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 por Jüri Lina 2004 
			extraído por Editorial-Streicher 
			del Sitio Web
			
			Editorial-Streicher 
 
 
 
 
			 
			 Prestar dinero con interés fue condenado por los antiguos filósofos como Platón, Plutarco, Séneca y Cicerón. 
 El dinero era para ellos algo muerto; una cosa muerta a la que no puede serle permitido crecer. Aristóteles escribió en su obra "Política" (Libro Primero, parte X): 
 Hasta finales de la Edad Media a los cristianos les estaba prohibido cobrar intereses. 
 
			Cobrar intereses por un préstamo era 
			equivalente al asesinato y al robo. Más tarde, aquellos que cobraban 
			intereses eran tratados como herejes. 
 Cualquiera que prestase dinero a una tasa de interés de 5 ó 6% era considerado un usurero. 
 Durante la Edad Media sólo a los judíos se les permitía prestar dinero con interés. 
 
			El Deuteronomio prohíbe a un judío 
			cobrar interés a su hermano. Pero el goy (no-judío) no era su 
			hermano. Y para los extremistas judíos el saqueo no les era 
			desconocido. 
 En la antigua Babilonia (Sumeria) la tasa de interés legal era de un 30% sobre el dinero y un 50% sobre el grano. 
 
			En Asiria no había ningún límite máximo 
			para la tasa de interés. Los agricultores a menudo estaban tan 
			profundamente endeudados que morían de hambre junto con sus 
			familias. Aquello llevó a la explotación despiadada del suelo. 
 
			El esclavo podía ser prestado también a 
			otros empleadores. Este es un ejemplo clásico de esclavitud 
			económica. 
 
			Quien rompía la norma era severamente 
			castigado, aunque muy pocos la respetaban. Los 282 estatutos de 
			Hammurabi escritos en acadio fueron encontrados en 1901 en 
			excavaciones en Susa en el antiguo Elam (actual Irán). 
 Por eso él creía que era necesario castigar severamente la usura. La tasa de interés máxima permitida se estableció en un 20%. El comercio y la economía en general mejoraron inmediatamente, aunque era difícil cumplir con la ley. 
 
			Los israelitas disfrutaban de la 
			práctica de la usura y comenzaron a explotarla con entusiasmo. 
 
			Él fue asesinado aquel mismo año. 
 Tras el asesinato de César, llegó el final de la abundancia de dinero. 
 
			El suministro monetario se redujo en un 
			90%. Los impuestos se dispararon. Como resultado de ello la mayoría 
			de la gente perdió sus tierras y sus hogares. La difamación contra 
			César continúa todavía hoy. 
 Attali destacó: 
 
			Los judíos masónicos, por lo tanto, 
			querían adquirir tanta riqueza como les fuera posible para servir a 
			sus demonios durante los siglos XIX y XX. 
 Durante los primeros trescientos años d.C. los judíos fueron las únicas personas en Europa que tenían derecho a prestar dinero. 
 Attali tuvo que falsear la Historia para que calzara con su tesis. Había mucha gente educada y altamente sofisticada que no tenía ninguna intención de hacerse rica mediante la usura. 
 
			¿Deben los judíos también estar 
			orgullosos de que sus extremistas desarrollaran el capitalismo de 
			Estado, el comunismo, que ha cosechado increíblemente tantas 
			víctimas? 
 
			En 1990 hubiera podido comprar 12.246 
			pepitas de oro del tamaño de la Tierra. 
 
			 
 El oro y la plata se utilizaban, entre otras cosas, para la compra de armas en Inglaterra y Flandes. Europa recibió así una afluencia enorme de capitales, que gradualmente sentó las bases para los bancos de los Rothschild y de los Baring. 
 
			Aquellos bancos entonces prestaban 
			dinero a diversos gobiernos. 
 Ellos prestaban secretamente parte del oro que se les había depositado y mantenían los intereses de aquellos préstamos ilegales. Luego los comerciantes de oro emitieron más recibos (billetes) por los depósitos de oro que el oro que tenían, y a su vez prestaban esos recibos y cobraban intereses por ellos. 
 
			De esa manera mucho más dinero fue 
			prestado que aquel sobre el cual el acreedor tenía cobertura. Pronto 
			esos ladrones de dinero habían prestado hasta diez veces más que lo 
			que ellos tenían depositado en oro. 
 Esto significa que los intereses que ellos cobran en realidad están cerca del 80% y no del 8% que se afirma oficialmente. 
 
			Los banqueros masónicos crean dinero de 
			la nada y nos obligan a pagar intereses sobre aquél. 
 
			Se reunieron con el embajador portugués 
			en Londres, Antonio de Souza (un marrano, un judío converso 
			al cristianismo), donde se discutieron los nuevos planes. Todas sus 
			acciones eran coordinadas por Carvajal (revista alemana Diagnosen, 
			Febrero de 1986, p. 50). 
 Bajo la norma puritana del Lord Protector Cromwell, la música y otras actividades culturales fueron prácticamente prohibidas. 
 Incluso las ropas coloridas fueron prohibidas. Sólo después de la muerte de Oliver Cromwell pudo el genial compositor Henry Purcell presentar su actividad públicamente. 
 
			Fue Oliver Cromwell quien en 1656, 
			después de haber negociado con Menasseh ben-Israel, dejó que una vez 
			más los judíos se establecieran en Inglaterra. 
 
			El rey se exilió en Francia y en Febrero 
			de 1689 Guillermo de Orange, príncipe de Nassau, fue puesto en el 
			trono inglés mediante un golpe de Estado, que llegó a ser conocido 
			como la Revolución Gloriosa. Incluso los historiadores oficiales 
			admiten que la gente no participó en ese golpe. 
 Los términos del préstamo fueron los siguientes: los nombres de los prestamistas no serían revelados y a éstos se les garantizaría el derecho a fundar el Banco de Inglaterra, cuyos directores se aseguraron de establecer una reserva de oro para ser capaces de emitir préstamos por un valor de 10 libras por cada libra de oro depositada en la bóveda del banco. 
 
			También se les permitió consolidar la 
			deuda nacional y asegurar el pago de una anualidad e intereses a 
			través de impuestos directos a la población. 
 De esta manera la población inglesa sufrió una enorme deuda nacional. Los impuestos tuvieron que ser aumentados y los precios se duplicaron. 
 
			A los banqueros masónicos les era 
			necesario tener un monopolio sobre la emisión del dinero. De aquella 
			forma podían tener enormes beneficios y también controlar los 
			procesos políticos. 
 Para 1995 la deuda nacional había aumentado hasta más de 300.000 millones de libras, equivalentes al 45% del PNB. Desde 1946 ese banco central ha sido oficialmente propiedad del gobierno británico. 
 
			Hoy la
			
			City de Londres es el centro 
			financiero de Europa y está custodiada por 2.000 agentes de policía 
			privados. 
 
			Todas las grandes guerras han sido 
			iniciadas y financiadas por el conglomerado económico que emana de 
			una única familia bancaria:
			
			los Rothschild. 
 De esa manera los banqueros masónicos determinaron el desarrollo del mundo a largo plazo, con el préstamo a interés como método, los bancos centrales como intermediarios, los políticos como marionetas y la gente como ignorantes esclavos asalariados. 
 Los bancos controlados por los masones podían así gobernar la vida política actuando sin ser vistos. El pueblo inglés reforzó el poder de esos masones invisibles mediante el pago de impuestos durante tres siglos. Los bancos centrales mantenían estable la economía. 
 
			Pero en realidad esto funciona de una 
			manera muy diferente. 
 Él explicó que eso se debía a que, 
 Él posteriormente explicó: 
 En esas colonias británicas de la costa Este de Norteamérica, llamadas Nueva Inglaterra, había una riqueza que contrastaba fuertemente con la pobreza y la miseria de Inglaterra. 
 
			Había suficiente dinero y aquél era 
			totalmente libre de intereses. 
 La emisión monetaria se redujo a la mitad, y las colonias fueron forzadas a pedir prestado el dinero al Banco de Inglaterra. El resultado fue que tanto el precio como el interés aumentaron. 
 
			Al cabo de un año las calles de las 
			colonias estaban llenas de gente desempleada. 
 El resultado de la influencia de los bancos ingleses sobre el Parlamento británico fue una terrible pobreza en Estados Unidos. 
 
			Una vez creada esa situación, fue fácil 
			encontrar gente dispuesta a ir a la guerra, la cual los masones 
			crearon con satisfacción. Ellos querían una base segura para sus 
			futuras actividades globales. 
 Por esa razón el Artículo 1, sección 8 de la Constitución dice: 
 Alexander Hamilton, masón y secretario de finanzas del gobierno de George Washington y también agente de los financieros internacionales, ordenó el establecimiento de una unión bancaria privadamente poseída y la introducción de intereses en el dinero. 
 Su argumento era simple: 
 
			Él consideraba peligroso para el 
			gobierno emitir su propia moneda. 
 
			Andrew Jackson se refirió al 
			hecho de que la Constitución había dado al Congreso el poder de 
			acuñar moneda en cantidad suficiente pero no de transferir ese 
			derecho a terceros. 
 Jackson calificó a los banqueros masónicos como un puñado de ladrones y prometió exterminarlos. 
 Rothschild dio sus propias órdenes: 
 El gobierno británico comenzó a limitar el comercio marítimo estadounidense y refrenó la expansión norteamericana en Canadá. 
 El Presidente James Madison en 1812 no tuvo otra opción sino dejar que el Congreso declarara la guerra a Inglaterra. La intención del líder de los masones, Rothschild, era devastar el país hasta el punto de que los estadounidenses se vieran obligados a buscar ayuda financiera. 
 Gran Bretaña, sin embargo, no pudo recuperar las colonias perdidas, y Estados Unidos no pudo ocupar Canadá. 
 
			La guerra fue realmente librada en 1814. 
 
			El banco central fue abolido... 
 Gustavo Myers admite en su libro "Historia de las Grandes Fortunas Estadounidenses" (Nueva York, 1907, p. 556): 
 En los libros de historia de Estados Unidos no se dice nada sobre el papel de los bancos en la Guerra de la Revolución (1775-1783) y en la Guerra de la Independencia (1812-1814). 
 
			Tampoco se dice nada sobre los "billetes 
			verdes" libres de deudas que emitió Abraham Lincoln. Su existencia 
			sólo se puede verificar en muy pocas enciclopedias. 
 
			Entre los años 1862 y 1864 se 
			imprimieron 450 millones de "billetes verdes" libres de intereses. 
			Lincoln prometió en su reelección en 1864 comenzar la lucha contra 
			los bancos tan pronto como la guerra hubiera terminado. 
 Durante la Guerra Civil el Norte fue financiado por los Rothschild a través de su agente estadounidense August Belmont (en realidad, Schonberg), y el Sur por los hermanos Erlanger, que estaban relacionados con la familia Rothschild. 
 
			La Guerra Civil finalizó el 9 de Abril 
			de 1865, y la masonería internacional se puso a trabajar para 
			remover al Presidente Lincoln. 
 Los antepasados del platero judío John Booth habían sido exiliados de Portugal a causa de sus radicales opiniones políticas. El padre de John era Junius Brutus Booth (Stanley Kimmel, "Los Locos Booth de Maryland", Nueva York, 1970). 
 Izola Forrester, nieta de Booth, afirmó en su libro "Esta Loca Ley" (1937) que Booth pertenecía a la logia Caballeros del Círculo Dorado y también al movimiento "revolucionario" Young America de Mazzini. 
 Izola Forrester reveló en detalle que los masones estuvieron involucrados en el asesinato del Presidente. El posterior asesinato del asesino de Lincoln fue organizado por Judah P. Benjamin, un importante masón y agente de Rothschild (William Guy Carr, "Niebla Roja sobre Estados Unidos", 1968, p. 194). 
 
			Él era el jefe del servicio secreto 
			confederado y más tarde huyó a Inglaterra. 
 Ese nombre había comenzado a ser visto en la prensa, y por ello el masón Soberano Gran Comendador Albert Pike decidió en 1866 rebautizarla como Kuklos Klan; "kyklos" en griego significa "círculo" (John Daniel, "Escarlata y la Bestia", vol. III, Tyler, Texas, p. 76). 
 Los Caballeros del Círculo Dorado aparecieron primero en Cincinnati, Ohio, bajo la supervisión del organizador en el Medio Oeste del Rito Escocés Killian van Resselaer. 
 Desde allí, los Caballeros se extendieron a través de Ohio, Indiana, Illinois y el Sur de Missisipi hasta el Golfo de Méjico, y en Maryland y Virginia. El Círculo Dorado debía ser un Imperio esclavista centrado en Cuba. Los Caballeros armaron y entrenaron hasta 100.000 hombres. 
 
			Ellos estaban organizados en logias 
			llamadas "castillos". 
 
			El grupo racista actual del mismo nombre 
			fue fundado en 1915 por William Joseph Simmons y Simon 
			Wolf, y por lo tanto no nació fuera de la organización masónica 
			que existió desde 1866 hasta 1871. 
 La economista irlandesa Margrit Kennedy afirmó en el libro "El Dinero Libre de Interés e Inflación" que la tasa de interés siempre sube cuando hay escasez de dinero. 
 
			Esto a su vez conduce a quiebras y 
			empeora la tasa de desempleo. 
 
			Bryan explicó en su discurso "La Cruz de 
			Oro" en la Convención Nacional Demócrata de Chicago el 9 de Julio de 
			1896: "Cuando hayamos restaurado el dinero de la Constitución, serán 
			posibles todas las demás reformas necesarias, y hasta que eso no se 
			haga no se podrá llevar a cabo ninguna reforma". 
 Quien jugó un papel crucial en proporcionar a Estados Unidos un banco central fue Paul Warburg. 
 Él era un inmigrante alemán que llegó a Estados Unidos junto con su hermano Felix. Ambos hermanos, que eran Illuminati y también miembros de la logia judía B'nai B'rith, se convirtieron en socios de la banca Kuhn, Loeb & Co., liderada por el illuminatus Jacob Schiff, quien también pertenecía a la B'nai B'rith (Viktor Ostretsov, "La Masonería, la Cultura y la Historia Rusa", Moscú, 1999, p. 583). 
 
			Los Warburg estaban apoyados por 
			Nelson Aldrich (quien más tarde sería el abuelo de Nelson y 
			David Rockefeller), conocido como el factótum de John Pierpoint 
			Morgan en el Senado. 
 
			La isla Jekyll es un centro turístico 
			muy conocido en la costa de Georgia. 
 Su campaña fue financiada por, 
 
			...y otros poderosos financieros judíos 
			y francmasones. 
 Estos requisitos ya eran conocidos por el programa de cinco puntos de los Illuminati. 
 El "coronel" House estaba a favor de formar un gobierno mundial y de adoptar un, 
 Para lograr eso él estaba dispuesto a hacer uso del fraude político. 
 
			Su héroe Philip Dru se apoderaba 
			del gobierno de Estados Unidos con el respaldo de un cártel secreto 
			de ricos y poderosos financieros. 
 El mismo día en que el proyecto fue apresuradamente impulsado en la Cámara de Representantes y en el Senado, el Presidente Wilson firmó la Ley de la Reserva Federal, y el control sobre el dinero fue transferido desde el Congreso a los banqueros privados masónicos. 
 
			Cuatro veces antes el pueblo 
			estadounidense había conseguido librarse de un banco central, pero 
			no una quinta vez. 
 
			Paul Warburg inmediatamente comenzó a 
			trabajar en la Reserva Federal por un sueldo sustancialmente 
			inferior al que recibía como banquero. Ni el Presidente, ni los 
			miembros del Congreso ni el secretario del Tesoro tienen ninguna 
			autoridad sobre la Reserva Federal. 
 Al mismo tiempo el déficit fue de 285.000 millones de dólares. En 1991 otros dos millones de personas fueron registradas como pobres en Estados Unidos. La deuda nacional era de poco menos de un billón en 1980, y en 1995 era de cinco billones de dólares. 
 
			32,9 millones de estadounidenses vivían 
			en la pobreza el año 2002. 
 La gente no tenía dinero para comprar cosas, la producción se había detenido y los trabajadores estaban desocupados. 
 
			No había comercio ni ninguna esperanza 
			de empleo para los pobres. La bancarrota estaba cerca, ya que los 
			impuestos para Inglaterra y los intereses para los acreedores ya no 
			podían ser pagados y no se concedían nuevos préstamos. La situación 
			era desesperada. La gente estaba empezando a abandonar la isla y a 
			emigrar a Australia. 
 Entonces alguien propuso que la isla debería hacer uso de su antigua prerrogativa y emitir su propia moneda libre de intereses. En un primer momento la propuesta fue rechazada, pero como ellos necesitaban urgentemente 5.000 libras y sólo tenían 1.000 a mano, imprimieron billetes de una libra del Estado de Guernsey libre de intereses. 
 
			Eso se sumó al suministro de libras 
			inglesas, que ya hacían circular los dos principales bancos de la 
			isla. 
 
			Hacia 1822 el mercado estaba pagado. Los 
			4.000 billetes de una libra fueron destruidos. El primer proyecto 
			con el nuevo dinero fue tan exitoso que pronto fue seguido por 
			otros. 
 
			A diferencia del mercado público de 
			Guernsey, reembolsado 6 años después de ser construido, el mercado 
			de Glasgow no fue pagado sino en 1956, ¡139 años después! Entre 1910 
			y 1956 no menos de 267.886 libras fueron pagadas sólo en intereses 
			(Olive and Jan Grubiak, "The Guernsey Experiment", California, 1960, 
			p. 14). 
 Había gravilla, piedras y mucha mano de obra, pero no había dinero para pagarla. En total, el Estado emitió billetes por valor de 55.000 libras para pagar los nuevos proyectos. Se construyó una escuela nueva, y luego unas cuantas más. 
 Todo el entorno del local del mercado fue renovado y se construyeron muchos otros edificios públicos, y también se ensancharon las calles. 
 
			Un nuevo puerto fue construido junto con 
			las mejores carreteras nuevas de Europa y un nuevo alcantarillado. 
			Todo se pagó con los impuestos, y los billetes fueron nuevamente 
			destruidos. Todos esos proyectos proporcionaron trabajo y estímulo 
			económico. 
 Las cosas ciertamente habían mejorado desde 1815. 
 
			Es significativo que la gran depresión 
			nunca preocupó a Guernsey. No había desempleo, y el impuesto a la 
			renta era de un 10% parejo. 
 
			Pero los masones odiaban ese paraíso por 
			temor a que la idea se extendiera a otras partes de Europa. En ese 
			caso ya no serían capaces de construir sus destructivos proyectos. A 
			los masones no les gusta la gente feliz. 
 La gente creyó esa charlatanería, que provocó una escasez de dinero y solicitudes de préstamos en los bancos. El alguacil luchó como un león para salvar la sólida economía de la isla y su alto nivel de vida, pero fue en vano. 
 
			Las intrigas y la debilitadora obra de 
			los masones condujeron la economía de la isla hacia los bancos y la 
			explotación que ellos hacen. 
 
			Y sin embargo en Guernsey la prosperidad 
			era muy evidente por todas partes (Dr. Jacques S. Jaiko, "El Virus 
			de la Deuda: Una Solución Convincente para los Problemas de la Deuda 
			en el Mundo", 1992). 
 En 1793 Liverpool sufría de problemas extremos de flujo de dinero en efectivo y resolvió aquello mediante la creación, por una ley del Parlamento, de unas 300.000 libras de dinero no reembolsable, que se utilizaron para obras públicas con un gran beneficio para la ciudad y su gente. 
 
			Dicha emisión de dinero por parte de la 
			Liverpool Corporation alivió la inmediata crisis de la deuda. 
 Los banqueros masónicos durante los últimos 25 años han prestado dinero a los gobiernos de las naciones industriales, a los que les resulta cada vez más difícil pagar su enorme deuda. 
 El sector privado (léase: masónico) ha llegado a ser exactamente así de mucho más rico. Este poder monetario (masónico) tiene el suficiente dinero para frenar a cualquier político intransigente. Los políticos popularmente elegidos ya no tienen ningún medio para llevar a cabo las políticas que desean. 
 Ellos no pueden recuperar su poder hasta que las deudas sean pagadas. 
 
			Por cada dólar tomado prestado, los 
			políticos renuncian a más poder. Los países en desarrollo están en 
			una situación mucho peor. Ellos no son siquiera capaces de pagar los 
			intereses de sus préstamos. 
 
			 La Isla de Guernsey emitió sus propios billetes libres de interés para reconstruir la economía. 
 
			 
 En aquel momento Kreuger estaba reunido con su compañero Oscar Rydbeck, así que obviamente algún otro debió de haber comprado el arma. 
 Los diarios afirmaron que ese mismo barón sueco Ivar Kreuger se había suicidado el 12 de Marzo, porque su Imperio financiero estaba cerca de la bancarrota. Sin embargo, nada de eso era verdad. 
 El examen del doctor Erik Karlmark concluyó inmediatamente que Kreuger había sido asesinado. 
 
			Una pariente cercana, Eva Dyrssen, 
			estuvo presente para verificar eso. No se realizó ninguna autopsia 
			(Lars-Jonas Angstrom, "Kreuger-Mordet" / El Asesinato de Kreuger, 
			Estocolmo, 2000, p. 55). 
 
			Todos los bienes de Kreuger fueron 
			saqueados. 
 Margrit Kennedy relata en su libro "Dinero Libre de Interés e Inflación" (1988) cómo los partidarios de la teoría de Gesell de una economía libre en los años '30 habían hecho varios intentos con dinero libre de intereses en varios países, incluyendo Alemania, Suiza, España y Estados Unidos. 
 
			Particularmente exitoso fue el modelo 
			utilizado en la pequeña ciudad de Worgl en el Tirol, en Austria. En 
			1932 fueron introducidas las ideas que se describen en el libro de
			Silvio Gesell "Die naturliche Wirtschaftsordnung" (El Orden 
			Económico Natural, 1916). 
 Respaldados por una cantidad equivalente de schillings ordinarios del Banco, la ciudad puso en circulación 12.600 certificados de trabajo. La comisión por el uso del dinero era del 1% mensual ó 12% anual. 
 
			Esa tasa debía pagarla la persona que 
			tuviera el billete al final del mes, en forma de un sello, que se 
			adhería al dorso, de un valor del 1% del billete. 
 Dentro de un año, 32.000 certificados de trabajo habían sido puestos en circulación 463 veces, y de esa manera habían hecho posible el intercambio de bienes y servicios por un valor de 14.816.000 schillings. 
 
			En comparación con la inactiva moneda 
			nacional, circularon ocho veces más rápido. El desempleo se redujo 
			en un 25% en un año. Cuando 130 comunidades de Austria comenzaron a 
			interesarse en adoptar ese modelo, el 1º de Septiembre de 1933 el 
			Banco Nacional de Austria prohibió la impresión de cualquier moneda 
			local. 
 
 
			 
 
			 
 El historiador económico John King ha señalado que debido a los intereses, las empresas constantemente deben aumentar sus precios. Esto se camufla como inflación. Él recomendó abolir el interés tan pronto como fuera posible, para evitar una catástrofe económica. 
 Cada uno debe ahora ayudar a pagar los intereses. Está incluido en todos los precios, un 77% en las tarifas de alquiler, por ejemplo. 
 
			Los impuestos y otras tasas y 
			contribuciones se suman. Así nos hemos convertido en esclavos de los 
			bancos. Todos los bienes costarían exactamente la mitad sin el pago 
			de intereses. 
 
			Entre los años 1860 y 1910 más de un 
			millón de suecos fueron a Estados Unidos a causa de varios años de 
			hambre, pobreza y dificultades para valerse por sí mismos. 
 Los artesanos solían recibir diversos beneficios además de sus salarios. A pesar de los altos salarios, las horas de trabajo eran pocas, normalmente ocho horas al día, y la semana laboral tenía cinco días y medio. 
 Los mineros en Sajonia sólo trabajaban seis horas al día. No fue sino hasta 1479 que se añadió una hora extra. A menudo los jornaleros gozaban de un lunes libre, llamado el lunes azul, normalmente sin reducción salarial. 
 Esto en Suecia se terminó con la ley de gremios de 1669 ("Bonniers Stora Lexikon" / Enciclopedia de Bonnier, Estocolmo, 1985, p. 252). 
 
			Entonces para no ser confundidos con los 
			nobles, a los artesanos de Friburgo, en Sajonia, se les aconsejaba 
			no usar joyas de oro ni ropas de terciopelo y raso, aunque ellos 
			bien podían permitirse todo eso. 
 Nadie quería aferrarse a un dinero "malo", para no sufrir una pérdida, ya que por el intercambio de doce monedas (viejas) sólo recibían nueve (nuevas). 
 La economía prosperó porque el efecto del dinero generador de interés no estaba presente. No debía cobrarse ningún interés. Había hospicios para los débiles, los ancianos y los enfermos, y los ricos habitualmente proporcionaban alojamiento, vestuario y comidas gratuitas para los pobres. 
 
			La riqueza estaba repartida de manera 
			relativamente equitativa en todos los niveles de la sociedad (Margrit 
			Kennedy, "Dinero Libre de Interés e Inflación"). 
 Entre 1968 y 1982 la renta nacional de Alemania Occidental aumentó en un 300%, mientras que los intereses por la deuda nacional aumentaron en un 1.160%. En 1982 los intereses ascendían a 29.000 millones de marcos alemanes. 
 Cuando el interés es abolido, la inflación se desvanece. Margrit Kennedy destacó en su libro que el impuesto a la renta también debe ser abolido. 
 
			El gobierno debería quedar satisfecho 
			con un muy bajo IVA, o de otro modo crecerá la economía informal. 
			Actualmente las tasas de interés suben cuando no hay suficiente 
			dinero disponible. 
 Los intereses sobre la deuda nacional eran de 11.000 millones de dólares anuales, unos 40.0000 millones más que el costo de los beneficios para los ancianos. Cada sueco le debía a varios bancos 16.000 dólares en 1997. La mitad de la renta nacional sueca se usa para pagar intereses. En 1990 el 25% de los ingresos por exportaciones se destinó para sustentar la deuda nacional. 
 El jefe del banco central, Bengt Dennis, dijo: 
 A principios de los años '90 los banqueros Salomon Brothers, que habían proporcionado enormes préstamos al gobierno sueco, exigieron que la corona sueca fuera devaluada. 
 
			El gobierno accedió... 
 Dos bancos judíos, 
 ...colapsaron en 1998 debido a las actividades criminales de los propietarios. 
 
			Ése fue el golpe de gracia para la 
			economía nacional. 
 
			El sultán Muda Hassanal Bolkiah 
			es uno de los hombres más ricos en el mundo. Sus bienes se calculan 
			aproximadamente en 20.000 millones de dólares. 
 Todo el mundo debe estar endeudado mediante los impuestos... 
 
			Los banqueros masónicos están tratando 
			así de materializar la antigua idea de los Caballeros Templarios de 
			crear un súper-Estado europeo por medio del sistema bancario. 
 No hace falta ser profeta para ver que el Euro no estabiliza la economía, aunque no hay que decirlo en voz alta. 
 Bernard Connolly, quien fue jefe del departamento de política monetaria de la Comisión Europea en Bruselas, en 1996 publicó un libro, "El Corazón Podrido de Europa", afirmando que tasas de cambio fijas y la Unión Monetaria (UEM) darían lugar a la inestabilidad y al aumento de la cesantía. 
 
			Él creía que el resultado sería 
			horrible. Connolly fue despedido sumariamente... 
 Portugal (en 2004) por ejemplo está al borde de una desintegración política y los disturbios en las calles no están lejos. Después esto se extenderá al resto de Europa. 
 Él comparó la situación con el colapso económico de Argentina, pero los países de la UEM están peor. Argentina fue capaz de cortar sus lazos con el dólar, pero los países de la UEM no pueden abandonar el Euro. El análisis de Connolly es considerado extremadamente pesimista. 
 
			Su visita fue reportada en el gran 
			diario sueco Expressen sólo en su sitio Web el 23 de Agosto de 2003. 
 
			¿No es extraño eso? 
 
			Cada vez más dinero es recolectado en 
			las manos de ciertos individuos, que resultan ser banqueros
			
			masónicos. Si los intereses son 
			abolidos, todo el mundo se beneficia del nuevo sistema, no sólo el 
			80% considerado pobre. 
 Para los masones es importante mantenernos en la esclavitud económica, o de lo contrario ellos hubieran hecho todo lo posible para abolir los intereses. 
 Mediante los impuestos y los aranceles el gobierno recoge gran parte del resultado de las actividades económicas de la gente. ¿De qué valen entonces realmente las hermosas frases de los masones acerca del humanismo? 
 El principal objetivo de los líderes masónicos ha sido ocultar lo mejor que pueden la actual esclavitud económica. 
 
			Cabría preguntarse si han tenido éxito. 
 
 
 Referencias 
 
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