Cráneos: (Izquierda) Amud 1, neandertal, 55.000 años, ~ 1.750 cm³ (Izquierda Medio) Homo sapiens, 32.000 años, 1.570 cm³; (Derecha): Atapuerca 5, Homo del Pleistoceno medio, hace 430.000 años, ~ 1.100 cm³. Fémora: (Arriba) Homo del Pleistoceno Medio, Trinil, hace 540.000 años, ~ 50 kg; (Abajo) Neandertal, La Ferrassie 1, hace 44.000 años, ~ 90 kg Manuel Will
Esa condición forma parte de la historia natural de nuestra especie. Lo mismo ha sucedido con eventos cataclísmicos en el pasado:
Por esta razón, un equipo interdisciplinario de la Universidad de Cambridge tenía la curiosidad de saber si el nuevo clima cambió el cuerpo humano.
La respuesta podría cambiar el panorama para la humanidad en el futuro cercano.
Esta información se
consiguió a partir de los fósiles de 300 seres humanos primitivos,
que dieron pistas sobre el entorno en el que se desenvolvían y
reveló que los cambios han sido significativos.
Se tiene registro de que el Homo sapiens apareció en África hace 300.000 años. Sin embargo, el género Homo existe desde mucho tiempo atrás, con variaciones de especies ya extintas.
Entre ellas, los,
El árbol filogenético de nuestra especie revela que, efectivamente, el clima cambió el cuerpo humano.
Hoy en día tenemos organismos más grandes en las regiones más frías, posiblemente para amortiguar el efecto de las temperaturas bajas.
En promedio, somos 50 % más pesados que nuestros antepasados, y nuestros cerebros son 3 veces más grandes que los de ellos.
El cambio climático, por tanto, nos ha obligado a adaptar nuestros organismos al entorno.
El tamaño corporal sí se ha modificado en el último millón de años, aseguran los científicos de Zoología de la Universidad de Cambridge.
Andrea Manica, director del centro de estudios, destacó lo siguiente con respecto a los resultados:
Una gráfica burda del tamaño promedio del cerebro de los homínidos a lo largo del tiempo. Aunque después de una línea plana inicial, esta gráfica muestra un aumento constante de los cerebros de los homínidos durante los últimos 2 millones de años. Es esencial tener en cuenta que estos volúmenes cerebrales se promedian en varios linajes independientes dentro del género 'Homo' y probablemente representan el éxito preferencial de las especies con cerebro más grande. Crédito de la imagen: Gisselle García, artista.
Por el contrario, el clima cambió el cuerpo humano también hacia adentro.
En combinación con datos arqueológicos, los resultados sugieren que las personas que viven en estos hábitats cazaban animales grandes como alimento, una tarea compleja que podría haber impulsado la evolución de cerebros más grandes.
La presión evolutiva, por tanto, también obligó a los seres humanos a desarrollar capacidades intelectuales diferentes a las de las otras especies.
Según explica:
Esta investigación
también sugiere que los factores no ambientales fueron más
importantes para impulsar cerebros más grandes que el clima, siendo
los principales candidatos los desafíos cognitivos adicionales de
vidas sociales cada vez más complejas, dietas más diversas y
tecnología más sofisticada..
El físico humano todavía se está adaptando a diferentes temperaturas, y en la actualidad, en promedio, las personas con cuerpos más grandes viven en climas más fríos.
Se cree que un tamaño más
grande actúa como un amortiguador contra el frío, ya que se pierde
menos calor de un cuerpo cuando su masa es grande en relación con su
área de superficie.
La creciente dependencia de la tecnología, donde las computadoras han asumido las tareas más complejas, puede hacer que los cerebros se encojan aún más durante los próximos miles de años.
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