17 Julio 2022
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Plantas de interior - Sputnik Mundo
© Foto : Pixabay/FotoRieth
Mientras los humanos tienen que recurrir a fármacos cuando sienten
algún malestar, las plantas son capaces de producir su propia
aspirina en respuesta al estrés y los peligros que las rodean,
revela un nuevo estudio.
En particular, los autores del estudio analizaron este mecanismo de
autodefensa de las plantas y cómo regulan la producción del ácido
salicílico, que es metabolito activo de la aspirina.
Los humanos recurrieron
al ácido salicílico durante siglos para tratar el dolor y la
inflamación.
Mientras tanto, en las
plantas este metabolito desempeña un papel fundamental en la
señalización, la regulación y la defensa contra los patógenos.
Las plantas lo producen en los cloroplastos - los diminutos
orgánulos verdes donde se realiza el proceso de fotosíntesis - y
normalmente lo hacen en respuesta al estrés.
Para comprender mejor la
compleja cadena de reacciones que las plantas llevan a cabo cuando
están sometidas a estrés, la bióloga vegetal Wilhelmina van de
Ven, de la Universidad de California en Riverside (UCR) y
su equipo realizaron análisis bioquímicos en plantas mutadas para
bloquear los efectos de las vías de señalización del estrés.
El estrés ambiental produce especies reactivas de oxígeno (ERO) en
todos los organismos vivos. Un ejemplo con el que muchos están
familiarizados es el de las quemaduras solares en la piel si se pasa
demasiado tiempo expuesto a la luz solar directa sin ningún tipo de
protección solar.
En el caso de las plantas, estos estreses incluyen ciertos insectos,
sequía y calor excesivo.
Aunque los niveles
elevados de ERO en las plantas pueden ser letales, las cantidades
más pequeñas tienen una importante función de seguridad, por lo que
su regulación es clave.
Los investigadores utilizaron el berro o
Arabidopsis como sujeto
experimental y se centraron en una molécula de alerta temprana
llamada MEcPP, que también se ha observado en bacterias y parásitos
de la malaria.
Al parecer, cuando la
MEcPP se acumula en una planta,
desencadena una reacción química y una respuesta que incluye el
ácido salicílico.
Uno de los beneficios potenciales de este hallazgo es que este
conocimiento podría ayudarnos a modificar las plantas para que sean
más resistentes a los peligros ambientales en el futuro.
Aplicado a los cultivos,
este conocimiento podría ser crucial para el suministro de alimentos
en un mundo cada vez más caluroso.
"A niveles no
letales, las ERO son como una llamada de emergencia a la acción,
permitiendo la producción de hormonas protectoras como el ácido
salicílico.
Por lo cual, las ERO
son un arma de doble filo", dice el genetista de plantas Jin-Zheng
Wang, de la UCR.
De hecho,
los investigadores señalan que las
tensiones examinadas en este estudio - reacciones al calor elevado,
luz solar constante y falta de agua - son experimentadas por las
plantas en el mundo ahora mismo, y, por supuesto, si las plantas
tienen problemas, los humanos también.
"Esos impactos van
más allá de nuestra alimentación.
Las plantas limpian
nuestro aire secuestrando el dióxido de carbono, nos ofrecen
sombra y son el hábitat de numerosos animales.
Los beneficios de
potenciar su supervivencia son exponenciales", dice la
bioquímica molecular Katayoon Dehesh, de la UCR.
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