por
José Agustín Reverón Orta
25 Agosto 2010
del Sitio Web
Articuloz
Dr. Jacinto Convit,
el médico de la esperanza.
Buena
Noticia Para Venezuela Y el Mundo!
Ya esta
disponible la vacuna contra el cáncer de mamas, colon y
estómago, descubierta por el. Dr Venezolano Jacinto
Convit, y está disponible en el Hospital Vargas de
Caracas y la aplicación es gratuita información por el
teléfono
+58 0212
8626807
GRATIS |
En días pasados,
Venezuela se conmovió por una extraordinaria noticia que provenía de
un científico venezolano de talla mundial como lo es el Dr. Jacinto Convit.
Dr. Jacinto Convit
Inventor de la vacuna
a los 92 años
En efecto, este ilustre
ciudadano, como es de todos conocidos fue quien, en otrora
descubriera la cura de la Lepra, enfermedad está que fue destructora
en la sociedad.
Dicha noticia fue la
creación de una vacuna que cura el cáncer de seno, colon y estómago.
Sus dotes de investigador y esa sensibilidad humana han producido, a
sus 92 años, la cura milagrosa de este mal.
El Dr. Jacinto Convit ha sido postulado al Premio Nobel de Medicina.
Afirma este ilustre médico, que cuando ayuda al prójimo y ve como
cura una enfermedad, siente una gran satisfacción.
Actualmente, a
sus 92 años, se encuentra a cargo de la dirección del Instituto
Nacional de Biomedicina del Hospital Vargas. Tal es la humildad de
este científico, que ese anuncio de la vacuna contra el cáncer, ha
pasado por “debajo de la mesa” sin alardes ni escándalos.
De acuerdo a lo explicado por el Dr. Convit, dicha vacuna se
encuentra compuesta por células mutantes del paciente, las cuales
poseen varios tipos de células.
Para este científico,
“la mutación
es la que provoca la recaída más adelante en el paciente, al
combinar un gramo de células cancerígenas que tan solo tiene, si
acaso, el costo de 5 dólares, el paciente desarrollo una mejoría en
su propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen
las células cancerígenas”.
Ahora bien, aquellos a los que se les ha
suministrado la vacuna han sido satisfactorios, ya han pasado por
pruebas al punto que dijo que los resultados obtenidos en los
pacientes de cáncer en el colon, estómago y seno, han evolucionado
satisfactoriamente y estos asisten con una inmensa fe y en gran
cantidad.
Y como científico, demostrando que su actividad solo es en
beneficio de quienes lo solicitan sin pago alguno, sin que exista
recompensan dineraria, dijo que solo quiere contribuir en la vida de
los pacientes, impartir tratamientos y no buscan dinero de nadie, es
solo el interés de llamar a los pacientes para que asistan al
Instituto y que lo más importante, es el carácter gratuito de la
vacuna en
el Hospital Vargas.
Yo personalmente me siento, como venezolano, honrado por este médico
que solo busca el beneficio de su gente y nunca el beneficio
personal, como siempre lo ha hecho en su importantísima vida
profesional.
Esta nota no puede ser
escondida, pasada al olvido, ya que tiene un contenido de vida para
todos nosotros.
¡Honor a quien honor
merece!.
Creadas Vacunas Contra Cáncer
...de Seno, Colon y Estómago en
El Hospital Vargas de Caracas
por Jennifer
Albornoz
07 Junio 2010
del Sitio Web
Informe21
Con una sonrisa afable y una tranquilidad envidiable en medio del
bullicio caraqueño, se encuentra el Dr. Jacinto Convit,
rodeado de premios y placas de reconocimientos bien válidos, uno de
los más grandes científicos que ha dado Venezuela, se mantiene a
cargo de la dirección del Instituto Nacional de Biomedicina del
Hospital Vargas.
A sus 92 años atiende
bien dispuesto a sus pacientes tres veces por semana.
Este insigne médico
venezolano, con más de 72 años de ejercicio explica que nunca tuvo
interés alguno de trabajar en el lado privado de la medicina, cuenta
con 51 años de labor ininterrumpida en
el Hospital Vargas y 35 años en la
conducción del Instituto de Biomedicina.
Genio nacido el 11 de septiembre de 1913 en la parroquia La Pastora,
mejor conocida por el descenso de hermosas mariposas amarillas
procedentes de las faldas del Ávila.
Hijo de inmigrante catalán y de madre venezolana de origen canario,
inició sus estudios en el Liceo Caracas.
Cursó el bachillerato en el Liceo Andrés Bello, alumno destacado del
gran maestro Rómulo Gallegos en la cátedra de Filosofía y
Matemáticas, sin duda la emoción destila en la límpida mirada de sus
ojos azules, al rememorar su juventud el reconocido académico
expresó:
“Qué buenos
recuerdos, un profesor ejemplar de talante visionario”.
En 1932 ingresó a la
escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela donde
obtuvo el título de Doctor en Ciencia Médicas en 1938.
Una invitación le cambiaría la vida y demarcaría su destino en el
año 1937, el doctor Martín Vegas conocido pionero en los
estudios sobre la lepra dio a conocer a Convit, la vieja casona de
Cabo Blanco en el estado Vargas, la cual albergaba a cientos de
pacientes afectados por lacería o lepra.
En aquel tiempo esta enfermedad era el causal del prejuicio más
arraigado dentro de la sociedad, a los leprosos se les encadenaba y
eran custodiados por autoridades policiales, imagen que definiría el
carácter humano de Convit, quien ante tal maltrato, exigió a los
guardias un mejor proceder con los enfermos.
La compasión y el querer por los pacientes no tuvieron límites en
Jacinto Convit, quien unió esfuerzos junto a seis médicos
venezolanos y dos italianos, para encontrar la cura a esta
enfermedad.
Luego de varias investigaciones con el único remedio empleado en
estos pacientes, el aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el
compuesto de Sulfota y Clofazimina podía fungir con gran efectividad
en contra de este mal, lo que conllevó el cierre de las conocidas
leproserías donde los enfermos eran encerrados y vejados en su
condición humana.
En el año 1988, los grandes avances en estudios epidemiológicos, le
valieron una nominación al Premio Nobel de Medicina, por el
descubrimiento de la vacuna contra la lepra, la cual resultó de la
combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo
Mycobacterium leprae.
Un año antes de esta
nominación, Convit recibió el premio Príncipe de Asturias de
Investigación Científica y Técnica.
AVANCES
CERCANOS
En una entrevista para este rotativo (Diario 2001), Jacinto Convit
nos cuenta, con la sencillez propia del galeno de antaño,
“hemos desarrollado
a través de terapias de inmunología la vacuna contra el cáncer
de seno, de colon y de estómago”.
Acompañado de una gran
sonrisa, el invaluable científico venezolano, lanzó este enunciado
sin ton ni son, en este sentido agregó que,
“el precio es enorme
para combatir estas enfermedades, las terapias de quimioterapia
son sumamente costosas para los pacientes, la quimio puede
costar cerca de 3.000 dólares, la vacuna que venimos
desarrollando en inmunoterapia del Vargas es gratuita”.
El investigador comentó
que tal vacuna está compuesta por células mutantes del paciente, las
cuales poseen varios tipos de células y no una sola,
“la mutación es la
que provoca la recaída más adelante en el paciente, al combinar
un gramo de células cancerígenas que tan sólo tienen si acaso el
costo de 5 dólares, el paciente desarrolla una mejoría en su
propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen
las células cancerígenas”, reiteró.
Sin embargo, no todo
queda allí, el especialista en enfermedades parasitarias, indicó que
ha obtenido grandes resultados en los pacientes a quienes se les ha
suministrado esta vacuna, en mención especial a las afectadas con
cáncer de seno, que a juicio de esta eminencia,
“son las que asisten
a nuestro recinto, con una inmensa fe y en gran cantidad”.
Por lo que sostiene,
“como esta vacuna no
hay ninguna, en el país no es frecuente la producción de
vacunas, somos más bien quienes las recibimos de otros países”.
Emocionado y con una
lucidez increíble afirmó que,
“desde el Hospital
Vargas queremos contribuir en la vida de los pacientes, queremos
impartir tratamientos, no buscamos dinero de nadie, sólo
llamamos a los enfermos para que asistan a este instituto”.
El talante de este genio
y las ganas de hacer el bien al prójimo siguen intactas a pesar del
paso de los años, aluden a un médico comprometido y un legado de
vida sin distinción,
“uno trabaja para la
gente que sufre, que no tiene dinero no hay nada más precioso
que ver que la enfermedad se cura, el médico no debe
enriquecerse con esta carrera, venimos a salvar vidas, esa es la
paga más invaluable del mundo”, concluyó el hijo consentido que
ha dado la parroquia La Pastora.
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