15 Junio 2020
del Sitio Web
Tendencias21
Mapa de impacto humano en tierras naturales,
con áreas verdes que representan áreas de bajo impacto humano
y áreas moradas con mayor impacto.
(Riggio y col. / UC Davis)
La mitad de
nuestro planeta
está a salvo de
la influencia humana,
especialmente
los bosques boreales, los grandes desiertos
y las tundras de
Asia y América.
Pero habrá que
aumentar las áreas protegidas
para impedir su
deterioro.
El 50% del planeta Tierra, en zonas sin hielo, ha logrado permanecer
sin influencia humana significativa, según un estudio realizado por
un equipo de investigación bajo la dirección de la National
Geographic Society y la Universidad de California.
La investigación realizó una comparativa entre cuatro mapas globales
en los que se aprecia la conversión de tierras naturales para uso
antropogénico.
Los resultados han sido
muy claros y muestran cómo las ciudades, algunas tierras de cultivo
y zonas muy explotadas, son las principales afectadas por la acción
humana, según los datos directos obtenidos del análisis.
Jason Riggio,
autor principal del estudio, investigador postdoctoral en el UC
Davis Museum of Wildlife and Fish Biology, ha señalado en un
comunicado:
"la conclusión
alentadora de estos datos es que, si actuamos rápida y
decisivamente, hay una ventana a la esperanza, ya que aún
podemos conservar aproximadamente la mitad de la Tierra en un
estado relativamente intacto".
Insuficiente
Casi un 15% de la superficie de nuestro planeta azul y un 10% de los
mares y océanos están bajo algún tipo de protección gubernamental,
señala este estudio.
Unos porcentajes
que a criterio de la
Nature Needs Half y
Half-Earth Project resultan insuficientes, por lo que exigen a
las autoridades que esa protección llegue para 2030 como mínimo al
30% y a un 50% para 2050.
Los investigadores recuerdan que las tierras naturales que
permanecen intactas permiten purificar el agua y el aire, aumentar
los nutrientes mejorando la fertilidad de los suelos, contribuyen a
polinizar las plantas y a eliminar y descomponer los productos de
desecho.
Algo que, si lo
tuviéramos que pagar de nuestro bolsillo directamente, costaría
billones de dólares cada año, y resultaría insostenible.
Muchos científicos apuntan que existe una alta probabilidad que el
SARS-CoV2, virus que origina
la COVID-19, pueda tener un origen zoonótico (pasó de animales a humanos), tal y como ya ha sucedido en
otras ocasiones con
la gripe aviar, el SARS y el
Ébola.
En este sentido, Andrew Jacobson, profesor de SIG y
conservación en Catawba College en Carolina del Norte, ha
apuntado que:
"el riesgo para
los humanos ante enfermedades como el COVID-19 podría reducirse
deteniendo el comercio y la venta de vida silvestre y
minimizando la intrusión humana en áreas silvestres".
Zonas con menos impactos
Por otro lado, las zonas de menos impacto humano, según
arroja el estudio, son los bosques boreales y la tundra
del norte de Asia y América del Norte, junto a enormes
extensiones de desiertos como el del Sahara en el
continente africano y el
del Outback en Australia.
Sus
temperaturas extremas y su sequedad las hacen muy poco
aptas para la agricultura...
Erle Ellis, profesor de geografía en la
Universidad del condado de Maryland-Baltimore y coautor
de esta investigación, añade:
"Aunque los usos humanos de la tierra amenazan cada
vez más los hábitats naturales restantes de la
Tierra, especialmente en áreas más cálidas y
acogedoras, casi la mitad de la Tierra aún permanece
en áreas sin uso intensivo a gran escala".
Los
investigadores destacan que las zonas que cuentan con
poca influencia humana no implican la ausencia absoluta
de nuestra especie en ellas, ya que en algunos lugares
hemos sabido adaptarnos respetando la sostenibilidad de
los recursos, la biodiversidad y el ecosistema.
Algo
que, si lográramos generalizar, sería un gran pulmón de
oxígeno para el futuro de la vida en nuestro planeta
natal.
Jason Riggio concluye afirmando que:
"lograr este equilibrio será necesario si esperamos
alcanzar objetivos ambiciosos de conservación.
Nuestro estudio muestra que estos objetivos aún
están al alcance".
Referencia
|