por Roderiko Mendieta
del Sitio Web
ForoPerseo
Parte I
La Física moderna cruza
el umbral
En la alborada del nuevo milenio, un recuento cuidadoso de los más
descollantes trabajos realizados por los científicos contemporáneos
de vanguardia en campos tales como la física cuántica, la psicología
cognoscitiva, la astrofísica y la inteligencia artificial, nos lleva
a la conclusión inevitable de que la ciencia experimental así como
la teórica, están avanzando rápida e inexorablemente hacia un
revolucionario cambio de paradigma.
Esto quiere decir que nuestra
visión del universo que habitamos, así como de la naturaleza de la
vida en todas sus manifestaciones y nuestra concepción del origen y
propósito de las cosas, están a punto de experimentar un giro
fundamental.
Atrás ha quedado la visión mecanicista del universo newtoniano de
tres únicas dimensiones para dar paso a las nuevas concepciones del
universo como un todo multidimensional, donde la materia en
apariencia "sólida" que forma el universo físico que podemos
percibir, es apenas una entre muchas modalidades de manifestación de
la energía cósmica.
Einstein ya había ensanchado los horizontes del
universo al sugerir que el Tiempo no es una constante, sino una
variable, es decir, que el flujo lineal del tiempo tal y como lo
percibimos, donde los eventos del pasado son irrescatables, el
presente es un inaprensible tic del reloj, y el futuro es el reino
insondable del devenir, es, de igual manera, tan solo una modalidad
de percepción típica de nuestra 3ra. dimensión:
ahora se habla del "eterno
presente" y de la "simultaneidad de todos los eventos", teorías que
explican el tiempo en función de la consciencia y de la densidad del
medio dentro del que la consciencia se encuentre operando.
Einstein también revolucionó nuestra antigua concepción newtoniana
del Espacio como un vacío absoluto, y lo conceptualizó más bien en
términos de una malla elástica, que de alguna manera retomaba y
ampliaba el concepto de "éter" de los antiguos.
Posteriores
observaciones de fenómenos paradójicos como el de que, cuando una
estrella pasa detrás de otra, la luz proveniente de la estrella
posterior, lejos de quedar cubierta, es aún visible, pudieron ser
explicados satisfactoriamente gracias al modelo de Einstein: este ya
había deducido que el campo gravitacional de la estrella del frente
es tan poderoso que inclusive "curvea" el espacio que hay a su
alrededor, obligando a cualquier cosa que viaje a través de ese
espacio (incluyendo a la luz) a trazar una trayectoria curva.
En
conclusión, el espacio no es un vacío inerte, como se presumía, sino
que está lleno de una sustancia inconcebiblemente tenue (más tenue
aún que el más tenue de los gases conocidos) y que es susceptible de
vibrar como cualquier otro medio, igual que se pliega el agua para
propagar una ola.
Posteriormente Kaluza y Klein introdujeron la teoría de que el
universo podría tener más dimensiones espaciales que las tres que
nos son familiares (anchura, altura y profundidad), con lo cual
resultaría obvio pensar que nuestros sentidos de la percepción
tienen alcances muy limitados, de la misma manera que es un hecho
científicamente comprobado que nuestros ojos solo son capaces de
percibir las ondas pertenecientes a un pequeñísimo rango del
espectro de las frecuencias.
La teoría de los Superfilamentos, que básicamente indica,
-
que el
universo entero está formado por una red intrincada y sutil de
filamentos extremadamente delgados en constante movimiento de
vibración (como las cuerdas de una guitarra)
-
que conducen una
energía universal que se arremolina en forma de nodos o "vórtices"
en los puntos donde se intersectan,
-
que estos filamentos son la
tela de la que están formadas todas las cosas que existen, no
solamente en la 3ra. dimensión, sino también en todas las otras
dimensiones,
...es un concepto revolucionario que gana terreno a
enormes zancadas y se anuncia en los más importantes círculos
académicos como la nueva Revolución Cosmogónica: la panacea
conceptual que cuenta con las mejores probabilidades de armonizar
nuevamente los mundos de las partículas subatómicas (el reino de lo
infinitesimalmente pequeño) y de las masivas estructuras del cosmos
(el reino de lo infinitesimalmente grande), hasta ahora
irreconciliablemente separados por una brecha de paradojas
insolubles.
Como explica Brian Greene de la Universidad Cornell,
"La
teoría de los Superfilamentos soluciona el más enigmático de los
problemas de la física teórica en el siglo XX: la incompatibilidad
matemática entre los fundamentos de la mecánica cuántica y de la
Teoría General de la Relatividad".
(Greene, "Superstring Theory",
http://www.lassp.cornell.edu).
Lo que esto quiere decir es que hasta
ahora parecía que el mundo de las partículas cuánticas estaba
gobernado por un cuerpo de leyes científicas distintas a las del
mundo de las estructuras macroscópicas, puesto que permitía la
aparición de fenómenos paradójicos observados en condiciones de
laboratorio tales como el que una misma partícula podía estar
ocupando dos lugares diferentes en el espacio, a un mismo tiempo, o
que una partícula atómica podía comportarse a la vez como partícula
y como onda energética, fenómenos inéditos y totalmente reñidos con
los preceptos que gobiernan los eventos del universo newtoniano.
La
obra "Hiperespacio" del físico
Michio Kaku suministra una elaborada
prueba matemática que sustenta la teoría de los superfilamentos, a
la vez que expone la necesidad de que más dimensiones coexistan con
la familiar 3ra. dimensión que percibimos.
En última instancia, esta épica exploración de los confines de la
realidad al filo del segundo milenio ha llevado a los científicos a
tres conclusiones generales:
-
primero, que el universo es enormemente
más basto de lo que nuestros sentidos nos sugieren y que comprende
un número adicional de dimensiones que se interpenetran unas a otras;
-
segundo, que los objetos sólidos que componen todo la realidad
física son un conglomerado de vórtices de energía enlazados unos a
otros para formar la ilusión de la solidez. La física atómica ya
había revelado la paradójica naturaleza de la así llamada "materia
sólida" al indicar que los átomos son campos energéticos de forma
más o menos globular, compuestos en su mayor parte por espacio "vacío",
nubes de electrones girando a velocidades pasmosas alrededor de un
diminuto núcleo de protones y neutrones, que hasta hace algunos años
se consideraba como compuesto de materia sólida puntual, pero que
ahora cada vez más se tiene la sospecha de que no es sino otro
conglomerado de vórtices de energía;
-
tercera conclusión, que la
nueva visión de la realidad de las cosas guarda una curiosa y
desconcertante similitud con las crónicas relativas a las
percepciones del cosmos y la realidad subyacente contenidas dentro
de las cosmogonías de las más diversas culturas del orbe,
registradas desde la más remota antigüedad.
Esta correspondencia ya había sido descubierta por el físico
Fritjoff Capra en su obra de 1975 "El Tao de la Física", donde anuda
el lazo que finalmente une en matrimonio indisoluble a la más
avanzada ciencia occidental con la más antigua mística oriental.
Entre los paralelos asombrosos entre ambos sistemas que observa
Capra, están los "límites de la objetividad", la ilusión de la
materia, la unidad del universo, y la interrelación de todas las
cosas que existen. Así, cuando la física moderna habla de que el
universo se expande por efecto de una serie de pulsaciones
centrífugas a partir de un punto infinitamente denso o "singularidad",
los antiguos Hindúes se refieren a esta pulsación como Brahman, el
aliento creador del universo.
Citando a David Wilcock:
"Lo que en
realidad pulsa tanto hacia afuera como hacia adentro es un número
teóricamente infinito de superfilamentos. Estos superfilamentos no
pulsan simplemente en una línea recta. Por el contrario, viajan en
espirales, las estructuras fundamentales a través de la que ocurre
toda forma de crecimiento".
(David Wilcock, "Convergence",
Ascension2000.com)
La Tela del Cosmos
De acuerdo a esta nueva visión, la última realidad de todas las
cosas debe encontrarse no en la materia, que es ilusoria y
contingente, sino en una energía "cósmica" organizada de manera
inteligente según patrones geométricos que conforman lo que Bruce
Cathie ha bautizado la "Red de Energía" a una escala universal,
compuesta por líneas de flujo, por un lado, y "nodos" o vórtices de
energía incrementada localizados allí donde las líneas se
intersectan y organizados en patrones similares a las estructuras de
los cristales.
En los nodos, la energía se "encrespa" y gira en
vórtices que Greene describe como "diminutos bucles cerrados" que
adoptan la apariencia, para todo efecto práctico, de una partícula
elemental.
La sensación de solidez que al tacto presentan los objetos en la
3ra. dimensión proviene del efecto acumulado de los campos
electromagnéticos generados por el torbellino de energía en bucle
cerrado, de manera que cuando tocamos un objeto sólido, como una
piedra, por ejemplo, nuestra mano es repelida por un conglomerado de
campos electromagnéticos similares a los que hay alrededor de un
magneto de refrigeradora, para crear la ilusión de solidez y materia.
Las Puertas de
la Percepción
Parece entonces que el hombre estuviera ingresando en una etapa de
su existencia colectiva en la cual finalmente le es dado abrir "Las
Puertas de la Percepción", como describiera Aldous Huxley al
referirse a su experiencia fármaco-mística de poder vislumbrar la
realidad subyacente en las cosas ordinarias.
Es el momento en que la
humanidad trasciende su estado pre-pubescente y llega a la mayoría
de edad, con un acopio de experiencias y una madurez suficiente como
para poder asomarse detrás de las puertas de la percepción. Los
espíritus más esclarecidos de este principio de milenio, parecen
haber finalmente ganado el derecho de prescindir de la "válvula
reductora del cerebro", como fuera descrita por Bergson, ese
mecanismo que limita el alcance de nuestras percepciones.
Huxley
explica con enorme lucidez como en verdad somos una Inteligencia
Libre, es decir, cognoscitivamente ilimitada:
"...la función del
cerebro, el sistema nervioso y los órganos sensoriales es
principalmente eliminativa, no productiva. Cada persona, en cada
momento, es capaz de recordar cuanto le ha sucedido y de percibir
cuanto acontece en cualquier parte del universo. La función del
cerebro y del sistema nervioso es protegernos, impedir que quedemos
abrumados y confundidos por esta masa de conocimientos (...)
admitiendo únicamente la muy reducida y especial selección que tiene
probabilidades de sernos prácticamente útiles. (...)
Para que la
supervivencia biológica sea posible, la Inteligencia Libre tiene que
ser regulada mediante la válvula reductora del cerebro y el sistema
nervioso. Lo que sale por el otro extremo del conducto es un
insignificante hilillo de esa clase de consciencia que nos ayudará a
seguir con vida en la superficie de este planeta determinado"
(Aldous
Huxley, "Las Puertas de la Percepción", 1954).
El
metalenguaje de los arquetipos
Como vemos, el mundo científico al nivel de su más encumbrada cúpula
de eminencias pensantes, está básicamente llegando a la misma
concepción del universo que las antiguas filosofías orientales del
Taoismo, Hinduismo y Budismo.
Curiosamente vemos también como la
ciencia está poco a poco reconociendo que las fuentes del
conocimiento no son exclusivamente accesibles por medio del método
científico, y que las percepciones de algunos llamados místicos y "canalizadores",
como se les llama modernamente, pueden resultar sorprendentes por el
grado de lucidez que denotan, así como por las descripciones de un
universo multidimensional muy en consonancia con los modernos
descubrimientos en los campos de la física cuántica o la astrofísica.
A estas comunicaciones, que los antiguos griegos identificaban como
provenientes de las "Musas", hoy en día se les llama en el ámbito de
la física, comunicaciones "superluminales", es decir, que ocurren a
velocidades superiores a las de la luz y en cierta manera tienden
puentes entre cuando menos dos dimensiones diferentes (es decir, son
fenómenos hiperdimensionales).
Un creciente número de científicos
está aceptando la idea de que la comunicación entre diferentes
densidades o dimensiones es factible, y es común observar como una
gama de individuos ordinarios que operan fuera de los muros de la
"Academia", y ya no solamente los antiguos místicos y ascetas
orientales que eran capaces de realizar prodigios de la más
intrincada gimnasia mental, son prueba fehaciente de que es posible
rasgar los velos de la percepción, y en muchos casos estos mismos
individuos ordinarios, con total desconocimiento de la naturaleza de
los fenómenos que están observando, suministran descripciones de la
realidad supramundana que han anticipado en muchos años los
posteriores descubrimientos de la ciencia de punta.
Tal es el caso
de Jane Roberts, una escritora de libros infantiles de Elmira, Nueva
York, que en 1963 inicia una serie de experimentos para expandir la
consciencia. El resultado de esto fue el material de Seth, y en
retrospectiva, es absolutamente sorprendente que 15 años antes de
que se formulara la teoría de los Superfilamentos, Roberts
escribiera y publicara, entre otras cosas, una descripción de la
estructura subyacente del universo que en términos inequívocos
corresponde a la teoría de los Superfilamentos.
Aun más sorprendente
es el hecho de que cuando Seth afirma textualmente:
"...se trata de
filamentos en movimiento, constantemente trémulos, y además de eso
están vivos", lo hace por boca de una persona completamente ajena al
campo de la física, en lucha constante por encontrar formas de
lenguaje que pudieran describir conceptos que, según las palabras de Kaku, representan a "la física del siglo 21 caída en las manos del
siglo 20".
Ya en la antigüedad clásica se habían visto las pitonisas
de Delfos enfrentadas ante un dilema similar:
-
¿cómo explicar los
símbolos correspondientes a una realidad supramundana en términos de
la realidad cognoscible de la tercera densidad?
-
¿cómo transponer el
metalenguaje de los arquetipos en el lenguaje mundano que nos es
familiar?
Comunicaciones Superluminales
Ante todo esto, surge la pregunta de si, una vez abiertos a la
posibilidad de que en verdad el universo sea un ente
multidimensional como lo sugieren los más descollantes exponentes de
la física del siglo XX, es acaso posible abrir canales de
comunicación entre densidades que son intrínsecamente diferentes,
tanto como lo son el medio subacuático de los peces del medio aéreo
de las aves.
La gran mayoría de las religiones del mundo ni siquiera se
cuestionan la factibilidad de las comunicaciones interdimensionales
y, en casi todos los casos, este fenómeno es tenido más bien como un
requisito sine qua non sobre el que se sustenta todo el cuerpo de
las escrituras canónicas.
La "Revelación" del mundo "superior" ante
el mundo "inferior" es una dinámica que permea casi todas las formas
de conocimiento religioso. La tradición Vedanta de la antigua India,
por ejemplo, se sustenta sobre un cuerpo de "sutras" o textos
llamados Vedas cuyos orígenes se pierden en las brumas de la leyenda.
Su carácter de texto "revelado" ha sido fuente de desconsuelos para
los estudiosos occidentales que tratan de encontrar explicaciones
más mundanas y se afanan en vano por esclarecer la verdadera
identidad del sabio Vyasa, uno de esos "rishis" semi-legendarios que
la tradición tiene como el compilador original.
El problema radica
en que el bagaje académico de los estudiosos occidentales los pone
en abierta contraposición a la mentalidad oriental.
Como escribe
Madeleine Biardeau en "El Pensamiento Prefilosófico y Oriental":
"Para el pensador indio no hay, en efecto, dos órdenes de
conocimiento, sino más bien dos dominios diferentes, el visible y el
invisible, para los cuales dispone de dos medios de comunicación
igualmente aceptados; la percepción y la Revelación (...) todo lo
que sobrepasa lo visible deriva, pues, del conocimiento revelado o
transmitido por una tradición sin comienzo (...)
En última instancia,
semejante concepción del conocimiento está ligada a la sociedad que
lo posee: o bien los brahmanes son depositarios desde la eternidad
de una ciencia que trasciende los límites del conocimiento ordinario,
o bien son los 'videntes'(...) quienes dotados de un poder de visión
extraordinario y animados de sentimientos benévolos para con la
humanidad, comunican lo que han visto".
El carácter trascendente, supramundano, o "superluminal" de
semejantes visiones es evidenciado por la naturaleza de su contenido,
que no sugiere haber sido derivado de la "percepción" mundana de la
realidad de la tercera densidad, o del empleo de los protocolos de
la ciencia materialista, sino más bien de una modalidad cognoscitiva
enteramente diferente, que recoge atisbos de esos reinos
hiperdimensionales curiosamente similares a los que nos presentan
los modernos "rishis" de la física cuántica.
Shankara (siglo VIII de la Era Común), uno de los estudiosos e
intérpretes de los textos Védicos y fundador de la llamada escuela
Advaita o del no-dualismo, explica que el problema central de su
sistema de interpretación es la relación entre Brahman (el "ser puro"
supremo universal) y atman, el ser o alma individual.
Ambos son
idénticos, con lo cual se sugiere la identidad e interrelación de
todas las cosas y el concepto de que todas las cosas que existen son
intrínsecamente indivisibles y forman el Uno. Esto tiene enorme
relación con algunos de los más importantes descubrimientos de la
física de las partículas subatómicas.
En 1966 el físico teórico John
Stewart Bell suministró pruebas de esta interrelación de todas las
cosas y formuló lo que desde entonces se conoce como el "Teorema de
Bell", donde plantea que la única manera de explicar la teoría
cuántica es asumiendo que la realidad tiene una naturaleza
"no-local", es decir, que cualquier cosa que suceda en cualquier
parte del universo, puede afectar de manera instantánea todas las
cosas que ocurran en cualquier otra parte del universo.
Bell demostró que a la luz de la teoría cuántica, todos los
atributos susceptibles de medición de un átomo son determinados no
solamente por los eventos que tienen lugar en el sitio mismo de
manifestación de este átomo, sino además por todos los eventos que
tienen lugar en el resto del universo, y que este "feedback" o
retroalimentación opera en forma instantánea y simultánea.
Como
anotara Laura Knight-Jadczyck, autora de "La Onda", el concepto
clave en este caso es "instantánea", es decir, "superluminal".
Citando un extracto de "La Onda":
"El Teorema de Bell puede ser
interpretado como una demostración de la idea de que todo lo que
existe -el pasado, presente y futuro- se combina necesariamente en
una entidad única cuyas partes más alejadas están interconectadas de
una manera inmediata. En otras palabras, el mundo que percibimos -las
estrellas y los planetas; la tierra y los mares, los árboles, los
animales, los edificios, las personas- son todas manifestaciones de
un mismo proceso absoluto".
(Laura Jadczyck, "The Wave", Parte 13I)
Shankara define esto como la "naturaleza
No Dual del universo".
Shankara además plantea que por efecto de
adviya, es decir, la
condición de ignorancia u obnubilación de nuestras percepciones en
la tercera densidad, el atman o alma individual se ve impedida de
entender la naturaleza no dual del ser puro universal (Brahman), de
manera que solo percibe el mundo material como compuesto por seres y
cosas separadas, y no se da nunca cuenta de que la existencia
separada de todas las cosas no es real, sino más bien producto del
fenómeno que se identifica con el nombre de maya, una poderosa
ilusión puesta en marcha de manera "misteriosa" en el presente
universo.
Shankara nos dice que mientras el ser individual no
adquiera conocimiento de este estado de cosas, seguirá en vano
buscando su identidad y su verdadero ser en el mundo fenomenológico,
y permanecerá atrapado en este mundo, una y otra vez, experimentando
el samsara, la rueda de las existencias, muertes y renacimientos que
son el destino del alma no iluminada y consecuencia de su karma (entiéndase
"karma" como el balance de sus buenas y malas acciones en
existencias pasadas que precondiciona la forma que toman sus futuras
existencias).
A través del adecuado conocimiento del Vedanta, no obstante, el alma
individual puede llegar a reconocer la naturaleza ilimitada de la
realidad que hay detrás del velo cósmico de maya y entender que su
propia naturaleza es una misma e idéntica a la de Brahman, y a
través de este conocimiento puede alcanzar finalmente el moksha o
liberación del samsara y del karma, y tener acceso al Nirvana, o
estado de no-dualidad.
Recordemos que más atrás mencionábamos como
Fritjoff Capra había observado que entre las conclusiones más
sorprendentes derivadas del estudio de la física moderna se contaban
los límites de la objetividad, es decir, que nuestras herramientas
de percepción y de raciocinio (sentidos físicos y mente) tienen
alcances limitados; la ilusión de la materia (la materia no es sino
una manifestación local de algo infinitamente más sutil); la unidad
del universo (el vacío separaba, pero el "éter" unifica e
interrelaciona todo en el gran "océano cósmico".
Los
que rasgaron el Velo
Es interesante observar, a propósito del concepto de maya dado por
el sistema de la escuela Advaita y definido en términos de esa
poderosa ilusión puesta en marcha de manera "misteriosa" en el
presente universo, que muchos otros pensadores y místicos han
hablado de nuestra experiencia en la 3ra. densidad en términos
similares.
G.I. Gurdjieff, el notorio místico ruso de principios del
siglo XX, señalaba que nuestra particular percepción del planeta
sobre el que vivimos, la Tierra, es totalmente imaginaria, según un
concepto que podría ser mejor entendido si hacemos una pequeña
extrapolación y decimos que considerar a nuestra Tierra
tridimensional como un cuerpo completo es tan iluso como pensar que
una sección infinitamente delgada de una manzana (cortada, como si
dijéramos, con un cuchillo extraordinariamente afilado hasta formar
una película del grueso de un átomo) es lo mismo que la manzana
completa.
Decía Gurdjieff:
"Solamente un cuerpo hexadimensional (de
seis dimensiones) puede ser completamente real. Un cuerpo
pentadimensional (de cinco dimensiones) no es otra cosa más que una
manifestación incompleta o parcial de un cuerpo hexadimensional, así
como un cuerpo tetradimensional es una manifestación incompleta de
un cuerpo pentadimensional, y un cuerpo tridimensional es una
manifestación incompleta de un cuerpo tetradimensional.
Y, por
supuesto, podemos decir que un plano es una visión incompleta de un
cuerpo tridimensional, es decir, tan solo la apreciación de uno de
sus lados. De la misma manera una línea es una visión incompleta de
un plano y un punto es una visión incompleta de una línea (...) El 'globo
terrestre' es un cuerpo imaginario. Es la sección de la sección de
la sección de la Tierra de seis dimensiones".
(De "En Búsqueda de lo
Milagroso", 1949; Gurdieff citado por Ouspenski).
Esta cita de boca de Gurdjieff se remonta, según las estimaciones de
Ouspenski, a una época cercana al año 1916, cuando apenas un año
antes Einstein publicaba su "Teoría General de la Relatividad";
Planck recién postulaba su teoría de que la energía viaja en
discretas unidades llamadas "quanta", y Rutherford apenas en la
década precedente había afirmado que el átomo consistía en su mayor
parte de espacios vacíos, con un núcleo eléctricamente positivo en
el centro y una nube de electrones eléctricamente negativos en la
periferia.
Pero por otro lado, es la opinión de muchos exponentes de
filosofías de tipo hermético que el conocimiento más profundo de la
realidad de las cosas ha sido trasmitido ininterrumpidamente desde
tiempos inmemoriales, pero que ha sido patrimonio de unos pocos
seres, los así llamados "iniciados", quienes por lo común han sido
compelidos a preservarlo en su carácter de conocimiento arcano y
secreto.
Como consecuencia de esta condición que podríamos llamar de "obnubilación
de la consciencia" propia de la experiencia existencial en la
tercera densidad, Gurdieff afirmaba que el ser humano se encontraba
"dormido" y que ninguno de sus actos tenía trascendencia alguna
mientras no despertara de su sueño. Agregaba que el hombre se
encontraba en una prisión, y hablaba de la limitación de nuestros
sentidos físicos y nuestra capacidad de percepción disminuida como
si fueran semejantes a los muros de una prisión.
Él sugería que la
finalidad última de la existencia bajo semejantes condiciones es
justamente la de aprender el arte de la "escapatoria".
En su obra
"En Búsqueda de lo Milagroso", el eminente matemático Ouspenski
reproduce extractos de sus conversaciones con el místico del Cáucaso,
quien le dijera alguna vez:
"Usted no se da cuenta de su situación.
Usted está dentro de una prisión. Lo único que puede esperar, en
caso de ser un hombre sensato, es escapar... Más aún, nadie puede
escapar sin la ayuda de aquellos que ya escaparon con anterioridad.
Solamente ellos pueden decir de qué manera es posible efectuar el
escape".
Ouspenski relata como Gurdjieff pensaba que esta era una
empresa para la que necesariamente se requería de un esfuerzo
conjunto que, sin embargo, solo podía tener posibilidades de éxito
en la medida en que el hombre cayera en la cuenta de su estado:
"...para
que un hombre que se encuentra encerrado dentro de una prisión pueda
en determinado momento tener posibilidades de efectuar con éxito un
escape, debe primero caer en la cuenta de que se encuentra
prisionero. Mientras no se de cuenta clara de esto, mientras siga
pensando que es libre, no tiene posibilidad alguna de éxito"
(ibídem)
"Platón también tenía una opinión similar acerca del presente estado
del hombre, que explicaba de manera bastante clara por medio de su
alegoría de la "caverna de las sombras".
En el libro VII de su obra
"La República", el filósofo griego compara a la humanidad presente
con un grupo de prisioneros confinados desde su nacimiento dentro de
una caverna oscura y encadenados por sus cuellos y piernas en una
posición tal que les es imposible moverse o girar sus cabezas.
Imagina que a sus espaldas, y por arriba de sus cabezas, hay una
abertura en el techo de la caverna como única fuente de luz, y que
entre esta abertura y la fila de prisioneros, hay una especie de
tarima por la que pasa constantemente un desfile de hombres portando
toda clase de estatuillas de madera y piedra con diversas formas de
animales y otros objetos variados, de forma tal que los prisioneros
encadenados solo alcanzan a ver la sombra de estos objetos
proyectada por la luz contra la pared de piedra que tienen frente a
sus ojos, tomando estas proyecciones por la suma total de los
fenómenos de su mundo y permaneciendo en su gran mayoría ignorantes
del hecho de que solo se trata de imágenes distorsionadas de la
realidad.
Es interesante observar como esta alegoría platónica de la
situación de la presente humanidad lleva implícita la sugerencia de
que nuestros sentidos solo alcanzan a aprehender un número menor de
dimensiones de las que en realidad tienen los objetos que producen
las sombras; es decir, vemos proyecciones bidimensionales (planas)
de objetos que en realidad tienen tres dimensiones (estatuillas de
madera y piedra) por una especie de fenómeno de degradación
perceptiva.
Por extrapolación podemos suponer que todos los objetos
de tres dimensiones que vemos en nuestro mundo (sillas, casas,
animales, montañas, personas...) son en realidad proyecciones de
objetos que pertenecen, cuando menos, a un mundo "superior" de
cuatro dimensiones, con lo cual la sabia admonición de que el
universo es totalmente simbólico cobra aun mayor significación.
De
la misma manera se infiere que todo proceso cognoscitivo real
implica el trascender las proyecciones distorsionadas del mundo, que
tomamos como reales (las sombras de la caverna), para leer de las
fuentes mismas que originan todos los fenómenos, que se han
denominado con la palabra "arquetipos" (del Griego "arkhetupos" que
significa "original").
Carl Gustav Jung decía que los arquetipos son
las "imágenes primordiales" que residen en el inconsciente colectivo
(o el banco de datos que reúne todos los sentimientos, pensamientos
y memorias compartidas por los miembros de la raza humana) y que se
manifiestan simbólicamente con el ropaje de los mitos, las
religiones, los cuentos de hadas y las fantasías subconscientes.
Así, según las claves proporcionadas por hombres como Platón y
Gurdjieff, podemos concluir que el "grueso" de la realidad escapa a
nuestros sentidos físicos y que solo alcanzaremos a conocer la
realidad de las cosas cuando hayamos hecho un esfuerzo por "despertar",
por "romper los muros de la prisión", percibir con sentidos
diferentes a los que nos otorgan nuestras presentes "percepciones
degradadas", etc., etc.
El África interna
A propósito de las empresas contemporáneas puestas en marcha con la
finalidad de rasgar el "velo de maya" y tener un atisbo de la
verdadera realidad de las cosas, el llamado "Material de Ra" es el
fruto de un equipo tripartito de trabajo (Elkins, Rueckert y
McCarty), y al igual que
el de Seth mencionado anteriormente, ha
sido objeto de un severo escrutinio por parte de numeroso de
escépticos.
Sus protocolos de acceso a la información también rompen
con el paradigma de la ciencia materialista y son parte de una
revolución epistemológica que, se podría decir, se remonta a
principios de la segunda mitad del siglo XX, a resultas del
desencanto globalizado y el creciente cuestionamiento de la
efectividad de la ciencia materialista para sondear la última
realidad de las cosas y ofrecer explicaciones plausibles.
A partir de la década de 1950, muchos investigadores afincados en el
área de la psicología cognoscitiva se dieron a la tarea de explorar
la mecánica de nuestras percepciones y los procesos relacionados con
el acceso, procesamiento y almacenamiento de información, así como
la formación de conceptos relativos a nuestra realidad.
Como
resultado de la sistematización de las técnicas de hipnoterapia y
las exploraciones de los llamados "estados alterados de consciencia",
se pudo determinar que existen métodos para ganar acceso a
realidades subconscientes o "supraconscientes", y a información que
por su naturaleza no es susceptible de ser acopiada por medio de los
sentidos físicos.
Así, se inició el proceso de exploración de estos
territorios ignotos, esta África de nuestra realidad de intramuros,
de igual manera que los primeros exploradores europeos se adentraron
en el llamado continente negro sin mayor conocimiento de la vastedad
y maravilla del entorno virgen que se abría ante ellos, para
comenzar a trazar los primeros mapas que serían utilizados por
posteriores expedicionarios.
Se comenzaron a registrar los resultados de las sesiones de trabajo
desarrolladas en ambientes controlados según protocolos diversos que
incluían hipnosis, psicoterapia, estados de trance y otros, y se
engrosaron numerosas bitácoras de viaje con reportes descriptivos
que, al igual que los diarios de expedición de exploradores como
Livingstone, Stanley y Speke, ofrecían atisbos de esta realidad "supramundana"
para posterior análisis y elaboración por parte de variados
estudiosos y académicos.
Parte II
El escalpelo de la
mente analítica
Así pues, ante el creciente fenómeno de las pretendidas
comunicaciones de tipo "superluminal", el investigador imparcial se
ve a sí mismo enfrentado ante dos cursos de acción:
rechazo a priori
de todo material que suponga el empleo de protocolos de
investigación no sancionados por el "establishment" científico, o el
análisis concienzudo y desprejuiciado, la disección minuciosa de
este tipo de material según el tratamiento de las hipótesis de
trabajo, con el afán de corroborar o desmentir la información
presentada según su grado de factibilidad y correlación con otras
fuentes de conocimiento reconocidas por su rigurosidad científica o
avaladas por el peso de la tradición cultural.
No se hace mención
aquí a un posible "tercer curso de acción", a saber, la aceptación
incondicional de la validez de la información sin que medie ningún
proceso de análisis y corroboración, por cuanto es evidente que esta
posición es totalmente indefendible desde el punto de vista
científico, y linda con las manifestaciones de lo que podría
llamarse dogmatismo o fanatismo.
Obviamente, la segunda posición (análisis de hipótesis de trabajo
sujetas al proceso de verificación) es la más difícil y demandante
de todas: requiere de un esfuerzo de análisis denodado y, más
difícil aun, de un acto constante de equilibrismo en la cuerda de la
imparcialidad y la no-anticipación, es decir, el
investigador-funámbulo no debe operar bajo ninguna agenda particular
ni con anticipación previa de ningún resultado en particular,
excepto por el anhelo puro y llano de aproximarse lo más posible a
la verdad de las cosas.
Así pues, este osado funámbulo ve su acto
complicado aún más por el hecho de que debe salvar la cuerda en
estado de completa "desnudez", es decir, en un estado similar al que
los budistas llaman de "non-attachment" o no-apego, predispuesto
solamente a aceptar los resultados de su proceso de verificación de
hipótesis, sea que estos le resulten agradables o, por el contrario,
le resulten ingratos o difíciles de digerir en su fuero interno.
Proyectos de exploración del paradigma
Ante la disponibilidad cada vez mayor de fuentes de información,
corolario de la explosión de la informática en la segunda mitad del
Siglo XX, se ha vuelto cada vez más evidente que este proceso tiene
alcances muy limitados excepto cuando se enmarca dentro de una
estrategia de investigación en equipo.
Esta estrategia se describe
por el neologismo de "networking" o "trabajo en red", y supone una
variante sustancial con respecto al trabajo de investigación en
equipo característico de la era pre-Internet:
los investigadores que
colaboran en un mismo proyecto pueden comunicarse a tiempo real,
charlar en un foro virtual con varios colegas, intercambiar material
digital, presentar los resultados de sus investigaciones
individuales o de grupos específicos de trabajo, proponer nuevas
estrategias de acción, etc., todo esto sin tener que concurrir
presencialmente dentro de los muros de una Universidad o instituto
cualquiera, y sin que enormes distancias geográficas signifiquen una
barrera logística en lo absoluto.
Estos equipos de trabajo, además,
en virtud de su aprovechamiento de la tecnología de la información,
han visto incrementadas de manera exponencial sus capacidades de
acopio, análisis y flujo de la información, con lo que no es
exagerado hablar de un "salto cuántico" a la hora de referirse a su
modus operandi.
Tal es el modelo de investigación adoptado por
varios grupos multidisciplinarios, como por ejemplo el "Leading Edge
International Research Group", o la "Fundación Perseo", solo para
mencionar algunos de los que se enfocan hacia el entendimiento de la
mecánica del universo como un ente cognoscible y el esclarecimiento
de las incógnitas existenciales más añejas.
El Experimento Casiopea
Entre todos estos experimentos de exploración de las últimas
fronteras inéditas por medio de equipos multidisciplinarios de
trabajo, algunos de los más sobresalientes son el caso del llamada
"Material de Ra", mencionado anteriormente, y, en especial, el
llamado "Experimento Casiopea".
El experimento Casiopea es la obra intelectual de la investigadora e
hipnoterapeuta
Laura Knight-Jadczyck y se puso en marcha cerca del
año 1993 con la participación de un grupo independiente de
investigadores abocados a la tarea de determinar la factibilidad de
las llamadas comunicaciones superluminales y recopilar pruebas de la
existencia de dimensiones superiores a la nuestra.
Anteriormente
otros investigadores habían emprendido labores similares, utilizando
protocolos de comunicación tan diversos como las exploraciones de
los estados de consciencia expandida, la Canalización, las
experiencias de consciencia extra-corpórea (OBE por sus siglas en
Inglés), o la Visualización Remota.
En cuanto a la Visualización
Remota, una técnica que fuera desarrollada por el aparato militar de
los Estados Unidos como un sistema de espionaje altamente
clasificado y efectivo, el doctor Courtney Brown (quien fuera
entrenado en los protocolos SRV por un especialista militar
perteneciente a una unidad involucrada en las llamadas actividades
de "guerra psíquica") la define de manera sumaria como "una serie de
protocolos o procedimientos que le permiten a lo que comúnmente se
denomina la 'mente inconsciente' comunicarse con la mente consciente,
para efectuar una transferencia de información desde un nivel de
consciencia a otro" ("El Viaje Cósmico", Dr. Courtney Brown).
Estos
protocolos, según son descritos por el Dr. Brown, son estrictamente
científicos e involucran el uso de coordenadas espaciales para la
ubicación del "blanco de exploración" así como electrodos conectados
al sujeto, y equipo electrónico de monitoreo para verificar que el
sujeto ha efectuado un cambio de 180° en la polaridad del voltaje
corporal, como señal de haber alcanzado un estado de consciencia
alterada.
El empleo de estos y otros protocolos de comunicación abrió
numerosas puertas a la investigación de la realidad
multidimensional, y en el caso del Experimento Casiopea, llevó a la
apertura de un canal de comunicación interdimensional que dio origen
a la incorporación constante, dentro del proyecto, de académicos de
renombre mundial entre los que se incluyen físicos cuánticos,
historiadores esotéricos, psicoterapeutas, y astrofísicos.
Algún
tiempo después de haber establecido el canal de comunicación, el
equipo dio con una veta de información inédita, en forma similar a
lo que sucede cuando un sistema operativo localiza un banco de datos
de cuya presencia en los resquicios del disco duro no se tenía
sospecha alguna, y se estableció un canal de comunicación
superluminal con un colectivo de energías auto-identificado como
"los Casiopeos", proveniente de esa dimensión que
Platón y Jung
habían visualizado como originaria de los arquetipos.
Es interesante observar, a manera de anécdota, como algunos
detractores del proyecto Casiopea han sugerido que la fuente a la
que se ha podido conectar el grupo Casiopea no es otra cosa sino una
mega-computadora alienígena que transmite y recibe información a
tiempo real a través de un poderoso satélite en órbita, con lo que
no pueden dejar de reconocer que, cualquiera que sea el origen de
estas comunicaciones, provienen de un ámbito ajeno a nuestro entorno
planetario.
Como resultado de esta línea de comunicación de doble vía, se ha
recopilado un extenso cuerpo de información que posteriormente ha
sido sometido a un riguroso análisis por parte de grupos
subsidiarios establecidos con la finalidad expresa de cotejar,
correlacionar y corroborar su validez.
Los resultados han sido poco menos que sorprendentes por la
consistencia de la información y su susceptibilidad a la
corroboración, por la verificación de la mecánica de los procesos de
recolección de información por parte de terceras personas ajenas al
proyecto (incluidos periodistas tales como Thomas French, ganador
del premio Pulitzer, quien emprendiera una investigación de 5 años y
publicara sus resultados en el "Times" de Saint Petersburg,
Florida), por las múltiples ramificaciones hacia líneas paralelas de
investigación científica que se han debido explorar, y por su
tendencia a conformar, como un todo congruente, un nuevo paradigma
que explica de manera satisfactoria el mecanismo del cosmos, de los
procesos evolutivos de las diferentes criaturas que lo pueblan, de
los giros de la historia humana, etc.
Claves para el
Despertar
Conforme el proyecto fue ganando terreno, comenzó a ser evidente que
existían paralelos entre este proceso de descubrimiento y
exploración de una realidad evidentemente supramundana, y los
relatos de varias tradiciones mitológicas que involucran una gesta
heroica de autoconocimiento y restitución de un estado primigenio
perdido; parecía evidente, además, que todos estos relatos
evidenciaban un proceso de despertar de ese sueño que, decía
Gurdjieff, era el estado ordinario del hombre moderno.
El drama profundo del despertar a la realidad de las cosas, es uno
de carácter iniciático, secretamente explicado en términos
alegóricos a través de múltiples gestas épicas, tales como la del
Ciclo Arturiano.
Es un drama intrincado que comienza a resolverse
con las primeras intimaciones claras del significado de la
existencia, y que tiene algunos paralelos con la búsqueda de
respuestas a los enigmas de la existencia por parte de algunos
investigadores contemporáneos. Hay ciertos elementos claves que
enlazan todas estas experiencias y las enmarcan dentro del modelo de
la búsqueda iniciática, y que podríamos denominar como: El
cuestionamiento del paradigma prevaleciente, el llamado del mundo
oculto, el descubrimiento de una clave para la identificación de los
símbolos de la realidad, la aparición de ayuda "sobrenatural", el
pasaje a través del umbral, las pruebas iniciáticas y el fuego de
las tribulaciones, el encuentro con la fuente del Poder Cósmico, y
el retorno al reino mundano.
A propósito de este drama iniciático, Joseph Campbell ya se había
dado a la tarea de mapear la ruta y elaborar aun más sobre los
detalles de cada uno de los estadios de la aventura iniciática, por
lo que toda su obra, pero en especial su estudio de mitología
comparativa titulado "El Héroe de las Mil Caras", constituye una
fuente invaluable de información referente a esta gesta heroica que
debe ser reeditada con toda la miríada de matices individuales en la
vida de cada uno de los seres del planeta.
Laura Knight-Jadczyck, al igual que Campbell, se percató del
carácter simbólico pero eminentemente práctico de los grandes mitos
de la humanidad y, no pudiendo pasar por alto las similitudes de
fondo que comenzaban a aflorar entre el camino de exploración del
Experimento Casiopea y los mitos del ciclo Arturiano, realizó un
análisis de la gesta por la Búsqueda del Santo Grial, en un intento
por esclarecer la mecánica del experimento, así como para poder
ubicar toda la empresa dentro del marco global de los proyectos para
la reconquista del feudo hiperdimensional largamente perdido, o de
acceso a un conocimiento propio de eras arcaicas.
Pronto se descubrió la necesidad de reinterpretar los símbolos de la
Búsqueda del Grial y comenzó a ser evidente que las alegorías del "bosque
encantado", "los dragones que escupen fuego" y la "hermosa doncella
de la tentación" no fueron colocadas dentro de ese contexto sin que
mediara una importante razón.
En su obra "El Grial" Knight-Jadczyck
llega a un descubrimiento clave, que también tiene paralelos en la
búsqueda personal de Gurdjieff:
"Efectivamente existe un oponente,
uno que engaña por medio del terror, por asalto frontal y por
estratagemas incomparablemente astutas. Ante el peso de las
evidencias, es menester afirmar en términos inequívocos que existen
fuerzas resueltas a impedir que haya quien pueda descubrir este
secreto. Y estas fuerza son tan extraordinariamente antiguas,
profundamente astutas y conscientemente malévolas, que la mente
humana difícilmente puede sondear las profundidades y alcances de
esta manipulación.
Aquellos que piensan que pueden conseguirlo por
lo común terminan atrapados en el castillo de Rey Pescador, quien
reside dentro de un continuo circular; atrapados por las lianas de
su propio sentido de auto-importancia, en exclusión completa de toda
posibilidad de llegar a beber de una fuente de conocimientos más
alta".
Conforme progresó en el camino de la búsqueda Arturiana, Knight-Jadczyck
se dio cuenta de como la historia del Santo Grial es la historia del
potencial creativo de la raza humana en términos inequívocos y
reales, si bien referidos al ámbito esotérico: el potencial de re-crear
la Época Dorada.
Ella ha definido esta búsqueda como un camino hacia
el conocimiento de una Tecnología Ancestral que dio origen a los
grandes monumentos megalíticos que desafían cualquier explicación
racional, y hacia la identificación de ese poder que se nos ha
mantenido oculto durante milenios.
Al develar los secretos del Santo Grial, ella ha podido anticipar el
descubrimiento de la fuente del sistema de control que ha estado
operando en nuestro planeta en los últimos milenios, manteniendo al
ser humano en un estado de esclavitud y subyugado ante la tiranía
del tiempo y de sus propias percepciones ofuscadas.
Ya Gurdjieff,
entre otros, había percibido la realidad de este sistema de control
y lo había identificado en términos de fuerzas cósmicas que se
oponen al proceso evolutivo de la raza humana.
Al respecto de esto
podemos leer en "En Búsqueda de lo Milagroso":
"El proceso evolutivo
debe proceder sin interrupción alguna. Cualquier interrupción es
causa de una dislocación en el proceso fundamental y los fragmentos
de consciencia separados que han sido detenidos en su desarrollo
pueden optar por unirse y de alguna manera vivir por cierto tiempo
en contra del proceso evolutivo (...)
En lugar de luchar contra
fuerzas mecánicas, en algunos momentos esta lucha se da en contra de
una oposición intencional de parte de fuerzas sumamente poderosas
que sin embargo no son equiparables con aquellas que dirigen el
proceso evolutivo. (No obstante) estas fuerzas de oposición en
ciertas ocasiones consiguen alzarse como conquistadores victoriosos".
Porque una vez que hayamos caído en la cuenta de que somos las
víctimas de un sistema de control a escala planetaria, las preguntas
lógicas son: ¿quién o qué opera detrás de este sistema? ¿Quién puede
tener tanto interés en convertirnos en seres indefensos? ¿Cual
facción o grupo desea o necesita controlar a la humanidad, y con qué
propósito? ¿Cual es este aciago secreto que yace escondido y que se
supone no debemos descubrir?
Uno de los resultados concretos del Experimento Casiopea ha sido la
identificación de estas fuerzas opositoras en términos que solo
podían llegar a ser comprensibles una vez que la humanidad saliera
de su estado de lactancia en cuanto a su nivel de entendimiento de
la naturaleza del cosmos.
Podría decirse que este estado fue
finalmente superado en la segunda mitad del siglo XX con los avances
científicos en los campos de
la física y la
psicología cognoscitiva
mencionados en la parte inicial de este artículo, de manera que las
anónimas "fuerzas cósmicas" de Gurdjieff pudieron ser identificadas
más bien en términos de una raza de seres propios de la 4ta.
densidad, con capacidades,
-
para
viajar a voluntad en el tiempo (puesto
que el "tiempo lineal" es solo una modalidad de percepción propia de
la 3ra. densidad);
-
de manifestarse, en algunas ocasiones, dentro de
la 3ra. densidad en formas corpóreas o semi-corpóreas (en virtud de
la condición de "variabilidad de la densidad corpórea" propia de la
dimensión superior)
-
de operar según una agenda particular dentro
de la cual, la motivación primordial consiste en preservar un estado
de cosas que les resulta particularmente provechoso por cuanto, en
virtud de su polaridad energética, se nutren del tipo de energía
emocional que es radiada por los seres humanos hacia la esfera de la
4ta. densidad en las situaciones particulares en las que prevalecen
emociones tales como el miedo, la angustia, la depresión emocional,
la violencia, etc.
Esto explicaría también la enigmática afirmación
de Gurdjieff, que muchos habrán tomado como la visión de un
enajenado, de que la Tierra y todos su seres son alimento para la
Luna. Evidentemente Gurdjieff empleaba el término "Luna" en sentido
figurativo, como ese mundo diferente del nuestro cuya órbita se
encuentra más próxima a la Tierra que la de cualquier otro mundo o
esfera de influencia planetaria (los Teósofos se referían a esta
esfera como el "plano astral inferior").
De esta forma resultan
sumamente claras su palabras:
"En las circunstancias ordinarias de
la vida, el Hombre es incapaz, al igual que los demás seres vivos,
de liberarse de la influencia de la Luna. Todos sus movimientos y
consecuentemente todas sus acciones son controladas por la Luna" (ibídem).
Al respecto de las interacciones de este grupo
hiperdimensional con
la humanidad, desde tiempos inmemoriales existen numerosas
evidencias en el folclore, las religiones y los mitos de casi todos
los pueblos del orbe. Esta raza siempre tiene un papel preponderante
en los mitos creacionistas y es presentada como depositaria de gran
sabiduría que es dispensada a la humanidad en los albores de las
diferentes civilizaciones y, curiosamente, hay siempre un elemento
morfológico de
tipo reptiliano o serpentino relacionado.
Las
referencias,
-
a los Hombres-Serpiente, a los formidables adversarios
del héroe caballeresco en forma de dragón,
-
a la Serpiente del Edén,
-
al Tifón de la mitología griega en la forma de un dragón de
múltiples cabezas que escenificara una épica batalla contra Zeus,
-
a
las Serpientes emplumadas de Mesoamérica (Quetzalcoatl, dios azteca
del viento y del conocimiento),
-
a Nidhogg, la malvada serpiente del
mito creacionista escandinavo,
-
a la diosa Tiamat en forma de dragón,
uno de los protagonistas del
Enuma Elish, el relato épico
mesopotámico de la creación,
-
a Set, hermano y asesino de Osiris que Manly P. Hall describiera como "el Demonio o Espíritu del Adversario
egipcio (...) comúnmente simbolizado por un cocodrilo" (Hall, "Las
Enseñanzas Secretas de todos los Tiempos"),
...y tantas otras
referencias más, finalmente pueden ser interpretadas dentro del
contexto de esta raza hiperdimensional a la que los Casiopeos se
refieren con el nombre de "Lizzies" (diminutivo de "Lizard" o
lagarto).
Pero indudablemente el llamado Material Casiopeo atrae por sus
propuestas relacionadas con la solución del dilema humano, sus
claves para la liberación del estado de esclavitud, su intimación de
que el proceso evolutivo sufre tropiezos (como indicara Gurdjieff)
pero que, inevitablemente, las fuerzas que lo guían prevalecen sobre
las ancestrales fuerzas antagónicas.
Como resultado del análisis de la información recopilada a través el
Experimento, Laura Knight-Jadczyck sintetizó los hallazgos derivados
y los formuló a manera de una serie de hipótesis de trabajo. La
labor posterior de correlación, cotejado y corroboración, en virtud
de su magnitud, ha involucrado otros equipos de trabajo tales como
el llamado Grupo Casiopea y la Fundación Perseo.
Una relación
sumaria de esa hipótesis de trabajo corresponde a los siguientes
aspectos:
-
Que los mitos religiosos que se han transmitido de generación en
generación son "narrativas" de una o más civilizaciones avanzadas
que existieron en la Tierra en el pasado remoto (ver correspondencia
con la teoría de Graham Hancock expuesta en su obra "Las Huellas de
los Dioses")
-
Que es posible que los habitantes de dichas civilizaciones hayan
tenido una percepción diferente de su entorno físico, derivada de
una predisposición fisiológica diferente. Esta experiencia diferente
del medio ambiente podría más bien haber sido un estado real de
existencia en
la 4ta. densidad
(dimensión) comunicado a las futuras generaciones
en la forma del mito del "Edén".
-
Que esta relación diferente podría haber capacitado a esos pueblos
para desarrollar una tecnología que no solamente era superior a la
nuestra, sino fundamentalmente diferente.
-
Que esta diferencia en términos de relación con el medio ambiente
puede haberse debido al hecho de que el ambiente mismo era diferente;
es decir, que exhibía una mayor similitud con las condiciones
propias de la 4ta. densidad.
-
Que un cambio drástico de las condiciones ambientales entendidas
como la suma de los elementos que definen, no solamente la
frecuencia vibratoria de las partículas que conforman la llamada "tela
del espacio", sino además otros elementos concomitantes tales como
los rayos cósmicos, la atmósfera planetaria, la gravedad, la
radiación solar, etc., puede alterar de manera significativa la
composición del ADN.
(Es importante hacer notar que en el momento
presente se estima que solamente el 2% del ADN humano es utilizado
mientras que el restante 98% se considera "basura". Si se compara
esta cifra con la correspondiente al porcentaje del cerebro humano
que está en uso, el 5% según las últimas estimaciones, se verá que
son sospechosamente similares y que podrían denotar una relación de
tipo causal. Numerosos estudios científicos han demostrado que
rasgos tales como la personalidad están directamente relacionadas
con factores genéticos, de igual manera que lo están las habilidades
llamadas paranormales. No se pretende inferir que la mente del
hombre es un subproducto de la evolución, sino más bien que el
espíritu y la materia tienen una relación balanceada y simbiótica a
través de la interfase del ADN).
Un ambiente externo diferente pudo
haber engendrado un ambiente interno diferente en el ser humano, en
términos de procesos químicos que a su vez pudieron tener efectos
significativos en el ADN, haciendo que mayores porcentajes de este y
en consecuencia más altos porcentajes del volumen cerebral
estuvieran disponibles para uso de la humanidad, y que esta es la
manera a través de la cual los antiguos "interactuaban" con su
entorno: ellos eran "socios" participativos dentro de su tecnología,
mientras que en el momento presente nosotros "dependemos" de la
nuestra.
-
Que entre las habilidades propias de un estado alterado de
consciencia típico del medio ambiente de la 4ta. densidad estarían
la de poder percibir los arquetipos que son proyectados sobre la
3ra. densidad, así como la naturaleza esencial (ordinariamente
oculta para la mayoría) tanto de la 4ta. densidad como de la 3ra.
Este estado de percepciones refinadas incluiría el conocimiento
completo de la así llamada "realidad alienígena", y el entendimiento
de como las historias de estos seres y sus habilidades nos han sido
transmitidas a lo largo de los milenios en la forma de mitologías,
cuentos de hadas, demonios, vampiros y ángeles.
-
Y más aun, que un terrible destino acaeció a nuestros ancestros y
que significó el que fueran "desheredados" de su feudo en la 4ta.
densidad, en lo que ha sido transmitido en forma alegórica como la "Caída".
-
Y finalmente que nuestros mitos religiosos y ritos son los
remanentes de las narrativas diseñadas para explicar el camino de
regreso a este estado Edénico, incluyendo las potenciales trampas
tendidas a lo largo del camino, las admoniciones y la posibilidad
latente del fracaso, cuyas consecuencias podrían alterar para bien o
para mal toda la naturaleza del cosmos.
El Salto
Evolutivo
El destino de la raza humana, según se deriva de un estudio
exhaustivo del
material Casiopeo, es el de revertir la condición que
tornó el feudo edénico original en la Tierra Yerma (Wasteland) de la
mitología arturiana, lo cual lleva implícito el concepto del "salto
evolutivo" hacia lo que se ha identificado consistentemente como la
4ta. densidad, donde,
-
las modificaciones "fisiológicas",
-
la
reactivación del ADN pasivo,
-
el fin de la tiranía de la percepción
lineal del tiempo,
-
el dominio de la condición de "variabilidad de la
densidad corpórea" (los cuerpos como vehículos maleables),
-
la
inoperancia de los sistemas de control de la 3ra. densidad,
-
la
percepción directa de los arquetipos, etc.,
...todo, implicará una
cristalización de los más grandes anhelos de la humanidad y la
derrota última de todas las condiciones que han subyugado al hombre:
la restitución del estado originario de la raza como parte de un
proceso macrocósmico de aprendizaje y graduación hacia densidades
aún más altas.
Y una de las claves importantes a considerar dentro de este salto
evolutivo es justamente su carácter de proceso macrocósmico, es
decir, con implicaciones que trascienden la esfera individual de los
seres involucrados: de hecho, se trata de un proceso cíclico que
afecta cuando menos a nuestra vecindad galáctica, por lo que se
deriva no solamente del material Casiopeo, sino también de la
lectura de las más importantes cosmogonías del mundo.
Los hindúes
pensaban que la evolución del universo era cíclica y transcurría a
lo largo de varias etapas o "Eras" ("yugas", según la terminología
sánscrita), y que al final de la última era del ciclo ("Kali Yuga")
el universo era recreado. Los antiguos Mayas, por su parte,
elaboraron un calendario absolutamente sorprendente por su precisión
y sofisticación, y por el grado de conocimiento astronómico que
denota.
Ellos también enmarcaron la evolución de todas las cosas
dentro de un proceso cíclico o "Gran Ciclo" compuesto por 13 "Baktuns"
o ciclos menores de 144,000 días de duración, para un gran total de
5125 años por cada Gran Ciclo, y desarrollaron la ciencia de la
astronomía hasta extremos que resultan sorprendentes, bajo el
precepto de que ciertos eventos astronómicos marcaban el fin y
principio tanto de los ciclos menores como de los mayores.
Es
interesante observar como el presente Gran Ciclo estará llegando a
su fin en el año 2012, según anota el experto en el calendario Maya
John Major Jenkins, para dar inicio a un nuevo ciclo:
"La fecha
terminal en el año 2012 es designada según la modalidad de Conteo
Largo como 13.0.0.0.0, lo cual significa que un total de 13 baktuns,
es decir, 1,872,000 días han pasado desde la fecha de inicio del
Gran Ciclo"
("Introduction to the Mayan Calendar")
La idea de que el inicio del nuevo ciclo es marcado por un evento de
carácter astronómico tiene precedentes sumamente antiguos: la
mitología babilonia giraba alrededor de la noción de que la historia
humana transcurría a lo largo de 3 grandes Eras, cada una de las
cuales duraba 8600 años, es decir, el lapso en que el equinoccio de
otoño realizaba su movimiento de precesión a lo largo de 4 signos
del zodíaco.
El fenómeno de la precesión de los equinoccios
significa que el equinoccio de otoño se desplaza de un signo
zodiacal al siguiente (esto es, gira un total de 30 grados alrededor
del cinturón zodiacal) en un lapso de 2150 años. Como es bien sabido,
en el presente (2001) el equinoccio de otoño ocurre en el signo de
Piscis (de ahí la designación de la presente era como la "era de
Piscis") pero cada año se desplaza unos grados más en dirección de
Acuario.
Como señala Wilcock en "The Shift of Ages", astrónomos
franceses han realizado las más recientes estimaciones del momento
en que estaremos ingresando en la Era de Acuario: el año 2011.
Las investigaciones del grupo Casiopea sugieren que la designación
del año 2012 o sus alrededores como inicio del nuevo ciclo evolutivo
no es fortuita, por cuanto se ha sugerido repetidamente que
corresponde al punto en el que se incrementará la frecuencia
vibratoria de la materia que compone el planeta como consecuencia de
la intensificación máxima del efecto de lo que se ha llamado
eufemísticamente como "La Onda", para producir un fenómeno de cambio
dimensional.
Esto implica un vuelco significativo a las teorías de
la conflagración apocalíptica y la destrucción física del planeta al
final del ciclo evolutivo, para introducir más bien el concepto de "transformación",
más acorde con las referencias de múltiples textos al fenómeno de la
"Ascensión" o el "Rapto" de los textos bíblicos (David Wilcock ya
había introducido el concepto de la "Ciencia de la Ascensión" para
referirse al estudio de los detalles relativos a la mecánica de esta
transformación, tanto a nivel de unidad de conciencia humana como a
nivel planetario) y el
material Casiopeo, así como las
investigaciones de Laura Knight-Jadczyck, sugieren la posibilidad de
que los pueblos megalíticos hayan podido llegar a tener conocimiento
de esta ciencia.
Las enigmáticas culturas megalíticas diseminadas por diversas áreas
geográficas del planeta, indefectiblemente se describen como
poseedoras de una avanzada tecnología que les capacitó para la
construcción de estructuras imposibles, verdaderos portentos de
ingeniería difíciles de emular aun con nuestra tecnología del siglo
XXI, a base de gigantescos bloques de piedra o "megalitos" cuyo
emplazamiento además da evidencia de sofisticados conocimientos
astronómicos.
El enigma se ensancha por cuanto la historia no ha
sabido dar respuesta al hecho de que, en todos los casos, los
constructores de estos portentos, sin importar si se trata de los
antiguos pobladores de las Islas Británicas, o los de la isla de
Malta, o de las antiguas ciudades Mayas, han desaparecido de la faz
de la Tierra sin dejar rastro alguno.
¿Podría ser que hayan sido
depositarios de conocimientos que les capacitó para realizar con
éxito la transformación alquímica por excelencia, la "sublimación de
lo grosero", el secreto de la Piedra Filosofal?
El material Casiopeo apunta al fenómeno de "La Onda" como
catalizador de esta transformación y la define como un fenómeno hiperdimensional de transmisión masiva de energía, de carácter
fundamentalmente cíclico, que ocurre aproximadamente cada 309,000
años, y cuyo efecto máximo en nuestra vecindad galáctica se estima
tendrá lugar, nuevamente, alrededor del año 2012.
Su relación con el
"Cinturón de Fotones" descubierto por el matemático alemán
Paul Otto
Hesse no ha sido suficientemente investigada, pero la intimación más
importante dentro de las investigaciones del Grupo Casiopea
corresponde al hecho de que se estaría presentando una oportunidad
de asimilar la frecuencia vibratoria de esta onda, según el
principio físico de "resonancia", para producir, como se sabe, un
fenómeno de amplificación de onda cuyo resultado sería la apertura
de una ventana interdimensional para el tránsito entre la 3ra. y la
4ta. densidad, es decir, la culminación de la experiencia
existencial en la presente densidad y la graduación hacia un nivel
más alto de la existencia humana y planetaria.
En la emblemática obra "2001
- Una Odisea Espacial" el escritor
inglés propone que los más importantes cambios
evolutivos en la raza humana, comenzando con el salto del ancestro
primate al Australopithecus, del Australopithecus al
Homo Erectus y
de este al Homo Sapiens, han sido orquestados según un plan maestro
y detonados a lo largo de la historia humana a través de la
activación de un misterioso monolito situado en la Luna.
Cuando el
avance tecnológico lanza al hombre a la exploración espacial, el
descubrimiento de otro monolito en órbita alrededor de Júpiter marca
el momento propicio para el nuevo salto evolutivo, y es la
determinación e intrepidez del comandante David Bowman que le
impelen a convertirse en el pionero de la raza, el primero en cruzar
el umbral hacia el nuevo estadío del Homo Hyperdimensionalis, donde
su primera percepción es su capacidad de manipular el tiempo: su
consciencia salta a voluntad de un estado de decrepitud física a un
estado fetal, en una misteriosa realidad superior que es una
metáfora de la 4ta. densidad.
Nunca más será prisionero de un cuerpo
físico amarrado al tiempo y las contingencias, y en "2010", la
metáfora adquiere visos épicos cuando Bowman retorna como un ser multi-dimensional para anunciarnos la inminencia de una
transformación masiva.
Cuando se le pregunta: ¿Qué sucederá?, él no
puede disimular su arrobamiento y solo exclama:
"Algo maravilloso..."
Más recientemente las metáforas se han sucedido unas detrás de otras,
en la literatura y el cine, como si algunas mentes creativas y
especialmente receptivas se manifestaran proclives a establecer una
suerte de canal subliminal de comunicación con fuentes de
información de tipo superluminal. En "Contacto", el astrónomo
Carl
Sagan imagina como una señal procedente del espacio exterior es
decodificada para comunicar los detalles que llevarán a la
construcción de una máquina para viajar a las dimensiones superiores.
Al emprender el viaje inicial, Ellie Arroway, la radioastrónoma, que
bien podría ser el alter-ego del mismo Sagan, llega a un mundo de
increíble belleza y paz para encontrar que los seres luminosos que
la contactan son los miembros de nuestra misma familia terrestre
evolucionados en poderosas entidades de luz.
En "The Matrix", un
hombre descubre que el mundo contemporáneo en que vive es una
compleja ilusión tridimensional que forma parte de un sistema de
control implantado por seres cuya finalidad es mantener al ser
humano en un estado de sueño para poder alimentarse de la energía
natural de sus cuerpos.
Morpheus, uno de los pocos seres humanos que
ha despertado de ese estado, le enseña al protagonista como, al
desconectarse de la Matriz, el hombre puede reclamar su estado
original de ser multi-dimensional y trascender las barreras del
espacio y del tiempo.
El Material Casiopeo se ha convertido en uno de los más esclarecidos
portadores de las claves que explican todo este proceso evolutivo.
Al identificar el origen del sistema de control hiperdimensional y a
sus agentes humanos acreditados (el "Mago de Oz", "El Consorcio"),
nos ha dado las pautas para despertar y reclamar nuestro estado
original previo a la Caída.
Al explicar la
naturaleza del universo multi-dimensional en términos de una gran escuela para la expansión
de nuestra consciencia, ha delineado el propósito último de la
existencia del hombre contemporáneo.
Al describir el escenario de la
3ra. densidad, de las trampas ocultas en el camino de la evolución,
de las civilizaciones extraterrestres de la 3ra. densidad que han
interactuado con la humanidad y continúan haciéndolo en el momento
presente según la influencia última de sus mentores en la 4ta.
densidad, ofrece finalmente una explicación plausible para el origen
de todos los conflictos históricos de dominación, luchas de poder,
violencia, guerra y sufrimiento, así como para la comprensión de las
mitologías y cosmogonías de las más avanzadas civilizaciones de la
antigüedad.
Al develar el alcance de la manipulación genética de
manos del adversario mítico, y la astucia de este para mantenerse
oculto a lo largo de la historia (como el Caballero Negro del bosque
de Percival) nos pone en guardia ante las fuerzas de la oscuridad, a
la vez que nos da las claves para la restauración, la reactivación
del ADN pasivo y la reconquista del feudo perdido.
Al introducir el
concepto del Gran Ciclo Cosmológico y de la activación de los
portales interdimensionales por efecto de la energía cósmica que
opera todas las transformaciones alquímicas, nos familiariza
nuevamente con el conocimiento perdido de las grandes civilizaciones
megalíticas y nos dirige hacia el redescubrimiento de la "Ciencia de
la Ascensión".
Referencias
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-
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Universes, Time Warps, and Tenth Dimension", 1994.
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Wilcock, David; "Convergence", Ascension2000.com.
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Huxley, Aldous; "The doors of Perception of Heaven and Hell", 1954.
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Biardeau, Madeleine et al; "Histoire de la Philisophie 1.
Encyclopédie de la Pléiade", 1969.
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Knight-Jadczyck, Laura; "The Wave", Cassiopaea.org
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Ouspensky, P.D.; "In Search of the Miraculous", 1949.
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Brown, Courtney Ph.D.; "Cosmic Voyage", 1996.
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Campbell, Joseph; "The Hero with a Thousand Faces", 1949.
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Knight-Jadczyck, Laura; "The Grail Quest", Cassiopaea.org
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Major Jenkins, John; "Introduction to the Mayan Calendar",
www.resonate.com
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