11 Julio 2011
del Sitio Web
Cassiopaea
Versión en ingles
Proyecto de investigación especial del Grupo del Futuro Cuántico
(Quantum Future Group) |
Imagine - si puede - no tener una conciencia, ninguna en absoluto, ningún
sentimiento de culpa o de remordimiento, sin importar lo que haga, ningún
sentido de preocupación por el bienestar de gente ajena, amigos, o hasta
miembros de su familia, que pueda limitarlo.
Imagine no vivir ninguna lucha
contra la vergüenza, ni siquiera una en toda su vida, sin importar qué clase
de acción egoísta, perezosa, dañina o inmoral usted haya realizado.
Y finja que el concepto de responsabilidad le es desconocido, excepto como
una carga que otros parecen aceptar sin discutir, como tontos crédulos.
Ahora agregue a esta fantasía extraña la capacidad de esconderle a la gente
que su psicología es radicalmente diferente a la suya. Puesto que todos
asumen simplemente que la conciencia es universal entre seres humanos,
ocultar el hecho de que usted no tiene conciencia no necesita casi ningún
esfuerzo de su parte.
No es frenado de ninguno de sus deseos por culpabilidad o vergüenza, y otros
nunca lo enfrentan por su sangre fría. El agua congelada en sus venas les es
tan extraña, tan totalmente fuera de su experiencia personal, que raramente
llegan a conjeturar siquiera sobre su condición.
En otras palabras, usted está totalmente libre de restricciones internas, y
su libertad desenfrenada para hacer lo que le apetezca, sin remordimientos
de conciencia es, favorablemente para usted, invisible al resto del mundo.
Usted puede hacer cualquier cosa, y así y todo su extraña ventaja sobre la
mayoría de la gente, que está alineada por sus conciencias, seguirá muy
probablemente sin ser descubierta.
¿Como vivirá usted su vida?
¿Qué hará con su ventaja enorme y secreta, y con la incapacidad
correspondiente de la gente (conciencia)?
La respuesta dependerá en gran parte de tan sólo lo que sus deseos terminen
siendo, porque no toda la gente es igual. Incluso los extremadamente
inescrupulosos no son todos iguales. Alguna gente - así tengan o no una
conciencia - honran la tranquilidad de la inercia, mientras que otras se
llenan de sueños y de ambiciones salvajes.
Algunos seres humanos son
brillantes y talentosos, algunos son poco despiertos, y la mayoría, con o
sin conciencia, se encuentran en algún lugar en medio. Hay gente violenta y
no violenta, individuos a quienes los motiva el ansia de la sangre y otros
que no tienen tal apetito. [... ]
Siempre y cuando no lo paren por la fuerza, usted puede hacer todo lo que
quiera.
Si nace en el momento correcto, con un cierto acceso a alguna riqueza
familiar, y poseyendo un talento especial para avivar el odio de la gente y
el sentido de la pérdida, se las puede arreglar para matar a una gran
cantidad de gente que ni lo sospeche siquiera. Con bastante dinero, usted
puede lograr esto a distancia, y descansar con confianza observando todo con
satisfacción. [... ]
Loco y espantoso - y verdadero, en aproximadamente un 4 por ciento de la
población…
La tasa predominante de los desórdenes alimenticios anoréxicos se estima en
un 3.43 por ciento, y se los juzga como casi epidémicos, pero esta cifra es
una fracción más baja que la tasa de personalidad antisocial.
Los desórdenes
prominentes clasificados como esquizofrenia ocurren en solamente un 1 por
ciento de [la población] - apenas un cuarto del índice de la personalidad
antisocial - y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
dicen que el índice del cáncer de colon en los Estados Unidos, considerado
como “alarmantemente alto,” es aproximadamente de 40 por cada 100.000 - cien
veces más bajo que el índice de la personalidad antisocial.
La gran incidencia de la sociopatía en la sociedad tiene un efecto profundo
en el resto de nosotros, quienes también debemos vivir en este planeta, e
incluso para los que no hemos sufrido trastornos clínicos. Los individuos
que constituyen este 4 por ciento agotan nuestras relaciones, nuestras
cuentas bancarias, nuestras realizaciones, nuestra autoestima, nuestra
mismísima paz en la tierra.
Sin embargo, sorprendentemente, mucha gente no sabe nada sobre este desorden,
o si lo hacen, sólo piensan en términos de psicopatía violenta - asesinos,
asesinos en serie, asesinos de multitudes - gente que visiblemente ha
quebrantado la ley muchas veces consecutivas, y que, si son detenidos, serán
encarcelados, incluso llevados a la muerte por nuestro sistema jurídico.
No estamos comúnmente enterados, y por lo general tampoco identificamos a la
gran cantidad de sociópatas no violentos que se encuentran entre nosotros,
gente que a menudo no son infractores descarados, y contra quienes nuestro
sistema jurídico oficial proporciona poca defensa.
La mayoría de nosotros no podría imaginar ninguna correspondencia entre la
concepción de un genocidio étnico y, por ejemplo, el hecho de mentirle a su
jefe sobre un compañero de trabajo sin sentir culpa alguna. Pero la
correspondencia psicológica no sólo está allí; es escalofriante.
Sencillamente, la relación está en la ausencia del mecanismo interno que nos
tortura emocionalmente cuando elegimos hacer algo que vemos como inmoral,
falto de ética, negligente o egoísta.
La mayoría de nosotros se siente ligeramente culpable si se come el último
trozo de torta que queda en la cocina, e imagínese pues lo que sentiríamos
si nos pusiéramos a lastimar a otra persona a propósito y de manera metódica.
Los que no poseen absolutamente ninguna conciencia constituyen un grupo por
sí solos, así sean tiranos homicidas o simplemente francotiradores sociales
despiadados.
La presencia o la ausencia de conciencia son una seria división humana, y
podría decirse que es más significativa que la inteligencia, la raza, o
hasta el género.
Lo que diferencia a un sociópata que vive del trabajo de otros de alguien
que roba de vez en cuando en almacenes, o de uno que es un barón
contemporáneo de ladrones - o lo que hace la diferencia entre un simple
matón y un asesino sociopático - no es nada más que el estatus social, el
instinto, el intelecto, el ansia de la sangre, o la simple oportunidad.
Lo que distingue a toda esta gente del resto de nosotros es un agujero
completamente vacío en la psique, en donde deberían estar las funciones de
humanización más desarrolladas. [Martha Stout, Ph.D.,
The Sociopath Next Door
- El Vecino Psicópata].
Para aquellos entre Ustedes que estén buscando entender la psicopatía, el
libro de Hervey Cleckley (The Mask of
Sanity - La Máscara de la Cordura), es
el estudio absolutamente imprescindible del psicópata que no entra
necesariamente dentro del tipo criminal.
“Agradable,” “encantador,” “inteligente,” “despierto,” “impresionante,”
“inspirador de confianza,” y “un gran éxito con las damas”: estas son las
clases de descripciones usadas en varias ocasiones por Cleckley en su famoso
estudio sobre psicópatas.
También lo son, por supuesto,
“irresponsable,” “autodestructivo,”
y adjetivos semejantes.
Estas descripciones destacan la gran frustración y
los misterios que rodean el estudio de la psicopatía.
Los psicópatas parecen tener en abundancia aquellos rasgos más deseados por
las personas normales. La despreocupada confianza en sí mismo del psicópata
parece casi como un sueño imposible, y es generalmente lo que la gente
“normal” intenta adquirir cuando asiste a talleres para ganar seguridad en
sí mismo.
En muchos casos, la atracción magnética del psicópata hacia los
miembros del sexo opuesto parece casi sobrenatural.
La hipótesis seminal de Cleckley en lo que se refiere al psicópata es que
sufre, de hecho, de una verdadera enfermedad mental: un déficit afectivo
profundo e incurable. Si realmente llega a sentir algo, son solamente
emociones de las menos profundas. Él hace cosas extrañas y autodestructivas
porque las consecuencias que llenarían al hombre normal de pena, de odio a
sí mismo, y de vergüenza simplemente no afectan en lo más mínimo al
psicópata. Lo que para otros sería un desastre, para él no es más que un
inconveniente pasajero.
Cleckley también nos presenta la visión de que la psicopatía es
absolutamente común en la comunidad en general.
Él ha recopilado algunos
casos de psicópatas que funcionan por lo general normalmente en la comunidad
como hombres de negocios, doctores, e incluso psiquiatras. Algunos
investigadores ven la psicopatía criminal - designada a menudo bajo el
nombre de desorden antisocial de la personalidad - como un extremo de una
dimensión (o dimensiones) de la personalidad “normal”.
Podríamos clasificar a los psicópatas criminales como “psicópatas que han
fracasado.” La implicación de este fenómeno, por supuesto, es que muchos
psicópatas pueden existir en sociedad arreglándoselas mejor que los que
atraen la atención del sistema judicial y el de la asistencia social.
Harrington llega hasta a decir que el psicópata es el nuevo hombre,
producido por las presiones evolucionarias de la vida moderna. Otros
investigadores critican este punto de vista, señalando las verdaderas
incapacidades de las cuales el psicópata clínico también sufre.
El estudio de los psicópatas “ambulatorios” - lo que llamamos “El Psicópata
de la Variedad Jardín” - acaba, sin embargo, apenas de comenzar. Muy poco se
sabe sobre psicopatía subcriminal.
Sin embargo, algunos investigadores han
comenzado a considerar seriamente la idea de que es importante estudiar la
psicopatía, no como una categoría clínica artificial sino como un rasgo
general de la personalidad en la comunidad entera. Dicho de otro modo, la
psicopatía se está reconociendo más o menos como un tipo diferente de ser
humano.
Un aspecto muy interesante del psicópata es su “vida oculta” que a veces no
está tan bien oculta. Pareciera que el psicópata tiene una necesidad regular
de tomarse “unas vacaciones dentro de la inmundicia y la degradación” de la
misma manera que la gente normal puede necesitar unas vacaciones en un
complejo turístico en donde pueda disfrutar de alrededores y una cultura
magníficos.
Para lograr hacerse una mejor idea de esta “necesidad extraña”
del psicópata - una necesidad que parece ser una prueba de que el “actuar
humanamente” es muy estresante para el psicópata - lea más de La Máscara de
la Cordura (The Mask of
Sanity), capítulos 25 y 26.
También lea
las especulaciones de Cleckley sobre lo que de verdad “era
realmente anormal” en esta gente.
Llega a estar muy cerca de sugerir que son
humanos en todos sus aspectos - salvo en el hecho de que carecen de alma.
Esta carencia de “calidad de alma” hace que sean “máquinas” eficientes.
Pueden ser brillantes, escribir obras eruditas, imitar las palabras de la
emoción, pero con el tiempo llega a estar claro que sus palabras no
corresponden a sus acciones.
Son el tipo de persona que pueden quejarse de
estar siendo devastadas por la pena y que después van a una fiesta “para
olvidar.”
El problema es que realmente SE OLVIDAN.
Siendo máquinas muy eficientes, como una computadora, son capaces de
ejecutar rutinas muy complejas diseñadas para obtener de otras personas
apoyo para lo que desean. De esta manera, muchos psicópatas son capaces de
alcanzar posiciones muy altas en la vida.
Es solamente al cabo de un cierto
plazo que sus socios se dan cuenta del hecho de que su subida en la escalera
del éxito está basada en la violación de los derechos ajenos.
“Hasta cuando
son diferentes de los derechos de sus socios, son capaces a menudo de
inspirar esperanza y confianza”.
El psicópata no reconoce ningún defecto en su psique, ninguna necesidad de
cambiar.
Psicópatas en la Nueva Era
Actualmente hay una verdadera explosión de informes de nuestros lectores
sobre sus experiencias con individuos con quienes se han encontrado en los
campos de “investigación alternativa”, así como en interacciones generales
de sus vidas.
Lo que es muy chocante es la cantidad de tales individuos que
debe existir, basándonos en esos informes.
¡Esto no es sólo un
acontecimiento ocasional, pareciera ser casi pandémico!
Nuestro equipo y nuestro e-grupo de investigación se han estado encargando
por un tiempo de investigar y analizar estas interacciones y las
características y la dinámica y las personalidades. Nuestra investigación
nos ha llevado a identificarlos con lo que comúnmente se conoce como “Psicópatas.”
Pueden también ser Narcisistas dado que el Narcisismo parece ser simplemente
una “faceta” del psicópata o una manifestación “más ligera” del mismo.
Se
podría decir que el Narcisista es un “psicópata de la variedad jardín” quien,
debido a su “programación social”, tiene menos probabilidades de meterse en
problemas con la ley. De esta manera, son “máquinas de supervivencia” muy
eficientes que se pasan la vida causando un daño inmenso a sus familias,
amigos y socios en los negocios.
Es solamente cuando una persona observa detenidamente y durante un tiempo
largo al psicópata desarrollado - una suerte de Narcisista exagerado - que
es capaz de ver la caricatura de los rasgos, lo que le hace entonces más
fácil de identificar “al psicópata de la variedad jardín” - y/o al
Narcisista.
Nuestro mundo parece haber sido invadido por individuos para quienes la
visión de la vida y del amor es tan drásticamente diferente de lo
establecido por la norma hace mucho tiempo que estamos mal preparados para
tratar con sus tácticas de lo que Roberto Canup llama la “mentira verosímil.”
Como él lo demuestra, esta filosofía de la “mentira verosímil” ha alcanzado
los sectores legal y administrativo de nuestro mundo, convirtiéndolos en
máquinas dentro de las cuales los seres humanos con emociones verdaderas son
destruidos.
La película reciente, “Matrix” (“La Matriz”) tocó una cuerda profunda en la
sociedad porque ejemplificaba esta trampa mecánica en la cual tanta gente
encuentra sus vidas enredadas, y de la cuál son incapaces de salirse porque
creen que todos los que los rodean y que “parecen humanos” son, de hecho,
igual a ellos - emocionalmente, espiritualmente u otros.
Tome, por ejemplo, el “argumento legal” como es explicado por
Robert Canup en su investigación sobre “el Psicópata Perito en Sociedad
- Socially
Adept Psychopath”.
El argumento
legal parece estar en los cimientos de nuestra sociedad. Esto equivale a
nada más y menos que a al arte de la estafa: quien sea más hábil en el uso
de la estructura para convencer de algo a un grupo de personas, es a quien
se le cree.
Puesto que este sistema de “argumento legal” ha sido establecido
lentamente como parte de nuestra cultura, cuando invade nuestras vidas
personales, por lo general no lo reconocemos inmediatamente.
Los seres humanos han sido acostumbrados a asumir que otros seres humanos - por lo menos
- están intentando “hacer el bien” y “ser buenos” y justos y
honestos. Y por eso, muy a menudo no nos tomamos el tiempo necesario de
hacer una investigación profunda para determinar si una persona que ha
entrado en nuestras vidas es, de verdad, una “buena persona.”
Y cuando luego
nace un conflicto, caemos automáticamente en la suposición cultural de que
en cualquier conflicto, una de las partes tiene parcialmente razón de algún
modo, y la otra de algún otro, y que podemos formarnos una opinión sobre qué
parte está más o menos en lo correcto.
A causa de nuestra exposición a las
normas del “argumento legal”, cuando se presenta cualquier conflicto,
pensamos automáticamente que la verdad se encontrará en alguna parte entre
los dos extremos.
En este caso, quizás sea útil aplicar una pequeña lógica
matemática al problema del argumento legal:
Imaginemos que en una pelea, un lado es inocente, honesto, y dice la verdad.
Es obvio que mentir no le aporta ningún beneficio a una persona inocente; ¿qué
mentira puede decir? Si es inocente, la única mentira que puede decir es
confesar falsamente “Fui yo quien lo hizo.”
En cambio, la mentira no es más
que buena para el mentiroso. Él puede declarar ese “Yo no lo hice,” y acusar
a otro de haberlo hecho, al mismo instante que la persona inocente a quien
ha acusado está diciendo “Yo no lo hice,” y está realmente diciendo la
verdad.
La verdad - cuando está bien distorsionada por buenos mentirosos, siempre
puede hacer que una persona inocente parezca mala - especialmente si el
inocente es honesto y admite sus errores.
La suposición básica de que la verdad se encuentra entre el testimonio de
las dos partes siempre se torna en ventaja hacia el que miente y en contra
del que dice la verdad. Bajo la mayoría de las circunstancias, esta
desviación sumada al hecho de que la verdad también va a ser deformada de
tal manera a perjudicar a la persona inocente, resulta en que la ventaja
siempre queda en manos de mentirosos - psicópatas.
Hasta el simple acto de
hacer una declaración bajo juramento es inútil. Si alguien es mentiroso,
hacer un juramento no significa nada para esa persona. Sin embargo, hacer un
juramento actúa fuertemente en un testigo serio, veraz.
Una vez más la
ventaja va para el lado del mentiroso.
[Robert Canup ]
Esto subraya una de las únicas cosas sobre un psicópata: su aparente
incapacidad de concebir la idea abstracta “del futuro”.
Se ha observado a menudo que los psicópatas corren con una clara ventaja
sobre los seres humanos con consciencia y sentimientos, porque el psicópata
no tiene consciencia ni sentimientos.
Lo que parece ser es que la
consciencia y los sentimientos están relacionados con el concepto abstracto
de “futuro” y de “otros”. Es “espacio-temporal”.
Podemos sentir miedo,
condolencia, empatía, tristeza, y demás porque podemos IMAGINAR el futuro de
una manera abstracta, basándonos en nuestras propias experiencias pasadas, o
aunque no sea más en “conceptos de experiencias” en innumerables variaciones.
Podemos “predecir cómo van a reaccionar los otros, porque podemos “vernos a
nosotros mismos” en ellos, aunque estén “ahí afuera” y que la situación sea
de algún modo diferente vista desde el exterior, aunque similar en su
dinámica. Es decir, no sólo podemos identificarnos con otros espacialmente - por decirlo de algún modo
- sino también temporalmente - en el tiempo.
El psicópata no parece tener esta capacidad.
Son incapaces de “imaginar” en el sentido de poder realmente conectarse con
imágenes en algo así como una manera directa de “un ser conectándose con
otro ser”.
Ah, de hecho, pueden imitar sentimientos, pero los únicos verdaderos
sentimientos que parecen tener - eso que los conduce y los hace fingir
diversos dramas para causar efecto - son una especie de “hambre predatoria”,
de lo que desean. Es decir, “sienten” la necesidad/el deseo como amor, y el
no ser satisfechos en sus necesidades/deseos es descrito por ellos como el
“no ser amados”.
Además, esta perspectiva de “necesidad/deseo” determina que
solamente el “hambre” del psicópata es válida, y cualquier cosa que esté
“allí afuera,” todo lo que está fuera del psicópata, no es verdadero,
excepto en tanto tenga la capacidad de ser asimilado por el psicópata como
una clase de “alimento”. “
¿Puede ser utilizado o proporcionar algo?” es la
única preocupación que el psicópata parece tener. Todo el resto - toda
actividad - está subsumido en esta tendencia.
En pocas palabras, el psicópata - y el narcisista en un menor grado - es un
depredador.
Si pensamos en la interacción entre los depredadores y sus
presas en el reino animal, podemos llegar a tener una cierta idea de lo que
se esconde detrás de la “máscara de la cordura” del psicópata.
Del mismo
modo que un animal depredador adoptará toda clase de funciones furtivas
posibles para acechar a su presa, sacarla fuera de la manada, acercársele y
disminuir su resistencia, el psicópata construye todo tipo de camuflaje
elaborado compuesto de palabras y apariencias - mentiras y manipulación - para “asimilar” a su presa.
Esto nos conduce a una pregunta importante: ¿qué es lo que el psicópata
REALMENTE obtiene de sus víctimas?
Es fácil ver lo que buscan cuando mienten
y manipulan por dinero, bienes materiales o poder. Pero en muchos casos,
tales como en las relaciones amorosas o en las falsas amistades, no es tan
fácil ver lo que el psicópata está buscando.
Sin desviarnos demasiado en
especulaciones espirituales - un problema que Cleckley también confrontó - podemos decir solamente que pareciera ser que el psicópata GOZA de hacer
sufrir a otros. Del mismo modo que los seres humanos normales disfrutan de
ver a otra gente feliz, o de hacer cosas que hagan reír a otros, el
psicópata disfruta de todo lo contrario.
Cualquiera que haya observado alguna vez a un gato jugando con un ratón
antes de matarlo y de comerlo, se explicó probablemente a sí mismo que el
gato “se entretiene” simplemente con las travesuras del ratón y que es
incapaz de concebir el terror y el dolor sentidos por el ratón. Y el gato,
por lo tanto, es inocente de cualquier intento malvado. El ratón muere, el
gato se alimenta, y eso es la naturaleza. Los psicópatas por lo general no
comen a sus víctimas.
Sí, en casos extremos la dinámica del gato y el ratón son llevados a cabo y
el canibalismo posee una larga historia, en la que se asumía que ciertos
poderes de la víctima podían ser asimilados comiendo alguna parte de ella en
especial. Pero en la vida cotidiana los psicópatas y los narcisistas no
llegan a tanto, por así decirlo.
Eso hace que observemos con otros ojos la
situación del gato y del ratón.
Ahora preguntamos:
-
¿Es demasiado simplista
pensar que el gato, inocente, se divierte simplemente con el ratón que corre
por todo lados y que intenta frenéticamente escaparse?
-
¿Hay algo más en esta
dinámica que salte a la vista?
-
¿Hay algo más que el hecho de estar
“entretenido” con las travesuras del ratón que intenta huir?
-
¿Después de
todo, en términos de evolución, por qué tal comportamiento sería atribuido
al gato?
-
¿Es el ratón más sabroso debido a las substancias químicas del
miedo que corren por su cuerpecito?
-
¿Es un ratón paralizado de terror una
mejor comida de “gourmet”?
Esto sugiere que debamos rever nuestras ideas sobre los psicópatas con una
perspectiva levemente diferente.
Algo que sí sabemos es: mucha gente que
experimenta interacciones con psicópatas y narcisistas dice sentirse
“agotada” y confundida, y a menudo notan posteriormente un deterioro en su
salud.
¿Quiere esto decir que parte de la dinámica, parte de la explicación
del porqué los psicópatas perseguirán “relaciones amorosas” y “amistades”
que ostensiblemente no pueden dar lugar a ningún beneficio material
observable, es que hay una consumo real de energía?
No conocemos la respuesta a esta pregunta.
Observamos, teorizamos,
especulamos y formulamos hipótesis. Pero al fin y al cabo, solamente la
víctima como individuo puede determinar lo que ha perdido en la dinámica - y
es a menudo mucho más que bienes materiales.
En cierto modo, parece que los
psicópatas son comilones de almas o “Psicófagos.”
El siguiente enlace conduce a una discusión, a
una lista de puntos, y a una
“guía de supervivencia” para tratar con el psicópata en sus tantos disfraces,
compuesta por un individuo con experiencia personal.
Esperamos que ayude al
lector a evitar interacciones perjudiciales, y que usted pueda aprender de
nuestros errores y de los errores de otros que han compartido sus historias
con nosotros.
El GFC se encarga de atraer su atención a toda información que le ayudará a
vivir una vida al resguardo de las manipulaciones asesinas de almas de otros.
Nota: Nuestro Sincero
Agradecimiento a la dueña del sitio Web sobre el
Psychopathic Personality
Desorden (Desorden Psicopático de la Personalidad) por su cordial permiso
para citar su investigación cuando armamos este informe. Hasta que
comenzamos a investigar, NO teníamos LA MENOR idea de lo extenso que era el
problema, ni de cuántas victimas hay.
Video
La Defensa en Contra del Psicópata
-
El Arte de La Supervivencia Urbana
-
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logos5x5
Septiembre 18, 2011
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Imagine - si puede - no tener una conciencia, ninguna en absoluto, ningún
sentimiento de culpa o de remordimiento, sin importar lo que haga, ningún
sentido de preocupación por el bienestar de gente ajena, amigos, o hasta
miembros de su familia, que pueda limitarlo.
Imagine no vivir ninguna lucha
contra la vergüenza, ni siquiera una en toda su vida, sin importar qué clase
de acción egoísta, perezosa, dañina o inmoral usted haya realizado.
Y finja que el concepto de responsabilidad le es desconocido, excepto como
una carga que otros parecen aceptar sin discutir, como tontos crédulos.
Ahora agregue a esta fantasía extraña la capacidad de esconderle a la gente
que su psicología es radicalmente diferente a la suya. Puesto que todos
asumen simplemente que la conciencia es universal entre seres humanos,
ocultar el hecho de que usted no tiene conciencia no necesita casi ningún
esfuerzo de su parte.
No es frenado de ninguno de sus deseos por culpabilidad o vergüenza, y otros
nunca lo enfrentan por su sangre fría. El agua congelada en sus venas les es
tan extraña, tan totalmente fuera de su experiencia personal, que raramente
llegan a conjeturar siquiera sobre su condición.
En otras palabras, usted está totalmente libre de restricciones internas, y
su libertad desenfrenada para hacer lo que le apetezca, sin remordimientos
de conciencia es, favorablemente para usted, invisible al resto del mundo.
Usted puede hacer cualquier cosa, y así y todo su extraña ventaja sobre la
mayoría de la gente, que está alineada por sus conciencias, seguirá muy
probablemente sin ser descubierta.
¿Como vivirá usted su vida?
¿Qué hará con su ventaja enorme y secreta, y con la incapacidad
correspondiente de la gente (conciencia)?
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