CAPÍTULO 3 -
La conspiración de los Rockefeller y la Comisión Triláteral
Independientemente de su precio, la Revolución China ha tenido un éxito
evidente no sólo a la hora de crear una administración más eficaz y
entregada, sino también a la hora de fomentar una moral alta y un propósito
común [ ... ] el experimento social llevado a cabo en China bajo el mandato
del presidente Mao es uno de los éxitos más importantes de la historia de la
humanidad.
DAVID ROCKEFELLER
(1973)
Toronto, hogar de más de cinco millones de personas, es el mayor centro
financiero de Canadá y el cuarto mayor de América del Norte. Sólo Nueva
York, Chicago y Los Ángeles son más importantes a nivel financiero.
Es la
sede de la Bolsa de Toronto, la tercera de América del Norte en valor
negociado, la novena del mundo y la única de América del Norte con un
sistema de cotización y comercio completamente computarizado. Las leyes de
Toronto y Canadá se basan en la ley británica y en el sistema parlamentario
inglés.
A menos de una hora en coche de Toronto se encuentra la mayor
concentración de industria y fabricantes automovilísticos de todo Canadá.
Toronto cuenta además con el único castillo de verdad de toda América del
Norte, una construcción magnificente erigida sobre una colina con vistas al
centro de la ciudad, conocido como el castillo Casa Loma.
La Canadá Trust Tower, en el centro del distrito financiero de Toronto, una
versión reducida del famoso Wall Street de Nueva York, es uno de los
rascacielos más característicos de la ciudad, una Estructura de cincuenta y
tres pisos y doscientos sesenta y un metros
de altura construida en 1990 por el famoso arquitecto español
Santiago
Calatrava.
Treinta y cinco kilómetros al noroeste del centro de Toronto está el CIBC
Leadership Centre, en King City, la sede de la conferencia Bilderberg de
1996. El centro CIBC está, de hecho, fuera de King City, en King Township,
una región de grandes y exclusivos criaderos de caballos en la que se acoge
a los miembros de la familia real británica cuando visitan Canadá.
Este
maravilloso centro, propiedad de uno de los mayores bancos canadienses -el Canadian Imperial Bank of Commerce - se ubica sobre cinco kilómetros de
senderos naturales que atraviesan bosques y colinas. No es sorprendente que
los bilderbergers se decidieran por este selecto lugar.
Los medios y agencias de noticias de Toronto fueron puestos sobre aviso de
esta reunión por una serie de faxes, llamadas y memorándums que mandamos Jim
Tucker y yo mismo, especialmente después de que supiéramos por fuentes
internas a la reunión que la conferencia de 1996 iba a utilizarse como
escenario para tratar la inminente fractura de Canadá a través de una
Declaración Unilateral de Independencia en Quebec a principios de 1997.
El
objetivo era
fraccionar Canadá para facilitar una Unión Continental con
Estados Unidos hacia el año 2000. Este objetivo hubo de posponerse hasta
2005 y luego hasta 2007. Como regla general, las reuniones Bilderberg jamás
se mencionan en la prensa, pues la prensa generalista es propiedad de los
bilderbergers. Este velo de secretismo fue rasgado el 30 de mayo de 1996, el
primer día de la conferencia, por un artículo en la primera plana de uno de
los periódicos de mayor circulación y prestigio de Canadá, el Toronto Star.
Bajo el titular «Black acoge a líderes mundiales», John Deverell, un
periodista de la sección de negocios del periódico, subrayó que no sólo el
editor canadiense lord Conrad Black había ofrecido doscientos noventa y
cinco millones de dólares para hacerse con el control de la mayor cadena de
periódicos canadienses sino que, además,
« ... ahora es el anfitrión de una
reunión de cuatro días fuertemente protegida por guardias a la que acuden
líderes mundiales y monarcas al norte de Toronto».
Deverell nombró a algunos
de los
100 asistentes elegidos a dedo de todo el mundo, extraídos de la lista que
Tucker y yo le suministramos.
Esta fue la primera vez en la historia de las conferencias Bilderberg en que
un periódico importante les dedicó su atención, habitualmente las reuniones Bilderberg ni siquiera se mencionan en los grandes medios. Los bilderbergers
no están acostumbrados a tener que dar explicaciones a nadie, especialmente
dado que algunos de sus miembros controlan importantes periódicos, cadenas
de periódicos y agencias de noticias.
Pero la conferencia de 1996 no fue una
conferencia común ni Canadá es un país cualquiera. Cuando los principales
medios comenzaron a confirmar la información a través de sus fuentes
privadas y gubernamentales, les quedó inmediatamente claro que Canadá, uno
de los estados más ricos y bellos del mundo, iba a ser despiadadamente
troceado por los bilderbergers y el
Nuevo Orden Mundial.
Los bilderbergers
deberían haber sabido que, cuando lo que está en juego es la propia
libertad, la mera posesión de los medios no puede impedir que los editores,
correctores, articulistas, asistentes y periodistas de investigación de la
televisión, radio y de la prensa escritas difundan la verdad entre el
público. Lo que los bilderbergers habían considerado meramente una fuga se
convirtió rápidamente en una inundación y luego en una avalancha que se
llevó a todo el mundo por delante.
Sólo en la conferencia de 1999 en Sintra,
Portugal, relajaron los bilderbergers las extremas medidas de seguridad que
impusieron tras su mayor derrota: la conferencia de Toronto.
A las 7:45 de
la mañana del 30 de mayo de 1996, el legendario locutor de 680-NEWS
Dick
Smythe, el más seguido en el área metropolitana de Toronto, emitió el
siguiente informe, que fue transmitido a intervalos regulares como parte de
sus noticias:
«Bien, esto parece el guión de una película de conspiraciones,
en la que los importantes y poderosos del mundo se reúnen en secreto. Conrad
Black celebra su conferencia Bilderberg anual. Doy paso a Karen Parons,
reportera de 680 ...
"Alrededor de cien notables, entre ellos los reyes de
Holanda y España, Henry Kissinger, el secretario de Defensa de Estados
Unidos William Perry y nuestro primer Ministro se han reunido para la
conferencia. También han venido los presidentes de la Ford, la Xerox, el Bank of Commerce y Reuters.
Black dice que están prohibidos los periodistas para que los debates sean
íntimos y sinceros. Dice que "las discusiones pueden ser bastante
acaloradas."
Se exige a los participantes que presten voto de silencio. La
conferencia del año pasado se celebró en tres hoteles de lujo en las cumbres
de las montañas suizas. Este año se celebra en un balneario de lujo de
sesenta millones de dólares en King City.»
La prensa canadiense también
distribuyó un breve informe sobre el hasta entonces secreto encuentro, que
ha sido publicado hoy, entre otros periódicos, por el Toronto Sun, que
cuenta con más de trescientos cincuenta mil suscriptores. La libertad y su
pérdida ... a veces no pienso en ella durante los intervalos de nuestro
destino.
¿Qué estoy haciendo persiguiendo a esa gente por todo el mundo?
¿Qué es lo que busco? Tiene que haber una forma más sencilla de ganarse la
vida ... pero se lo debo a mi padre.
El 19 de abril de 1975 fue la última vez que vi a mi padre vivo, un
hombretón en bata y zapatillas. Desde la fotografía me miran mis ojos
desesperados, los ojos de un niño de nueve años, asustado, incapaz de
imaginar, de comprender, no lo suficientemente mayor para ponerme en el
lugar de este hombre barbudo, que sólo unas horas antes me abrazaba pero que
ahora se ha ido.
Los médicos dictaminaron la muerte clínica de mi padre diecisiete días
después, el 6 de mayo de 1975. Fue un científico famoso, un hombre de gran
dignidad y honor que pasó su vida entera luchando por el derecho de los
hombres a decir 10 que piensan. Quizá eso no parezca algo extraordinario en
cualquier país en que la libertad de expresión forme parte fundamental del
entramado básico de la sociedad, pero no era así en la vieja dictadura de la
Unión Soviética.
Mi padre sobrevivió diecisiete días de tortura brutal,
diecinueve horas de dolor diarias cada uno de esos días. Trescientas
veintitrés horas de sufrimiento inhumano provocadas por la Policía Secreta
soviética. Le aplastaron los testículos, le rompieron la mano derecha por
ocho sitios y sufrió una perforación en un pulmón como consecuencia de los
golpes que le daban los cinco bestias que le dieron una paliza.
Me gustaría decides
que se mantuvo firme, que no se le oyó ni un suspiro, que se rió de sus
torturadores, que ...
¿Puede que mi obsesión sea un eterno y fútil esfuerzo de cambiar la
dirección en que avanzo en el tiempo, de caminar hacia atrás al
pasado atrincherado en lugar de hacia el cambiante futuro con la intención
de liberar a aquel hombre de aquel sufrimiento injusto?
Pero por mucho que
lo intente, no conseguiré alcanzarle.
El 1 de junio, «Big» Jim Tucker y yo, junto con un pequeño grupo de
activistas a tiempo parcial, celebramos lo que se estaba convirtiendo en un
éxito extraordinario. Todos los grandes periódicos del país querían
entrevistamos, las cadenas de televisión buscaban constantemente nuevas
noticias y las cadenas de radio nos se guían por toda la ciudad.
Nos
reuníamos en la Horseshoe Tavem de Queen Street.
Antes, ese mismo día recibí una llamada de una de mis fuentes que me pidió
que nos viéramos urgentemente antes de las reuniones del día siguiente.
Quedamos en la Galería de Calatrava, junto a la Trust Tower, uno de los
lugares menos sospechosos de todo Toronto debido a su inmensidad y a las
ingentes cantidades de turistas que pasan por allí fotografiando y grabando
en vídeo la principal atracción arquitectónica de Toronto.
Llegué allí cruzando el Mercado de Kensington, equivalente a lo que sería en
Madrid el Rastro. Al doblar la esquina vi a mi contacto hojeando los
periódicos en un quiosco con una bolsa de plástico en la mano izquierda y
una revista enrollada en la derecha. Tras un breve cruce de miradas y sin
que diéramos muestras de reconocer al otro, me moví silenciosamente hacia la
entrada de la torre, donde un amigo que trabajaba en el mercado inmobiliario
me había conseguido una sala en uno de los últimos pisos del edificio, con
unas vistas maravillosas a la ciudad. Me subí en un ascensor, mirando
nerviosamente tras de mí.
Mi contacto me siguió cinco minutos después.
Habíamos conseguido mucho en los últimos días. Por una vez, le habíamos
ganado claramente la mano a los Bilderbergers. La cobertura mediática había
sido tremenda y Kissinger estaba muy enfadado, lo que era buena señal. Los
planes para la inminente disgregación de mi país de adopción fueron
temporalmente aplazados.
¿Qué más se podría haber logrado en tan poco
tiempo?
Aun así, yo sabía que se' trataba sólo de una victoria temporal.
Aquella gente volvería y habría aprendido la lección querían aplastar toda
resistencia, regir el mundo sin el consentimiento de éste, por la fuerza de
las armas o del pan.
A doscientos cuarenta metros sobre el suelo la ciudad estaba quieta. Las
ventanas me aislaban de los sonidos de la urbe. En ese momento me sentí como
si mirara hacia adentro desde afuera. ¿Serviría para algo todo aquello?
¿Comprendería la gente que nos enfrentábamos a un peligro inminente?
Un discreto golpe en la pesada puerta de madera interrumpió mis
pensamientos.
-Pase - dije, apenas levantando la voz.
Mi fuente, que llevaba guantes de piel, cruzó lentamente el umbral que
separaba el desnudo pasillo de la decoración art deco de la suite. Se movió
instintivamente hacia la ventana, contemplando momentáneamente la
extraordinaria vista del área en que el centro de Toronto se encuentra con
el lago.
-Esta vez les has parado - dijo la fuente, sopesando cada sílaba como si una
pequeña alteración en el registro pudiera haber cambiado el significado--.
La disgregación de Canadá sigue en marcha. Sólo es cuestión de tiempo.
-Quizá -dije-o Por ahora todo está bien y así seguirá hasta el próximo
encuentro. Quizá para entonces unos cuantos de ellos hayan muerto de viejos
o por accidentes o causas fortuitas.
-¿Fortuitas? ¿Fortuitas para quién? -contestó la fuente. De la revista que
mantenía férreamente agarrada sacó una serie de notas manuscritas, garabatos
que yo apenas habría sido capaz de descifrar solo.
-Creí que no se permitía tomar notas --dije, sonriéndole de oreja a
oreja.
-Tomar notas no se recomienda, amigo -me corrigió.
Eché un vistazo a la página. Podría descifrarlo. Conocía muy bien esa letra:
las «t» apenas trazadas y las «r» retorcidas, todo diligentemente escrito en
los confines de un papel pautado. Reflexioné un instante sobre lo que aquel
valiente arriesgaba al reunirse conmigo y entregarme esa valiosísima
información. ¿Por qué no había más personas como él en el mundo?
Quizá las
haya, sólo que no sabemos de la lucha que mantienen calladamente a miles de
kilómetros de nosotros.
-Debo irme -me dijo lentamente la fuente sin
levantar la mirada.
Extendí mecánicamente mi mano abierta en dirección de la fuente. Justo
cuando iba a encajar su mano en la mía, me abalancé sobre él y le di un
abrazo de oso.
-No le haré perder el tiempo dándole las gracias porque ningún
agradecimiento será suficiente para compensar lo que ha hecho por nosotros.
La fuente levantó la mirada.
-Debo irme.
-Nos iremos igual que hemos entrado
--dije-, con un intervalo de cinco minutos. Yo me iré primero.
-No se
preocupe. He dejado mi coche en el parking subterráneo. Podemos bajar juntos
en el ascensor.
La fuente se ajustó sus guantes de piel y apretó el botón del ascensor. La
luz azul brilló a través de su superficie transparente. Pude oír el sonido
sibilante del ascensor hidráulico acelerando desde las entrañas del edificio
a seis pisos por segundo.
-¿Cuándo volveré a verle? Sonó la campanilla y las puertas se abrieron. Di
un paso adelante para entrar en el ascensor.
-¡Cuidado! -gritó la fuente, agarrándome con
fuerza del brazo y tirándome hacia atrás.
Miré mecánicamente hacia el ascensor. Frente a mí se abría el sobrecogedor
vacío del hueco del ascensor, doscientos metros de caída y muerte hubieran
sido mi destino si la fuente no me hubiera apartado del abismo. Me
estremecí.
Un escalofrío subió por mi columna vertebral.
-El suelo -murmuré - ¿dónde está el suelo?
-Tenemos que salir de aquí ahora mismo! -dijo la fuente
- Alguien ha
manipulado el sistema. ¡Le esperaban! Escuche. No tome el ascensor. No es
seguro. Baje por las escaleras y llame a la Policía. Cuando lleguen aquí,
aprovecharé el momento y bajaré en ascensor hasta el garaje. ¡Rápido! ¡Vaya
ahora mismo!
Bajé los escalones de dos en dos agarrándome a la barandilla y aprovechando
la inercia para girar más rápidamente. Mi corazón latía alocadamente, como
consecuencia de haber estado al borde de la muerte y de tratar de descender
doscientos metros lo más rápido posible.
En uno de los pisos bajos pude oír
la trabada voz de un guardia de seguridad inmigrante que subía las escaleras
hacia mí.
- … er, … ter, … señor, ¿esta usted bien? ¿Qué ha sucedido? Me han llamado
en el intercomunicador del segundo piso ... alguien ha hecho que el ascensor
se detenga manualmente ... sólo se puede hacer en una emergencia ...
Le agarré por el brazo ..
-Por favor, llame a la Policía lo más rápido que pueda -le dije.
El hombre
sacó su walkie talkie y pude oír que alguien le contestaba. Seguí corriendo.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno ... llegué al suelo. Abrí las pesadas puertas
de metal que conducían al vestíbulo principal del edificio.
Afuera ya había
aparcados dos coches de policía y se comenzaban a reunir los primeros
curiosos al otro lado de las puertas giratorias.
-¿Es usted el hombre que se ha quedado atascado en el ascensor? preguntó el
oficial de policía de Toronto apuntándome con el índice y el corazón.
-No exactamente -murmuré, sacudiendo la cabeza con incredulidad-o He estado
a punto de entrar en un ascensor al que le faltaba una parte, es decir, el
suelo.
El policía dejó escapar una exclamación. Su compañero, bajo, de rasgos
marcados, bigote recortado y muñeca peluda se interesó:
-Sabe, hijo, tiene mucha suerte de estar vivo. Sólo los ciegos sobreviven a
estas situaciones. Un ciego jamás entraría en un ascensor sin asegurarse
primero de que el suelo está allí. Nosotros, sin embargo, damos siempre por
supuesto que lo está. Por eso es un milagro que haya sobrevivido. Cuando la
mafia quiere cargarse a alguien, éste es uno de sus métodos favoritos.
Era el 1 de junio de 1996. Estaba a punto de cumplir treinta años.
Era demasiado joven para morir. Le di al agente, que me miraba incrédulo de
vez en cuando, todos los detalles. El guardia de seguridad me preguntó otra
vez si estaba bien. Varias personas en la acera recordaron haber visto a un
hombre fornido de unos cuarenta años salir del edificio cinco minutos antes
de que llegara la policía. Llegó una furgoneta de policía y" dos agentes en
motocicletas. El espectáculo había comenzado.
Sin duda, el Club Bilderberg es el foro a la sombra del poder más importante
que existe, pero también la
Comisión Trilateral, una entidad poco entendida,
desempeña un papel fundamental en el esquema del Nuevo Orden Mundial y su
voluntad de conquista global, como voy a explicar en este capítulo.
La Comisión Trilateral fue creada en 1973. Su fundador y principal impulsor
fue el financiero internacional
David Rockefeller, por largo tiempo
presidente del Chase Manhattan Bank, institución controlada por la familia
Rockefeller. El primer encuentro tuvo lugar en Tokio entre el 21 y el 23 de
octubre de 1973. Sesenta y cinco personas pertenecían al grupo
estadounidense.
De ellos, 35 tenían relaciones entre cruzadas con
el CFR.
Regreso al futuro
Durante el primer año y medio, la comisión produjo seis informes llamados
«Informes del Triángulo».
Estos informes se han convertido en el sello
característico de la CT y han servido como directrices del desarrollo de sus
planes y como antena para evaluar la opinión del público: dos de ellos en el
encuentro de Tokio de octubre de 1973, tres en el encuentro de Bruselas en
junio de 1974 y uno en el encuentro de Washington de diciembre de 1974.
Gary Allen, en
El expediente Rockefeller, publicado en 1975, escribió lo
siguiente:
«Si los "documentos del triángulo" son indicación de algo,
podemos decir que existen cuatro ejes principales en el control de la
economía mundial:
-
El primero, en la dirección de crear un renovado sistema
monetario mundial - algo ya conseguido. El
Club Bilderberg,
la TC y
el CFR
han creado tres bloques económicos regionales: la CE, la Unión de las
Américas y la Unión Monetaria Asiática, que se está formalizando en la
actualidad.
-
El segundo, en la dirección del saqueo de nuestros recursos
para una ulterior radicalización de las naciones desposeídas - también
conseguido. Rockefeller y compañía enviaron miles de millones en tecnología
estadounidense a la URSS y a China como requisito del futuro Gobierno
Mundial Único y su Monopolio
-
El tercero, en la dirección de un comercio
escalonado con los comunistas - conseguido: distensión con los chinos y los
rusos
-
El cuarto, en la dirección de explotar la crisis energética para
ejercer un mayor control internacional - conseguido: la crisis energética de
1973 y el subsiguiente temor a la escasez energética, los
movimientos de defensa del medio ambiente y la guerra de Irak»1
La Comisión Triláteral -exclusivamente dedicada a hacer realidad la visión
del orden mundial de David Rockefeller, a conseguir la uniformidad
ideológica del mundo y al compromiso con el internacionalismo liberal- está
compuesta por las tres regiones claves a nivel comercial y estratégico del
planeta: Norteamérica, Japón y Europa Occidental Normalmente tiene alrededor
de 325 miembros que trabajan durante un período de tres años.
Holly Sklar
afirma en
Trilateralism: The Trilateral Commission y
Élite Planning for World
Management que,
«su propósito es dirigir la interdependencia global entre
esas tres grandes regiones de manera que los ricos salvaguarden los
intereses del capitalismo occidental en un mundo explosivo, probablemente
desalentando el proteccionismo, el nacionalismo y cualquier respuesta que
pudiese poner a la élite en contra de la élite. La presión económica será
desviada hacia abajo, en vez de lateralmente»?
Paul Volcker, miembro de la
CT y ex presidente de la Reserva Federal lo dijo más claramente si cabe:
«El
nivel [de vida] del americano medio tiene que disminuir.»
Volcker, por
cierto, procede del propio Chase Manhattan Bank de Rockefeller. 3
Rockefeller introdujo por primera vez la idea de la Comisión Trilateral en
un encuentro del Club Bilderberg en Knok-ke, Bélgica, en la primavera de
1972, después de haber leído el libro
Between Two Ages, escrito por el
profesor
Zbigniew Brzezinski de la Universidad de Columbia.
El libro
coincidía con la visión de Rockefeller de que,
«la gente, los gobiernos y las
economías de todas las naciones deben servir a las necesidades de los bancos
y las empresas multinacionales».
Dos meses más tarde, en julio de 1972, David Rockefeller, miembro del Club y
presidente del CFR, prestó su famosa residencia de Pocantico Hills, en las
afueras de Nueva York, como cuartel general de los primeros encuentros
organizativos de la Comisión Trilateral.
El propósito aparente de la CT
desde su inicio fue,
«crear y mantener la asociación entre las clases
dirigentes de Norteamérica, Europa Occidental y Japón», como se ve un
propósito de índole trilateral, porque según los hombres doctos que dirigían
la CT, «el público y los líderes de la mayor parte de los países continúan
viviendo en un universo mental que ya no existe, un mundo de
naciones separadas, y tienen [ ... ] dificultades para pensar en [ ... ]
perspectivas globales ... ».
La Comisión Trilateral está compuesta por presidentes, embajadores,
secretarios de Estado, inversores de Wall Street, banqueros internacionales,
ejecutivos de fundaciones, miembros de think tanks (generadores de ideas),
abogados de lobbies (grupos de intereses), líderes militares de la OTAN y
del Pentágono, ricos industriales, dirigentes de sindicatos, magnates de los
medios de comunicación, presidentes e importantes profesores de universidad,
senadores y congresistas, así como emprendedores adinerados.
Algunos de
ellos en funciones, otros retirados.
Holly Sklar añade que,
«la participación
de representantes de los trabajadores ayuda a controlar el aislamiento
popular y a reducir la distancia que separa a los miembros de la CT de las
masas de gente ordinaria».4
La diferencia entre el Club Bilderberg y la CT
es que el Club, mucho más antiguo, se limita a los miembros de la OTAN, es
decir, a Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá. Ahora, con la
ampliación de la UE y la OTAN, los ex representantes del pacto de Varsovia
están siendo admitidos en el Club.
Es interesante reseñar como anécdota que en 1998, en la cena del
5 aniversario de la Comisión Trilateral, Henry Kissinger reveló cómo y
quién la había creado:
«En 1973, cuando era secretario de Estado, David
Rockefeller vino un día a mi oficina a decirme que había pensado que yo
necesitaba un poco de ayuda. Debo confesar que, en aquel momento, yo no lo
veía tan claro. Así, propuso crear un grupo de americanos, europeos y
japoneses que viesen el futuro con antelación.
Y le pregunté,
"¿Y quién te va
a dirigir ese asunto, David?"
Rockefeller respondió,
"Zbig Brzezinski".
Sabía lo que quería decir. Había dado con algo importante. Cuando reflexioné
sobre ello, vi que había una necesidad real.» 5
Sin embargo, en sus memorias, Rockefeller no menciona los objetivos clave de
la formación de la Comisión Trilateral - aparte del obvio, que tampoco
Kissinger mencionó en su discurso: crear un nuevo cuerpo global que
incluyese al CFR, debilitado por la división de sus miembros a causa de la
guerra del Vietnam - tales como,
«tomar las riendas de la administración
Nixon, que se había aprovechado de las divisiones del establishment para
rechazar el
programa internacionalista liberal, y finalmente, fomentar la unidad de los
poderes industrializados como una alternativa temporal a las Naciones
Unidas, crecientemente dominadas por los estados radicalizados del Tercer
Mundo, de manera que juntos pudiesen conseguir su objetivo de "una política
global y una estructura económica más integrada».6
Rockefeller estaba muy
disgustado con la Nueva Política Económica (NPE) que Nixon puso en marcha en
1971 y que iba encaminada a imponer la dirección gubernamental de los
elementos más básicos del mercado a través del control de los precios y de
los salarios y el incremento de los aranceles.
La NPE congeló temporalmente,
durante un período de 90 días, los salarios y los precios para controlar la
inflación. La posición de Nixon se enfrentaba con la de Rockefeller, como
subraya éste en sus propias memorias y como bien apunta John B. Judis en su
revista, The Wilson Quarterly:
«El gobierno debe permitir que los mercados
tengan mucha más rienda suelta.»7
Según afirman los autores Daniel Yergin y
Joseph Stanislaw, en
The Commanding Heights, el establishment, representado
por la CT, el CFR y el Club Bilderberg, estaba indignado con que «los
funcionarios del gobierno se pusiesen ahora a establecer los precios y los
salarios». Mientras tanto, el intento de Rockefeller de meter en vereda a un
«errático» Nixon mediante un encuentro privado para discutir la «visión del
comercio y la economía internacional», fue rechazado por el jefe de Gabinete
de Nixon, H. R. Haldeman.
Joan Hoff, en
Nixon Reconsidered, explica que
después de que finalmente consiguiese ese encuentro con el presidente, la
postura de Rockefeller fue rechazada por uno de los funcionarios del
gobierno por «no ser especialmente innovadora».9
Esto debió ser la
humillación definitiva y la gota que colmó el vaso. Nixon y su heterogéneo
equipo ya estaban de patitas en la calle. La mayor parte de la NPE fue
finalmente abolida en abril de 1974, después de 17 meses de vida. Cuatro
meses más tarde Nixon dimitiría de su cargo.
Comisión Trilateral, una organización particularmente sofisticada
«¿Cómo se explica la sutil interdependencia que mantiene el Norte industrial
con el Tercer Mundo?», pregunta Holly Sldar.10
En
1991, el economista Doug Henwood, colaborador de la importante publicación
estadounidense The Nation, dijo en el Left Business Observer, un boletín
informativo fundado por él en 1986:
«Cada miembro de la tríada ha reunido
bajo su seno a un puñado de países pobres que le proporciona mano de obra
barata, asentamientos y minas para explotar: Estados Unidos tiene a
Latinoamérica; la CE, a África y a Europa del sur y del este; y Japón, al
sudeste de Asia. En algunos pocos casos, dos miembros de tríadas diferentes
comparten un país: Taiwan y Singapur están divididos entre Japón y Estados
Unidos; Argentina, entre Estados Unidos y la Comunidad Europea; Malasia,
entre la Comunidad Europea y Japón; y la India, entre los tres ... »
Will Banyon añade, en el periódico de investigación australiano
Nexus, que,
«la estrategia de Rockefeller también revela algo fundamental acerca de la
riqueza y el poder: no importa cuánto dinero se tenga; el poder real de una
gran fortuna no sale a la luz hasta que se emplea para secuestrar y
controlar a las organizaciones
o a la gente que produce las políticas y las ideas que guían a los
gobiernos».11
David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank, escribió el 20 de
agosto de 1980 una carta al editor del New York Times explicando que,
«la
Comisión Trilateral es, en realidad, un grupo de ciudadanos responsables
interesados en generar una más amplia comprensión y colaboración entre
aliados internacionales».
El lector tendrá otra impresión, sin embargo, si lee las palabras del
senador de los Estados Unidos, Barry Goldwater, sensiblemente menos
eufemísticas.
En su libro,
With No Apologies, calificó a la Comisión
Trilateral de «la última conspiración internacional de David Rockefeller», y
añadió:
«Su objetivo es consolidar, a nivel multinacional, los intereses
comerciales y financieros de las grandes empresas a través del control de la
política del Gobierno de los Estados Unidos.»
El senador Barry Goldwater añade:
«David Rockefeller y Zbigniew Brzezinski
encontraron en Jimmy Cárter a su candidato Ideal. Lo ayudaron en su
designación y en su presidencia.»
Efectivamente, la candidatura de Cárter
tenía sólo el 4 % de apoyo del Partido Demócrata y, de la noche a la mañana,
el de Georgia se convirtió en el candidato a la presidencia.
«Para
conseguido, movilizaron el dinero necesario tocando a la puerta de los
banqueros de Wall Street, consiguieron la influencia intelectual de la
comunidad académica (siempre dependiente de los fondos de las grandes
fundaciones libres de impuestos) y dieron órdenes a los medios de
comunicación miembros del CFR y la CT.»
La crónica de los hechos fue concretamente la siguiente: en 1973,
Cárter fue
invitado a Tarrytown, en el estado de Nueva York, propiedad de David
Rockefeller. Zbigniew Brzezinski, haciendo el papel de cazatalentos de
Hollywood, ayudaba a Rockefeller a buscar perfiles con buena imagen pública
para la Comisión Trilateral. El encanto sureño de Cárter causó una impresión
muy positiva en los dos «caballeros».
Tanto Brzezinski como Rockefeller,
«estaban impresionados de que Cárter hubiese abierto oficinas comerciales
del estado de Georgia en Bruselas y Tokio. Esto parecía encajar
perfectamente en el concepto de la Trilateral».12
Jimmy Cárter se convirtió
así en miembro fundador de la Comisión Trilateral y, poco después, en el
siguiente presidente de los Estados Unidos.
Como anécdota, cabe mencionar que los discursos de la campaña de Cárter para
las presidenciales de 1976 decían principalmente que,
«ha llegado el momento
de reemplazar la política de equilibrio de poder con la política del Orden
Mundial» y «buscar una sólida asociación entre EE. UD., Europa Occidental y
Japón».13
¿Suena familiar, verdad?
El hecho de que Jimmy Cárter fuese elegido presidente a dedo ilustra
magníficamente el gran poder que posee el Club Bilderberg, la Comisión
Trilateral y el CFR, desconocidos para la mayor parte del mundo. Estos
grupos de poder, supersecretos y estrechamente vinculados, pueden colocar o
defenestrar a cualquier presidente o candidato a la presidencia.
No
sorprende, pues, que cada uno de los presidentes y candidatos a la
presidencia «pertenezcan» a las sociedades secretas que los promocionan.
Ellos construyeron la figura de Jimmy Cárter (de la misma forma que hicieron
a Ford, Mitterrand, Felipe González, Clinton, Karzai, etcétera) y abortaron
las pretensiones de llegar a la presidencia del senador Barry Goldwater, un
confeso detractor de la globalización, de la misma forma que arremetieron
contra Margaret Thatcher.
Tanto John Kerry como
George W. Bush pertenecen a
la misma combinación de asociaciones: el CFR y el Club Bilderberg. Realmente
no importa quién gane. El verdadero poder siempre sigue estando en manos de
los globalizadores, a los que les guía una sola misión llamada
Gobierno
Único Mundial.
No debería sorprendemos, a la luz de toda la evidencia que hemos mostrado
hasta el momento en este libro, que desde su fundación esa triada
globalizadora llamada Comisión Trilateral haya estado trabajando para ver el
final de la soberanía de los Estados Unidos. La siguiente selección de citas
de Between Two Ages muestra la cercanía del pensamiento de Brzezinski a la
del fundador del CFR, el marxista Edward Mandell House.
En la página 72, Brzezinski escribe:
«El marxismo es simultáneamente una
victoria del hombre activo sobre el hombre pasivo, de la razón sobre la
creencia.»
En la página 83 afirma:
«El marxismo, diseminado a nivel popular
en forma de comunismo, representa el mayor avance en la habilidad del hombre
para conceptualizar su relación con el mundo.»
Y en la página 123
encontramos:
«El marxismo proporciona la mejor comprensión de la realidad
contemporánea.»
En la primera parte de su libro, The Insiders: 1979 The Carter Years,
John
McManus de The John Birch Society (una organización dedicada a restaurar y
preservar la libertad que propugna la constitución de los Estados Unidos)
escribe:
«En ningún lugar dice el seríor Brzezinski a sus lectores que el
marxismo "en forma de comunismo", el cual él elogia, ha sido responsable del
asesinato de aproximadamente 100 millones de seres humanos durante el siglo
XX, de la esclavitud de mil millones más y de la necesidad, privación y
desesperación de todos sus ciudadanos, a excepción de unos pocos criminales
que dirigieron las naciones comunistas.»14
La completa convergencia entre los planes de la Comisión Trilateral y la
administración del presidente Cárter para poner fin a la soberanía de
Estados Unidos queda todavía más clara en el siguiente conjunto de citas
incriminatorio.
En la página 260 del libro de Brzezinski, su autor propone:
«La dirección
deliberada del futuro de los Estados Unidos […] con el […] planificador como
legislador y manipulador social clave.»
Es decir, el monopolio y el control
de masas, las prácticas habituales de la familia Rockefeller. John D.
Rockefeller, el padre de David, odiaba la competencia.
Enseñó que la única
competencia que valía la pena tener era aquella en la que tú controlas las
dos partes de la ecuación. De ahí el amor de John y David por el monopolio
globalizador como, por ejemplo, los planes de Rockefeller de que la CT
uniese a los bloques económicos de la Comunidad Europea, el norte y el sur
de. América y Asia bajo el paraguas de un gobierno mundial controlado por
Rockefeller y compañía.
Finalmente, en la antepenúltima página del libro, Brzezinski nos dice lo que
significa todo. El objetivo de la Comisión Trilateral (los objetivos de
Rockefeller) son «conseguir el Gobierno Mundial».
Así que, mientras muchos biógrafos, a través de cambios, alteraciones,
medias verdades y mentiras completas han hablado de la fabulosa riqueza de
la familia Rockefeller y de su prácticamente ilimitado poder económico y
político, que según la propaganda oficial se emplea en alimentar a los
hambrientos de los países del Tercer Mundo, en educar a los pobres a través
de una miríada de benevolentes fundaciones y sociedades, y en la
construcción de la infraestructura de las naciones subdesarrolladas y
devastadas a causa de las guerras, muy pocos autores han dado con el aspecto
más destacable de la familia:
su resuelta intención de destruir a los
Estados Unidos y, al tiempo, reconstruir el poder de los soviets (si le
parece increíble siga leyendo) como país independiente, como explica Eustace Mullins, en su sorprendente trabajo
Murder By Injection: The Medical
Conspiracy Against America, que sucede a través de su «plan de fomento del
monopolio, con el establecimiento de fundaciones para ganar poder sobre los
ciudadanos americanos»15 y finalmente la subyugación de todo el mundo al
poder de la dictadura mundial uniendo al mundo bajo el estandarte de un
Gobierno Mundial.
De hecho, aunque los paralelismos entre los Rockefeller y los soviets hace
mucho que han sido suprimidos, el secreto más grande de todos, que la
financiación de la revolución bolchevique procedió de los supercapitales
estadounidenses, sigue enterrado porque la familia Rockefeller, a través de
sus organizaciones, la CRF, la CT y el Club Bilderberg, etcétera, poseen los
principales medios de
comunicación y empresas editoriales de Estados Unidos.
El doctor Anthony Surton, en
Wall Street And The Bolshevik
Revolution, explica:
«No se ha
escrito prácticamente nada acerca de la estrecha relación que tuvieron, en
el siglo pasado, los Rockefeller con sus supuestos archienemigos, los
comunistas. Ha existido una alianza continua, aunque escondida, entre los
capitalistas y los revolucionarios socialistas por su mutuo beneficio.»16
Sutton lleva a cabo un trabajo muy destacable documentando la insidiosa
traición de la élite estadounidense de los archimillonarios, entre los que
se encontraban John D. Rockefeller y los banqueros de Wall Street, al
financiar la Revolución y al Gobierno más brutal de todos los tiempos. Si
alguna vez se ha preguntado por qué los más ricos desearon tener relaciones
con el comunismo, aquí está la respuesta que buscaban.
Gary Allen, en El
expediente Rockefeller, se hace eco de los descubrimientos y sentimientos de Sutton, quien afirma:
«y lo más sorprendente es la cantidad de pruebas
públicas que ya existe al respecto.»
¿Por qué multimillonarios como los Rockefeller financian y colaboran con
unos comunistas y marxistas que han jurado públicamente acabar con ellos?,
se pregunta el periodista de investigación Gary Allen en su ya citado libro.
Las ventajas de los comunistas son obvias.
Pero, ¿qué beneficio sacaría
Occidente, el adalid del capitalismo y de la libertad, de todo eso?
La palabra mágica es monopolio,
«un monopolio que lo abarca todo, no sólo el
control del gobierno, el sistema monetario y todas las propiedades, sino
también un monopolio que, como las empresas que emula, se autoperpetúa y es
eterno».17
Gary Allen sigue hablando de la existencia «de evidentes influencias» detrás
de los comunistas cuando dice:
«Mientras que el objetivo de J. P. Morgan era
el monopolio y el control de la industria, a finales del siglo XIX, J. D.
Rockefeller, el alma mater de Wall Street, entendió que la mejor manera de
conseguir un monopolio inamovible era por la vía geopolítica; hacer que la
sociedad trabajase en favor de los monopolistas con la excusa del interés
público.»
Frederick C. Howe explica en
Confessions of a Monopolist (1976)cómo funciona
la estrategia en la práctica:
«Éstas son las reglas de los grandes negocios:
consigue un monopolio y haz que la sociedad.
trabaje para ti. En tanto creamos que los revolucionarios y los capitalistas
internacionales están a la greña, dejaremos de ver un punto crucial [ ... ]
la asociación entre el capitalismo monopolista internacional y el socialismo
revolucionario para su mutuo beneficio.»
El plan Marburg
El plan Marburg -el diabólico plan de la banca para controlar entre
bastidores el socialismo internacional-, desarrollado a principios del siglo
XX, fue financiado por Andrew Carnegie, de la Fundación Carnegie, hoy bajo
control del Club Bilderberg.
Estos financieros internacionales, apolíticos y
amorales, según explica el doctor Anthony Sutton in Wall Street and the
Bolshevik Revolution,
«buscaban mercados que pudiesen explotar monopolísticamente sin miedo a la competertcia».18
Sutton no deja piedra por
remover cuando afirma que en 1917 los banqueros pusieron su mirada sobre
Rusia, su «mercado cautivo de elección».
El objetivo del plan, escribe Jennings C. Wise en
Woodrow Wilson: Disciple
of Revolution, era unificar a los,
«financieros y socialistas internacionales
en un movimiento que diese lugar a la fonl1ación de una liga [la Liga de las
Naciones, la precursora de la ONU] para reforzar la paz [ ... ] y controlar
las organizaciones gubernamentales [y así] hallar un remedio para. todas las
enfenl1edades políticas de la humanidad».19
Esto coincide con las palabras
de Zbigniew Brzezinski:
«La dirección deliberada del futuro de los Estados
Unidos [ ... ] con el [ ... ] planificador como legislador y manipulador
social clave.»
¿Cuántos millones murieron en el proceso? La palabra clave es
monopolio.
Piense sencillamente en la antigua Unión Soviética, donde el
estado lo controlaba y supervisaba todo. Como planificadores sociales, los
soviéticos apenas tenían problemas laborales, ya que la legislación social
estaba controlada por el estado central.
Eso es exactamente lo que
Rockefeller, y por extensión su perrito faldero Brzezinski, ansían.
No hace falta decir que, para «garantizar la paz» se necesita el
prerrequisito de la guerra. (Ahora ya sabe por qué los globalizadores
necesitaban de la Revolución Rusa.)
Como explica el doctor Sutton,
«Rusia
era entonces, y es ahora, el mercado sin explotar más grande del mundo.
Rusia, entonces y ahora, constituía la amenaza potencial más importante para
la primacía industrial y financiera estadounidense. Wall Street debe de
tener escalofríos cuando ve a Rusia como segundo gigante industrial mundial.
Pero, ¿por qué permitir que Rusia se convierta en un competidor y ponga en
peligro la supremacía estadounidense?
A finales del siglo XIX,
Morgan/Rockefeller y Guggenheim ya habían demostrado su querencia por el
monopolismo. En Railroads and Regulation 1877/1916, Gabriel Kolko demostró
que eran los propietarios del ferrocarril, y no los granjeros, quienes
querían que el estado controlase el ferrocarril con la intención de
preservar su monopolio y acabar con la competencia.
Así que la explicación
más simple con nuestros datos es que todo fue obra de un sindicato de
financieros de Wall Street, que decidieron ampliar sus ambiciones
monopolistas a escala global. El gigantesco mercado ruso tenía que
convertirse en un mercado cautivo y una colonia a explotar por unos pocos
financieros estadounidenses y las empresas bajo su control.
Lo que no podían
conseguir la Comisión Interestatal del Comercio y la Comisión Federal del
Comercio en Estados Unidos, podía obtenerlo un gobierno socialista en el
extranjero, 'con el apoyo y los incentivos de Wall Street y Washington D.C».
La Revolución Rusa
Según un testimonio del Congreso de los Estados Unidos 20 de octubre de 1919,
el apoyo financiero de John D. Rockefeller (a Lenin y Trotsky) provocó la
(fracasada) Revolución Comunista de 1905.
La biografía de Rockefeller omite
un detalle «insignificante», esto es, la afinliación hecha en público por
parte del banquero inversionista de la familia Rockefeller y presidente de
la empresa de inversiones de Nueva York, Kuhn, Loeb & Co,
el jesuita Jacob Schiff, también fundador de
la Reserva Federal, de que sin su influencia
financiera la revolución rusa nunca hubiese tenido éxito.
Es decir, según
los documentos del Congreso del doctor Sutton, en la primavera de 1917,
Jacob Schiff empezó a financiar a Trotsky con el propósito de que prosperase
la Revolución Socialista en Rusia.
¡La manera en que Sutton descubrió esos
increíbles documentos es realmente sorprendente! Esos preciosos documentos
se encontraron en un expediente más del Departamento de Estado de los
Estados Unidos (861.00/5339). El documento más importante data del 13 de
noviembre de 1918.
Sin embargo, lo que es más increíble todavía es el hecho
de que en privado Schiff estaba en contra del apoyo al Régimen Bolchevique,
como se ha demostrado, y de nuevo, documentos reservados descubiertos por el
doctor Sutton (como el Documento nº 3) demuestran que Jacob Schiff, de Kuhn,
Loeb y Company, también había financiado secretamente a los japoneses en su
guerra contra Rusia.
Otro hecho omitido es que el emisario personal de John D. Rockefeller,
George Kennan, pasó veinte años promocionando la actividad revolucionaria
contra el zar de Rusia según el libro
Rape of the Constitution - Death of
Freedom de Gyeorgos C. Hatonn. ¿Quién financió a Kelman y por qué? ¿A qué
coste? Aparte del deseo de crear un monopolio globalizador, ¿tenía John D.
Rockefeller alguna razón personal para desear la caída del zar y apoyar la
revolución?
Después de todo, Rockefeller no era ningún adolescente
idealista.
La respuesta sigue hoy tan de actualidad como hace cien años: ¡por el
petróleo! Antes de la Revolución Bolchevique, Rusia sucedió a Estados Unidos
como mayor productor de petróleo del mundo.21 En 1900, los campos de aceite
de Bakú en Rusia producían más petróleo crudo que todo Estados Unidos y en
1902 más de la mitad de las extracciones mundiales eran rusas.
El caos y la destrucción de la revolución destruyeron la industria
petrolífera rusa. En su libro, Wall Street and the Bolshevik Revolution, el
doctor Sutton escribe:
«Hacia 1922 la mitad de los pozos estaban parados»22
y la otra mitad apenas funcionaba debido a la falta de tecnología para
hacerlos productivos.
La otra razón, que tampoco se menciona en la biografía de Rockefeller, es la
competencia.
Como afirma Gary Allen,
«la revolución eliminó durante varios
años la competencia rusa de Standard Oil en los que la empresa americana
pudo mover ficha y hacerse con parte del negocio del petróleo ruso».
Moviendo las piezas del tablero
Cuando la revolución de 1905 fracasó, los banqueros reaccionaron. En su
libro, Rape of the Constitution; Death of Freedom, Gyeorgos C. Hatonn
explica cómo,
«Lenin fue "almacenado" en Suiza hasta 1907 [fuera de peligro]. Trotsky fue llevado a Estados Unidos, donde vivió sin pagar alquiler en una
propiedad de la Standard Oil en Bayonne, Nueva Jersey»24
Como anécdota, el
doctor Anthony Sutton explica en Wall Street and the Bolshevik Revolution
que León Trotsky visitó España después de ser expulsado de Francia, en
septiembre de 1916, por escribir artículos «incendiarios» en un periódico
parisino escrito en ruso.
Fue, según Sutton,
«escoltado educadamente hasta
la frontera española».
Algunos días después, la policía de Madrid lo detuvo
para internarlo en una «celda de primera clase» a un precio de una peseta y
media al día. Después, Trotsky fue trasladado a Cádiz y después a Barcelona,
donde finalmente subió a bordo del Montserrat, un vapor de la Compañía
Trasatlántica Española. Trotsky y su familia cruzaron el Atlántico y
desembarcaron en Nueva York el 13 de enero de 1917.
Cuando el zar abdicó en 1916, Trotsky - con diez mil dólares de Rockefeller
para gastos de viaje - fue conducido al Kristianiafiord (dejó Nueva York el
26 de marzo de 1917) con trescientos revolucionarios comunistas de Nueva
York. ¿De dónde sacó Trotsky su pasaporte? ¿Quién se lo pagó? ¿Quién le
arregló el trámite y por qué?
Fue el mismo Rockefeller quien consiguió un
pasaporte especial para Trotsky a través de Woodrow Wilson, el presidente de
los Estados Unidos, y envió a Lincoln Steffens, un comunista estadounidense
al servicio de Rockefeller,
«con él para asegurarse de que volvía sano y
salvo a Rusia».25
Según archivos desclasificados del Gobierno canadiense, el 13 de abril de
1917, cuando el barco se detuvo en Halifax, funcionarios del Servicio
Secreto canadiense y personal de la marina británica se llevaron
inmediatamente a Trotsky (bajo instrucciones oficiales recibidas por
cablegrama de Londres el 29 de marzo de 1917) para confinarlo en Amherst,
Nueva Escocia, como prisionero de guerra alemán.
El cablegrama advertía de
la presencia de Trotsky en,
«Kristianiafjord [diciendo que debería ser]
retenido a la espera de más instrucciones, [ya que] esos 'socialistas' rusos
viajan con el propósito de empezar una revolución en contra del actual
gobierno ruso, en razón de lo cual, Trotsky lleva consigo 10.000 dólares
donados por los socialistas».
Pero ¿por qué fue detenido?
«Porque el servicio secreto había sido informado
de que Trotsky iba a sacar a Rusia de la guerra, liberando así a los
ejércitos alemanes para atacar a las tropas ( ... ) del frente occidental»,
matiza Eustace Mullins.26
Lo que sucedió después, se asemeja al clima político actual en el
erróneamente llamado «Canadá Libre». Como en el Canadá de hoy la influencia
de los Rockefeller está tras los movimientos separatistas de Quebec los
políticos de entonces estaban bajo la influencia de la familia Rockefeller.
Gyeorgos C. Hatonn en el ya citado libro Rape of the Constitution; Death of
Freedom explica:
«El primer ministro Lloyd George envió órdenes urgentes por
cable desde Londres al Servicio Secreto canadiense para que liberasen
inmediatamente a Trotsky, pero aquél hizo caso omiso. Trotsky fue finalmente
liberado gracias a la intervención de uno de los títeres más fieles a
Rockefeller, el ministro canadiense Mackenzie King, un antiguo "especialista
en laborismo" de los Rockefeller.
King obtuvo personalmente la liberación de
Trotsky y lo destacó como emisario de los Rockefeller con la misión de ganar
la Revolución Bolchevique. Por lo tanto, el doctor Annand Hammer, que
proclamaba en voz alta su influencia en Rusia como amigo de Lenin, jugó un
papel insignificante en comparación con el respaldo que le dio Rockefeller
al comunismo mundial.»
¿Por qué apoyó el implacable John D. Rockefeller a Trotsky?
Porque Trotsky,
el revolucionario bolchevique, como John D. y el resto de su familia abogaba
por la «revolución y la dictadura mundial, por su uniformidad ideológica y
su compromiso con el internacionalismo liberal. Los bolcheviques y los
banqueros, entonces, tienen algo en común: el internacionalismo, explica
una y otra vez Anthony Sutton.
Tanto Alien como el doctor Sutton llegan a la
misma conclusión: la revolución y las finanzas internacionales tienen los
mismos objetivos comunes: la erradicación de los poderes descentralizados,
mucho más difíciles de controlar, y el establecimiento de un Gobierno
Mundial Único, un monopolio del poder que se perpetúe en el tiempo.
Gracias al heroico trabajo de las otras impresionantes obras del doctor
Sutton, las pruebas de la implicación de los Rockefeller en la,
«organización, patrocinio y apoyo a la revolución bolchevique son tan
innumerables y avasalladoras que simplemente no admiten discusión».27
Quizá, podría resumir el grado de crueldad con un ejemplo:
«Para
los
Rockefeller el socialismo no es un sistema para redistribuir la riqueza (y
mucho menos para redistribuir su propia riqueza), sino un sistema para
controlar a la gente y a la competencia. El socialismo, pone todo el poder
en manos del gobierno. Y como los Rockefelled controlan los gobiernos, eso
significa que ellos tienen el control. ¡de hecho de que usted no lo sepa, no
significa que ellos no lo sepan!» 28
Como curiosidad, Trotsky se casaría
después con la hija de uno de los banqueros más ricos, Livotovsky, quien
también respaldó la Revolución Bolchevique.
Tecnología estadounidense en manos de los comunistas
En 1926, la Standard Oil de Nueva York, de Rockefeller, y su subsidiaria, la
Vacuum Oil Company, a través del Chase National Bank,29
«cerró un acuerdo
para vender petróleo soviético en los países europeos».30
En ese momento se
informó de que John D. Rockefeller había hecho un préstamo a los
bolcheviques de 75 millones de dólares, «parte del precio del acuerdo». Como
resultado del trato, dice Alien,
«en 1927, el socio secreto de Rusia, la
Standard Oil de Nueva York, construyó una refinería de petróleo en Rusia».
Por lo tanto, John D. Rockefeller, concluye el autor, el adalid del
capitalismo, ayudó «a la recuperación de la economía bolchevique». El
Gobierno de los Estados Unidos no reconoció oficialmente al Estado soviético
hasta 1933.
¿Cómo es posible que ciudadanos privados, por muy ricos e
influyentes que sean, hayan colaborado con el régimen soviético asesino
cuando ello iba explícitamente en contra de la ley, según el Congreso de los
Estados Unidos?
Además, no sólo fueron ciudadanos privados los que
colaboraron en la creación del monopolio soviético, sino que el mismo
presidente Wilson aprobó tal colaboración.
El doctor Sutton añade en su
libro,
«ésta fue, la primera inversión de los Estados Unidos en Rusia desde
la revolución».
Esto es lo que el congresista de los Estados Unidos
Louis McFadden,
presidente del Comité Bancario de la Cámara de Representantes, que se opuso
valientemente a los manipuladores del sistema de la Reserva Federal en la
década de 1920 y 1930, tenía que decir en un discurso a los congresistas el
10 de junio de 1932:
«Abran los libros de Amtorg, la organización comercial
del Gobierno soviético en Nueva York, los de Gostorg, la oficina general de
la Organización del Comercio Soviético, y los del Banco Estatal de la URSS,
y se sorprenderán de cuánto dinero americano ha salido del Tesoro de los
Estados Unidos en beneficio de Rusia. Averigüen qué transacciones se han
llevado a cabo entre el Banco Estatal de la URSS y el Chase Bank de Nueva
York.»
Como nota aparte cabe señalar que la persistente oposición de McFadden a
la Reserva Federal, una entidad ilegal que controla el Tesoro de
los Estados Unidos, le costó tres atentados.
Finalmente, murió en
condiciones todavía no aclaradas.
-
¿Cómo se sentiría si le dijesen que los Estados Unidos financiaron y
ayudaron a construir el imponente poder de los soviets, el mismo estado
comunista que asesinó a unos setenta millones de sus ciudadanos?
-
¿Y que el
poder en la sombra responsable de ello era también la primera familia
banquera de los Estados Unidos que representa los ideales de la sociedad
capitalista?
-
¿Que los Estados Unidos transfirieron secretamente a Rusia la
tecnología más sofisticada y cara del momento para así crear un enemigo
visible para justificar los nuevos métodos de coerción y terror y ahora lo
hacen con China, a expensas de sus propios compatriotas?
Tristemente, todo eso forma parte del gran diseño del
Nuevo Orden Mundial.
Para conseguir el Gobierno Mundial Único, controlado por los globalizadores,
deben unirse diferentes naciones. Para que el público general acepte
inicialmente los «beneficios» del Gobierno Mundial Único/CE, debe venderse la
idea de que tal unión tiene ventajas y beneficios, como que el bloque de
comercio libre no supondrá una pérdida de soberanía.
El problema es que ya
hoy hemos perdido nuestra soberanía. La CE ha invadido todos los aspectos de
nuestra vida, atándonos a unos tratados desconocidos, unas leyes y unas
regulaciones oscuras, muy difíciles de comprender. El Tratado de Maastricht
es muy complejo y para entenderlo mínimamente debe leerse en conjunción con
el Tratado de Amsterdam, el Tratado de Roma y la Ley Única Europea.
¿Es que
los miembros de las Cortes han tenido el tiempo y los conocimientos
necesarios para estudiarlos? ¿Cuántos saben realmente qué implican?
Como
ilustración sólo diré que en el debate parlamentario que hubo en Inglaterra
acerca de los tratados mencionados (un paso que suponía nada menos que
sustraer las libertades a los ciudadanos para transferirlas al organismo
europeo), se les dio a los miembros del Parlamento británico un resumen de
dos páginas de dichos tratados y se supone que debían tomar una decisión en
base a ese único material.
¿Cómo se crea esa cacareada igualdad entre naciones y simultáneamente se
convierte a los Estados Unidos en una provincia más del Nuevo Orden Mundial?
En primer lugar, usando el dinero de los contribuyentes, el saber
tecnológico y, tal como explica Gary Allen,
«el equipamiento del que sólo
uno dispone, para alimentar a la competencia, y al mismo tiempo usar todas
las taimadas estrategias imaginables para debilitar y empobrecer a tu
país»31 y al tiempo que se fortalece al enemigo, se asusta a la población
diciéndole que la cooperación es necesaria porque sin acuerdos bilaterales
el enemigo nos atacará.
Ahora ya sabe por qué, desde la Revolución Rusa - que no fue un
levantamiento espontáneo 32 - los defensores del Orden Mundial han defendido y
llevado a cabo políticas dirigidas a incrementar el poder de la Unión
Soviética.
En esencia, la Comisión Trilateral de Rockefeller fue fundada
para acelerar la consecución del objetivo globalizador.
El profesor Anthony Sutton, el mayor experto en el estudio de la
contribución de la tecnología occidental a la creación del Estado Soviético,
ofrece una evidencia irrefutable 33 de que la capacidad industrial y militar
soviética plasmada en,
«camiones, aviones, petróleo, hierro, petroquímicas,
aluminio, ordenadores y demás, fue construida a expensas de los
contribuyentes americanos para beneficio de la Unión Soviética, el mismo
país que había jurado destruir a los Estados Unidos. Todo con el propósito
de fabricar un enemigo y crear la paridad que permitiría, eventualmente, la
convergencia en un Superestado, conocido como Gobierno Mundial Único». Como
dice Gary Allen, «nadie ha intentado siquiera refutar las fuertes palabras
de ese estudioso llamado Sutton».34
En
Wall Street And The Bolshevik
Revolution, Sutton, afirma:
«La tecnología
soviética no existía en realidad. El 90-95 % procedía directa o
indirectamente de los Estados Unidos y sus aliados.»
¿Cuántos miles de
millones se gasta los Estados Unidos para defenderse contra un enemigo
fantasma, creado, alimentado y mantenido por ellos mismos? ¿Los costes
justifican los medios? ¡Por supuesto que sí!
Recuerde, la Gran Fusión será
controlada por el mismo Grupo Bilderberg-CFR-CT que está orquestando entre
bastidores los bloques regionales y las uniones monetarias «temporales» .
«Aunque parezca extraño - reflexiona Surton - parece que los Estados Unidos
quieren que el enemigo siga siendo el enemigo.»
Sin un enemigo visible y
justificable, ninguna población, a pesar de la manipulación, cederá
voluntariamente sus derechos y libertades individuales. Sutton ofrece miles
de pruebas documentales de sus hallazgos. Por ejemplo, la Marina Mercante
Soviética, en el momento de escribir su libro, era la más grande del mundo,
con unos 6.000 barcos.
Anthony Sutton declaró en 1972 ante un subcomité del
Partido Republicano para decir:
«Unos dos tercios fueron enteramente
construidos fuera de la Unión Soviética y cuatro de cada cinco motores de
esos barcos fueron construidos también fuera del país.»
Y continúa Sutton,
«todos los automóviles, camiones, [armas, tanques,
aviones] y tecnología soviética procede de Occidente. La organización Gorki,
construida por las empresas Ford y Austin, produjo la mayor parte de los
camiones utilizados para llevar el armamento suministrado por los soviéticos
a Ho Chi Minh.
Las empresas de automóviles también pueden utilizarse para
construir tanques. La misma organización Gorki, bajo el disfraz de un
"comercio pacífico", produjo en 1964 el primer sistema antitanque guiado.
Los soviéticos tienen la planta de hierro y acero más grande del mundo. Fue
construida por la Corporación McKee. Es una copia de una fábrica de acero de
Indiana, en Estados Unidos».36
Sutton sostiene que el gobierno de los Estados Unidos es responsable directo
del asesinato de 100.000 soldados estadounidenses muertos por medio de
tecnología americana, como afirma de manera tajante:
«La única respuesta de
Washington y la
Administración [de Estados Unidos] es esforzarse por esconder el escándalo.»
37
Nada de lo que digo tiene sentido si creemos las mentiras propagadas por el
poder acerca de los «malvados» comunistas. A no ser, por supuesto, que el
comunismo sea un señuelo necesario, la herramienta de una conspiración mucho
más grande para dejar el mundo en manos de multimillonarios ávidos de poder,
entonces todo aparece como perfectamente lógico.38
Rockefeller, sin embargo, no es en absoluto un poder independiente. Como
explica Eustace Mullins en
Murder by Injection: The Medical Conspiracy
against America,
«los Rockefeller operan bajo esferas de influencia
claramente definidas. Las organizaciones "caritativas", las empresas y los
grupos de influencia política, trabajan siempre conjuntamente.
Ningún
departamento del Grupo toma iniciativas por sí mismo o formula una política
independiente. No hay justificación para eso, porque todo funciona bajo el
control de la estructura financiera mundial, lo que significa que, cualquier
día, toda la abundancia de una persona u organización puede verse reducida a
cero mediante una hábil manipulación financiera.
Éste es el control final que
asegura que nadie pueda salirse de la organización. No sólo se le retirarían
todos sus recursos, sino que entraría inmediatamente en la lista de un
asesino a sueldo».39
El congresista Larry McDonald, en su prólogo al libro
El expediente Rockefeller, escribió:
«Ésta es una exposición concisa y escalofriante, de
la que ha sido seguramente la historia más importante de nuestro tiempo: la
idea de los Rockefeller y sus aliados de crear un Gobierno Único Mundial que
combine el supercapitalismo y el comunismo bajo un mismo techo, todo bajo su
control [ . .,] los Rockefeller y sus aliados llevan al menos cincuenta años
siguiendo un cuidadoso plan para controlar Estados Unidos y el resto del
mundo haciéndose con el poder político a través de su poder económico.»
El
31 de agosto de 1983, McDonald murió en un «accidente» a bordo de un avión
comercial de Korean Airlines 007 en espacio aéreo soviético.
Los miembros de la Comisión Trilateral de 2004
Cuando se fundó
la Comisión Trilateral, la idea era que hubiese el mismo
número de miembros en cada una de las tres regiones. Pero pronto ese número
empezó a crecer y, hacia 1980, se impusieron unos límites. Estos límites han
variado desde entonces a medida que han ido entrando nuevos países en cada
uno de los grupos.
El grupo europeo tiene ahora un límite de 150 miembros.
El límite del grupo estadounidense es de 110 e incluye a 15 miembros
canadienses, 10 miembros mexicanos y 85 miembros estadounidenses. En el año
2000, el grupo japonés de 85 miembros se amplió para formar el Grupo
Asiático del Pacífico, con 117 miembros: 75 de ellos de Japón, 11 de Corea,
7 de Australia y Nueva Zelanda y 15 de los cinco países de la Asociación de
Países del Sudeste Asiático. El nuevo Grupo Asiático del Pacífico también
incluye a algunos participantes de China, Hong Kong y Taiwan.
En la Comisión Trilateral de 2004 hay nada menos que ocho expresidentes y
dos ex directores de la CIA.
Todos forman parte de las altas esferas de la
élite política, económica y mediática (véase el Apéndice A para una lista
completa de los miembros de la Comisión Trilateral).
-
Directores ejecutivos: 135
-
Miembros del Congreso Americano y parlamentos europeos: 35
-
Miembros de la Comisión Europea: 11
-
Embajadores: 17
-
Vicepresidentes: 7
-
Presidentes de empresas: 14
-
Ex presidentes europeos, estadounidenses
y canadienses: 8
-
Ministros y secretarios de administraciones europeas y
estadounidenses: 51
-
Ex directores de la CIA (Agencia Central
de Inteligencia): 2
-
Editores de revistas y periódicos líderes: 11
Como nota final, 200 miembros de la Comisión Trilateral tuvieron un
encuentro de varios días de duración a finales de marzo de 1993 en
Washington, en el que discutieron y acordaron la creación de un Nuevo
Ejército Mundial y la soberanía de las Naciones Unidas en las decisiones y
políticas de inmigración de los Estados individuales.
Durante la noche del
28 de marzo, sus
representantes cenaron con funcionarios clave del Gobierno Estadounidense y
presentaron sus «recomendaciones». Al día siguiente, hicieron lo mismo en un
desayuno con Bill Clinton, según una información publicada por la excelente
página de Toronto, New World Order Intelligence Update.40
Este encuentro
clave allanó el camino a la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas que
tuvo lugar en septiembre del año 2000 y que (sorprendentemente) apenas si
recibió la atención de los medios de comunicación.
Una de las propuestas más siniestras que se han hecho jamás es la de
establecer un ejército permanente de la ONU, instalaciones para sus tropas y
la creación de una Unidad de Inteligencia completamente operativa.
A pesar
de que los medios de comunicación de masas no se hicieron eco de ello, según
el artículo de Richard Greaves, «Who really runs the world?», la propuesta
demandaba suficiente capacidad militar,
«para derribar cualquier Gobierno
nacional que no tratase a su pueblo en conformidad con los criterios de la
ONU sobre Derechos Humanos y Justicia Social».
«Derechos Humanos» y «Justicia Social» son las palabras en clave que los
globalizadores usan para referirse al recorte de libertades individuales y
al mayor control que deberían ejercer las Naciones Unidas.
Ninguna nación
será capaz de trabajar por cuenta propia ni ser independiente porque la
independencia será vendida a las masas como la incapacidad de un gobierno,
«para tratar a su pueblo en conformidad con los criterios de la ONU».
Esta
lógica no es ningún oximoron.
Cuando una nación se resista a la agresión de
la ONU y su pretensión de robar la libertad y la independencia en nombre del
Gobierno Global, la ONU le impondrá unas sanciones atroces para vencer la
resistencia. Las sanciones tomarán la forma de retirada de créditos,
suministros, estatus de comercio preferenciales y demás.
Como resultado
directo de los castigos impuestos por la ONU, las dificultades sufridas por
los ciudadanos aumentarán, como en el caso de Kosovo en 1999. Entonces, el
poder global arremeterá sin piedad contra aquellos que no quieran pasar por
el aro, como ya les ha pasado a Irak, Afganistán; Yugoslavia y otros.
La ONU
intervendrá en nombre de una «misión humanitaria», a través de la OTAN o la
fuerza de reacción europea, en un esfuerzo por eliminar todo vestigio de
resistencia.
Este plan, elaborado por el Club, fue puesto en práctica en
1999 cuando la OTAN declaró que tenía el derecho de intervenir sobre Kosovo
porque la comunidad internacional «había hallado» que el Estado yugos lavo
no respetaba los Derechos Humanos. Los miembros del Club Bilderberg llevan
mucho tiempo pidiendo que la ONU desempeñe un mayor papel militar, con la
esperanza de convertirlo en una Policía Global, según nos explica Martin
Mann
en un artículo de la revista Spotlight (ver inserto abajo). 41
UN Millennium Summit Promotes Global Army
By Martin Mann
The SPOTLIGHT
September 18, 2000
from
DenverPatriotCommunity Website
Topping the agenda at the UN's Millennium Summit were plans on how
to better execute the internationalist group's new buzz word,
"global governance," one of which included the formation of a new
mercenary army funded by U.S. taxpayers.
The UN will soon have its own standing army, constabulary and
intelligence service licensed to kill if British Prime Minister Tony
Blair and German Chancellor Gerhard Schroeder -- notorious on-world
elitist with links to the Bilderberg Group -- manage to put across a
plan they have prepared for this month's Millennium Summit in New
York City.
The two European leaders, both former militants of international
socialism but converted in middle age into advocates of all-out
"free trade," reportedly have the promise of White House support for
their scheme to raise a global gendarmerie.
In fact, the makings of such a go-any-where intervention force are
already available to the world forum, sources told The SPOTLIGHT.
"Theoretically, the UN can field 147,000 soldiers in an emergency,"
said William H. Luers, chairman of the United Nations Association of
the United States. "That is the number 87 member nations have
pledged to place on standby in case the international bureaucracy
called for backup."
In reality, the only prompt responses to such calls for
"multilateral" mobilization come, in most cases, from threadbare
tropical nations that expect to be paid for any "peacekeeping"
performed by their poorly armed, rag-tag battalions.
At present, 30,393 troops of largely Third World provenance, known
as the "blue helmets," are on active duty under UN command in
addition to 7,032 police officers and 2,946 civilian "peacekeepers."
They hold the fort in 14 widely scattered trouble spots, from 12,606
troops in Sierra Leone to 30 "observers" and policemen in Croatia.
To keep this far-flung operation going, chief UN peacekeeper Bernard
Myet depends on an annual budget of some $2.6 billion, with between
22 and 25 percent coming from the United States - while Senate
foreign Affairs Chairman Jesse Helms (R-N.C.) looks the other way.
"None of this is good enough. The world needs more rapid and robust
peacekeeping operations," Blair announced in New York on Sept. 6 as
he delivered the five-minute address allotted to each head of state
or government attending the Millennium Summit.
"The time has come to replace the present system with an entirely
new contract between the UN and its member states," he added.
The British prime minister gave no details of the "new contract" he
proposed.
But from concerned staggers of the liaison unit of the
U.S. Mission here, The SPOTLIGHT has obtained access to a lengthy
summary of the reform measures British Foreign Secretary Robin Cook
will submit to the UN Security Council in a formal report next month.
-
The UN will be authorized to establish its own military staff
college and troop training command in the United Kingdom. The
British and German Governments will provide the land, facilities and
startup staff needed. These institutions will train the cadres of a
future permanent UN standing army.
-
Under this plan the Un will also acquire its own "intelligence
capability" and general military inspectorate in order to enforce "a
base line of military competence which all (troop) contributing
countries should measure up to."
-
the permanent UN army will crack down with full military might
whenever and wherever a national government fails to treat its
people in conformity with UN criteria for "human rights" and "social
justice," Cook's report forecast. The expanded mission of this
international force will no longer be "peacekeeping" but "humanitarian
intervention" as well as "peace enforcement" under "robust rules of
engagement so that UN contingents are not forced to lose the
initiative to hostile elements, as they have in the past.
-
Enforcement of a "full economic, social ad political program to
secure peace and stability must accompany military intervention. For
entrenching the peace, (UN) policemen and judges, economic planners
and administrators are becoming as important as soldiers," the Cook
report concluded.
"If there has ever been any doubt that global elites have a
well-defined plan of action to impose the iron rule of mongrel
internationalism on the world's sovereign nation states, this
so-called Cook reform plan should answer all doubters," said retired
U.S. Marine Lt. Col. Matthew O'Connor, who publishes his own
quarterly newsletter in upstate New York.
|
Los miembros del Club Bilderberg planean usar, como paso intermedio, la ONU
como Policía Global con el propósito de erosionar aún más la independencia y
soberanía nacional en Europa. En el portal de Internet
www.european-defence.co.uk, se explican las líneas generales del proyecto.
Esta propaganda promocional dice que es de fundamental importancia para los
globalizadores que Austria, Suiza, Finlandia e Irlanda accedan a participar
en la fuerza de la Unión Europea porque ello les permitirá adquirir un
estatus mayor al de observador de la VE o miembros de la Sociedad para la
Paz de la OTAN, sin comprometerse completamente con la defensa colectiva y
poner en peligro su estatus neutral.
En segundo lugar, su participación crea un marco que más tarde será
utilizado para aprobar sus enmarañados acuerdos con el deliberado propósito
de evitar el debate público.
Se trata, una vez más, de otro paso hacia el
Gobierno Mundial Único. Austria ha destinado unos 2.000 soldados para
«Misiones de Paz» de la ONU, Finlandia, 2.000, Suecia, 1.500 e Irlanda, a
1.000.42
Creo que es apropiado acabar este capítulo dedicado a describir la Comisión
Trilateral y su abrazo mortal sobre el mundo y la visión siniestra de
la
globalización de David Rockefeller con la siguiente cita del clérigo del
siglo XIX, Edwin H. Chapin:
«Ningún ejército y ninguna nación han hecho
avanzar a la raza; pero aquí y allá, en el transcurso del tiempo, siempre ha
habido un individuo que se levanta y proyecta su sombra sobre el mundo.»
Volver al Índice