por Stephen Smith
14 Marzo 2012
del Sitio Web Thunderbolts
traducción de
Adela Kaufmann
Versión
original
Oscuras contra espículas de luz solar en la banda H-alfa.
Observe que las regiones oscuras son "cambios-azules."
Crédito: Lockheed Martin Solar y Laboratorio de Astrofísica
Fenómenos de plasma de modo oscuro existen en el sol.
La imagen en la parte superior de la página es la más detallada
jamás tomada de la
cromosfera del Sol. Las
características más pequeñas son de 130 kilómetros de tamaño. Cada espícula (spicule) es
de unos 480 kilómetros de diámetro, con una longitud de 3200
kilómetros. La de mayor medida tanto como 8,000 kilómetros de largo.
Aunque las regiones claras y oscuras son coloridas, los colores
fueron añadidos en el proceso.
En la
Hipótesis del Sol Eléctrico, el Sol es un ánodo ardiente, o un
‘electrodo’ con carga positiva. El cátodo es un invisible "cátodo
virtual", llamado la heliosfera. La heliosfera es el límite más
lejano de la descarga coronal del Sol, a miles de millones de
kilómetros de su superficie, donde una "doble capa" aísla la célula
de plasma solar del plasma galáctico que lo rodea. El plasma
galáctico es de otra manera llamado el medio interestelar (MIE).
Las fuerzas eléctricas que se producen dentro de la capa de doble
carga por encima de la superficie del Sol son las responsables de
los fenómenos del plasma increíblemente activos que vemos.
Debido a que la
teoría del Universo Eléctrico supone que los cuerpos
celestes interactúan a través del plasma conductor y están
conectados por circuitos, el Sol también se supone que está conectado
eléctricamente con la galaxia.
El Sol puede ser considerado como un objeto cargado eléctricamente
buscando equilibrio con su entorno. Sin embargo, no es estable. Las
cargas que fluyen dentro y fuera del Sol a veces pueden aumentar
hasta el punto donde se liberan descargas de plasma llamadas
llamaradas solares.
Los científicos convencionales ven las llamaradas solares, o eyecciones
de masa coronal (EMC), teniendo lugar cuando los bucles magnéticos
se "reconectan" unos con otros, causando un cortocircuito. La
llamada "energía magnética" se dice que acelera los gases en el
espacio.
A pesar de que la "reconexión magnética" es una teoría mal
construida, es la única explicación ofrecida por los heliofísicos.
El "viento solar" es una emisión de modo oscuro que irradia del Sol
a unos 700 kilómetros por segundo. En un universo gobernado por la
gravedad, el calor del Sol y la presión de la radiación no puede
explicar cómo las partículas cargadas que forman el viento solar se
aceleran más allá de Venus, la Tierra y del resto de los planetas. Antes
del descubrimiento, nadie esperaba dicha aceleración
En un Universo Eléctrico, hay una explicación obvia: campos
eléctricos en el espacio.
Dado que cargas coherentes fluyen a través del Sistema Solar,
entonces parece razonable concluir que el plasma solar de modo
oscuro se ve afectado por los campos electrodinámicos del Sol y su
familia planetaria.
Las
llamaradas solares podrían ser tremendos estallidos de rayos en
ese caso, empujando el plasma a velocidades casi relativistas.
Si el circuito que conecta al Sol con la Vía Láctea se extiende por
cientos de miles de años-luz, masivas cantidades de energía
eléctrica podrían estar contenidas en tales "líneas de transmisión"
magnéticamente confinadas que alimentan el ánodo solar.
Según la teoría del Sol eléctrico, las llamaradas, la corona
caliente, y todos los otros fenómenos solares resultan a partir de
los cambios en la entrada eléctrica desde nuestra galaxia. Los
filamentos de
las corrientes Birkeland giran lentamente más allá del
Sistema Solar, suministrando más o menos energía al Sol a medida que
avanzan.
Descargas en arco, modo de resplandor, y modos de descargas oscuras
están influenciados por esas corrientes que fluyen de la carga
eléctrica.
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