por Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Octubre 2006
del Sitio Web
MitosYFraudes
Así como casi siempre la hemos criticado con dureza, la última
edición de TN Ecología del 21 de octubre merece nuestras
felicitaciones por haber permitido que la gente se informe un poco
mejor sobre el tema
Esta vez el señor Sergio Elguezábal se hizo acreedor a nuestras
felicitaciones. Nobleza obliga. En la edición del sábado 21 de
octubre, 2006, presentó un debate del que tomaron parte cuatro
representantes del pensamiento pro y antinuclear que expusieron sus
argumentos de manera tan civilizada y tolerante con los adversarios,
que resultó una experiencia enriquecedora.
Es necesario destacar de
manera especial que Elguezábal se comportó de una manera
absolutamente imparcial, y hasta me sorprendió que replicara a uno
de los dichos de uno de los representantes del lado antinuclear con
una observación crítica. Analicemos entonces lo que se dijo:
Comenzó hablando el Sr. Darío Jinchuk, representando a la Comisión
Nacional de Energía Atómica, quien simplemente expuso las ventajas
obvias de la generación de electricidad mediante centrales
nucleares.
Hizo notar el renacimiento nuclear en todo el mundo, el
interés que los países de Europa, Estados Unidos, China y otros de
Asia han demostrado en aumentar el número de plantas nucleares para
paliar la futura crisis de energía que causaría el agotamiento de
los combustibles fósiles. Nada nuevo añadió a toda la información
que se dispone sobre el tema, pero sirvió para ir calentando los
motores.
Habló luego el señor Federico Bernal, un analista de políticas
energéticas y autor de artículos y un libro sobre el tema. Habló
sobre la inminente crisis de energía (inminente? –ya la tenemos
encima!) que deberemos enfrentar y resolver en Argentina.
Los datos
de generación y consumo son los conocidos, y alentó a que se tomen
las decisiones para resolver la crisis sin demora.
Luego usó sus dos minutos de aire el señor
Roque Pedace,
representando, entre otras ONGs ecologistas, a Amigos de la Tierra,
presentando sus argumentos con mucho convencimiento, pero basados en
un discurso bastante anticuado, al que habría que sacarle un poco
las telarañas y actualizarlo frente a una realidad energética
candente.
Tampoco nada nuevo, siempre el viejo y remanido alegato
antinuclear poblado de sombrías imágenes normales en los “miedoambientalitas”.
Como siempre, Greenpeace desinforma
Luego le tocó el turno al Sr. Juan Casavelos, el director de Greenpeace a cargo de sus campañas antinucleares. Comenzó
“desmintiendo” el renacimiento nuclear del que tanto han venido
hablando los medios. Los ojos se me abrieron del tamaño de platitos
de café. Abrió el caduco libreto de
Greenpeace de que en Alemania,
y otros países de Europa están cerrando sus centrales, que no hay
construcciones “masivas” de centrales.
O Casavelos vive dentro de un termo con formol, o deforma la verdad
de manera desvergonzada. Me inclino por esta última opción. Hablaba
con tanta soltura y seguridad que me pregunté, “No estaré yo
equivocado?”. Me imagino lo que pensarán quienes no saben que todos
los países del mundo están lanzados a una carrera casi frenética por
construir centrales nucleares en previsión de no contar con energía
eléctrica para sus industrias.
Pero desinformar, presentar datos falsos siguiendo la técnica de Goebbles de insistir e insistir con una mentira hasta que se acepte
como verdad, ha sido la técnica favorita de Greenpeace.
Y como Casavelos es empleado rentado de ella tiene que seguir las
instrucciones que vienen de arriba, allá por Ámsterdam y Londres o
perdería su trabajo.
Una prueba de que Casavelos sigue con su inveterada costumbre de
desinformar la hallarán en la nota que publica La Nación sobre
Resucita Europa la energía nuclear, pero si Casavelos no desinforma
no cumple con su misión y lo retan cuando vuelve a las coquetas
oficinas de Greenpeace.
Tampoco pareció inmutarse cuando Jinchuk le dijo que había 440
centrales nucleares funcionando en el mundo, que había 26 en
construcción avanzada, que otras 44 estaban en licitación, y que el
resto estaba renovando sus licencias de funcionamiento para extender
su vida útil por 30 años más, como se hará con nuestras centrales
vernáculas.
Que China tiene planeadas 40 centrales
más para el 2050 no es novedad para los que saben del tema - Greenpeace se habrá
enterado?
Se habló luego del peligro de los residuos nucleares, los verdes
insistiendo en que son peligrosos, pero negándose a reconocer que:
-
Nunca se ha registrado el escape de radioactividad de esos
depósitos internos de las centrales, grandes piletones de agua donde
se enfrían y se almacenan desde hace 50 años las barras de
combustible usado. Son recintos estancos, nadie ingresa allí - las barras las transportan dispositivos mecánicos.
-
Y que descansan esperando que los gobernantes dejen de prestar
oídos a los paranoicos verdes y tomen la decisión política de, o
almacenarlas de manera definitiva en los diversos repositorios que
existe en el mundo (como Yucca Mountain), o se decidan los políticos
a hacer lo que es razonable, práctico y atinado:
-
Reciclarlas y eliminar el 96% de la radioactividad reduciéndola al
4% de su volumen original, que puede ser usado como combustible para
la nueva generación de reactores que lo quemarán hasta hacer
desaparecer la radioactividad. El 96% restante es material
radioactivo de muy baja actividad que se maneja sin precauciones
especiales.
Los verdes, como siempre, frente a esta posibilidad hunden la cabeza
en la arena. Es una posibilidad demasiado peligrosa para su negocio
y se niegan a discutirla o tan siquiera a reconocer que existen esos
procesos técnicos comprobados.
Porque no es uno solo, son varios y
muy efectivos.
Las energías alternativas
Tampoco nada nuevo en este tema. Se expuso el viejo argumento de que
las energías alternativas como la eólica pueden reemplazar sin
problemas a la nuclear.
La propuesta de Casavelos y de Pedace es la
de siempre: poblar el territorio argentino de molinos de viento,
afirmando que pueden abastecer a la red eléctrica interconectada.
FALSO. Es sabido y comprobado hasta el hartazgo que la electricidad
proveniente de las granjas eólicas no pude superar el aporte del
10% del total de la red.
Simplemente porque su disponibilidad no es
constante y un porcentaje mayor desestabilizaría a la red nacional
provocando su colapso en cualquier momento. Los detalles y un
análisis sobre este asunto lo hallarán en
El Informe Atucha II de
Greenpeace.
La única solución sería que cuando las granjas eólicas no provean de
electricidad, ese período de carencia de energía eólica sea
remplazada por generadores de electricidad convencionales - motores
diesel alimentados por combustibles fósiles con lo que estaríamos
dando un salto mortal para atrás y caeríamos en el mismo sitio:
seguiríamos emitiendo CO2 a la atmósfera, que es precisamente el
motivo que ha impulsado al inútil sueño de la generación eólica de
la electricidad para disminuir las emisiones de CO2.
También expuso Federico Bernal el hecho de que en el balance final,
las centrales nucleares emiten 2 kilos de CO2 por Kw. generado,
mientras que las turbinas de viento generan 20 kilos, o sea 10 veces
más, con lo que el cuento de que reducirán la emisión de CO2 al aire
es un invento absurdo e infantil.
Esto es porque la fabricación de
las turbinas y todo el proceso involucrado en la operatoria generan
una cantidad de CO2 que a los verdes no les gusta - ni les conviene
informar a la gente.
Los Peligros de la Energía Nuclear
Más adelante en el programa se habló de los peligros que las
centrales nucleares imponen al mundo, y
Chernobyl no estuvo ausente
entre los ejemplos.
Pero los ojos se me abrieron como platos soperos
cuando con toda tranquilidad Casavelos afirmó que la “prueba” de los
riesgos y la falta de control que hay en Argentina había quedado
“demostrada” en la contaminación con uranio escapado del Centro
Atómico Ezeiza (CAE) en las aguas subterráneas de Ezeiza,
Esteban Echeverría, y la Matanza.
Si tienen ganas de saber los resultados
de la investigación científica realizada por varias organizaciones
internacionales consultadas e invitadas a investigar el caso, los
detalles están en el excelente artículo del experto en temas de
energía, el Sr. Carlos Ortiz, en
Las Patas de la Mentira, y en
nuestro artículo al respecto,
Uranio en el agua de Ezeiza, lapidario
informe final.
Cuando le llegó nuevamente su turno de hablar, Junchik aclaró las
cosas mencionando los estudios realizados por todas las
organizaciones internacionales que están encargadas de controlar a
las centrales nucleares del mundo.
En su última entrada, Casavelos
adujo, socarronamente, que esas organizaciones tienen “conflicto de
intereses” porque son parte interesada en el asunto.
En otras
palabras, quien recibiera el
Premio
Nobel de la Paz en 2005, Mohamed ElBaradei es un corrupto. Las cosas
que se sugieren!
Mohamed ElBaradei es presidente de la International Atomic Energy
Agency (IAEA)
o Organismo Internacional de Energía atómica (OIEA), quien
comparte 50/50 el Premio con ElBaradei, y los motivos fueron:
“por sus esfuerzos para impedir que
la energía nuclear sea utilizada para propósitos militares y por
asegurar que la energía nuclear sea
usada de la manera más segura posible.”
Una de esas maneras es con
las inspecciones rutinarias a todas las centrales del mundo - incluidas
las argentinas la investigación de denuncias como la que
Greenpeace hizo de manera irresponsable sobre Ezeiza, y la redacción
de los respectivos informes científicos y técnicos.
Precisamente es el informe técnico de la IAEA, junto con los de la
OMS, y varias Academias de Ciencia y varias universidades nacionales
y del extranjero, el que prueba de manera lapidaria que Greenpeace
miente de manera escandalosa e impúdica. Este delito, el de falsa
denuncia, permanece impune.
No pasó desapercibido el comentario malintencionado de Casavelos
sobre que la justicia tiene que resolver el caso y que “parece que
las cosas no están muy claras,” sugiriendo que en realidad la corrupción
ronda en todas partes, menos en Greenpeace, tan buenos que son.
Ellos nunca estafaron a nadie.
Pero el balance del debate en TN Ecología ha sido positivo.
Quedó
demostrado quienes son los que exageran, desinforman o mienten, y
quienes son los que hablan con argumentos sólidos y sensatos, hechos
y datos comprobados y comprobables; o sino como el Sr. Pedace, con
argumentos atendibles y dignos de un ulterior análisis técnico,
científico y político, pero esta vez un poco más actualizados. Pero
el debate está abierto.
Esperamos que la información correcta sea
presentada a la población para que de una buena vez se sepa toda la
verdad sobre la generación de energía eléctrica por medio de las
centrales nucleares.
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