por Leonid Savin
09
Septiembre 2021
del Sitio Web
Geopolitica
traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Las fuertes llovizna que han azotado a los países europeos y
asiáticos, así como los numerosos incendios que se producen tanto en
Rusia como en el extranjero, han llevado a que muchos se pregunten
una vez más:
¿Es posible que el
ser humano controle los fenómenos naturales?
Y sí tal tecnología
existe, entonces ¿puede ser utilizada para fines destructivos
(como lo vemos en una película de acción y ciencia ficción como
Geo-storm)?
O, diciéndolo de otro
modo, ¿acaso existen las armas climáticas (geomagnéticas,
estratosféricas, etc.)?
Empezaremos diciendo que
no vamos a estudiar las teorías conspirativas que hablan de las
estelas químicas,
-
relacionadas con
los mil millones de oro
-
ni tampoco vamos
a hablar del
sistema HAARP, que ya ha
sido desmantelado
Vamos a abordar el tema
desde una perspectiva racional.
Es obvio que existen tecnologías que controlan los fenómenos
meteorológicos. Solo basta decir que, hace relativamente poco, las
nubes sobre Moscú fueron dispersadas durante el 9 de mayo con tal de
que no afectaran el ambiente festivo o interfirieran en el desfile
militar.
Tanto en China como en
los Emiratos Árabes Unidos se emplean técnicas para provocar
precipitaciones artificiales como un medio para combatir la sequía
que afecta a estos países.
No obstante, si vemos las cosas desde un contexto más amplio,
podemos decir que estas tecnologías tienen una relación directa con
la ideología política.
Los Estados Unidos
empezaron a desarrollar tecnologías con tal de controlar el clima
desde principios del siglo XX en el mismo momento en que se
popularizaba la doctrina del "Destino Manifiesto", que afirmaba,
el
derecho 'divino' de los Estados Unidos a la dominación mundial...
El primer uso exitoso de una tecnología climática tuvo lugar en
Texas en 1916, cuando
Charles Hatfield utilizó sus inventos
para provocar fuertes lluvias.
Sin embargo, es difícil
llamar a esto un éxito rotundo, pues se desató una fuerte tempestad
que destrozó varias edificaciones y causó muchas muertes. Además, el
éxito de Hatfield es bastante cuestionable debido a que había
fracasado muchas veces.
Fue a partir de la década de 1990 que se comenzó a hablar
abiertamente en Occidente de la necesidad urgente de desarrollar
estas tecnologías bajo la cubierta de una agenda medioambiental.
El termino de "geoingeniera"
comenzó a ser utilizado desde el año 2000 y fue considerado por
varios gobiernos como una estrategia muy importante en su política
exterior. 1
Por ejemplo, el periódico británico de izquierda The Guardian
dice en un artículo del 2011 que,
"la geoingeniería es
un proyecto destinado a luchar directamente contra los efectos
del cambio climático, eliminando el CO2 del aire o limitando la
cantidad de luz solar que llega a la superficie del planeta.
Aunque la
geoingeniería a gran escala se encuentra todavía en fase de
desarrollo, sus defensores afirman que puede llegar a ser
indispensable en caso de que el mundo desee evitar los peores
efectos del cambio climático.
Los críticos, por el
contrario, afirman que la geoingeniería no es realista y puede
ser un falso camino a la hora de reducir las emisiones". 2
Los medios usados para
controlar el clima incluyen,
-
polímeros
plásticos
-
poner cal en el
agua
-
enterrar carbón
vegetal con el objetivo de aumentar la concentración de
carbono en el suelo
-
el pastoreo de
ciertos tipos de ganado
-
la liberación de
aerosoles de sulfato en la estratosfera con el objetivo de
reflejar la luz solar del espacio
-
el uso de drones
para aumentar la nubosidad sobre el océano rociando agua de
mar en el aire
-
pintar los
tejados de color blanco con el fin de aumentar la
reflectividad e incluso el poner pequeños espejos en el
espacio exterior que se encuentra entre la Tierra y el sol
La geoingeniería ha
recurrido a muchas ideas con tal de minimizar el impacto de las
catástrofes naturales.
Incluso se ha planteado,
"que cuando acontezca
una gran erupción volcánica en el hemisferio norte es necesario
liberar sulfato en la estratosfera del hemisferio sur para
contrarrestado rápidamente el calor, gracias a ello ambos
hemisferios se enfriarían.
En caso de evitar una
grave sequía, entonces habríamos obtenido una gran victoria".
3
Pero como no se han
producido pruebas de cambo, todas estas hipótesis permanecen siendo
parte de la especulación teórica.
Cabe señalar que The Guardian reconoce que el uso de la
geoingeniería con el objetivo de cambiar la estructura del clima
planetario tiene implicaciones geopolíticas importantes para la
gobernanza mundial, lo cual implica un conflicto entre diferentes
Estados.
El blog del Council on Foreign Relations (CFR)
da una definición similar a la anterior, pero habla abiertamente del
uso de estas tecnologías como armas.
"La
geoingeniería para el bien común (CBG, por sus siglas en
inglés) son aquellos tipos de tecnologías usados para la
manipulación del clima y que son desplegados con un
propósito global, ya sea en la estratosfera o en alta mar, e
incluyen el usar aerosoles estratosféricos, al igual que
fertilizar con hierro los océanos y el blanqueamiento de las
nubes que se encuentran en el mar.
El derecho
internacional aún no regula de forma exhaustiva el CBG,
mientras que las leyes medioambientales y el derecho a la
guerra sólo se aplican de forma indirecta o bajo condiciones
específicas.
Sin embargo, la
seguridad nacional es inseparable de las cuestiones
científicas, legales y éticas que rodean al CBG, al igual
que sucedió con el desarrollo de la bomba atómica.
En caso de que
una gran potencia como Estados Unidos decida desarrollar las
CBG, entonces grandes potencias como China o potencias
medias con capacidad científica como el Reino Unido podrían
considerar eso como un permiso tácito para contar con ellas,
especialmente si consideramos que esta tecnología
proporciona una ventaja estratégica o táctica.
Esto podría dar
lugar a una especie de carrera armamentística climática con
tal de ver qué Estado será capaz de manipular el clima para
su propio beneficio". 4
Esto podría ser
considerado como una admisión explicita de la existencia de las
armas climáticas.
Al mismo tiempo,
Foreign Affairs, una publicación del Council on Foreign
Relations, lleva años impulsando la geoingeniería, 5
por lo que no podemos descartar el hecho de que se libre una
carrera armamentística con la intención de controlar el clima.
De hecho, Estados
Unidos tiene muchas patentes en este campo. La legalización de
estas tecnologías y su aplicación a nivel internacional daría a
las empresas estadounidenses no sólo enormes beneficios
económicos, sino también una especie de derecho moral a estar en
la cúspide de la pirámide con tal de administrar todo este
proceso.
EE.UU. dispone de este
tipo de tecnologías desde hace mucho tiempo.
Una de las primeras
patentes en este ámbito fue la US3613992, conocida como "Método de
modificación del clima". 6
El inventor fue el
estadounidense Robert Knollenberg y registró su invento en
marzo de 1966. A partir de este momento, podemos comenzar a estudiar
el desarrollo de ese tipo de inventos por parte del gobierno
estadounidense con tal de modificar el clima.
Otra patente muy parecida sería
la US3564253, llamada,
"Sistema y método de
irradiación de secciones de la superficie terrestre".
El inventor es Arthur
Buckingham de la Westinghouse Electric Corporation, cuya
patente fue registrada el 16 de febrero de 1971.
Ya no se trata de
"sembrar" las nubes con sustancias químicas - algo que podría
hacerse por medio de aviones - sino de una tecnología más precisa
que recuerda a un arma.
La patente
US5762298,
"Utilizar satélites
estratégicamente situados en la órbita terrestre para modificar
el efecto de la radiación solar en los ciclos meteorológicos de
la Tierra", es incluso más reciente y su inventor, Franklin
Chen, la registro en junio de 1998.
Además, hay muchas otras
patentes confidenciales, es decir, que se encuentran clasificadas
debido a su uso militar o que hacen parte del sistema de
inteligencia de los Estados Unidos.
Existen y siguen
existiendo empresas que producen diversos sistemas y
dispositivos que emplean estas tecnologías. 7
Pero también hay organizaciones que vigilan la aparición de
estas tecnologías y describen detalladamente su impacto. 8
Así que las armas
climáticas, es decir, las tecnologías para el control de la
naturaleza, realmente existen.
Lo que es mucho más
difícil de determinar es la interdependencia entre los desastres
naturales y el posible uso de estas tecnologías experimentales.
Por ahora,
los globalistas occidentales atribuyen todo esto al
'calentamiento global'
y proponen combatirlo... usando
la geoingeniería...
Referencias
-
https://web.archive.org/web/20090618133101/http:/www.parliament.uk/docum...
-
https://www.theguardian.com/environment/2011/feb/18/geo-engineering
-
https://heliophage.wordpress.com/2013/03/31/climate-geoengineering-for-n...
-
https://www.cfr.org/blog/can-we-use-geoengineering-defend-ourselves
-
https://www.foreignaffairs.com/articles/global-commons/2013-03-27/truth-...
-
https://www.geoengineeringwatch.org/patents/patent-3613992.pdf
-
https://www.pmeasuring.com/es/
-
https://www.geoengineeringwatch.org/
Notas del
Traductor
-
La teoría
conspirativa de las estelas químicas, también conocida como
quimioestelas (chemtrails
en inglés), dice que las estelas de condensación de larga
duración dejadas por los aviones a gran altura son en
realidad "estelas químicas" que consisten en agentes
químicos o biológicos rociados por los aviones con fines
nefastos no revelados al público en general.
Quienes creen en
esta teoría conspirativa dicen que si bien las estelas de
vapor normales se disipan relativamente rápido, las estelas
que permanecen durante mucho tiempo contienen otras
sustancias.
Quienes se
suscriben a esta teoría especulan que el propósito de la
liberación química podría ser el manejo de la radiación
solar, la modificación del clima, la manipulación
psicológica, el control de la población humana o una guerra
biológica o química, y que las estelas causan enfermedades
respiratorias y otros problemas de salud.
-
El término de mil
millones de oro es una metáfora utilizada en el periodismo
postsoviético ruso para referirse a la población de los
países más ricos y desarrollados, en donde se hace
manifiesto el desequilibrio entre el nivel de vida y el
consumo de estos con respecto a los países en desarrollo.
En 1999,
Sergei Kara-Murza escribió que "recientemente, en
Occidente, el término 'mil millones de oro' se ha vuelto muy
común y ha comenzado a referirse a la población de los
países del Primer Mundo que hacen parte de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico".
Epistomológicamente, el término "mil millones de oro" tiene
su origen en el neo-maltusianismo del informe del Club de
Roma titulado Los límites del crecimiento (1972).
El nombre se
asoció originalmente a la población total de los países
capitalistas desarrollados:
-
Estados Unidos
(311 millones)
-
Canadá (34,3
millones)
-
Australia (22,6
millones)
-
los países de la
UE (28 países, 500 millones en total)
-
Japón (127,4
millones)
-
Israel y Corea
del Sur, junto con la perspectiva de refrenar el crecimiento
de las mismas durante el siglo XXI
Pero debido a
la
globalización y a la creciente desigualdad social en los
países desarrollados, el termino de "billón de oro" ha
comenzado a designar a la "clase media" global, como estrato
social privilegiado por los procesos de fusión de la
economía mundial...
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