del Sitio Web ElProyectoMatriz

 

 

“Hace algo así como cuatro años las fuerzas vivas que alimentan la Unión decidieron darle prestancia a un buen puñado de tratados que con el paso del tiempo se habían ultimado, y se inclinaron por acopiarlos de la mano de un texto general que recibió el pomposo, y equívoco, nombre de “Constitución”.

 

Para hacer las cosas más atractivas, no le hicieron ascos a una ceremonia que en varios casos, y con resultados previstos de antemano, asumió la forma de referendos populares. A la operación correspondiente se sumó, no sin patetismo, la gran familia socialista, que —sino de los tiempos— no apreció males mayores al amparo de un texto de marcada impronta neoliberal”.

 

Sabido es que la jugada salió mal. Luego de algún espectáculo tan irrelevante como poco edificante —así, un referendo español en el que se alentó con descaro que la ciudadanía respaldase un texto que ignoraba por completo— llegaron los referendos francés y holandés.

 

Curioso resultó que los dos países que acogieron debates serios y abiertos fuesen los únicos en los cuales la ciudadanía se inclinó por rechazar lo que, hablando en propiedad, convenía llamar tratado constitucional de la UE”.

- Carlos Taibo,

La República.

 

 

 

 

¿Qué fue lo que marcó la diferencia entre el resultado del referéndum sobre la Constitución Europea en España y en Francia o en Holanda?

LA INFORMACIÓN, sin lugar a dudas.

No es que los franceses o los holandeses se manifestaran como simples anti-europeos. Como bien señaló el primer ministro holandés, Jan-Peter Balkenende, fue “un veredicto sobre el Tratado constitucional, no fue un veredicto contra la cooperación europea”.

En Francia, el referéndum del 29 de mayo de 2005, con una elevada participación del 69,74%, dejó un 54,87% de votos contrarios al Tratado.

Con una participación del 63,4%, en Holanda el 1 de junio de 2005, los holandeses dijeron ‘no’ al Tratado con un 61,6% de votos en contra frente a un 38,4% que optaron por el ’sí’.

 

 

 

 

Según algunos sondeos, los holandeses temían una injerencia de Bruselas en cuestiones como su política liberal en materia de drogas blandas o eutanasia, o en su política de seguridad social.

 

Lo que está claro es que la perdida de soberanía con ese Tratado, era absoluta.

“Quizá a los partidos políticos se les está acabando definitivamente el fuel o como seguramente hubiera dicho Giscard D’Estaing, la masa votante empieza a controlar o a ser incontrolable”.
-Miguel Furlock

España fue el primer miembro de la UE que sometió el Tratado Europeo a examen. Finalmente, participó un 42,32% de la población en edad de votar. Un 76,73% dijo ’sí’ al texto y un 17,24% se decantó por el ‘no’.

También los parlamentos de Alemania, Austria, Bélgica, Eslovaquia, Eslovenia, Grecia, Hungría, Italia y Lituania ratificaron la Constitución, sin someterla a referéndum.

 

 


- Etienne Chouard -


 

En Francia, fue significativa la aparición de un blog en el que se fueron analizando todos los aspectos relativos al Tratado de la Constitución.

Durante el año 2005, un francés común y corriente, Etienne Chouard, profesor del instituto de enseñanza media superior Marcel Pagnol –en Marsella–, presentó en su blog sus análisis personales sobre el proyecto de Tratado Constitucional europeo.

 

Durante la campaña que antecedió al referéndum convocado en Francia, su sitio web se hizo verdaderamente popular, convirtiéndose en uno de más los consultados de toda Francia.

« Soy profesor de derecho, economía e informática, en un instituto de Marsella, tengo 48 años, cuatro hijos, no pertenezco a ningún partido, sindicato o asociación. A lo largo de mi vida he hecho mucho más parapente que política, donde soy virgen, un absoluto principiante que se “despertó” hace seis meses.»
Marsella, 17 junio 2005.

Él mismo explica así su proceso personal:

“Hace seis meses, en septiembre de 2004, yo era, como todo el mundo, favorable a este texto sin haberlo leído (…) No quería ser de esos que frenan a Europa. (…) La inmensa mayoría de los europeos ama esta bella idea de una Europa unida, más fraternal, más fuerte. Es un sueño de paz mayoritario”.

 

 

 

 

“No había leído el texto y no tenía de ninguna de las maneras tiempo: demasiado trabajo… Y, además, Europa está lejos, y además con todos esos políticos, me sentía protegido por el número: en caso de deriva, iría bien tener unos cuantos para defendernos… y me dispensaba de “hacer política”, es decir, me liberaba de ocuparme de mis propios asuntos. Ya se elevaban voces contra el tratado, pero venían de los “extremos” del espectro político”.

“Entones, de repente, comenzaron las voces que venían de personas no sospechosas de ser anti-europeas. Entonces leí sus artículos y encontré algunos argumentos muy fuertes. Me puse a leer, mucho, libros enteros, de todas las vertientes, Fabius, Strauss-Kahn, Giscard, Jennar, Fitoussi, Généreux, etc.

 

Y muchos más artículos de partidarios del tratado porque quería estar seguro de que no me equivocaba. Y cuanto más leía, más inquieto estaba. Finalmente, hoy, casi no pienso en otra cosa, casi no duermo, tengo miedo, simplemente, de perder lo esencial: la protección contra la arbitrariedad”.

 

 

 

 

“Continúo hoy en día leyendo todas las intervenciones, las que están a favor, las que están en contra (…). Sería cómplice si permaneciera en silencio”.

“He encontrado de este modo más de diez razones graves para oponerse a este texto peligroso, y otras diez más para rechazar un texto desagradable, en realidad en absoluto fraternal. Pero las cinco razones más fuertes, las más convincentes, aquellas que atraviesan todas las opiniones políticas porque obligan a una reflexión política, me aparecieron tardíamente, pues hace falta trabajar mucho para ponerlas en evidencia”.

“La tarea es dura con este texto complejo y sibilino”

“En este asunto de estado, se atropellan los fundamentos del derecho constitucional:

  • Una Constitución tiene que ser legible para permitir un voto popular : este texto es ilegible.

  • Una Constitución tiene que ser políticamente neutral : este texto es partidario.

  • Una Constitución es revisable : este texto está bloqueado por una exigencia de doble unanimidad.

  • Una Constitución ampara de la tiranía por la separación y el control de los poderes: este texto no establece un verdadero control de los poderes y tampoco una real separación entre estos poderes.

  • Una Constitución no está concedida por los poderosos, está establecida por el pueblo mismo, precisamente para protegerse de la arbitrariedad de los poderosos, mediante una asamblea constituyente, independiente, elegida a propósito y revocada después : este texto ratifica unas instituciones europeas establecidas desde hace 50 años por los hombres en el poder, al mismo tiempo jueces y partes“.

“UNA MALA CONSTITUCIÓN QUE REVELA UN CÁNCER SECRETO DE NUESTRA DEMOCRACIA“

- Etienne Chouard -

 

 

 

 

“Me di cuenta que los hombres que están en el poder estaban delimitando ellos mismos hasta donde podía llegar su propio poder, con límites prácticamente inexistentes, y que eso se estaba haciendo de forma tal que no pudiésemos entender nada”.
-Etienne Chouard.
 


“Resulta impresionante ver el número de instituciones europeas no electas que disponen de un poder importante y mal controlado. El Banco Central Europeo tampoco le rinde cuentas a nadie… Incluso esas instituciones han sido concebidas más en interés de los bancos y las multinacionales que en interés general”.

“Hubo un simulacro de debate sobre Maastricht. Recuerdo que, en aquel entonces, no se habló en lo absoluto de las instituciones. Se hablo de la moneda, es cierto. Pero ni siquiera se mencionó lo más importante en el plano monetario.

 

No se nos dijo nada, por ejemplo, de la entrega total de la creación monetaria a bancos privados (artículo 104, convertido en el art.123 del Tratado de Lisboa), a pesar de que eso constituye un verdadero escándalo, principal motivo de la deuda pública que asfixia a nuestros Estados e importante causa del desempleo endémico que asfixia nuestras economías”.

-Etienne Chouard.

O, lo que es lo mismo,

“impide a los Estados pedir dinero a sus Bancos Centrales (crear su propio dinero o pedirlo prestado a bajo interés), debiendo recurrir a préstamos de los bancos PRIVADOS¡¡¡ (cuyos intereses pagamos todos). Eso significa mayor esclavitud de los ciudadanos al sistema bancario.

 

Por no hablar de lo que significa el ACGS (Acuerdo General de Comercio y Servicios) en cuanto a privatización de los servicios públicos que han sido tradicionalmente responsabilidad del Estado (sanidad, educación…)”.

- Juan Flitz.

 

 

 

 

“Podemos decir que la legislación en materia económica ha vertebrado la política comunitaria europea desde sus comienzos. Los distintos Tratados, como el de Niza o el de Roma han ido desarrollando medidas de convergencia de los Estados miembros, respondiendo paralelamente a una exigencia liberalizadora de los grandes intereses empresariales mundiales.

 

El Tratado constitucional viene a consolidar estas tendencias liberalizadoras ya diseñadas, pero, según la derecha europea, insuficientes.“

- José Antonio Nisa Escobar.
 

¿Europa una Grande y Unida?:

“… Se refieren a ella una grande, una unida. Ya, el típico fanfarroneo de quienes creen que sumando se llega a la grandeza, pero se olvidan de sumar todo aquello que no sea cuantificable en dinero”.
-Miguel Furlock

 

 

 

 

“¿Quienes son esos que estarían hipotéticamente por la labor de esa Europa increíble? En primer lugar los banqueros y grandes riquezas, ya que el dólar no es ya una referencia como para no invertir en oro y monedas más seguras. El euro, respaldado por una Europa “grande y unida” sería el bastión perfecto.

 

Luego las multinacionales, que encuentran en Europa un mercado de cada vez más fácil acceso. Detrás los políticos, porque son ellos los que canalizan las inversiones hacía los pueblos y son ellos los puntos de referencia de los dirigentes de grandes empresas. Después estarían los técnicos, aquellos que dependen de los políticos”.

- Miguel Furlock .
 


«Votaré un ‘No’ rotundo a la Constitución Europea porque es una constitución armamentística».
- Acadi Oliveres.

 

 

 

En esta misma línea, en Rebelion.org, José Antonio Nisa Escobar decía:

“Europa entra en la carrera armamentística.

 

El artículo 212 desarrolla el concepto de Agencia Europea de Armamento, Investigación y Capacidades Militares. El Consejo de Ministros controlará esta Agencia por mayoría cualificada.

 

Sus objetivos son:

  • fomentar una armonización de las necesidades militares de los Estados miembros

  • apoyar la investigación en tecnología de defensa

  • favorecer medidas para reforzar la base industrial y tecnológica de la defensa y para aumentar la rentabilidad de los gastos militares!!!!

 

 

 

Apoyar esta Constitución significa apoyar una carrera militar sin saber muy bien contra quien se compite. Llama la atención el concepto de rentabilidad de los gastos militares, o lo que se podría llamar la rentabilidad de la guerra”.

“Desde el punto de vista de la acción exterior se prevé la posible acción militar “que tenga por objetivo garantizar el mantenimiento de la paz, la prevención de conflictos y el fortalecimiento de la seguridad internacional, con arreglo a los principios de la Carta de Naciones Unidas.”

 

Sin duda, aceptar esta condición significa adherirse a una política militar de acción preventiva, exactamente como la concibe Estados Unidos y sus aliados atlantistas. La guerra preventiva se hallaría dentro de esta concepción”.

En el terreno de lo social, tampoco las cosas pintaban mejor con ese brillante Tratado.

 

Según explicaba en su día Izquierda Unida Canaria:

La Constitución europea sustituye el derecho a una vivienda digna por el derecho a “una ayuda de vivienda” (Parte II, art. 94.3).

 

El derecho a las prestaciones de seguridad social es transformado en “derecho de acceso” a tales prestaciones (Parte II, art. 94.1).

 

¿Cómo podríamos exigir el derecho a acceder a un derecho? El texto constitucional plantea la creación de un Comité de Protección Social, eso sí, “de carácter consultivo” (Parte III, art. 217).

 

La educación no tendrá el propósito de lograr el “pleno desarrollo de la persona”, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino la mera finalidad de integrar a la gente en el sistema productivo (Parte II, art. 74).

 

Así constitucionalizamos en el ámbito educativo lo que Vázquez Montalbán llamaba la “función jíbara”, achicadora de cabezas.

Según Anne-Marie Le Pourhiet, profesora francesa de derecho constitucional:

“Europa es consustancialmente anti-democrática, nos la quieren imponer por la buenas o por las malas. Nosotros [los franceses] no somos el primer pueblo de cuya voluntad se han mofado, los irlandeses y los daneses también se han visto obligados a volver a votar hasta que han dicho sí”.

O los españoles, añado yo, que fueron empujados sin pudor a dar respaldo a un Tratado que desconocían absolutamente.
 

 



¿Y EL TRATADO DE LISBOA?

 

 

 

“Los principales dirigentes y responsables políticos de la Unión Europea están dispuestos y se preparan a validar por la fuerza el Tratado de Lisboa, cuando un tratado idéntico a este texto fue rechazado por referéndum en los países miembros de esta misma Unión Europea y en donde una consultación popular fue organizada, como por ejemplo en Francia y Holanda”.

-decía Red Voltaire en diciembre de 2007.

“Francia dice ’sí’ al Tratado de Lisboa tres años después de haber rechazado la Constitución”.

- decía Europa Press el 8 de febrero de 2008.

 

“El Parlamento francés ratificó anoche el nuevo tratado europeo de Lisboa casi tres años después del rechazo francés en referéndum de la malograda Constitución europea, un hecho que junto al ‘no’ holandés hundió a la Unión Europea en una profunda crisis institucional”.

Lo que este artículo no dice, es que la aprobación se hizo sin consultar a los ciudadanos. Es decir, a espaldas de estos y a la fuerza.

“El Tratado europeo es una `violación política“
- Etienne Chouard

 

 

 

Pero, ¿quién nos ha explicado qué es el Tratado de Lisboa? Evidentemente, ninguno de los medios “habituales” de comunicación. Hay que recurrir a dignas iniciativas ciudadanas como el blog: Tratado de Lisboa… REGALO SORPRESA DE LA U.E.

“La única vez que nos preguntaron nuestra opinión, en 2005, la primera vez que nos quitaron la mordaza, gritamos «¡No!» Enseguida, nos pusieron otra vez la mordaza y empezó de nuevo la violación. Nos dijeron: «Ustedes no quieren, pero se hará de todas formas, por vía parlamentaria…».

 

(…) En 2007 se confirmó, por tanto, lo que ya se había visto en 2005: el método y el contenido del Tratado de Lisboa confirman que tenemos al mando a una pandilla de violadores y lo que está sucediendo es un golpe de Estado. Se trata de un abuso de fuerza. La definición de golpe de Estado es cuando un poder ejecutivo no respeta el sufragio universal. Eso es lo que está pasando”.

 

 

 

 

“La mentira está en todas partes y la gente honesta no se atreve a creerlo. Se habla de un mini-tratado simplificado que no es ni «mini» ni «simplificado». Ahora hay que leerse 30.000 páginas para saber lo que dice el Tratado de Lisboa. Es extremadamente complicado.

 

Contiene todo tipo de referencias que remiten a otros documentos y todo lo que estaba en el tratado de 2005 aparece de nuevo en este. Hasta lo que decían que iban a quitar”.

- Etienne Chouard
 

 

 

 

“Quitaron la etiqueta de «constitución». Pero, ¿qué es lo peligroso en una botella de veneno? ¿La etiqueta o el veneno? Si quitamos la etiqueta, ¿hace eso que el veneno sea menos peligroso?”.
-Etienne Chouard.
 


“Salir de la Unión Europea no sería fácil y costaría muy caro. Hay muchos mecanismos que mover. Se necesitaría un gobierno muy decidido. Esa situación irreversible me recuerda el AGCS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicio), del que tampoco se puede salir.

 

Ese Acuerdo (que se negoció y se firmó sin que nos hablaran de él, en el mayor secreto) contiene el mismo genoma antidemocrático que la Unión Europea.”

-Etienne Chouard.
 

 

 

 

“No nos engañemos: el problema mayor hoy no es el vinculado con la letra del tratado original o del mini-tratado que a la postre se ha abierto camino. El problema principal es la realidad material de la UE de estas horas, de la mano de una rotunda primacía de lo económico-mercantil, de un visible retroceso en el terreno de lo social, de la condición dudosamente democrática de tantas prácticas e instituciones o de la general inmundicia de la política exterior”.

- Carlos Taibo, La República.

“La movilización ciudadana me parece indispensable, aunque sólo sea para poner en evidencia a los traidores”.
- Anne-Marie Le Pourhiet.

Esta movilización podemos encontrarla en ¡Que decida el pueblo!.

 

 

 

 

El proceso para dotar a Europa de una constitución prevé que el próximo tratado esté listo antes de las próximas elecciones europeas, en junio de 2009.

Pero el proceso no puede continuar sin la participación directa y la aprobación de los pueblos de Europa. ¡No se puede diseñar el próximo tratado de la UE sin preguntarle al pueblo!

En diciembre de 2007, algunos miembros del Parlamento Europeo protagonizaron una importante protesta durante una de las sesiones. Solicitaban que sea la ciudadanía europea la que decida si es ésta la Constitución que quiere.

No la hemos visto en ningún medio de “comunicación”. ¿Por qué?

No debe llegar al ciudadano la información de que existe oposición a la Constitución y al Tratado de Lisboa en el mismo Parlamento europeo. Si el ciudadano descubre eso, se hará muchas preguntas.

Además, una ciudadanía informada impediría los planes de la élite esclavizadora.

 

 

- Protesta de miembros del Parlamento Europeo – 12.12.2007

 

 

 

 

Revolt at European Parliament

You will Never See This on TV

December 12, 2007

 

 

 

 

“Todo eso ha sido posible porque la ciudadanía ha abandonado sus responsabilidades y se ha puesto ingenuamente en manos de sus representantes sin imaginarse que estos podían abusar de sus poderes y sin controlar la acción de estos”.
- Silvia Cattori

 

Delegar es cómodo, fácil y rápido, pero demasiado arriesgado si no queremos - tú, yo, nuestros hijos y nietos, amigos y conocidos - ser esclavos por inacción.

 

 

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