesgo en
cuanto a la inoculación del Thimerosal (o Thiomersal)».
Esta vacuna,
utilizada en Gran Bretaña contra el H1N1, es fabricada
principalmente por GlaxoSmithKlilne. Contiene
Thimerosal, un
conservante a base de mercurio.
En 1999, como toda una serie de
exámenes cada vez más numerosos mostraban que el Thimerosal presente
en las vacunas podía ser la causa de casos de autismo entre los
niños en Estados Unidos, la American Academy of Pediatrics (Academia
Americana de Pediatría) y el Public Health Service (Buró de Salud
Pública) exigieron que [el Thimerosal] fuera retirado de la
composición de las vacunas [18].
Otro miembro de la OMS que también mantiene estrechos vínculos
financieros con los fabricantes de vacunas que se benefician con las
recomendaciones del SAGE es el doctor Arnold Monto, consultante
remunerado por los fabricantes de MedImmune, Glaxo y ViroPharma.
Peor aún, en las reuniones de científicos «independientes» que
organiza el SAGE participan «observadores», entre los que se
encuentran - por increíble que pueda parecer - los mismos productores
de vacunas, GlaxoSmithKline, Novartis, Baxter y compañía.
Se impone
entonces la siguiente interrogante:
Si se supone que el SAGE se
compone de los mejores expertos de la gripe del mundo entero, ¿por
qué invitan a los fabricantes de vacunas a participar en sus
reuniones?
Durante el último decenio la OMS creaba las llamadas «alianzas entre
los sectores público y privado» con el objetivo de incrementar los
fondos a su disposición. Pero en vez de recibir fondos provenientes
sólo de los gobiernos de los países miembros de la ONU, como estaba
previsto al principio, la OMS recibe actualmente de las empresas
privadas cerca del doble del presupuesto que habitualmente le otorga
la ONU en forma de becas y de ayudas financieras.
¿De cuáles empresas privadas provienen esos fondos?
De los mismos
fabricantes de vacunas que se benefician con decisiones oficiales
como la adoptada en junio de 2009 sobre la urgencia pandémica de la
gripe H1N1. Al igual que los benefactores de la OMS, los grandes
laboratorios tienen sus entradas en Ginebra con derecho a un
tratamiento de «puertas abiertas y alfombra roja» [19].
En una entrevista concedida al semanario alemán Der Spiegel, un
miembro de la Cochrane Collaboration, una organización de
científicos independientes que evalúan todos los estudios realizados
sobre la gripe, el epidemiólogo Tom Jefferson, señalaba las
consecuencias de la privatización de la OMS y de la comercialización
de la salud.
«T. Jefferson:[…] una de las características más sorprendentes de
esta gripe y de toda la telenovela a la que ha dado lugar es que,
año tras año, hay gente que emite previsiones cada vez más
pesimistas. Ninguna se ha cumplido hasta ahora y esas personas
siguen repitiendo sus predicciones. Por ejemplo, ¿qué pasó con la
gripe aviar que iba a matarnos a todos? Nada. Pero eso no impide que
esa gente siga haciendo sus predicciones. A veces parece que hay
toda una industria que tiene la esperanza de [ver surgir] una
pandemia.
Der Spiegel: ¿De quién habla usted? ¿De la OMS?
T. J: La OMS y los responsables de la salud pública, los virólogos y
los laboratorios farmacéuticos. Ellos han construido todo un sistema
alrededor de la inminencia de la pandemia. ¡Hay mucho dinero en
juego, así como redes de influencia, carreras e instituciones
enteras! Bastó con una mutación de uno de los virus de la gripe para
que viéramos todo la máquina ponerse en marcha.» [20]
Cuando se le preguntó si la OMS había declarado la urgencia
pandémica de forma deliberada con el propósito de crear un inmenso
mercado para las vacunas y los medicamentos contra el H1N1,
Jefferson respondió:
«¿No le sorprende a usted que la OMS haya
modificado su definición de la pandemia? La antigua definición
hablaba de un virus nuevo, de rápida propagación, para el que no
existe inmunidad, y que provoca una alta tasa de enfermos y de
muertes. Hoy en día esas dos últimos parámetros sobre las tasas de
infección han sido suprimidos y fue así como la gripe A entró en la
categoría de las pandemias.» [21]
Muy juiciosamente, la OMS publicaba en abril de 2009 la nueva
definición de la pandemia, justo a tiempo para permitir a la propia
OMS, siguiendo los consejos provenientes, entre otros, del SAGE, del
«Señor Gripe» (alias Albert Osterhaus) y de David Salisbury,
calificar de urgencia pandémica varios casos benignos de gripe,
rebautizada como gripe A H1N1. [22]
El 8 de diciembre de 2009, en nota al pie de página de un artículo
sobre el carácter grave o benigno de la «pandemia mundial» de H1N1,
el Washington Post mencionaba que:
«al alcanzar su apogeo en Estados
Unidos la segunda ola de infección del H1N1, los principales
epidemiólogos prevén que esta pandemia pudiera ser una de las más
benignas [que se han producido] desde que la medicina moderna viene
documentando las epidemias de gripe.» [23]
Igor Barinov, diputado ruso y presidente del
Comité de Salud de la
Duma [Parlamento ruso. NdlR.], exigió a los representantes rusos
ante la OMS acreditados en Ginebra que gestionen una investigación
oficial sobre los numerosos indicios de la corrupción masivamente
aceptada por la OMS y proveniente de
la industria farmacéutica.
«Se
han hecho graves acusaciones de corrupción contra la OMS», afirmaba Barinov, quien agregó que: «Debe organizarse una comisión
internacional de investigación lo antes posible» [24].
Referencias
[1] NDT: Tweede Kamer der Staten-Generaal
(Segunda Cámara de los Estados Generales de los Países Bajos,
corresponde a la cámara baja).
[2] Artículo en inglés, Martin Enserink, in "Holland, the Public
Face of Flu Takes a Hit" («Holanda, el rostro público de la
gripe sufre un golpe»), Science, 16 de octubre de 2009, Vol.
326, n° 5951, pp. 350–351 ; DOI: 10.1126/science.326_350b.
[3] NDT: «Sunshine Act», referencia a la denominación
estadounidense de las leyes vinculadas a la libertad de
información.
[4] Artículo en inglés, Science, 3 de noviembre de 2009,
"Roundup 11/3 The Brink Edition".
[5] Artículo en neerlandés, "De Farma maffia Deel 1 Osterhaus
BV", 28 de noviembre de 2009.
[6] Artículo en neerlandés, Ministerie van Volksgezondheid,
Welzijn en Sport, "Financiële belangen Osterhaus waren bekend
Nieuwsbericht", 30 de septiembre de 2009.
[7] Albert Osterhaus, Comisión Europea, «Recherche».
[8] Ibid.
[9] Artículo en inglés, Jane Corbin, Interview with Dr Albert
Osterhaus («Entrevista con el doctor Albert Osterhaus»), BBC
Panorama, 4 de octubre de 2005.
[10] Artículo en alemán, Karin Steinberger, "Vogelgrippe: Der
Mann mit der Vogelperspektive", Süddeutsche Zeitung, 20 de
octubre de 2005.
[11] Ibid.
[12] Artículo en alemán, "Schweinegrippe—Geldgieriger Psychopath
Auslöser der Pandemie?", Polskaweb News.
[13] Artículo en inglés, Ab Osterhaus, "External factors
influencing H5N1 mutation/reassortment events with pandemic
potential" («Factores externos con fuerte potencial pandémico
que entran en juego en los casos de mutación y de redistribución
del virus H1N1 »), OIE, 7-9 de octubre de 2008, Verona, Italia.
Vínculo para bajar el artículo.
[14] Artículo en inglés, Health Advisory, Swine Flu Overview,
abril de 2009.
[15] Artículo en inglés, Biosurveillance, Swine Flu in Mexico-
Timeline of Events, 24 de abril de 2009.
[16] Citado en el artículo en neerlandés de Louise Voller y
Kristian Villesen, "Stærk lobbyisme bag WHO-beslutning om
massevaccination", Information, Copenhagen, 15 de novoembre de
2009.
[17] Artículo en inglés, Jane Bryant, et al, "The One Click
Group Response: Prof. David Salisbury Threatens Legal Action"
(«El profesor David Salisbury responde al grupo One Click ante
amenaza de acción judicial»), 4 de marzo de 2009. Vínculo para
bajar el artículo.
[18] Profesor David Salisbury citado en el artículo en inglés
"Swine flu vaccine to contain axed additive" («La vacuna
antigripe contiene un aditivvo retirado del mercado»), London
Evening Standard y Gulf News, 28 de septiembre de 2009.
[19] Artículo en alemán, Bert Ehgartner, "Schwindel mit der
Schweinegrippe Ist die Aufregung ein Coup der Pharmaindustrie?"
[20] Tom Jefferson, Entrevista con el epistemólogo Tom
Jefferson: «C’est toute une industrie qui espère une pandémie de
grippe», Der Spiegel, 21 de julio de 2009.
[21] Ibid.
[22] Artículo en neerlandés, Louise Voller, Kristian Villesen, "Mystisk
ændring af WHO’s definition af en pandemi", Copenhagen
Information, 15 de noviembre de 2009.
[23] Artículo en inglés, Rob Stein, "Flu Pandemic Could Be Mild"
(«La pandemia de gripe puede resultar moderada»), Washington
Post, 8 de diciembre de 2009.
[24] Artículo en neerlandés "Russland fordert internationale
Untersuchung", Polskanet, 5 de diciembre de 2009.
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