18 Julio 2010 del Sitio Web TrinityEyes
En febrero de 2007 la Casa Blanca anunció la formación del Comando Africano de EE.UU. (AFRICOM), un nuevo centro unificado de comando del Pentágono en África a establecerse antes de septiembre de 2008.
Esta penetración militar
en África se está presentando como una protección humanitaria en la guerra
global antiterrorismo. Sin embargo, el verdadero objetivo es la obtención
de petróleo en África y el control de sus sistemas globales de distribución.
AFRICOM centralizará e intensificará aún más la
presencia militar de EE.UU. al reemplazar las postas de comando militar en
África que antes estaban antes bajo el control de su Comando Europeo (EUCOM)
y del Comando Central en EE.UU. (CENTCOM).
CENTCOM creció fuera de la Doctrina Carter de 1980 que describió el flujo de petróleo del Golfo Pérsico como de «interés vital» de EE.UU. y afirmó que ese país emplearía «cualquier medio necesario, incluyendo la fuerza militar», para superar cualquier tentativa de bloquear ese flujo alentada por intereses hostiles.
La fuerza
militar de EE.UU. está aumentando lo más rápidamente posible en el África
Occidental y en el Sub-Sahara, pues para la próxima década esta área se
proyecta como una fuente de energía tan importante como el Oriente Medio.
Los desafíos a la dominación y explotación de EE.UU. en esta región, están
viniendo de la gente de África, principalmente de Nigeria, donde se halla el
70% del petróleo africano.
Las compañías petroleras y el Pentágono están procurando ligar a estos
grupos de resistencia a las redes internacionales del terror para legitimar
el uso de la fuerza militar de EE.UU. en “estabilizar” la región y asegurar el
flujo de energía, pero no se ha encontrado ninguna evidencia para vincular a
los grupos de la resistencia del Delta del Níger a las redes internacionales
del terror o a los jihadistas.
Sin embargo, la volatilidad de las
instalaciones circundantes de petróleo en Nigeria y en otras partes del
continente está siendo utilizada por el establecimiento de seguridad de
EE.UU.
para justificar un “apoyo” militar a los estados africanos productores de
petróleo, bajo el modo de una ayuda que permitiría a los africanos
defenderse por sí mismos de quienes obstaculizarían su adhesión al “libre
comercio”.
La llegada de AFRICOM reforzará con eficacia los
esfuerzos por reemplazar del poder en Somalia a la popular Unión Islámica de
las Cortes de Somalia con el Gobierno Federal Transitorio, más amistoso con
la industria petrolera. Mientras tanto, el persistente Occidente clama por
“la intervención humanitaria” en la región de Darfur, Sudán, instala otra
posibilidad de presión militar para obtener un cambio de gobierno en otro
país islámico rico en reservas de petróleo.
Los lectores de los grandes medios pueden esperar encontrar un uso más frecuente de términos como “genocidio” y “equivocado”, mientras observa que los medios corporativos ya denigran el expediente de los derechos humanos de China y lo apoyan para Sudán y Zimbabwe mientras hacen caso omiso a las violaciones en desarrollo de las corporaciones occidentales enganchadas en,
En el año fiscal 2005 la Iniciativa Contra el Terrorismo en el Trans-Sahara recibió 16 millones de dólares; en el año fiscal 2006, casi 31 millones.
Un
aumento grande se espera en 2008, con la
administración
Bush empujando para
100 millones anuales durante cinco años. Con el paso de AFRICOM y la
promoción continuada de la guerra global al terror, es probable que aumente
perceptiblemente el financiamiento del Congreso.
Hunt concluye que,
Actualización de Bryan Hunt
Mientras esta estadística puede causar sorpresa a la mayoría, aunque tal información incluso cruce su radar, ciertamente no es esa figura lo que ahora ha estado empujando el creciente entrometimiento militar de EE.UU. en ese continente, como mi informe documentó.
Estos niveles de
importación aumentarán.
Muy probablemente, esto
exigirá trasladar las jefaturas de AFRICOM desde Stuttgart, Alemania, donde
opera la cabeza de
EUCOM, a un país anfitrión africano.
En primer término, África es uno de los continentes de menos cobertura en
los medios estadounidenses. Y cuando las naciones africanas atraen la
atención de los medios, la cobertura se centra típicamente en catástrofes,
conflictos o la corrupción y, generalmente, ofrece una cierta forma de
intervención extranjera benévola, sea ayuda financiera y humanitaria, o una
severa postura paternal de fingida “preocupación por los derechos humanos”.
La estabilidad significa establecer y mantener el orden y la responsabilidad, por supuesto, se refiere a cautelar los intereses de EE.UU.
Solamente para este año anticipan que 1.400 oficiales
militares africanos terminarán programas de educación y de entrenamiento
militar internacionales en las escuelas castrenses de EE.UU.
Ensanchar el
diálogo público sobre este asunto sería un primer paso en dirección a
respuestas significativas.
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