por Patrick Wood
09 Octubre 2017

del Sitio Web Tecnocracia

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

Convención AAPS 2017,

Tucson, Arizona

Imagen: Patrick Wood

Después de haber completado mi discurso de apertura sobre Tecnocracia en la convención anual de la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos (AAPS), puedo decir con total certeza que este grupo particular de profesionales médicos está completamente despierto a los peligros de la Tecnocracia.

El AAPS fue fundado en 1943 y es la única organización nacional,

"apoyando consistentemente los principios del libre mercado en la práctica médica".

Con sede en Tucson, Arizona, también tiene capítulos locales en once estados clave, incluidos Texas, California, Florida y Pensilvania.

Mientras que la industria médica solían ser profesionales médicos usando tecnología, ahora se ha convertido en una industria tecnológica que utiliza profesionales médicos.

Con cada año que pasa, el gigante tecnológico se hace más grande y la microgestión de los médicos se vuelve más aguda. Esta es una expresión muy clara del impulso de la Tecnocracia hacia la Dictadura Científica.

En el camino, la relación médica / paciente tradicional ha sido prácticamente destruida. 

La llamada Medicina Basada en la Evidencia (MBE) ahora dicta políticas de diagnóstico, protocolos de tratamiento y "mejores prácticas" que deben seguirse al pie de la letra, o los infractores pueden ser castigados con la retención de su pago, la censura o incluso la rescisión de su grupo médico.

Sin embargo, mi advertencia no fue la primera recibida por AAPS.

En 2005, la Presidenta del Consejo de Ciudadanos sobre la asistencia sanitaria, Twila Brase, escribió un libro blanco muy bien documentado titulado Cómo los Tecnócratas están Asumiendo el Control de la Práctica de la Medicina (How Technocrats are Taking Over the Practice of Medicine).

El informe de 22 páginas concluye,

... la iniciativa MBE implica una toma tecnocrática de la práctica de la medicina a través de la recopilación de datos de salud, la creación de directrices, una intrusiva vigilancia clínica, estratégica de pago por rendimiento y la toma de decisiones médicas centralizadas.

 

MBE, que está ganando impulso en los Estados Unidos, no es amigable para el paciente.

 

Amenaza la integridad de la relación paciente-médico, la capacidad de los médicos para cumplir obligaciones profesionales y éticas con pacientes individuales y el derecho del paciente a la autonomía personal.

 

De hecho, las pautas de MBE no son directrices en absoluto.

 

Estas llamadas "mejores prácticas" están destinadas a convertirse en mandatos coercitivos impuestos por agencias gubernamentales y terceros pagadores con incentivos políticos y financieros para racionar la atención de la salud y el poder para hacerlo.

 

El público debe estar alarmado. A pesar del conjunto positivo de términos como "medicina basada en la evidencia", "mejores prácticas" y "pautas", la MBE tiene como objetivo detener el corazón de la atención de la salud: comenzando por la compasión, el no hacer daño, con mi propio paciente ser fiel a la ética de la medicina.

 

Completamente implementado, el MBE dará lugar a una lista limitada de servicios de atención médica aprobados - "mejores prácticas" - según lo determinen las agendas y valores de un pequeño grupo de individuos políticamente motivados, y personalmente sesgados, sentados alrededor de una mesa, tomando decisiones de tratamiento, en algún lugar lejano de la cabecera del paciente.

 

En todo Estados Unidos, las dos personas más cercanas a cualquier problema médico, el paciente y el médico, no participarán en la decisión de tratamiento.

 

No hay tiempo que perder. Los estadounidenses deben involucrarse y comprometerse.

 

Sin una intervención inmediata y enfocada, los médicos y los profesionales capacitados en quienes los pacientes confían para que los traten cuando están enfermos, lesionados o en proceso de muerte) pronto serán privados de la autoridad para tomar decisiones médicas y autonomía profesional.

 

Los pacientes vulnerables dependerán de los caprichos personales, las agendas financieras y los prejuicios políticos de las personas que ni siquiera conocen su nombre.

La tecnocracia inevitablemente siempre lleva a la dictadura científica, como ahora vemos en la profesión médica. Sin embargo, este propósito fue revelado mucho antes.

En 1938, la revista The Technocrat declaró:

La tecnocracia es la ciencia de ingeniería social, la operación científica de todo el mecanismo social para producir y distribuir bienes y servicios a toda la población.

No podría ser más claro...

La "operación científica" de la sociedad busca ser el distribuidor exclusivo de bienes y servicios para toda la población, y la asistencia sanitaria es una de nuestras industrias de servicios más importantes.

Los profesionales de la salud están sintiendo el dolor causado por esta transformación. La "ciencia de la ingeniería social" ha descartado las relaciones personales en favor del manejo del rebaño, de forma similar a como lo vemos en la industria agrícola.

El problema, por supuesto, es que la humanidad no es una manada de animales ignorantes como creen los tecnócratas. Somos individuos que prosperamos con las relaciones personales con otros humanos.

Braze emitió su advertencia clara en 2005, pero doce años más tarde, pocos estadounidenses fuera de AAPS se han preocupado lo suficiente como para tomar cualquier forma de acción para evitar que estos tecnócratas dominen por completo la industria de la salud.

Hoy, la situación es peor que nunca ...

Aunque los médicos y profesionales de la salud se resisten con firmeza a la toma de control de la Tecnocracia, sin la ayuda de un público completamente alarmado y vociferante, la industria se transformará permanentemente y su acceso a la atención personalizada y de calidad habrá terminado.

Ya he visto la tendencia a pensar que la industria de servicios de salud es un ejemplo aislado de la incursión de la Tecnocracia.

Esta es una tonta subestimación de la intención de Tecnocracia:

está transformando a TODA la sociedad.

Cada industria, cada servicio, cada escuela y cada persona. No se puede mirar a ningún área de la sociedad sin ver los marcadores claros de la transformación tecnocrática.

Este no es el futuro que queremos o pedimos, pero es el que obtendremos si no hacemos nada para detenerlo ...