por Yaiza Martínez
07 Junio
2018
del Sitio Web
Tendencias21
Imagen: Picography
Fuente:
Pixabay.
Un estudio
reciente, en el que se anestesió a chícharos, berros
y dioneas atrapamoscas, reabre el debate
Un investigación, en la que se aplicó una amplia
gama de anestésicos a diversos tipos de plantas, ha
revelado que estas pueden perder y recuperar la
"consciencia".
¿Demuestra esto
que las plantas son inteligentes o tienen algún tipo
de vida interior?
Con argumentos
y pruebas a favor y en contra, aún no hay una
respuesta definitiva para esta pregunta.
Quizá nuestra
propia noción de "consciencia" nos esté impidiendo
encontrarla.
¿Tienen consciencia las plantas?
Los resultados de
un
estudio reciente (Anaesthetics
Stop Diverse Plant Organ Movements, affect Endocytic Vesicle Recycling and ROS
Homeostasis, and Block Action potentials
in Venus Flytraps) realizado por científicos del
Centro de Investigación y Educación en Biociencias (C-Bio) de la
Universidad japonesa de Utsunomiya (UDAI), y publicado en la revista
Annals of Botany, ha vuelto a traer a colación esta ya
vieja pregunta.
En el estudio se aplicó una amplia gama de anestésicos a diversos
tipos de plantas (chícharo, berro y dionea atrapamoscas) dentro de
cámaras cerradas. Una hora después de la aplicación, las plantas
quedaron inactivas.
Por ejemplo, la
dionea atrapamoscas fue incapaz de reaccionar a un estímulo similar
al de un insecto arrastrándose por sus "fauces".
Cuando pasó el efecto de los sedantes, las plantas regresaron a la
vida, como si hubieran recuperado la consciencia, afirman los
autores de la investigación.
¿Es suficiente esto para demostrar la
consciencia de las plantas?
¿Una proyección
antropomorfa?
El biotecnólogo de la ETH Zurich
Devang Mehta cree que no.
El pasado mes
febrero, en un artículo publicado por la revista
Massive Science Mehta defendía que, a pesar de estos
resultados, no se puede considerar que las plantas sean
inteligentes.
La razón principal:
las plantas carecen de
'sistema nervioso'.
Por
tanto, según Mehta, otorgar a los vegetales cualidades y habilidades
propias de los humanos es solo una proyección "antropomorfizante".
Danny Chamovitz, director del
Manna Center Program for Food
Safety & Security de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, opina en
ese mismo artículo que, a pesar de ser increíblemente complejas, las
plantas no son inteligentes.
Es cierto que
presentan respuestas adaptativas al medio que les permiten
sobrevivir pero, afirma, eso no implica que sean conscientes, por
ejemplo, de sí mismas.
Por otra parte, existiría una explicación celular para el efecto de
los anestésicos en las plantas.
Se sabe que la
anestesia provoca que las propiedades físicas de las membranas
celulares de cualquier organismo cambien, lo que detiene su
funcionamiento normal.
También que, una vez que esa presión sobre
las células se detiene, el efecto del anestésico se acaba.
Y que todo esto
sucede por igual tantos en las células de los organismos que
componen el reino animal como en las de los organismos que componen
el reino vegetal.
Algunas pruebas
A pesar de lo dicho, otros especialistas están convencidos de la
inteligencia y la consciencia de las plantas.
Así que el debate
sobre la "vida interior" de los vegetales está servido, aunque
parece que no se va a resolver fácilmente (sobre todo porque a las
plantas no se les puede preguntar nada).
La argumentación de los defensores de la existencia de consciencia
en plantas tiene como base algunas pruebas.
Por ejemplo, se ha
constado que las plantas se comunican a través de sustancias
químicas con hongos y animales.
Según el libro
La Vida Secreta de las Plantas, de Christopher Bird
y Peter Tompkins, las
plantas establecerían, además, relaciones de diversa índole con los
humanos.
Asimismo, investigaciones como las realizadas por
Suzanne Simard, profesora de ecología forestal de la
Universidad de Columbia Británica, han demostrado que las plantas
alimentan a los miembros débiles de su propia especie
proporcionándoles nutrientes, lo que parece indicar que las plantas
pueden reconocer a su propia "familia".
Uno de los descubrimientos más hermosos y llamativos de
Simard ha
sido la identificación de los "árboles madre", individuos dentro del
bosque que ayudan a las plántulas a crecer, suministrándoles los
nutrientes que necesitan a través de las microrrizas (que son las
simbiosis que se dan entre los hongos del subsuelo y las raíces de
los árboles).
Por otro lado, están también los resultados obtenidos por
Monica Gagliano, de la Universidad de Australia Occidental,
en
una investigación (Experience
teaches Plants to Learn Faster and Forget Slower in
Environments where it Matters) de 2014 sobre la capacidad de aprendizaje y
memoria de las plantas.
En este caso, se puso a prueba a la Mimosa púdica, una
planta que cierra sus hojas inmediatamente cuando entra en contacto
con potenciales depredadores.
Lo que hicieron los científicos fue
dejar caer agua sobre las hojas varias veces.
En principio, estas
se cerraban, pero "al descubrir" la planta que las gotas no eran
perjudiciales, dejó de cerrarlas. Las Mimosas fueron por tanto
capaces de adquirir un comportamiento aprendido - en cuestión de
segundos - y lo conservaron durante varias semanas.
A partir de estos y otros descubrimientos, investigadores como
Stefano Mancuso, que participó en el estudio de Gagliano y que
es Director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal
de la Universidad de Florencia, defienden que, a pesar de carecer
de cerebro y sistema nervioso, las plantas son inteligentes:
Sus acciones,
dice Mancuso, demuestran que luchan por la supervivencia
aplicando estrategias (en 2017, Mancuso -
El Futuro es Vegetal).
Ver más allá
Con argumentos y pruebas a favor y en contra, quizá el problema de
la consciencia o no de las plantas radique solo en nuestra
perspectiva:
en nuestra propia concepción de "consciencia".
Esto es lo que reflexiona el filósofo de la Universidad del País
Vasco
Michael Marder, en su libro
Plant Thinking - A Philosophy of Vegetal Life.
Según recoge
Gizmodo, para Marder está claro que las plantas están en
sintonía con su entorno y que, en función de él, toman muchas
decisiones complejas, como el momento en que deben florecer.
"Si la
conciencia significa ser 'con conocimiento', las plantas se
ajustan a la perfección" a este concepto, señala Marder.
Añade que, por
tanto,
"antes de
descartar por completo la existencia de esta facultad de alto
nivel (en los vegetales), deberíamos considerar lo que una
planta puede ser", suponemos que más allá de cualquier sesgo
antropocéntrico.
Para Gagliano,
pensar en nosotros mismos nos proporciona una sensación subjetiva de
lo que puede ser la vida interior
de un árbol o de un arbusto.
Sin embargo, la
vegetación podría estar llevando una existencia interior rica, de
otra manera...
"Para mí, el
papel de la ciencia es explorar y explorar, especialmente lo que
no sabemos. Pero la realidad es que mucha investigación
académica tiende a explorar lo que ya sabemos porque es
seguro
(…)"
Según Gagliano, hay
que ver más allá porque,
"¿qué pasaría
si todo lo que nos rodea es inteligente (a su manera...) y nosotros
no estamos siendo lo suficientemente inteligentes como para
verlo?", se pregunta.
Referencias
-
Yokawa K.,
Kagenishi T., Pavlovic A., Gall S., Weiland M., Mancuso S.,
Baluška F. -
Anaesthetics Stop Diverse Plant Organ
Movements, affect Endocytic Vesicle Recycling and ROS Homeostasis, and
Block Action potentials
in Venus Flytraps - Annals of Botany
(2017).
-
Monica Gagliano,
Michael Renton, Martial Depczynsk, Stefano Mancuso
-
Experience
teaches Plants to Learn Faster and Forget Slower in
Environments where it Matters
- Oecología
(2014).
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