por Kerry Banks los azúcares que no pueden producir por sí mismos; a cambio, aportan agua y nutrientes a las raíces de los árboles
e
incluso de árbol a árbol. no son individuos aislados de un bosque, sino que están conectados entre ellos a través de unas redes de hongos con las que comparten carbono, agua y nutrientes.
Las empresas madereras plantaban hileras de las especies más lucrativas y erradicaban la mayor parte de la competencia, un enfoque de "plantación" que, en opinión de Simard,
En una serie de innovadores experimentos que llevó a cabo (al tiempo que esquivaba osos grizzlis) en los bosques lluviosos de la Canadá occidental, Simard descubrió que,
Por medio de dicha malla subterránea comparten carbono, agua y nutrientes.
Los hongos extraen de las
raíces de los árboles los azúcares que no pueden producir por sí
mismos; a cambio, aportan agua y nutrientes a las raíces de los
árboles e incluso de árbol a árbol.
Aunque su trabajo recibió
duras críticas, Simard insistió y terminó demostrando que los
árboles se comunican e incluso cooperan entre especies,
transmitiendo señales de socorro sobre sequías y enfermedades, e
intercambiando minerales por medio de un complejo circuito que
comparó con las redes neuronales del cerebro humano.
Cuando mueren, estas ancianas "vierten" carbono y compuestos defensivos a la red, inundándola de alimento e información en bien de las generaciones futuras...
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