del Sitio Web ElDefinido
De seguro pensarán en un
personaje bíblico y ficticio o en un superhéroe imaginario de
novela, ¿verdad? Bueno, Matusalén existe y no es un ser humano legendario. De hecho ni siquiera es humano...
Matusalén es un pino. Es el árbol vivo más viejo del mundo y habita el Bosque Nacional Inyo, en el centro de California, Estados Unidos. Pero no podremos conocerlo nunca.
Matusalén
¿Saben porqué? Porque su ubicación exacta es uno de los secretos mejores guardados de la ciencia, y no por egoístas o mentirosos, sino porque los humanos somos su principal amenaza.
Así es. La gran mayoría de árboles no mueren de viejos, mueren por causas externas.
Es más, podrían vivir incluso miles de miles de años si sus condiciones climáticas fuesen favorables, si viviesen rodeados de naturaleza como en un bosque y si el ser humano dejase de amenazarlos, ya sea cortándolos, interviniéndolos o agravando el avance del cambio climático.
Pero,
La respuesta es:
Conectados 24/7 a través de hongos y raíces subterráneas
A los que conocimos la Internet de pequeños, nos cuesta imaginarnos una vida sin Google, Youtube, Netflix o las redes sociales; invento que por su tremendo aporte a la sociedad es considerado por muchos como el mejor invento de la humanidad.
¡Y sí! Internet te amamos y te debemos demasiado.
Pero el sistema de comunicación y de intercambio de información por redes no lo inventamos los humanos. Los árboles lo utilizan desde que el mundo es mundo.
Su sistema además es verdaderamente brillante.
Se llama Micorriza y consiste en la estrecha relación que mantienen las raíces de los árboles con un tipo de hongo que crece alrededor de ellas, y que promueve la comunicación entre un árbol y otro, permitiendo incluso que distingan entre los que son sus parientes directos y los que no.
Este sistema de comunicación es tan completo y efectivo que les brinda una supervivencia mucho más coordinada que la que tienen animales y seres humanos, porque tienen estrategias jerárquicas, de emergencia y de solidaridad notables:
Una lección para nosotros
Nos queda claro entonces que la única forma para que los árboles puedan sobrevivir y ejercer plenamente su capacidad de comunicación y empatía, es en ambientes naturales, rodeados de otros de su especie, y que la principal amenaza somos los humanos con las constantes talas, contaminación y daño ambiental.
Se nos olvida además que los árboles son los que nos aportan el oxígeno que nosotros necesitamos y que mantienen el ambiente adecuado para cuidarnos de las enfermedades respiratorias.
Entonces, en vez de amenazarlos (cada año se pierden cerca de 13 millones de hectáreas verdes, según la ONU), mejor cuidémoslos y aprendamos de su maravilloso sistema de comunicación, que en lugar de incentivar el individualismo tan propio de la sociedad actual, siguen su sistema milenario y comprobado, basado en la solidaridad, la comunicación y la vida en comunidad.
Les dejamos esta charla TED de Suzanne Simard, donde habla en detalle acerca de la comunicación de los árboles y sobre cómo podemos ayudar nosotros a evitar que esta se extinga (pueden activar los subtítulos en español):
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