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			Septiembre 11, 2008  
			del Sitio Web
			
			TrinityATierra 
			  
			Ayer 10 de Septiembre de 2008 los ojos de todo el mundo estaban 
			puestos en Ginebra donde se llevaba a cabo el experimento más grande 
			jamás llevado a cabo y ciertamente el más caro de la historia 
			finalizado. En el proyecto del CERN han dilapidado un total de 8000 
			millones de dólares excavando un túnel de casi 30 Km. y lo han 
			equipado con tecnología de última generación. 
			  
			Creo que todos 
			pensaréis lo mismo que yo; aquí hay algo que no encaja:  
				
				¿Veinte 
			países europeos, además de Estados Unidos, invirtiendo esa 
			gigantesca suma para, como se ha dicho, “reproducir las condiciones 
			que se dieron tras el Big Bang”, que no es sino una teoría, mala por 
			cierto, y cada vez menos aceptada en la comunidad científica 
			especializada en física de partículas?.    
				¿A qué se debe este enorme 
			interés científico de repente por el origen del universo cuando ni 
			siquiera viajamos ya a la Luna? 
			Lo más sobresaliente es que el LHC de Ginebra no es el primer 
			intento de este tipo, sino que hubo antes dos en los años 80 y 90 en 
			una instalación de Texas (Waxahachie) donde se excavaron 30 
			kilómetros para instalar una máquina que se llamó el 
			
			Supercolisionador Superconductor (feo nombre, la verdad, aunque 
			Colisionador de Hadrones no es mucho mejor), aun más grande y tan 
			caro como este. 
			El Presidente entonces, Ronald Reagan, lo llamó “una entrada a un 
			Nuevo Mundo (New World)” y se emplearon entonces ocho mil millones 
			de dólares en el invento. Para el 93 habían dilapidado en el 
			supercolisionador superconductor 11.000 millones de dólares cuando 
			el Congreso dejó de aprobar la financiación abruptamente (parece que 
			anduvieron un poco lentos…)
 
 ¿También era interés científico de la administración Reagan?
 
 Mmmm... Algo sigue sin encajar....
 
 Luego leo en prensa que el científico Stephen Hawking, en 
			
			una 
			entrevista titulada “el LHC es vital para la humanidad” dice que,
 
				
				“si 
			incluso el proyecto falla, los científicos dispondrán de mucha 
			información sobre la estructura del universo”. 
			Perdón, repítalo, no he entendido bien.  
				
					
					
					¿Quiere decir que el 
			proyecto puede fallar? 
					
					¿Un proyecto donde ya llevan gastados en 
			total de 8000 mil millones, a los que teóricamente podríamos sumar 
			los 11.000 millones de dólares ya gastados en el experimento tejano 
			mencionado arriba, lo que hacen un total de 19.000 millones de 
			dólares puede fallar? 
			Claro que aunque falle, nos dice el científico, “aun sabremos mucho 
			sobre la estructura del universo“, lo cual es un consuelo, pero no 
			estoy segura de que sea suficiente.
 Todo el mundo anda con la mosca detrás de la oreja y ha habido campo 
			abonado para la especulación de todo tipo desde que comenzamos a oír 
			sobre el Colisionador de Hadrones. La más “atractiva” sin duda es la 
			de que se trata de un proyecto para viajar a mundos paralelos en el 
			espacio-tiempo a través de los agujeros negros.
 
 A mi me fascina esa posibilidad, especialmente si imagino que los 
			unos y los otros atraviesan el espacio-tiempo a algún lugar lejano 
			de nuestro sistema solar para no volver tal vez y con suerte en unos 
			cuantos eones.
 
			A mi la teoría me chifla, la verdad; os lo prometo, pero no me creo 
			ni una palabra. Debe de ser que mi “locura” personal es bastante 
			exigente y se decanta sin dudarlo por algunas teorías de la 
			conspiración, cuando otras se me atragantan en la garganta como la 
			masa de pan mal cocida.
 
 No puedo remediarlo. Supongo que nos pasa a todos: no sabemos por 
			qué pero notamos que algo no encaja y le seguimos dando vueltas 
			hasta que nos cruzamos con una pista que nos abre un terreno donde 
			de repente nos sentimos como peces en el agua y decimos, “esto ya es 
			otra cosa”.
 
 Eso me ha ocurrido a mi cuando me he leído
			
			este artículo de 
			Scientific American que dice,
 
				
				“Cómo el LHC puede cambiar la Web”, y 
			subtitula: La parrilla (grid, no sé si se traduce así) informática 
			del LHC puede enseñar a Internet a cómo manejar sencillamente un 
			montón de información” 
			¿Cómo?, me pregunté, ¡¿Qué tiene que ver este bicho enterrado en la 
			Tierra para los “hadrones” con Internet que usamos todos los días?! 
			Dice además el artículo que el reto supone,
 
				
				“hacer accesible la 
			información a cualquiera en cualquier parte del mundo mediante la 
			ejecución de unos cuantos comandos desde su ordenador personal 
			portátil” (ya sabemos que donde dicen “cualquiera” siempre se 
			refiere a “ellos“)  
			Lo primero que uno se pregunta es ¿Qué tipo de información necesitan 
			manejar a esa velocidad? ¿Información sobre la estructura del 
			universo?.
 No parece muy plausible imaginarnos a Zapatero o a Putin como el Dr. 
			No manejando datos sobre la estructura del universo (aunque ya 
			puestos, me imagino a Putin más que a Zapatero), ni tampoco me 
			imagino a a un par de jubilados, ya introducidos en la era Internet, 
			accediendo a la parrilla de datos sobre la estructura del universo. 
			No me imagino cómo puede eso explicar el interés de los gobiernos 
			durante más de dos décadas en el invento de Ginebra.
 
			  
			¿Quién tendrá 
			acceso a toda esa información?, ¿gente como Stephen Hawkings o el 
			perfil de usuario será más bien tipo Sarkozy?
 Dice 
			
			el artículo de 
			Scientific American:
 
				
				David Bader, director ejecutivo del 
				Instituto Tecnológico de Georgia 
			(EE.UU.) dice que ” la única cosa que la Web no es capaz de hacer es 
			gestionar una cantidad fenomenal de datos”; ” el ancho de banda solo 
			es un cuello de botella colosal”, y añade que “para los 
			investigadores que realizan simulaciones de supercomputadoras, es 
			más barato escribir la información en discos duros y enviarlos a 
			centros de supercomputadoras vía correo Fedex que transferir por la 
			red grandes cantidades de información”. 
 Según este científico, la parrilla Informática basada en el LHS (Colisionador 
			de Hadrones) y en una plataforma open-source llamada Globus 
			permitirá,
 
					
					“a los ordenadores ofrecer predicciones instantáneas del 
			clima por medio del acceso a la información a los sensores 
			medioambientales cercanos, o puede ayudar a escudriñar una vida 
			médica completa para buscar los datos más nimios en el historial de 
			una persona”. 
			Estos ejemplos que ofrece Bader así como que ‘de pasada’ suenan 
			bastante “Gran Hermano” en mi opinión y le permiten preguntarse a 
			uno si todo ese dineral invertido por los gobiernos (nuestros 
			impuestos, o sea) en este proyecto del CERN no será por razones 
			políticas, más que las estrictamente científicas. 
 Ahora, si accedéis a 
			
			la página de Globus podréis encontrar 
			información acerca de esta 
			
			plataforma Globus y veréis que se está 
			aplicando a proyectos en distintas disciplinas, climatología, física, 
			astronomía…
 
 Pero es que además el artículo finaliza de una forma que no hace más 
			que reforzar la idea 
			
			Gran Hermano porque dice,
 
				
				“irónicamente, la 
			contribución más importante del CERN a Internet podría ser cualquier 
			cosa menos transparente para el usuario final. En un mundo perfecto, Globus, o sus sucesores, harían simplemente todo accesible y 
			transparente desde cualquier ordenador."    
				Dice Bader además ”si Globus 
			es un éxito entonces no oirás mencionar nada sobre él“. 
			Permitir que toda la información de los seres humanos, sus datos 
			médicos, educativos, legales, policiales, sean accesibles desde 
			cualquier ordenador portátil sobre esta plataforma LHS/Globus suena 
			bastante terrorífico y lo peor es que los datos empezarán a 
			recibirse antes del fin del 2008, como dice el propio artículo, es 
			decir, no estamos hablando del futuro en absoluto, sino de AHORA.
 Uno no puede por menos preguntarse si no estará todo esto 
			relacionado con el proyecto chemtrails/HAARP en los términos en los 
			que está descrito 
			
			en este artículo ¿Una herramienta perfecta para 
			vigilar y manipular a todos los seres del planeta?
 
 En ese contexto, no tengo dudas respecto al por qué del interés en 
			desviar la atención de todo el mundo hacia las naves tripuladas 
			aparecidas el día de la inauguración del CERN o la información que 
			apuntaba a la posibilidad de que la Tierra fuera engullida por 
			agujeros negros fruto del experimento o cosas similares.
 
			  
			En mi 
			opinión, si hubo naves en el espacio de Ginebra anoche, como se ha 
			reportado, no me cabe la menor duda de que estaban tripuladas por 
			seres humanos utilizando la tecnología robada a 
			Tesla y que emplean 
			para su uso y disfrute mientras nosotros tenemos que ir a cargar el 
			coche a la gasolinera.
 Está claro que además su estrategia ha sido muy exitosa , ya que 
			todavía ahora seguimos hablando de agujeros negros y de platillos 
			voladores. Han logrado desviar nuestra atención de lo único que 
			importa a los gobiernos, que no es otra cosa que el control y el 
			espionaje a los ciudadanos.
 
			  
			Y ¡atención! porque la jugada es tan 
			maestra que según este experto ”si Globus es un éxito entonces no 
			oirás mencionar nada sobre él", de manera que si has visto segundas 
			intenciones en este proyecto, como en otros, quedarás a la altura 
			del betún porque no pasará “nada”. 
 O mucho me equivoco, o esta es la verdadera razón del llamado 
			Colisionador de Hadrones, “una entrada a un NEW WORLD”, como dijo 
			Reagan, sólo que puede que dejara fuera a propósito la última 
			palabra, ORDER:
 
				
				El 
				
				Nuevo (Viejo y Maldito, ya, para nosotros) 
				Orden 
			Mundial.   |