13 - El tiempo del desarrollo de los cereales y la ganadería
Nuestra primera misión fue trabajar
en la clonación de las sacerdotisas que iban llevar a cabo el
proyecto de desarrollo de los cereales y del ganado. Tuvimos que
enviar e Ninmah quien, por la fuerza de este difícil contexto se
había proclamado guardiana de la herencia genética de Mulmul (las
Pléyades).
A menos que esta sensación de vértigo tuviera algo ver más bien con el ambiente general que progresivamente se había establecido poco a poco sobre el planeta. Ninmah quiso participar en la clonación de las sacerdotisas, pero Mam se opuso a eso replicando que estábamos completos en número para esta misión.
Mi compañera le propuso habilitar más bien apartamentos decentes para las futuras hembras. Saqué provecho de esta idea para mandar a Enimin a prestarle asistencia a Ninmah en su tarea. Sabía pertinentemente a lo que exponía a mi discípulo tomando esta decisión, pero respecto a la nueva situación, opté por servirme de Enimin con vistas a utilizarle como cebo...
Mi compañera estaba en pro de una pluralidad de sangre en el seno de nuestra especie y en pro de una futura fusión entre Nungal y las sacerdotisas. La consanguinidad de los Gina' abul varones no era, por consiguiente, su problema. Nuestras sesiones de clonación se limitaron a la capital de Dukù, Urubàd, la ciudad atravesada por anchas avenidas bordeadas por lujuriosos jardines, donde todo se almacenaban todos los Siensisâr de An.
Tuvimos poco tiempo para salir del laboratorio y realizar una visita a las afueras y visitar los lugares. Ayudados por las sacerdotisas de nuestra delegación cosechamos los óvulos que Mam y yo habíamos programado y los inyectamos en Siensisâr.
Según lo convenido, previmos la creación de 82 tipos de Amasutum, una mitad para el trabajo de los cereales y la otra para el ganado. Las dos sacerdotisas en jefe de las producciones agroalimentarias fueron clonadas antes que las otras para que pudieran prestar asistencia al despertar de las hermanas que iban a secundarlas. Los nombres de estas dos eminentes hembras estaban relacionados con sus futuras funciones.
A la sacerdotisa de los cereales le fue otorgado el nombre de Setir (literalmente "abundancia de cereales") y a la del ganado le fue asignado el nombre Udu'us ("carnero y oveja"). Mam sacó provecho del hecho de que ningún otro Gina'abul varón estaba presente entre las sacerdotisas, para ponernos de acuerdo sobre la correspondencia de estos dos nombres en Emesà (lengua matriz).
Entonces fue determinado
que Setir llevaría el nombre secreto de Asnan y Udu'us el de Lahru.
En este instante, Mam comprendió que, formando yo parte del mundo
del Amasutum, todavía no poseía un nombre oculto. Me prometió
encontrarme uno cuanto antes.
Visiblemente, la
producción alimentaria sobre Dukù desde hace muchísimo tiempo no era
más asunto de Amasutum.
Luego pudimos hacer estadísticas y
emprender nuevas sesiones de clonación con el fin de producir el
ganado de base para su posterior reproducción. No estoy atacando
esta nueva misión, y dejé a Damkina y a una parte de las
sacerdotisas encargarse de eso. Con la ayuda de Setir (la
sacerdotisa de los cereales) y de sus 40 colegas, nos concentramos
sobre la producción de las gramíneas.
Este acto tuvo como objetivo crear en la sacerdotisa una cierta tensión, así como una enorme expectativa. Durante una discusión con Ninmah, esta última tuvo intenciones muy favorables con respecto a mi Alagni. Me confió que estaba muy impresionada por su inteligencia y su alocución. Ninmah deseaba cambiar el epíteto de mi discípulo, que era hasta entonces que una simple denominación de fábrica, y darle un nombre verdadero.
Le concedí este privilegio excepcional con vistas a complacerle.
Ninmah me propuso el nombre de Enlil, que quiere decir "el señor del soplo", cuyo significado exacto significa "el señor que detiene el aliento de la palabra y del verbo".
Encontré esta juiciosa elección y acepté este nuevo título.
Enimin era un gran orador que jamás se privaba de exponer su erudición con el fin de impresionar a sus allegados y de halagar su ego, que había observado, era muy dominante. El se había calmado desde que le había impuesto no expresarse inútilmente. ¡Enlil era su descripción correcta, yo no lo habría hecho mejor!
Antes de comprometerme más en el trabajo agrícola, las sacerdotisas me iniciaron los rudimentos de su lenguaje en relación con las plantaciones. Emesà (la lengua matriz) contenía numerosos términos técnicos para cada oficio.
El de Santana 63 lo contenía muchísimo.
Para el Gig (trigo) fue más complicado, ya que, generalmente, esta gramínea se desarrolla mal en los recientes terrenos desmontados. Efectuamos también rigurosas evaluaciones de las necesidades de agua del Ka' âûè con el fin de establecer buenas estimaciones. A el Ka' âûè que queríamos explotar le gustaba tener los pies en el agua y la cabeza al sol.
Llovía
periódicamente sobre Dukù, pero manifiestamente no era el buen
tiempo para adquirir el agua del cielo. Debimos pues prever extraer
el agua subterránea que se extendía bajo la ciudad y de crear
reservas de agua, así como múltiples instalaciones de riegos .
Así, la astuta Ninmah tomó la decisión de dejarlos todavía un tiempo lejos de nuestros ojos indiscretos.
No sospeché un solo instante que esta elección escondía un misterio bien guardado. Todavía estábamos lejos de poder producir cereales, la urgencia de la situación me obligó a tomar una decisión provisional. Me acordé, que a las declaraciones de Ninmah, en los planetas del Abzu, Ésârraet Ébabbar, los Anunna esencialmente se alimentaban de frutos que ofrecía la vegetación del entorno.
Nos era imposible ir y venir hacia estos planetas sin despertar la atención de los Kadistu estacionados sobre nuestras cabezas. Decidí proporcionarme un Gigiriah con vistas a visitar a Abzu du Dukù.
¡Tuve algunas
dificultades para encontrar uno, porque sobre este maldito planeta
el navío más frecuente era el famoso Mû'u del que me horrorizaba!
Esta variedad de Ka'âûè de las cual Mam y Setir sabían el secreto, era de un tipo híbrido, que presentaba mayores rendimientos. La acumulación completamente excepcional de sustancias de reserva hizo del Ka'âûè el alimento ideal. El contenido muy elevado en glúcidos y proteínas en el albumen de los granos, y la postura de reserva de sus moléculas fuertemente energéticas que emanaba de la asimilación clorofílica en los tallos aportó los valores nutritivos ideales para fortificar a los Anunna. No solo comíamos las semillas, sino que también los tallos.
Gracias
a la ayuda climática que aportaba el Dukù, combinada con los
reducidos ciclos de vegetación de este tipo de Ka'âûè, esta variedad
de gramínea fue la primera comida que alimentó a los hijos de An.
La ingeniería del Amasutum era manifiesta: entre las
numerosas cosechas y recolecciones, la organización de los establos
lecheros, las entregas de los diferentes productos agrícolas, la
organización de la alimentación de los animales, el inventario de
estos últimos, las múltiples cuentas de las producciones y los
cálculos de la alimentación agrícola auto-consumada, todo esto en un
tiempo limitado - con la ayuda muy limitada de algunos aparatos
mecanizados - resultaba una verdadera proeza tecnológica.
|