Noviembre 6, 2008
del Sitio Web
ElProyectoMatriz
“Parece incuestionable que el acceso al agua es un derecho
de todos los habitantes de la Tierra, pero la realidad es menos “ideal”.
El Oro Azul
es un bien económico-comercial a la altura del petróleo,
uno de los motores de la nueva economía y una mercancía
que aumenta su valor según se recrudece el mercado de la sed
en los países más pobres.
Podemos vivir sin muchas cosas consideradas de primera necesidad,
pero es imposible hacerlo sin el agua”.
“El agua, componente fundamental para todas las formas de vida conocidas (representa
entre el 50% y el 90% de la masa de los seres vivos), es una sustancia
relativamente abundante aunque sólo supone el 0,22% de la masa del planeta.
El 97,25% del agua existente está en los océanos.
El resto, 2,75%, es agua
dulce de la que un 2% se halla en los casquetes polares y el resto, la que
forma ríos y lagos, el 0,75%, es la que puede ser apta para el consumo
humano. Esta última cifra que nos puede alarmar, por indicarnos una aparente
escasez, serviría para abastecer al triple de la población actual de la
Tierra.
Y, sin embargo, el acceso a este recurso, su disponibilidad en condiciones
para el consumo humano es cada vez un problema más grave, que da lugar al
hambre, la pobreza y la enfermedad para un sector creciente de la población
mundial”.
Enrique Alejandre
Las siguientes cifras nos dan una idea de la magnitud del problema:
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1.200 millones de personas carecen de
acceso al agua potable limpia
-
3.000 millones de personas carecen de
instalaciones sanitarias
-
300 millones de personas sufrirán
escasez de agua en 2025. Más del 80% de ellas vivirá en países en
desarrollo
-
El 80% de todas las enfermedades de los
países en desarrollo se origina a raíz del consumo de agua
contaminada
-
El 50% de los ríos y lagos del mundo
está peligrosamente contaminado
(Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente 2001)
“La causa de todo este desastre (la llamada “crisis del agua”) está en la
propia naturaleza del sistema capitalista que al desarrollar de forma
anárquica la economía, atendiendo al beneficio exclusivo de unos pocos,
mantiene y acentúa la pobreza de la población en amplias zonas del planeta.
Para saciar su sed inagotable de beneficios no duda en consumir los recursos
hasta dejar exhausta la naturaleza.
El agua es necesaria en cantidades ingentes en muchos procesos productivos.
Para obtenerla se represan ríos, se secan pantanos, se agotan los acuíferos
y humedales, se contaminan cursos fluviales,… sin la contrapartida de
devolver ese agua limpia a la naturaleza”.
Enrique Alejandre
Como grandes defensores de la privatización de los recursos hídricos
encontramos al
Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y, por supuesto,
las grandes multinacionales del sector.
Las políticas dictadas por el
Banco Mundial (BM) y el
Fondo Monetario
Internacional (FMI) a los gobiernos se encaminan a la privatización del agua.
“El Banco Mundial estimaba el año 2001 que la industria privada del agua
producía un billón de dólares. En al menos 93 países se habían privatizado
servicios de agua entre los que se contaban Argentina, Chile, China,
Colombia, Filipinas, India, Sudáfrica, Australia, el Reino Unido y parte de
Europa (…)
Dos grandes empresas francesas Veolia y
Ondeo/Suez dominan el
mercado del agua privada en el mundo”.
“En contra de esta
política de privatización, ha surgido un
nuevo movimiento
social integrado por campesinos, indígenas, trabajadores, consumidores y un
amplio rango de organizaciones ciudadanas comprometidas con la lucha por el
agua.
Se constituyó oficialmente en Florencia, paralelamente al
Foro Mundial
en Kyoto, bajo el nombre
Foro Alternativo del Agua (FAME- Forum Alternatif
Mondial de l’Eau)
Consideran que estas
ideas liberalizadoras son injustas con los recursos
naturales.
La ley de la oferta y la demanda se basa en que a mayor consumo,
mayores ganancias, con lo que se prima el derroche y no el ahorro. La política mundial del agua implementada por el Consejo mundial del agua,
creado por iniciativa del Banco Mundial, se basa en tres grandes principios.
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En primer lugar, el agua debe ser considerada un bien económico, una
mercancía como el petróleo o el trigo.
-
En segundo lugar, el acceso al agua es una necesidad vital, no un derecho
humano; por tanto, la satisfacción de esta necesidad es competencia de cada
persona que consuma un bien accesible a través de los mecanismos de mercado.
-
Por último, el agua debe ser considerada un recurso precioso (el oro azul);
destinada a convertirse en algo cada vez más escaso, es un recurso
estratégico importante.
La seguridad hídrica «nacional» se convierte, por
tanto, en un problema político central.
En el lado opuesto,
el Fame de Florencia se celebró con unas bases muy
diferentes, y sus principios fundadores, definidos en la declaración de
Porto Alegre de febrero de 2002, son desde entonces muy conocidos.
-
En primer lugar, el agua no debe ser una
mercancía ni una fuente de beneficios
-
En segundo lugar, el agua forma parte del
patrimonio de la humanidad y, por tanto, debe estar protegida
públicamente
-
En tercer lugar, debe ser accesible para
todos, en cantidad suficiente para no poner en peligro la salud de los
usuarios
-
En cuarto lugar, la ley delega y designa al
sector público como el representante del interés público
-
En quinto lugar, los ciudadanos deben estar en pleno proceso de decisión de
las políticas públicas del agua a nivel local, nacional e internacional.
POR UN TRAGO DE AGUA
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Documental: 2006
-
Argumento: Cada día, 300.000 niños mueren por falta de agua, un recurso
escaso y desigualmente distribuido que el día de mañana será objeto de
numerosos conflictos. Además, el cambio medioambiental amenaza con empeorar
aún más la situación y la sequía de ciertas zonas del planeta supone ya un
peligro inminente.
Este impresionante documental que presenta Odisea, ofrece una visión de la
grave situación del acceso al agua, a través de historias como la de Leno,
un boliviano que, a pesar de vivir junto a una depuradora, se ve obligado a
caminar largas distancias para conseguir algo de agua.
‘Por un trago de agua’ trata del creciente y preocupante problema de los
cada vez más escasos recursos hídricos en el planeta. Nos muestra que
problemas ocasiona actualmente y cuales son los que vendrán en un futuro que
parece demasiado cercano.
Imprescindible para tomar conciencia de que es un problema que nos afecta
aquí y ahora y que debemos tomar medidas urgentes y activas para cuidar el
agua.
En el documental también se plantea si el acceso garantizado al agua debe
ser un derecho universal, en un momento en el que se está convirtiendo cada
vez más en una codiciada materia prima como el petróleo lo es hoy en día.
-
Brian Woods -
¿EN MANOS DE QUIÉN ESTÁ EL AGUA?
”Sin agua no podemos vivir,
por lo tanto, el agua no puede ser un negocio privado.
Es un derecho humano fundamentalísimo.
Desde el momento en que es un negocio privado,
se violan los derechos humanos.
El agua debe ser un servicio público”.
EVO MORALES
Presidente de Bolivia
Con el continuo proceso de privatización y la perspectiva del reparto de
grandes beneficios en un medio aún poco explotado, el agua pasa a ser, en el
mercado mundial, un bien muy cotizado sobre todo para las grandes
multinacionales que se convierten en “cazadores de agua”.
Del mismo modo que el petróleo fue el «oro negro» del siglo XX, el agua será
el oro del siglo XXI, pero esta vez de color azul.
Dos empresas
dominan el agua privada en el mundo y las dos son francesas:
Veolia y
Ondeo/Suez.
Estas empresas, a su vez, se han asociado con otras más
pequeñas para abastecer de agua a más de 100 millones de personas en el
mundo. Veolia, en el 2005, ya facturaba más de 25,2 billones de euros.
Ondeo
Suez, con sus dos divisiones agua y energía, ha obtenido 41.5 billones de
beneficios.
Más nombres importantes en el mundo del agua son la alemana
RWE y su filial
inglesa
Thames Water, además de la estadounidense
Bechtel.
Otro grupo de grandes empresas que comercian con el agua son las
multinacionales del agua embotellada, uno de los negocios más rentables y
menos regulados del mundo. Su venta genera ganancias de entre 50 y 100
billones de dólares y aumenta un 10% al año.
El país que más botellas de agua consume es EE.UU., con 26 billones de
litros en 2004.
México es el segundo, con 18 billones, seguido de China y
Brasil con 12 billones. Países en vías de desarrollo como India o Emiratos
Árabes son los que más están incrementando su consumo por año.
Nestlé, con 68 marcas, es el líder del sector, seguido de Pepsi Cola, Coca
Cola y Danone. La principal división de productos Nestlé es Nestlé Pure Life
que, según estudios, es en realidad agua del grifo purificada a bajo coste
con adición de minerales.
Lo mismo pasa con
Aquafina, de Pepsi, que se
limitan a sacar agua del grifo y a añadir minerales antes de venderla
envasada.
El agua embotellada es más cara que el petróleo.
En Estados Unidos, el galón
de gasolina se compra por 2,92 dólares, mientras que el galón de agua se
adquiere en el supermercado a 4 dólares. Esto está claro para empresas como
Coca Cola.
Basta recordar la polémica suscitada en el Reino Unido en la que
la propia empresa reconoció estar envasando agua potable de Londres, para
venderla como agua mineral a 3 euros el litro.
Según un
estudio sobre aguas embotelladas, realizado por la asociación
americana
Natural Resources Defense Council, el agua embotellada ha
aumentado su venta en América en los últimos años gracias a la imagen
saludable que venden estas empresas.
Analizadas más de 100 marcas se vio que,
aunque la mayoría eran sanas, algunas estaban contaminadas con química,
bacterias y arsénico.
A nivel internacional, por ejemplo en 1999, algunos
envases de
BonAqua de Coca-Cola en Brasil tuvieron que ser retirados porque
contenían moho y otras bacterias.
En muchos países se están emprendiendo acciones contra el envasado de agua y
otros productos derivados.
En
México e
India se han prohibido los productos de Coca-Cola y Pepsi por
ser dañinos para la salud y el medio ambiente. Además, cada litro de
refrescos contamina 10 litros de agua y en los lodos tóxicos producidos se
han encontrado altos niveles de cadmio y plomo.
Pero en
el negocio del agua embotellada no sólo se consume agua, sino
también mucho combustible.
Mientras el agua del grifo gasta poca energía
para su distribución, el agua embotellada consume gran cantidad de petróleo
en su transporte.
Además, una cuarta parte de esta agua cruza fronteras para llegar a
consumidores de otros países. Por ejemplo, en 2004, 1 millón y medio de
litros de agua embotellada de los grifos de Finlandia fue vendida a Arabia
Saudita.
Este transporte, además de consumir recursos, afecta a la propia agua
embotellada, que debe soportar cambios de temperatura que repercuten en las
condiciones de los envases haciendo que el agua pierda propiedades.
También se utilizan combustibles fósiles para el envasado del agua. El
material más utilizado para estas botellas de plástico es el PVC derivado
del petróleo. En todo el mundo se fabrican 2,7 millones de toneladas de
plástico para botellas.
Este PVC es tóxico cuando se fabrica y cuando se
consume.
Y ¿qué pasa con las botellas después de usadas?
Deberían ser recicladas,
pero en la práctica, por ejemplo en EE.UU., el 86 por ciento van a la basura
o son incineradas. La incineración suelta a la atmósfera gases contaminantes
y las botellas, como basura, tardan 1000 años en biodegradarse.
En el artículo “Geopolítica del agua embotellada” publicado por la revista
FP, se habla del marketing y la venta de agua embotellada.
Las campañas de
publicidad han convencido a muchos occidentales de que el agua embotellada
es de mucha más calidad y su consumo está bien visto socialmente.
Mientras, surgen campañas de marketing en contra de su uso. El Ayuntamiento
de París, para disuadir del uso del agua embotellada, creó la campaña
Eau de
Paris. Con una botella de lujoso diseño, pero vacía, recordaba a la gente
que el agua del grifo es igual de buena que la
Evian o
Perrier, las más
consumidas en París.
Neau, (no en
neerlandés) es una botella que se vende vacía para que la llenes de
agua del grifo.
Es una campaña de la holandesa Neau Foundation, que tiene un
doble objetivo: concienciar sobre el uso del agua del grifo y recaudar
fondos para abastecimiento de agua potable en el Tercer Mundo.
“¿Qué pasará con este negocio si,
como vaticinan, en el futuro,
el agua pasa a manos de un
Gran Hermano del Agua
encargado de administrarla según su criterio?
¿Seremos de los afortunados en seguir disfrutando de estos privilegios?
Mientras esto llega o no, un consejo:
agua que no has de beber… no la dejes correr”.