por Marco Torres
16 Marzo 2012
del Sitio Web PreventDisease
traducción de
Adela Kaufmann
Versión
original
Empoderamiento o apoderamiento, se
refiere al aumento de la fortaleza espiritual, política, social o
económica de los individuos y las comunidades. Generalmente
involucra el desarrollo en el beneficiario de una confianza en
sus propias capacidades.
Origen |
¿Qué es lo que, en última instancia, le permite a usted pensar por sí mismo
en la vida?
Por encima de los padres, muchos dicen que la edad y la experiencia les
permite evolucionar y dejar atrás el condicionamiento clásico restrictivo
que los sistemas educativos imponen a los estudiantes.
Esto no sólo descarrila a los niños de alcanzar su pleno potencial, sino que
también cicatriza el proceso de pensamiento crítico vinculado a la
inteligencia social y emocional.
Sólo a través de la desprogramación de futuras generaciones del modelo
educativo clásico, se fortalecerán los niños mediante la construcción de
habilidades conductuales, sociales y emocionales en niveles que contribuirán
a su éxito en todos los ámbitos de la vida.
El Cociente Intelectual sólo representa alrededor del 20% del éxito de las
personas.
La gran mayoría del éxito de una persona se puede atribuir a la inteligencia
social, emocional y a la capacidad de promover esperanza. Aparte de la
inteligencia general, previos rendimientos académicos y personalidad, que
esperan "la
predicción en el rendimiento de objetivos académicos únicos", mostraron un
estudio lineal de tres años fuera de la Universidad de Manchester.
La educación no es sólo el medio para hacerlo un titular de un grado
académico, es la puerta de entrada al arte de vivir. La educación le permite
pensar, descubrir los principios de la vida, y evaluar correctamente sus
experiencias. La educación le da la capacidad para reconocer la diferencia
entre lo alcanzable y lo inalcanzable.
Si usted es una persona educada en
este sentido, usted ciertamente descubrirá el valor de la costumbre de
olvidar y que el pasado es irrelevante.
Un estudio reciente de 20 escuelas primarias de
Hawai ha encontrado que un
programa enfocado a construir habilidades sociales, emocionales y de
carácter dio como resultado una significativa mejora de la calidad general
de la educación, según lo evaluado por los profesores, padres y estudiantes.
La educación es algo que tiene un efecto formativo en la mente lo que le
permite crecer y desarrollarse. Debemos aprender a no insistir en
experiencias negativas que muchos de nosotros adquirimos de nuestro sistema
educativo convencional, y superar estos eventos para hacer espacio para el
crecimiento verdadero e incondicional. Esta es la educación.
El otoño pasado, un brillante comentario de un estudiante de primaria dio en
el blanco justo cuando los facilitadores estaban reuniendo opiniones e
impresiones acerca de la educación.
Al comentar sobre lo que pensaba acerca de la educación y cómo podría ser
modificada para enseñar mejor a los niños, Julia Williams de 11 años de edad,
de una clase de 6º grado, dijo:
"No me gusta la escuela porque toman todo en lo que soy bueno y me dicen que
no puedo hacerlo más. Yo sólo quiero ser una vez capaz de hacer las cosas en
las que yo soy bueno, como dibujar y escribir historias. Yo quiero hacerlo
todo el día porque puedo pensar mejor que cuando hago cosas como matemáticas.
Debería ser capaz de que realmente me guste o incluso me encante lo que hago
cuando vengo aquí. Deberían ayudar a los niños a hacer lo que saben hacer
mejor y creo que el resto... me refiero a las otras materias funcionarían
mejor, y si no lo hacen... bueno, entonces simplemente no es tan importante
"
Desprogramando y Desescolarizando a los Niños
Para que las generaciones futuras se den cuenta en lo que la sociedad se ha
convertido, del por qué tenemos los problemas que tenemos en el mundo, y por
qué los adultos nunca progresan más allá de muchos de sus errores, será
necesario salir del paradigma educativo actual y entrar en uno nuevo.
Esto implicará una desprogramación y desescolarización sistemática de los
niños en los países desarrollados.
En cierto sentido, los niños están psicológicamente condicionados a fallar y
a perder la esperanza. El miedo al fracaso engendra la inacción y la
desesperanza. Es un círculo vicioso. Cuando los niños carecen de esperanza,
temerán al fracaso. Al tener miedo al fracaso, nunca van a actuar.
Entonces toman esta fórmula con ellos y la aplican en todas las instancias
de sus vidas. El resultado es que nunca desarrollan una mentalidad positiva
para esperar lo mejor y que eso determine su realidad.
Sólo los niños más fuertes que están facultados por sus padres pueden
liberarse de esta mentalidad de esclavos tan frecuente en las instituciones
educativas.
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La desescolarización lleva a los niños fuera de las escuelas, pero, a
diferencia de muchos de los enfoques de los hogares-escuelas, no importa el
salón de clase al hogar. Desecha por completo el desorden educativo tal como
como planes de estudios y calificaciones.
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Los desescolarizadores sostienen que el aprendizaje de un niño debe ser
impulsado por la curiosidad y no dictado por los profesores y los libros de
texto, y que obligar a los niños a cumplir con los programas anula su
natural inclinación a explorar y hacer preguntas.
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Los niños desescolarizados pueden organizar su conocimiento de manera libre
y mejor.
Ellos nunca deben sentir que han terminado con el aprendizaje, o que han
pasado el punto en que puedan empezar algo nuevo.
Cada cosa que descubren puede ser eventualmente útil. Si les ayudamos a
darles siempre oportunidades siempre-cambiantes para ver, oír, oler,
saborear, sentir, moverse y hablar, lo que saben superará en amplitud y
profundidad de lo que cualquier plan de estudios de escuela puede haber
cubierto.
No será el mismo conjunto de materiales - será más claro y más grande, pero
diferente.
Un Movimiento de
Liberación Por Amor al Aprender
El tomo fundacional del desescolarizador es How Children Fail
(de Cómo
Fallan los Niños), el primer libro de un profesor estadounidense llamado John
Holt, publicado en 1964.
El autor sugiere que los niños inteligentes luchan,
"Porque tienen miedo, están aburridos y confundidos. Tienen miedo, sobre
todo, de fracasar, de decepcionar o disgustar a los muchos adultos ansiosos
alrededor de ellos, cuyas esperanzas y expectativas ilimitadas en ellos
cuelgan sobre sus cabezas como una nube."
El Sr. Holt apoya su tesis con las observaciones de una especie de diario de
salón de clase que mantuvo a lo largo de la década de 1950 y 60.
Llega a la conclusión de que,
"Un niño que está aprendiendo de forma natural, siguiendo su curiosidad
hacia donde lo lleva, añadiendo a su modelo mental de la realidad lo que
necesita y aquello para lo que puede encontrar un lugar, y rechazando sin
temor o culpa lo que él no necesita, está creciendo en conocimiento, en el
amor por el aprendizaje, y en la capacidad de aprender."
La idea pone mucha fe en los niños, en su interés innato en el aprendizaje y
en su inteligencia. También restaura la fe en sus padres, regresando algo
del control sobre el crecimiento de sus hijos que entregaron a los
educadores y a los políticos hace más de un siglo.
Es hora de cambiar la política educativa y poner el poder en las manos que
más lo necesitan, nuestros niños.