por Rubén Torres
15 Febrero
2017
del
Sitio Web
LaCosechaDeAlmas
Es tiempo de división, es tiempo de fragmentación, es tiempo de
medievalización, es tiempo de oscuridad... o eso quieren hacernos
creer...!
Cuando el rebaño se revoluciona, lo acotamos con un redil que no es
fácil saltar:
el nacionalismo.
Tras el
fracaso del Ébola, la nueva
falsa bandera se llama
nacionalismo, enfrentar hermano contra hermano por un ínfimo
trozo de tierra y una bandera manchada de sangre.
Da lo mismo Cataluña,
País Vasco, Escocia…
Ellos no buscan que nos identifiquemos, que busquemos en nuestras
raíces o que potenciemos nuestra cultura, solo quieren el
enfrentamiento.
Divide y vencerás…
Y aparentemente lo están consiguiendo, mientras nos digan que esa
tierra y ese trapo somos nosotros, nos seguiremos engañando y nos
seguirán venciendo
los mismos.
Aun seguimos sin ser
capaces de ver quien orquesta estas campañas separatistas, y cuando
digo separatista no me refiero al territorio, si no al
humano, porque lo separan de su hermano, de su esencia, de su
libertad.
Si el rebaño da problemas, pongámosle un cercado mas pequeño, da lo
mismo si la granja se llama España o Reino Unido, da lo mismo, por
que seguiremos siendo un rebaño, si somos incapaces de ver lo que
nos une y solo vemos la diferencia, no como una riqueza, si no como
una excusa para continuar alimentando mas el odio, seguirán ganando
los mismos.
No somos ciudadanos de una comarca, no somos ciudadanos de una
nación, somos ciudadanos de un PLANETA.
Y mientras sigamos la zanahoria de la banderita y la identidad
nacional, no podremos salir del redil.
Mientras sigamos creyendo
que somos insignificantes, unos tristes monos venidos a más,
seguiremos pensando como monos, esperando una recompensa por hacer
lo que el amo ordena, pero sintiéndonos cobardes,
No hay mas nación que el
Planeta y no hay mas bandera que la humana.
Esa debe ser nuestra
premisa de ahora en adelante y olvidarnos de los pequeños cotos que
nos ofrece el sistema, cotos de caza donde la inteligencia es
perseguida y la identidad mal entendida.
¿De verdad quieres seguir viviendo en una granja, cuando un planeta
entero espera ser conquistado por el corazón humano...?
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