05
Octubre 2017
del
Sitio Web
AgenciaSINC
El flujo genético entre
los primeros humanos modernos y los neandertales
se produjo hace entre 145.000 y 130.000 años.
En la imagen una pareja de mujer neandertal
y hombre Homo sapiens.
José Antonio Peñas
El análisis del genoma de una
mujer neandertal
- el segundo más completo hasta
la fecha -
hallada en la cueva croata de
Vindija,
revela que los humanos modernos
no africanos
comparten entre el 1,8 y el
2,6% de ADN neandertal,
un porcentaje mayor del
estimado anteriormente.
Los datos también demuestran
que de los neandertales
heredamos enfermedades
como la esquizofrenia, la
artritis reumatoide
o los trastornos alimenticios,
pero también los bajos niveles
de colesterol
que nos protegen de problemas
cardíacos.
Hasta ahora los científicos solo habían podido secuenciar el genoma
de cinco neandertales, y únicamente uno de ellos - conocido como el
neandertal de
Altai, en Siberia - aportó en enero
de 2014 datos de alta calidad.
El resto procedía de tres
individuos encontrados en la
cueva de Vindija en Croacia y uno
en la de Mezmaiskaya, en Rusia.
Ahora, un equipo internacional de científicos, capitaneado por el
Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology en Alemania,
ha analizado el genoma de una mujer neandertal, denominada
Vindija 33.19, que pudo vivir en la
cueva croata hace 52.000 años.
Según los investigadores,
es la segunda secuenciación del genoma neandertal más completa hasta
la fecha y arroja nuevos datos sobre esta especie humana con la que
convivimos.
"El neandertal de
Vindija y el de Altai, publicado previamente, están muy
estrechamente relacionados: en promedio hay tres diferencias por
cada 10.000 pares de bases.
Esto confirma que en
el pasado no vivieron muchos neandertales, es decir, que
provienen de una población pequeña", explica a SINC, Kay Prüfer
investigador en la institución alemana y primer autor del
estudio publicado en Science.
Los hallazgos anteriores
ya habían demostrado que los Homo neanderthalensis vivían en
poblaciones aisladas de unos 3.000 individuos.
Además, el genoma de
neandertal de Altai sugirió que sus propios padres eran medio
hermanos, lo que hizo suponer a los científicos que en este grupo
humano se entrecruzaban los miembros de una misma familia.
Sin embargo, el nuevo genoma de Vindija 33.19 no presenta los mismos
patrones de incesto, por lo que la endogamia extrema que se produjo
entre los padres del neandertal de Altai no tuvo por qué ser algo
recurrente entre los neandertales.
Pero los análisis sí
demuestran que la mujer neandertal compartió un antepasado materno
con dos de los otros tres individuos hallados en la cueva croata.
Lo que esconde
el genoma de Vindija
El genoma de Vindija 33.19 ha permitido a los científicos analizar
las divergencias y el flujo genético entre,
Así, los científicos
revelan que el flujo genético entre los primeros humanos modernos y
los neandertales se produjo hace entre 145.000 y 130.000 años, antes
de que los neandertales de Croacia y los de Siberia se
diferenciaran.
El flujo
genético
entre los
primeros humanos modernos
y los
neandertales se produjo hace
entre 145.000 y
130.000 años
Gracias al análisis de los genomas de los neandertales de Altai y
Vindija, los investigadores estiman que las poblaciones modernas no
africanas tienen entre un 1,8% y un 2,6% de ADN neandertal, cifras
que superan los cálculos anteriores que se situaban entre 1,5% y
2,1%.
"El neandertal de
Vindija es más cercano a la población de neandertales que se
mezcló fuera de África con los humanos actuales.
Esto es útil para
identificar variantes genéticas en nosotros, que son
consecuencia de nuestra mezcla con los neandertales", detalla
Prüfer.
Los autores han detectado
una gran cantidad de nuevas variaciones en la secuencia del ADN
neandertal que influyen en el humano moderno.
"Algunas de estas
variantes de neandertales también se encontraron en otros
estudios completos del genoma que analizan si estas contribuyen
al desarrollo de una enfermedad o de lo contrario la protegen de
ella", subraya el investigador alemán.
El trabajo muestra que
entre las enfermedades que "heredamos" de los neandertales se
encuentran,
-
los trastornos
alimenticios
-
la acumulación de
grasa visceral
-
la artritis
reumatoide
-
la esquizofrenia
-
las respuestas a
fármacos antipsicóticos
Sin embargo,
"no todas las
variantes que vienen de los neandertales son 'malas' y causan
enfermedades", recalca Prüfer.
"Una variante que
encontramos con la ayuda de Vindija, por ejemplo, tenía una
asociación con niveles más bajos de colesterol LDL, es decir,
que eran protectores contra las enfermedades del corazón",
concluye.
Referencia
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