16 Mayo 2016
del Sitio Web
LaCosechaDeAlmas
Si hay algo que tuve claro hace tiempo, cuando empezó a llover información de todo tipo a través de las webs, es que podía ver un patrón claro, un argumento común en todas las canalizaciones, y en muchas experiencias de contacto:
Siempre vi estos orígenes como una máscara por la cual no dejar claro su verdadero origen, y no evidenciar sus verdaderas intenciones, lo cual para mí era digno de sospecha.
En cambio a la mayoría le era algo
aceptable y lógico.
Esas personas de lo primero que te
hablan es de su pueblo, de su tierra y de sus costumbres, para
finalmente comprobar que no hay tanta diferencia en la mayoría de
los casos y que estés donde estés, te acaban pasando las mismas
cosas y acabas viviendo las mismas experiencias.
Poco a poco se fue fraguando en mí la
absurda idea de que quizás no estaban tan lejos como suponíamos o
que quizás no venían de donde decían.
Solo con este dato, nos podemos hacer
una idea de lo sencillo que es engañar a cualquier humano medio, que
por sus propios medios es incapaz de atisbar nada más allá de ese
ridículo 4% de luz.
Físicamente no vemos más allá de lo que se ideó que deberíamos ver, por lo tanto podemos estar rodeados y literalmente invadidos a nuestro alrededor y no percatarnos de nada durante miles de años.
Después te pueden decir que vienen de otra dimensión, de la constelación X, que aunque en realidad estén junto a ti, no podrás desmentirlo porque tus sentidos no te lo permiten y ellos lo saben.
Muchos deberían a replantearse seriamente los argumentos que les llegan por ciertos medios, en los cuales no se respeta el protocolo mínimo, que debería existir entre dos seres de distinto origen que se comunican.
Decir quién eres y de dónde vienes es algo que todo ser vivo en este planeta tiene por costumbre, independientemente de las diferencias culturales que existan, es lo mínimo que ambas partes comparten antes de entablar una relación amistosa.
¿Porqué deberíamos tener en cuenta, o siquiera creer en alguien que ni siquiera se identifica o te dice que en su lugar de origen no existen los nombres?
Si quieres engañarme diciéndome que no
tiene relevancia tu origen, tu identidad, pero sin embargo tengo que
creer todo lo que me digas ciegamente, vete a otro perro con ese
hueso.
Se parece mucho a lo que hace el sistema
con sus ciudadanos, te lubrica y te da por…
Nos abrimos a la interpretación y al
enfrentamiento por esa misma interpretación de los medios por los
cuales no legan la "palabra" y se nos impone una jerarquía en el que
mires por donde lo mires, al final no somos más que cucarachas
culpables de todo para ellos.
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