por Brad Hunter
18 Jun 2009
del Sitio Web
CreandoTuVida
Este artículo ha sido
publicado en la Revista
'EL PLANETA URBANO' |
La palabra, junto con el poder de la vibración es capaz de
crear,
sanar y también destruir.
La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a
esto le sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente
expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que
estará afectando los reinados de la materia
LO QUE LE DICES A TU SEMEJANTE, TE LO DICES A TI MISMO
Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía
liberada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino
también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a
cuidar más lo que decimos.
Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder
contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los antiguos
alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo son
fuentes de poder en sí mismos. Los esenios utilizaron la energía que
canaliza el lenguaje - la cual era la manifestación final del
pensamiento, la emoción y el sentimiento - para manifestar en la
realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo.
En las culturas del antiguo Oriente eran utilizados los
mantras, los
rezos, los cánticos y las plegarias con una intención predeterminada
como técnicas para materializar estados internos y programar, de una
forma ignorada por nosotros en la actualidad, realidades pensadas,
deseadas y afirmadas previamente.
Los estudios realizados por físicos cuánticos comienzan a
redescubrir y validar el enorme conocimiento olvidado de antiguas
culturas ancestrales. Un conocimiento que se encuentra aún escondido
y olvidado y que nos aportaría el poder de cambiar nuestro mundo.
LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN
La más reciente investigación científica rusa apunta a que
el ADN
puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin
seccionar ni reemplazar genes individuales. Solo el 10% de nuestro
ADN se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje
del total que compone el ADN es el que estudian los investigadores
occidentales.
El otro 90% es considerado "ADN
chatarra".
Sin embargo
los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es
tonta, reunieron a lingüistas y genetistas - en un estudio sin
precedentes - para explorar ese 90% de "ADN chatarra".
Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios,
nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro
cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la
comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos
descubrieron que el código genético, especialmente en el
aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros
lenguajes humanos.
Compararon las reglas de sintaxis (la forma en
que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones),
la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas
gramaticales básicas y así descubrieron que los alcalinos de nuestro
ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como
nuestros idiomas.
Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente,
sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente.
El biofísico y
biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también
exploraron el comportamiento vibratorio del ADN.
"Los cromosomas
vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la
radiación láser del ADN endógeno".
Eso significa que uno simplemente
puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir
sobre el ADN o reprogramarlo.
Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido,
desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por
medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento.
Ahora eso se ha
probado y explicado científicamente.
La sorpresa mayor fue descubrir
la manera en que el 90% del "ADN Chatarra" almacena la información.
"Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros
sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando
uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto
reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra
disposición", aclaró Garjajev.
Esto nos abre las puertas a un
misterio aún mayor: que la verdadera "biblioteca" estaría
fuera de
nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN
estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de
conocimiento.
LA EVIDENCIA INESPERADA
El investigador
Dan Winter, que desarrollara un programa de
computación para estudiar las ondas sinusoidales que emite el
corazón bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación
con sus colegas, Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones
del lenguaje hebreo con un espectrograma.
Lo que descubrieron fue
que los pictogramas que representan los símbolos del alfabeto hebreo
se correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud
de onda del sonido de cada palabra.
Es decir que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba
dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que
los símbolos que conforman el alfabeto son representaciones
geométricas.
En el caso del alfabeto hebreo, las 22
gráficos utilizados como letras son 22 nombres propios originalmente
usados para designar diferentes estados o estructuras de una única
energía cósmica sagrada, la cual es la esencia y semblanza de todo
lo que es.
Las letras de los antiguos alfabetos son formas estructuradas de
energía vibracional que proyectan fuerzas propias de la estructura
geométrica de la creación. De esta manera, con el lenguaje se puede
tanto crear como destruir. El ser humano potencia el poder contenido
en los alfabetos al sumarle el poder de su propia intención.
Eso nos
convierte en responsables directos de los procesos creacionales o
destructivos en la vida. y con tan solo ¡la palabra!
EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA
Existe una capacidad demostrada en la que la palabra puede afectar
la programación del ADN. La salud podría conservarse indefinidamente
si nos orientamos en pensamientos, sentimientos, emociones y
palabras creativas y, por sobre todo, bien intencionadas.
Los estudios del
Instituto Heart Math nos abren un nuevo panorama
hacia la curación, no solo de los humanos enfermos, sino también
para la sanación planetaria. El instituto cree en la existencia de
lo que ellos dieron en llamar "híper-comunicación", una especie de
red de Internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían
conectados y comunicados permitiendo la existencia de la llamada "conciencia
colectiva".
El Hearth Math declara que si todos los seres humanos fuéramos
conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre
los seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos
con objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados,
como la reversión repentina de procesos climáticos adversos.
El
poder de los rezos, oraciones y peticiones, tal como nos lo han
legado los antiguos esenios - potenciado por millares de personas -
nos otorgaría un poder que superaría al de cualquier potencia
militar que quisiera imponernos su voluntad por la fuerza.
Este poder ha sido demostrado en especies animales como los delfines,
que trabajan unificados en objetivos comunes.
Los delfines utilizan
patrones geométricos de híper-comunicación, ultrasonido y
resonancias que les sirven para interactuar con las grillas
energéticas del planeta. Estos animales poseen la capacidad de
producir estructuras sónicas geométricas y armónicas bajo el agua.
Podríamos afirmar que los delfines ayudan más a mantener el
equilibrio planetario de lo que lo hacen los humanos.
Una
vez alcanzado un nivel de
conciencia determinado, ayudemos con respeto a la vida a ser co-creadores de
esta obra.
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