del Sitio Web KingsleyDennis
Muchos de nosotros nos preguntamos:
Casi se diría que sí...
Uno de los resultados de ello es que los signos y las señales que hace tiempo nos servían como guías están perdiendo su significado y haciéndose indistinguibles de las falsas realidades.
Como el sociólogo Jean Baudrillard dijo tan acertadamente:
Sugiero que este vacío
creciente que nos atrae marca un colapso de nuestra realidad
consensuada, que seguirá incrementándose cuando vayamos avanzando a
lo largo del año que empieza.
Ya no será la píldora amarga la que nos vemos forzados a tragar sino la dulce pastillita que estamos dispuestos a echarnos al coleto.
El resultado de todo ello es lo que yo llamaría hiperrealidad.
La noción original de hiperrealidad (un término prestado de la semiótica y la teoría posmoderna) es una incapacidad de la consciencia para distinguir entre la realidad y una simulación de la misma, especialmente en las sociedades tecnológicamente avanzadas.
Lo que esto quiere decir es que en lugar de tener que enfrentarnos a la amenaza de lidiar con nuestras sombras, nos veremos cada vez más frente a la amenaza de nuestros clones:
En estos tiempos en los cuales las estructuras que antes guiaban nuestra realidad comienzan a resquebrajarse, las fuerzas manipuladoras se hacen más fuertes, se generalizan.
Tales fuerzas externas se involucran más con nuestra experiencia subjetiva del mundo y tratan de retorcerla para que encaje en una nueva remodelación de la realidad.
Una respuesta habitual a este mundo emergente sería reforzar su aceptación y por tanto "normalizarlo".
Por decirlo simplemente,
El nuevo campo de batalla es el control y la manipulación de la percepción humana.
Durante 2020 es muy probable que contemplemos un incremento del interés y la intervención sobre los "estados de consciencia" a través de instituciones tales como,
En el colapso del consenso sobre la realidad, todos los actores pugnan por tener una participación de control.
Oficialmente, lo que hemos llegado a considerar como "realidad" se hará intangible y fluida, conduciendo al aumento de ideologías adversas tales como,
Estamos perdiendo cada vez más nuestros rumbos, nuestros puntos de amarre permanentes, y es probable que esto nos conduzca a un aumento de la ansiedad al intentar aferrarnos a las creencias en las que hemos invertido.
Mi sensación es que a lo
largo del 2020 muchos de nosotros experimentaremos un malestar de
uno u otro tipo.
Y, evidentemente, si esas instituciones nos fallan, nos sentimos vulnerables o incluso traicionados.
Y, no obstante, la verdad del asunto es que desde el principio al externalizar nuestra confianza nos traicionamos a nosotros mismos.
En estos tiempos hiperreales de colapso del consenso sobre la realidad, tendremos que encontrar un nuevo equilibrio y acuerdo entre las cosas.
Será más necesaria una fluidez y una apertura personal a los acontecimientos con el fin de apartarse de la disonancia. Nos veremos obligados a transformar las formas externas de inestabilidad en formas personales de estabilidad interna.
En definitiva,
Como dijo Václav Havel en uno de sus discursos:
Referencias
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