por Claire
Bernish del Sitio Web TheAntiMedia
traducción de
Adela Kaufmann
Deslizándose prácticamente desapercibido, Estados Unidos hizo la semana pasada un sorprendente movimiento Para poner fin a la totalmente contenciosa, polémica e ineficaz
Guerra contra las drogas.
Con la llegada de la primera sesión especial de la Asamblea General de la ONU para discutir la política internacional de drogas en casi 18 años, Bill Brownfield, subsecretario de Estado para Asuntos Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley, se refirió a la posibilidad de un cambio histórico en la política de drogas de Estados Unidos con un panel el 8 de marzo.
Buscando volver a un,
A pesar de tener el apodo de Tierra de los Libres, los EE.UU. cayó recientemente objeto de intensas críticas después de que una serie de informes señalaron que el país alberga la mayor población penal en el planeta - un hecho que el presidente Obama admitió a regañadientes el pasado verano.
En caso de que siga adelante con la despenalización como Brownfield describió, el gobierno de Estados Unidos estaría marcando el primer esfuerzo para debilitar la ahora masiva máquina industrial de prisiones - incluyendo las controversiales y corruptas, corporaciones privadas de prisiones que ahora dominan el paisaje de justicia criminal.
Cuando se le preguntó si los países que decidan moverse en la dirección de Portugal, que despenalizó todas las drogas en un esfuerzo masivo u exitoso para combatir la adicción, serían penalizados por romper las directrices internacionales de narcóticos establecidas, Brownfield indicó que el problema no sería algo que el gobierno de Estados Unidos tendría que decidir.
Explicó reforma integral de la política de drogas no podría ser aplicada en una sola talla para todos los formatos, ya que los países individuales están tratando con problemas específicos a sus necesidades.
A modo de ejemplo, Brownfield señaló que la política del cannabis en los EE.UU.
Varias veces, Brownfield hizo hincapié en la necesidad de reformar las políticas para mantener los lineamientos de las convenciones internacionales sobre estupefacientes, pero él también expresó optimismo de que "la experimentación, ajuste y modificación" de la política sería no obstante permisible.
Los expertos en políticas de drogas, activistas, y muchos otros han criticado el criminalización de lucha contra la droga en referencia al tratamiento de lo que está en gran medida vista como una epidemia de adicción.
Planeada a tener lugar en torno a cinco semanas a partir de ahora, si son bien recibidos los planes del embajador, la UNGASS podría producir las reformas más positivas a las ahora anacrónicas políticas de drogas, ya que éstas fueron impuestas hace décadas.
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