New Dawn No. 129 (Noviembre-Diciembre 2011) del Sitio Web NewDawnMagazine
traducción de
Adela Kaufmann
Los tradicionales cinco sentidos - vista, oído, olfato, gusto y tacto - ¿son estas las únicas maneras de percibir el mundo, para obtener información, para experimentar la realidad?
De hecho, hay más de cinco sentidos, teniendo diferentes formas, en varios tipos de organismos, incluyendo seres humanos. Por ejemplo, los seres humanos también pueden tener el sentido del equilibrio y la aceleración, la temperatura y el dolor debido a daños en los nervios.
Hay otros tipos de receptores fisiológicos también, algunos encontrados en humanos, algunos se encuentran en otros organismos.
Por citar sólo algunos ejemplos,
Pero, ¿hay algo más que el tipo de sentidos basados fisiológicos descritos en el último párrafo?
La respuesta a esta pregunta es de gran importancia, ya que divide fundamentalmente el mundo en dos campos filosóficos y metafísicos.
Por un lado tenemos a los "fisicalistas-materialistas" que creen que no hay nada más a la realidad más allá de la materia y la energía como es interpretada por la física clásica y la ciencia occidental en general.
Esta posición incumbe a un cientificismo dogmático (a veces conocido como naturalismo) 1 que postula el llamado método científico, con la participación del empirismo, observaciones y experimentos de laboratorio (por lo general con un fuerte énfasis en las medidas), como la única manera de adquirir conocimientos.
Por otro lado, en agudo contraste con el cientificismo extremo, se encuentran una amplia gama de "formas de conocimiento."
Estos incluyen una amplia gama de experiencias con igualmente diversas etiquetas:
...y así sucesivamente.
En suma, el cientificismo a menudo contrasta con la espiritualidad, la religiosidad y lo sobrenatural, supernatural, o super-sensible en todas sus dispares formas.
Otra forma de decirlo es que el cientificismo niega cualquier interior o más allá de estos aspectos del mundo material, tales como el concepto de la conciencia, del que se han divorciado o además de la materia física y energía según es percibida directa o indirectamente (mediante la instrumentación adecuada) a través de los cinco sentidos.
Aquellos que siguen el dogmatismo del cientificismo a menudo hacen una clara distinción entre lo objetivo y lo subjetivo; basado en mi investigación, esta es una falsa dicotomía que a menudo es borrosa bajo estrecho escrutinio.
En términos del problema mente-cuerpo, el cientificismo esencialmente niega que la conciencia sea algo más que un epifenómeno resultante de procesos físico-químicos que tienen lugar en el cerebro. El punto de vista alternativo extremo es que la conciencia existe fuera y más allá de la materia, y es la conciencia la que en realidad infunde el universo y hace que se manifieste la materia.
Basado en su comprensión de la física moderna, Amit Goswami (autor de un libro de texto estándar sobre mecánica cuántica) 2 ha escrito:
No es sólo desde el punto de vista de la mecánica cuántica que uno puede llegar a la conclusión de que la conciencia puede ser anterior a la materia.
Erik Verlinde (del Instituto de Física Teórica de la Universidad de Ámsterdam) desarrolló una nueva teoría de la gravedad con base en el concepto de que el universo es esencialmente un holograma donde la estructura del espacio-tiempo surge de la información.4
Elaborando en la obra de Verlinde, llegué a la siguiente conclusión:
Para mí, la conclusión es que no sólo puede existir la conciencia independiente de la materia, sino que la conciencia – el pensamiento, la información - es anterior a la materia en un sentido más fundamental.
Esta posición es diametralmente opuesta al cientificismo dogmático y se abre, incluso demanda el reconocimiento de que no sólo hay más a la realidad de lo que puede ser percibido por los "cinco sentidos", sino que a fin de obtener una imagen completa y comprensión de la realidad tenemos que ganar conocimiento en formas que van mucho más allá de los cinco sentidos, más allá del llamado método científico simplista.
Necesitamos experiencias trascendentes religiosas filosóficas y el conocimiento genuino que tales experiencias trae. Los que se limitan a su fisiología material nunca pueden aspirar a comprender la naturaleza última y significado del universo.
Esta afirmación de que la conciencia está más allá de la materia no es más que una declaración vacía para mí.
Tenemos poderes latentes para ejercer, y esos poderes han sido expresados en una variedad de contextos a través de las edades. Varias formas de fenómenos paranormales y experiencias parapsicológicas suscitan y realzan estos poderes latentes, más a menudo se expresan como interacciones telepáticas (directo de mente a mente, conexiones directas de conciencia a conciencia) o interacciones psicoquinéticas (conciencia afectando directamente la materia y la energía). 6
No se equivoquen, la telepatía y telequinesis son genuinas.7
La visión remota, que es esencialmente telepatía y clarividencia 8 vestida con la terminología moderna, ha sido exitosamente demostrada una y otra vez en condiciones controladas de laboratorio. 9
De hecho, la telepatía puede ser la forma más fundamental para conectar directamente con la conciencia universal, con lo numinoso, con lo divino. ¿Qué es la oración silenciosa sino telepatía puesta en acción para comunicarse con el dios de uno?
Numerosas técnicas pueden ser utilizadas para cultivar y obtener experiencias paranormales, experiencias que el cientificismo ya sea descarta o no toma en serio, y ésta han sido desarrolladas dentro de muchos contextos religiosos y culturales diferentes, desde los rituales de las sociedades africanas tribales hasta los yogui del subcontinente indio, hasta practicantes del Zen al chamanismo clásico, a sesiones de espiritismo en todas sus diversas formas, a los estudios ocultos y esotéricos occidentales. 10
Todos, en su núcleo, provocan diferentes pero complementarias formas de acceso al conocimiento legítimo que está más allá de los cinco sentidos.
Notas
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