por Claire Robinson
24 Noviembre
2016
del
Sitio Web
GMWatch
traducción de
Observatorio OMG
24 Noviembre 2016
del Sitio Web
Observatorio-OMG
Versión original en ingles
El maíz transgénico
MON810 de Monsanto provoca daños en el intestino de ratas
Ratas alimentadas con maíz transgénico Bt MON810 durante tan sólo 90
días sufrieron graves daños en la membrana mucosa del yeyuno (parte
del intestino delgado), según un nuevo estudio.
1
El tipo de maíz consumido por las ratas era MON810: Ajeeb YG, una
versión transgénica del Ajeeb, una variedad de maíz adaptada a las
condiciones de cultivo de Egipto.
MON810: Ajeeb YG fue la
variedad transgénica desarrollada
por Monsanto para el mercado
egipcio.
Las ratas alimentadas con
transgénicos consumían una dieta que contenía un 30% de maíz MON810:
Ajeeb YG, mientras que las ratas del grupo control consumían la
misma cantidad de maíz no transgénico.
En el grupo de ratas alimentadas con pienso transgénico, algunas
áreas de las vellosidades intestinales - estructuras con forma de
dedo que absorben los nutrientes de los alimentos - estaban dañadas.
Habían perdido relieve y se había modificado su estructura, y
algunas de sus células formaban bloques.
Los daños se aprecian
claramente en las imágenes incluidas en el estudio. Las criptas (glándulas
intestinales) habían sufrido alteraciones, y se apreciaba la
congestión de los vasos sanguíneos.
Alrededor de las zonas
dañadas se observaban signos de inflamación - infiltración de
glóbulos blancos. Además, las células del epitelio intestinal
presentaban una estructura anormal.
Otros signos de daño incluían un mayor desprendimiento de células de
la mucosa, un número mayor de células caliciformes secretoras de
mucosa y mayores tasas de división celular en el recubrimiento de
las criptas.
El estudio, llevado a cabo por la médico Marwa Ibrahim y por
Ebtsam Okasha, de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Tanta, en Egipto, ha sido publicado por la revista Experimental
and Toxicologic Pathology (Effect
of Genetically Modified Corn on the Jejunal Mucosa of Adult Male
Albino Rat).
Los investigadores concluyen que,
"el consumo de maíz
transgénico altera profundamente la estructura histológica
[microscópica] del yeyuno".
Añaden,
"Los resultados de
este estudio podrían demostrar que, a pesar de las afirmaciones
tranquilizadoras sobre los productos transgénicos, el maíz
transgénico altera profundamente la estructura histológica de la
mucosa del yeyuno a varios niveles.
Se han revelado
varios datos alarmantes, como son las lesiones proliferativas y
hemorrágicas además de varias alteraciones ultraestructurales
descritas por primera vez en el yeyuno en animales que han
consumido maíz transgénico."
Los investigadores instan
a que se lleven a cabo nuevos estudios que clarifiquen los
mecanismos mediante los cuales el maíz MON810: Ajeeb YG ejerce este
efecto.
Entre los mecanismos
posibles se encuentran el daño directo a la mucosa del yeyuno por
parte de la
toxina Bt (Cry1Ab) presente en el maíz transgénico, de
forma similar a lo que ocurre en el intestino de las plagas
objetivo, o un efecto indirecto debido a la alteración de la
microbiota intestinal.
Cualquiera de los dos podría producir los cambios observados en la
estructura de la mucosa intestinal.
¿Qué nos dice
este estudio?
Los datos obtenidos por este estudio resultan dramáticos y
significativos.
Sin embargo, es necesario
señalar ciertas limitaciones. Entre estas está el hecho de que el
maíz control utilizado no era la variedad parental isogénica no
transgénica (Ajeeb), sino un maíz no transgénico sin identificar
utilizado para la formulación de dietas de laboratorio estándar.
2
Además, no se ha evaluado la presencia de contaminantes tóxicos como
micotoxinas o residuos de pesticidas en las distintas dietas. Ambos
tipos de contaminación podrían provocar daños.
Por estas razones no es posible atribuir definitivamente el daño
sufrido por las ratas alimentadas con pienso transgénico al proceso
de transgénesis, incluida la toxina Bt.
Sin embargo, los datos
aportan fuertes razones para pensar que sí podría ser así.
Resulta especialmente
relevante situar este estudio en el contexto de otros estudios
previos que observaban efectos tóxicos derivados del consumo del
mismo maíz transgénico MON810: Ajeeb YG.
Estudios
previos
Otros dos estudios de alimentación en ratas llevados a cabo por
científicos egipcios con el mismo maíz transgénico, MON810: Ajeeb YG,
observaban daños en los animales alimentados con pienso transgénico.
En estos casos el
comparador sí que era la variedad isogénica apropiada, Ajeeb, con lo
que los efectos adversos observados en las ratas se debían
claramente al transgén insertado.
En el primer estudio las ratas alimentadas con el maíz MON810: Ajeeb
YG durante 45 y 91 días mostraban diferencias en el peso corporal y
de los órganos y de la bioquímica en sangre al compararlas con ratas
alimentadas con la variedad parental no transgénica Ajeeb cultivada
en las mismas condiciones.
Los autores señalaron que
los cambios podrían indicar "posibles efectos tóxicos/adversos para
la salud", que necesitaban seguir siendo investigados.
3
En el segundo estudio, el mismo grupo de investigadores recogía
datos histopatológicos (microscópicos) que revelaban efectos tóxicos
en múltiples órganos en las ratas alimentadas con el maíz
transgénico MON810: Ajeeb YG durante 91 días.
Algunos de estos efectos
eran anormalidades y degeneración grasa de las células hepáticas,
congestión de los vasos sanguíneos del riñón y crecimiento excesivo
y necrosis (muerte) de las vellosidades intestinales.
Al examinar los
testículos aparecía necrosis y descamación (desprendimiento) de
células espermatogónicas, que son la base de los espermatozoides y
por tanto de la fertilidad masculina.
4
Significativamente los datos obtenidos en el segundo estudio, es
decir anormalidades celulares, congestión de los vasos sanguíneos y
daño a las vellosidades intestinales aparecen también en el nuevo
estudio de Ibrahim y Okasha.
El comparador
correcto
Para los investigadores puede resultar difícil o incluso imposible
acceder a los materiales adecuados para realizar un estudio de
alimentación en animales con cultivos transgénicos, en concreto a la
variedad transgénica a investigar y a la variedad parental no
transgénica cultivada en las mismas condiciones.
Esto se debe a que a
menudo las empresas que desarrollan OMG no han permitido que estos
materiales estén disponibles para investigadores independientes.
5
Sin embargo, el hecho de que los dos primeros estudios egipcios sí
que usaran el comparador correcto sugiere que, al menos en teoría,
debería ser posible para otros investigadores acceder a la variedad
parental no transgénica, Ajeeb, como comparador correcto a utilizar
en cualquier estudio sobre el maíz MON810: Ajeeb YG.
Las ratas
alimentadas con pienso transgénico no mostraban claros signos de
enfermedad
Ibrahim y Okasha señalaron que las ratas alimentadas con pienso
transgénico no presentaban signos claros de enfermedad o alteración
del comportamiento.
Esto no es quizá muy
sorprendente, dada la duración relativamente corta (90 días) del
estudio.
Sin embargo los animales
sí que estaban enfermos, como revela el examen histopatológico del
tejido intestinal, y los datos indican claramente que debería
llevarse a cabo un estudio de alimentación a largo plazo con una
duración de 2 años o más para comprobar si los daños en la mucosa
intestinal hallados se convertirían en algún momento en una
enfermedad claramente apreciable.
Además, los resultados de este estudio son una señal clara de que
todos los estudios de alimentación en animales con alimentos
transgénicos utilizados para justificar su autorización deberían
incluir datos histopatológicos.
En la actualidad esta no
es una práctica requerida ni llevada a cabo de forma rutinaria.
La Comisión
Europea quiere que el maíz MON810 se cultive en Europa
Este nuevo estudio aparece en un momento en el que la Comisión
Europea está intentando que el cultivo del maíz MON810 en Europa
se
apruebe a tiempo para la temporada 2017.
También está considerando
otros dos tipos de maíz transgénico insecticida,
Se cree que los Estados
miembros de la UE votarán el 9 de diciembre.
Sin embargo, todos los datos referentes al maíz MON810 apuntan a que
no debería cultivarse a una mayor escala, sino que, al contrario,
debería ser retirado del mercado. Y todos los cultivos transgénicos
deberían ser analizados adecuadamente antes de su comercialización.
Esto incluye estudios
detallados de las llamadas "ómicas", análisis que puedan revelar
cambios imprevistos en la expresión de proteínas y otros
metabolitos, así como ensayos de alimentación en animales a largo
plazo.
La votación sobre la autorización de cultivo de las tres variedades
de maíz transgénico en Europa ha vuelto a ser pospuesta para el 17
de enero de 2017.
Notas
1. Ibrahim MAA, Okasha EF -
Effect of Genetically Modified Corn on the
Jejunal Mucosa of Adult Male Albino Rat
- Experimental and Toxicologic Pathology 2016;68(2016):579 - 588.
2
.a.
b. Comunicación con los autores vía email.
3. Gab-Alla AA, El-Shamei ZS,
Shatta AA, Moussa EA, Rayan AM. Morphological and biochemical
changes in male rats fed on genetically modified corn (Ajeeb YG).
J Am Sci. 2012;8(9):1117 - 1123.
4. El-Shamei ZS, Gab-Alla AA,
Shatta AA, Moussa EA, Rayan AM. Histopathological changes in
some organs of male rats fed on genetically modified corn (Ajeeb
YG). J Am Sci. 2012;8(10):684 - 696.
5. Waltz E. -
Under Wraps - Are
the crop industry's strong-arm tactics and close-fisted attitude
to sharing seeds holding back independent research and
undermining public acceptance of transgenic crops? - Nature
Biotechnology 2009;27(10):880 - 882.
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