Promovida como una solución incruenta en la procura de
alimento proteico de suficiente densidad nutricional, la
proteína de células animales cultivada en laboratorio no
solo no aporta beneficios ecológicos sino que trae
varios problemas nuevos que no teníamos.
Una de mis más serias preocupaciones es la de la
bioseguridad.
Se
teme que el proceso de cultivo de la carne en un
laboratorio pueda dar lugar al desarrollo de nuevos
gérmenes patógenos.
De hecho, parte del costo implicado en la fabricación de
tejido animal 'in vitro' es que los biorreactores deben
ser totalmente estériles, dado que, si una sola bacteria
viva entra en un tanque de cultivo, crecería
incontrolablemente, generando cientos de kilogramos de
dichas bacterias.