por Neev M. Arnell
10 Junio 2011
del Sitio Web NaturalNews

traducción de Adela Kaufmann
Versión original


El litio, la droga psiquiátrica prescrita para la depresión, la manía y el trastorno bipolar es ahora considerada como el nuevo fluoruro por algunos expertos.

Estos expertos están clamando para que sea agregado el litio al suministro de agua como una panacea para los problemas sociales, incluyendo el suicidio, el crimen violento y el consumo de drogas.
 

 


El litio es el nuevo Fluoruro

El Dr. Gerald Schrauzer, quien publicó el primer artículo en 1989 conectando el litio en el suministro de agua a la disminución de ciertos comportamientos sociales indeseables, se interesó en el litio después de crecer al lado de una "fuente milagrosa" en Franzensbad, Checoslovaquia.

Esta fuente conteniendo litio se alegó que moderaba particularmente el temperamento de la mujer.

Durante siglos, la gente en todo el mundo ha sido atraída a aguas como éstas para beneficios de calmar, y los científicos desde entonces han atribuido los beneficios a niveles inusualmente altos de litio natural.

Por supuesto, esto así es como se produjo la adición de flúor al suministro de agua. Se descubrió que las personas con "Manchas Café de Colorado" o "Dientes de Texas", nombres que describen un moteado y manchas en el esmalte de sus dientes, vivían en zonas en Colorado y Texas, que tenían mayores niveles naturales de fluoruro.

Se creía que el fluoruro que ocurre naturalmente en el agua hace el esmalte de los dientes más duros y más resistentes a las caries, por lo que fue sugerido que el fluoruro fuera distribuido a través del suministro de agua en beneficio de la salud pública.

Desafortunadamente, ahora sabemos que las "Manchas Café de Colorado" o los "Dientes de Texas" fueron casos de fluorosis dental, que pueden causar picaduras y descomposición de los dientes en su forma más severa, y puede llegar a causar que los dientes se vuelvan estructuralmente más débiles.

El 41 por ciento de los adolescentes estadounidenses ahora sufren de esta condición de fluoruro inducido.

 


El argumento para esto

Los defensores del litio en el suministro de agua alegan que tiene importantes beneficios.

Un estudio de 2009 en 18 comunidades en Japón mostró que aquellos con mayores niveles de fluoruro ocurriendo naturalmente fueron significativamente menos vulnerables al suicidio.

Un estudio de este año corroboró los resultados, que muestran que entre 4 y 15 por ciento de la variación de los suicidios a través de 99 condados en Austria se debió al contenido de litio en el suministro de agua regional.

"Como cuestión de ciencia empírica, esta conexión entre el litio a base de agua y el suicidio está volviéndose absolutamente ampliamente reconocido", dijo Jacob Appel, un psiquiatra y especialista en bioética del Hospital Mount Sinai en Nueva York.

"La investigación, cuando alguien de una orientación científica lo lee, es convincente - incluso si pudiera ser asombroso."

Si la investigación sigue mostrando buenos resultados, Appel ve a Estados Unidos como un posible primer candidato para la implementación, citando como precedente cuan fácilmente los alimentos modificados y "fortificados" genéticamente han sido aprobados por el gobierno de los Estados Unidos y aceptado por los consumidores estadounidenses.
 

 


El público no lo cree

Parece que los expertos que proponen la idea de la adición de litio al suministro del agua a menudo se encuentran con opiniones duras y a veces violentas.

El Dr. Allan Young, profesor de psiquiatría del Imperial College de Londres, quien publicó un comentario en 2009 sobre el tema, recibió un puñado de amenazas de muerte y fue comparado con un nazi. También ha recibido 500 correos electrónicos virulentos tras publicar un artículo en The Huffington Post, varios de los cuales eran tan provocativos que le hizo ponerse en contacto con las autoridades.

Sin embargo, incluso los expertos entusiasmados en añadir litio al abastecimiento de agua están cautelosos sobre las consecuencias imprevistas.

En primer lugar, todavía no está claro cómo el litio afecta al cerebro y, en segundo lugar, también existe la posibilidad de introducir cambios en la personalidad del receptor.

"El litio sin duda amortigua la impulsividad, lo que explicaría la forma en que amortigua las tasas de suicidio", dijo Young.

"Pero a nivel de población, ¿Qué hay si la impulsividad que está siendo dirigida de manera sana - hace que la persona salte a los rieles del metro para salvar una vida?"

La adición de litio al suministro de agua también podría tener la consecuencia involuntaria de una extensiva homogeneización de la personalidad generalizada, de acuerdo con Peter Kramer, psiquiatra de la Brown Medical School.

"Cuando se cambian estos factores de resiliencia en el cerebro, también se verán otros cambios, las personas son menos tímidas y menos vergonzosos, por ejemplo", dijo Kramer.

"Pero tal vez la gente quiere tener el derecho a no tener estos sutiles cambios que tienen lugar, sin tomar la decisión por sí mismos."

 


Libertad de elección

Para empezar, la psicología no siempre tiene el mejor registro con las soluciones de salud mental, especialmente cuando se trata de medicamentos con receta, como lo demuestra la implicación de los antidepresivos en los suicidios y los tiroteos en las escuelas.

Pero hay un problema mucho más evidente.

 

El Dr. Paul Connett, director de la Red de Acción Contra el Flúor ha estado luchando para sacar el fluoruro del agua en el 2 por ciento restante de los países del mundo que aún agregan el fluoruro, y uno de los principales argumentos en contra de la adición del flúor, o de cualquier droga - el litio incluida, en el suministro de agua es que usted no puede controlar la dosis que obtendrá cualquier persona.

Connett argumenta que, para medicar a la masa de esta manera, el gobierno tendría que asegurarse de que la dosis para cada individuo en la sociedad sea un nivel seguro y completamente no tóxico - esto significa acomodar una dosis adecuadamente segura para todos, incluyendo a los bebés, a los hombres grandes o diferentes razas, etnias, edades y sexos.

Si fuera posible incluso llegar a esa dosis, Connett argumenta que tal política viola el consentimiento informado, porque los que beben el agua no se están haciendo conscientes de los riesgos asociados con la droga y no tienen el derecho a optar en casi de no querer asumir esos riesgos.

 


Fuentes