¿Qué es el ozono y
cuál es su importancia para la vida en la Tierra?
Entre los 19 y los 23 kilómetros por sobre la superficie terrestre, en
la estratosfera, un delgado escudo de gas, la capa de ozono, rodea a
la Tierra y la protege de los peligrosos rayos del sol.
El ozono se
produce mediante el efecto de la luz solar sobre el oxígeno y es la
única sustancia en la atmósfera que puede absorber la dañina
radiación ultravioleta (UV-B) proveniente del sol. Este delgado
escudo hace posible la vida en la tierra.
Desde 1974, los científicos nos han advertido acerca de una potencial
crisis global como resultado de la progresiva destrucción de la capa
de ozono causada por sustancias químicas hechas por el hombre, tales
como los clorofluorocarbonos (CFCs).
Le tomó al mundo demasiado tiempo entender estas advertencias
tempranas.
Hoy, la comunidad internacional es tan sólo un mero
espectador, que año a año ve desaparecer la capa de ozono a través
de los informes sobre su disminución y sobre los comprometedores
incrementos de radiación ultravioleta y los daños acumulados en
diversos organismos vivos.
¿Cuál es el estado actual de la capa de ozono?
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) de 1994, la tasa de crecimiento en la producción de
sustancias que agotan el ozono (SAO), por ejemplo los CFCs, ha
decrecido, como resultado directo de las reducciones de emisiones
globales de estas sustancias.
El lado negativo es que existe un
crecimiento constante de sustancias que destruyen el ozono en la
estratosfera, provenientes de fuentes industriales.
[Estado Actual
de la Capa de Ozono (Greenpeace marzo de 1995). Impactos de la
disminución del ozono (Idem).
Lleno de agujeros (Greenpeace con contribuciones de Ozone Action,
septiembre de 1995). Nuestro Planeta Radiante (Greenpeace, noviembre
de 1995)].
¿Cuáles son las consecuencias de la disminución del ozono?
El efecto de la disminución del ozono sobre la superficie
terrestre es el aumento de los niveles de radiación ultravioleta
B. Este tipo de radiación UV-B daña a los seres humanos,
animales y plantas.
Los incrementos en la radiación UV-B han
sido observados no sólo bajo el agujero de ozono en la
Antártica, sino en otros sitios como los Alpes (Europa) y Canadá
(América del Norte).
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1. EFECTOS EN LA SALUD
HUMANA
1.1 Cáncer de piel
Hoy se estima que los índices de cáncer de piel aumentaron debido a la
disminución del ozono estratosférico. El tipo más común de cáncer de
piel, el denominado Nomelanoma, es causa de las exposiciones a la
radiación UV-B durante varios años.
Existen ya personas que han recibido la dosis de UV-B que puede
provocar este tipo de cáncer. Se calcula que entre 1979 y 1993 este
tipo de dosis de UV-B se incrementó en un 8,9 por ciento en los 55°
latitud Norte (aproximadamente a la altura de Copenhague y Moscú);
11,1 por ciento a los 45° latitud Norte (Venecia y Montreal); y 9,8
por ciento a los 35° latitud Norte (Chipre, Tokio y Menphis). El
promedio entre los 55° y los 35° latitud Norte fue del 10 por ciento
y se estima que los incrementos fueron mayores en el hemisferio sur.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
pronostica que a una tasa anual de 10 por ciento de pérdida de ozono
durante varias décadas, el aumento en casos de cáncer de piel
rondará los 250.000 por año. Incluso teniendo en cuenta los acuerdos
actuales para la eliminación de sustancias que agotan la capa de
ozono (SAO), un modelo realista indicaría que el cáncer de piel
aumentaría a un 25 por ciento por encima del nivel de 1980 para el
año 2050, a lo largo de los 50° latitud Norte. El cáncer de piel más
letal, denominado melanoma, también podría incrementar su
frecuencia.
1.2 El Sistema Inmunológico
Las defensas de una persona para combatir las infecciones depende de
la fortaleza de su sistema inmunológico. Se sabe que la exposición a
la luz ultravioleta reduce la efectividad del sistema inmunológico,
no sólo relacionándose con las infecciones a la piel sino también
con aquellas verificables en otros partes del organismo.
PNUMA
destaca que los efectos sobre el sistema inmunológico encierra uno
de los interrogantes de mayor preocupación y A sugiere que la
exposición a la radiación UV-B podría influenciar adversamente la
inmunidad contra enfermedades infecciosas.
Por ejemplo: Leishmaniasis y malaria, e infecciones micóticas como la
cándida. La exposición a la radiación UV-B bien puede hacer que el
sistema inmunológico tolere la enfermedad en lugar de combatirla.
Esto podría significar la inutilidad de los programas de vacunación
tanto en países industrializados como en vías de desarrollo.
2. ECOSISTEMAS ACUÁTICOS
La pérdida del fitoplancton, base de la cadena alimentaria marina, ha
sido observada como causa del aumento de la radiación ultravioleta.
Bajo el agujero de ozono en la Antártica la productividad del
fitoplancton decreció entre el 6 y el 12 por ciento. PNUMA indica
que un 16 por ciento de disminución de ozono podría resultar en un 5
por ciento de pérdida de fitoplancton, lo cual significaría una
pérdida de 7 millones de toneladas de pescado por año alrededor del
7 por ciento de la producción pesquera mundial.
El 30 por ciento del
consumo humano de proteínas proviene del mar, esta proporción
aumenta aún más en los países en vías de desarrollo.
3. ECOSISTEMAS TERRESTRES
3.1 Animales
Para algunas especies, un aumento de radiación UV-B implica la
formación de cáncer de piel.
Esto se ha estudiado en cabras, vacas,
gatos, perros, ovejas y animales de laboratorio y probablemente esté
señalando que se trata de una característica común a varias
especies.
Las infecciones en bovinos pueden agravarse con un aumento
de la radiación UV-B.
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3.2 Plantas
En muchas plantas la radiación UV-B puede tener los siguientes efectos
adversos: Alterar su forma y dañar crecimiento de plantas; reducir
el crecimiento de los árboles; cambiar los tiempos de florecimiento;
hacer que las plantas sean más vulnerables a las enfermedades y que
produzcan sustancias tóxicas. Incluso podría haber pérdidas de
biodiversidad y especies.
Entre los cultivos en los que se
registraron efectos negativos debido a la incidencia de la radiación UV-B figuran la soja y el arroz.
4.
CONTAMINACIÓN DEL AIRE
Las
pérdidas de ozono en la alta atmósfera, hacen que los rayos UV-B
incrementen los niveles de ozono en la superficie terrestre,
sobre todo en áreas urbanas y suburbanas, alcanzando
concentraciones potencialmente nocivas durante las primeras
horas del día.
El ozono de baja altura puede causar problemas
respiratorios y agravar el asma, así como también dañar a los
árboles y a algunos cereales.
Además, los bajos niveles de ozono
contribuyen con el incremento de los problemas causados por la
lluvia ácida.