Schroders
Como en todos lados, claro. ¿La única diferencia? En el gigante asiático se aseguran, sí o sí, de que la cumples...
¿Cómo?
Con la Odisea de @Nyscalo, un twittero español, para volver de Madrid a Shanghái, donde reside, se entiende.
En el país que ha logrado contener el virus y en donde la vida ha vuelto a la normalidad.
Por razones
familiares, he pasado unas semanas en Madrid.
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Pero este es solo el inicio de la larga tortura para volver a hacer vida normal en Shanghái.
Al llegar, le dieron un termómetro y unas pastillas de lejía para disolver las heces antes de tirar la cadena.
El hotel, obviamente, estaba preparado específicamente para este uso, sirviéndole comida "pasable", como la recuerda, en envases reutilizables para tomarla en su habitación, sin contacto con zonas comunes.
Añade, además, que el control era total.
Cada tía tenías que
actualizar tu estado y de vez en cuando se iban pasando por tu
puerta para tomarte la temperatura, y asegurarse que no había
mentiras.
donde al llegar te dan un termómetro y unas pastillas de lejía para que disuelvas en las heces antes de tirar de la cadena. El mío era decente, pero solo eso. La comida pasable, aunque a lo largo de los días se hacía cuesta arriba.
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Incluso recuerda que un amigo suyo, en su misma situación, hacía maratones en los 8 metros de pasillo que tenía su habitación. En total, dos semanas de cuarentena.
Nyscalo tuvo suerte y,
como reside en Shanghái, pudo pasar la segunda en su casa. Eso sí,
vigilado con un sensor en la puerta y una cámara de seguridad.
la segunda semana de cuarentena en casa. El día antes del traslado en furgoneta, mi mujer me llamó para decirme que acababan de instalar un sensor en la puerta y una cámara de seguridad. Comenzaba a sentirme como Al Capone.
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Había médicos que le hacían controles dos veces diarias y, tras una última PCR, fue libre.
Sin embargo, esta experiencia desató un debate:
Obviamente, hubo muchas opiniones al respecto, desde que en plena pandemia las libertades individuales se deberían dejar a un lado, hasta los que decían lo contrario, que la libertad individual nunca es un derecho que pueda limitarse, bajo ningún concepto.
Un debate que, por
supuesto, sigue abierto...
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