16 Julio 2020
del
Sitio Web
TN
El equipo que asesora al presidente.
(Foto: Presidencia).
Criticaron
la extensión de
la cuarentena,
que ya lleva 120
días,
y se ofrecieron
para
colaborar con el
Presidente....
La agrupación Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios
difundió una carta dirigida al presidente Alberto Fernández
en la que cuestionó al grupo de infectólogos lo asesora en materia
de
COVID-19.
Los especialistas
criticaron la duración y rigidez de la cuarentena, que ya lleva 120
días en la Argentina.
Los médicos que firmaron el mensaje incluyeron 16 preguntas
al mandatario que sirven, al mismo tiempo, para tomar posición en el
tema.
Aseguran que la extensión
del aislamiento está generando efectos perjudiciales para,
-
la salud
comunitaria
-
la economía
doméstica
-
los ritos
religiosos
Consideraron, al mismo
tiempo, que fue un error priorizar la mirada de los infectólogos por
sobre,
"las experiencias y
saberes establecidos en la epidemiología, la antropología, el
derecho, la sociología, la psicología social y la gerontología,
entre muchas otras".
Entre los interrogantes,
los 40 profesionales firmantes se preguntan,
-
"por qué se
instrumentó una cuarentena para individuos sanos cuando no
hay registro de tal restricción en la historia de la
humanidad"
-
"por qué no se le
dio suficiente importancia a la producción natural de
anticuerpos por vía del contagio en población no vulnerable,
privilegiando la inmunidad adquirida mediante vacunas"
-
"podría haber
otros fines detrás de la suspensión de los derechos y de las
garantías constitucionales, con grave afectación de la Carta
Magna y el bloque constitucional en su conjunto"...
La carta completa
Excelentísimo Señor
Presidente de la República Argentina:
Nos dirigimos a Usted como Ciudadanos y como miembros de la
agrupación Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios,
ocupados en estudiar la problemática sanitaria de la pandemia y
en comprender las políticas en Salud Pública instrumentadas por
el Poder Ejecutivo Nacional.
Es nuestro deseo y voluntad acompañar al Gobierno que Usted
preside y al conjunto de nuestros representantes, aportando
experiencias y conocimientos genuinos en las difíciles
circunstancias imperantes y ponernos a su disposición en
carácter íntegramente ad honorem, a fin de asistirlo en
salvaguardar la salud pública en las complejas circunstancias
que deberemos superar en procura del más alto ideal de salud
para toda la población.
No obstante, nos sentimos en la obligación de hacerle conocer
nuestras inquietudes respecto de algunas medidas tomadas.
Desde el 19 de marzo de 2020 conocimos las distintas
disposiciones inicialmente contenidas en los DNU297/20,
concordantes y consiguientes.
En casi cuatro meses de aplicación de las medidas de excepción,
advertimos con notorio desconcierto la continuidad de decisiones
sanitarias que se habían tomado solamente en función de una
emergencia.
Por una parte esas decisiones apuntaban a proteger de la
infección y de la enfermedad subsecuente a la comunidad en su
conjunto, pero a su vez implicaban el potencial de generar
efectos perjudiciales para la salud comunitaria, ya sea en la
convivencia, en el trabajo, en la educación, en los deportes, en
la atención de la propia salud, en la economía doméstica, en la
actividad artística o en los ritos religiosos, por solo citar
algunas condiciones afectadas del quehacer ciudadano.
Si bien sólo había acceso a datos dispersos y alguna información
de la pandemia que se anticipó en el Hemisferio Norte, existía
un saber epidemiológico suficiente acerca del abordaje y
tratamiento de las epidemias en las enfermedades transmisibles.
Sin embargo, se
insinuaba oficialmente que carecíamos de discernimiento para
proceder positivamente frente a una situación sanitaria
desconocida.
Se eximió así a la
Función Pública de aplicar las experiencias y saberes
establecidos en la epidemiología, la demografía, la
antropología, el derecho, la sociología, la psicología social,
la gerontología y muchas otras ciencias de la sociedad y del
ambiente, en complementación con la infectología, la clínica
médica, la psicología, la geriatría, la bioquímica, la
microbiología, y la farmacología, entre otras.
En este transcurrir de los hechos, nos hacernos presentes una
vez más acorde a nuestros plenos derechos constitucionales y
convencionales, para hacerle conocer los interrogantes que no
sólo permanecen en la incertidumbre sino que se amplifican en la
percepción pública.
Así es como le
transmitimos las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué se
instrumentó una cuarentena para individuos sanos
cuando no hay registro de tal restricción en la historia de
la humanidad?
2. ¿Qué criterios científicos y particularmente
epidemiológicos se aplicaron para extender la cuarentena
total a cinco provincias sin casos y a otras seis con uno o
dos casos?
3. ¿Cuál fue el argumento para que la cuarentena y las
restricciones comenzaran en el mismo momento para toda la
población en las veinticuatro jurisdicciones del país, si
hay circunstancias incomparables para cada lugar, zona,
región, población y actividad?
4. ¿Cuál fue el argumento científico para que la cuarentena
se estableciera el 19 de marzo con perentorio cumplimiento
desde el día siguiente, cuando en todo el país se habían
detectado únicamente 128 individuos afectados con
escasamente 3 defunciones atribuibles provisoriamente al
SARS CoV 2?
5. ¿Por qué no se tomaron oportunamente providencias de
inspección de las fronteras y se aprovecharon las dos o tres
semanas del fin del verano con muy baja contagiosidad, a fin
de que la población y las instituciones, - particularmente
las de salud - asumieran disposiciones cruciales para su
preservación, preparación y mejor actuación ante la decisión
gubernamental de un aislamiento que fue significativamente
restrictivo?
6. ¿Por qué no se le reconoció un valor a la inmunidad
innata que protege asiduamente de todas las enfermedades
transmisibles incluyendo cepas de coronavirus familiares del
SARS CoV 2?
7. ¿Por qué no se tuvo debidamente en cuenta la inmunidad
natural celular que preserva la salud sin requerir
todavía la producción de anticuerpos propia de la inmunidad
humoral?
8. ¿Por qué no se le dio suficiente importancia a la
producción natural de anticuerpos por vía del contagio en
población no vulnerable, privilegiando la inmunidad
adquirida mediante vacunas?
9. ¿Por qué se desalentó a la población en prácticas que
probadamente optimizan las defensas del individuo y de la
comunidad, como la actividad física, permanencia al aire
libre, los paseos saludables recreativos, etc., pudiéndose
llevar a término todas ellas con adecuado distanciamiento
social?
10. Si la experiencia proveniente de los países avanzados
demostraba la baja susceptibilidad de la población menor de
65 años sin patologías pre-existentes o factores de riesgo,
¿por qué se impidió a este grupo poblacional su libre
circulación y trabajo, con las debidas normas de
responsabilidad social comunitaria y el respeto a los
hábitos de higiene y circulación recomendados?
11. ¿Evalúa el Gobierno Nacional la menor validez de la
cuarentena estricta cuando en tasas de muertes por millón de
habitantes ocupa a la fecha el lugar 13 entre 33 países de
América Latina y el lugar 75 entre 215 Estados del Mundo,
donde el 1er lugar en ambos casos corresponde a países con
la mayor tasa?
12. ¿Por qué se dejó de realizar la vigilancia tradicional
de virosis respiratorias en personas con síntomas
reemplazándola por testeos masivos incluyendo personas sin
síntomas, incrementando así los casos confirmados con los
resultados positivos de personas sin COVID 19?
13. ¿Se ha reparado en su entera dimensión los eventos
adversos o indeseables de la política pública y
particularmente de la cuarentena adoptada frente a la
virosis pandémica, estableciendo un registro fehaciente de
todos y cada uno de ellos?
14. ¿Se podría pensar en la existencia de presiones y
conflictos de intereses por los cuales el aislamiento
beneficia a la vacunación - que suele ser más tardía en su
desarrollo y aplicación - que otorga menores beneficios así
como mayores riesgos y costos en relación a la inmunidad
innata, natural celular y humoral?
15. ¿Podría haber otros fines detrás de la suspensión
de los derechos y de las garantías constitucionales, con
grave afectación de la Carta Magna y el bloque
constitucional en su conjunto?
16. ¿Por qué se sometió a la penuria económica a familias y
empresas que quedaron sin ingresos, aunque conservaron sus
obligaciones impositivas y contractuales, hasta el punto de
quedar a merced del asistencialismo, la devaluación de sus
bienes y el quebranto?
Ante la situación de
excepción que se ha extendido en excesivas ocasiones, nos
complacerá muy gratamente poder asistirlo para despejar los
interrogantes que hemos expresado y que la ciencia tiene
respecto de la política sanitaria instrumentada en esta
pandemia.
Saludamos a Usted con la consideración más distinguida
FIRMANTES
Ramiro Salazar.
Médico Epidemiólogo. Ex-Profesor. Medicina y Sociedad UNR.
Mario Borini. Profesor Titular Salud Pública UBA 2003-2008.
Epidemiólogo.
Edgardo Schinder. Infectólogo. Epidemiólogo Master en Salud
Pública Internacional. Medicina Ambiental.
Roxana Bruno. Bioquímica Dra. en Inmunología.
Claudio Guemberena. Abogado.
Mariana Salmerón. Bioquímica Microbióloga.
Francisco Javier Cisneros. Médico Sanitarista Ex Ministro de
Salud de Santiago del Estero.
Mariana Colombres Garmendia. Médica.
Luis Marcelo Martínez. Médico Genetista.
Luis Mario Fernandez Risso. Médico Geriatra y Sanitarista.
Tomás Torres Aliaga. Médico Especialista en Salud Publica.
A. Javier Kajihara. Médico Neonatólogo. Sanitarista
Alicia Torres. Lic. Psicología. Mgter Políticas Sociales.
María Alejandra Silva. Politóloga. Dra en Ciencias Sociales
UBA. Prof. Adjunta Medicina y Sociedad. UNR.
Marcelo Peretta. Dr. en Farmacia y Bioquímica.Sindicalista.
Alfredo Limbaun. Abogado
Jaime Fiol. Odontólogo. Licenciado en Criminalística UBA.
Gastón Cornu Labat. Médico Cirujano.
Alfredo Pais. Lic. Psicología Especialista en Discapacidad
Infantil.
Graciela Varela. Médica Integrativa.
Marcela Arrigazzi. Médica Especialista en Medicina Interna.
Humberto David Vinante. Ingeniero Industrial y Especialista
en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear.
Pedro Moreno. Comunicador Social.
Sandra M. Malla. Lic. en Filosofía. UNT.
Moira Lozza Muñoz. Médica Generalista Especialista en
Medicina General y Geriatría.
Eduardo Ángel Yahbes. Medico Pedíatra.
Oscar Valdez. Médico.
Andrés Peralta. Médico Cirujano. Terapia Neural UNC.
Armando Alvarez Mamani. Comunicador Social.
Fabian Volpe. Médico Especialista en Medicina Integrativa.
Liliana Szabo. Médica Pediatra.
Carola Caro. Médica.
Jorge Kaczewer. Médico Neuraltetapeuta.
Marcela Witt. Bioquímica con orientación en Microbióloga e
Inmunologia y Maestría en Microbiología Avanzada en la
Universidad de la Plata. Bs. As.
Alejandro G Cortiglia. Médico de Familia con orientación
Antroposófica.
Javier Olivera. Médico.
Adhieren Epidemiólogos Argentinos Transdisciplinarios
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