por Eduardo Costas
29 Enero
2020
del
Sitio Web
Tendencias21
Eduardo
Costas es Catedrático de Genética en la Facultad de
Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y
Académico Correspondiente de la real Academia Nacional
de Farmacia. Director, junto a Victoria López Rodas, del
Comité Científico del Club Nuevo Mundo. |
Imagen de Arek Socha
Pixabay
El creacionismo,
el terraplanismo,
el autoritarismo
y el racismo
tienen un
sustrato genético común
que explica
los pensamientos
sobre el aborto, la pena de muerte,
el control de
natalidad, el matrimonio homosexual
o la
superioridad del hombre blanco...
Desde hace décadas los investigadores sociales sospecharon que podía
existir una relación entre la religiosidad y la ideología política
de las personas.
Especialmente en los Estados Unidos, y en menor medida en Europa y
Australia, se han efectuado centenares de estudios buscando
asociaciones estadísticamente significativas de la religiosidad con
diversos aspectos de la ideología política.
Estos estudios, que terminaron muestreando a millones de personas,
encontraron fuertes conexiones entre
religión y
política.
Algunas son obvias, como,
la fuerte asociación
existente entre ser religiosos y ser creacionistas, estar en
contra del aborto, de las relaciones prematrimoniales, del
divorcio, del control de la natalidad y del matrimonio
homosexual.
Otras no lo son tanto, e
incluso resultan muy incómodas de aceptar, por más que los
resultados sean irrefutables:
por ejemplo, hay una
asociación significativa entre ser religioso y considerarse
partidario de la pena de muerte, de la superioridad de los
varones y de los blancos o del derecho a portar armas de fuego.
También la hay entre
religiosidad y estar en contra de la investigación con células
madre o no creer en
el cambio climático.
Asociaciones
significativas
Incluso se dan asociaciones significativas en cuestiones
sorprendentes, por ejemplo, entre ser religiosos y creer en
el terraplanismo o en los
horóscopos.
Antes de seguir vale la pena aclarar qué significa todo esto:
una de las
asociaciones estadísticas más significativas se da entre ser
religioso y ser terraplanista.
Así la gran mayoría
de los terraplanistas encuestados (sino todos) manifiestan ser
religiosos.
Concordantemente a
esto, prácticamente ningún terraplanista se considera ateo.
Esto no quiere decir que
todos los que se sienten religiosos crean que la Tierra es plana, ni
mucho menos: muchísimas personas religiosas saben que la Tierra es
redonda.
Pero no se puede obviar el hecho de que la enorme mayoría de los
terraplanistas son religiosos (y a tenor de los resultados de las
encuestas puede que todos).
Por el contrario, resulta
extremadamente difícil (y a tenor de los resultados de las encuestas
casi seguro que imposible) encontrar algún ateo que piense que la
tierra no es redonda.
Tres hipótesis
erróneas
Ante esta asociación tan estrecha encontrada entre religiosidad
e ideología política, los sociólogos intentaron explicarla
siguiendo una tradición establecida durante décadas en humanidades
para explicar la naturaleza humana.
Se basa en tres hipótesis estrechamente relacionadas entre sí:
-
la primera de
ellas, la tabla rasa, defiende que la mente humana no
tiene ninguna característica innata
-
la segunda, el
buen salvaje, sostiene que las personas siempre nacen
buenas pero la sociedad puede llegar a corromperlas
-
la tercera, el
fantasma en la máquina, asegura que todos tenemos una
mente que toma decisiones sin depender de la biología
Así, las mentes educadas
en un ambiente religioso, conservador y crédulo terminaban siendo
religiosas, conservadoras y crédulas.
Pero el método científico planteó una hipótesis alternativa
sorprendente y la demostró experimentalmente:
la idea de que la
religión y la política constituyen conjuntos de creencias
separados cuya asociación se explica mediante la tabla rasa, el
buen salvaje y el fantasma en la máquina, es errónea.
Evidencia
científica: cuestión de genética
Por el contrario, una parte significativa de la relación entre las
creencias religiosas y políticas es el resultado de influencias
genéticas compartidas.
Además de desarrollar procedimientos que permiten estimar el valor
de la heredabilidad, la
genética cuantitativa generó
metodologías muy rigurosas para medir con precisión la correlación
genética existente entre dos caracteres:
un mismo grupo de
genes puede influir sobre más de un carácter...
Así, si dos caracteres
diferentes están codificados por el mismo grupo de genes, entonces
van a mostrar correlación genética.
Numerosos trabajos han demostrado que un componente muy elevado (a
menudo por encima del 50%) de las asociaciones observadas entre
religiosidad e ideología política se deben a la correlación genética
existente entre ambas.
Así, las personas religiosas son significativamente más partidarias
del creacionismo, el terraplanismo o los horóscopos que las no
creyentes no solo por su educación, sino también porque la genética
influye significativamente.
Tampoco las personas religiosas son más partidarias,
...y están más en contra,
...que las no religiosas,
solamente por educación.
La genética tiene su
parte de influencia.
Por supuesto no tenemos genes que nos hagan ser creacionistas,
terraplanistas o crédulos con los horóscopos. Pero los genes sí
pueden configurar en parte una mente más o menos crédula o más o
menos inquisitiva.
Tampoco hay genes para ser partidarios de la pena de muerte, de la
superioridad de los varones y de los blancos o estar en contra del
divorcio, del control de la natalidad o del matrimonio homosexual.
Pero los genes sí pueden
configurar mentes más o menos tendentes al autoritarismo.
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Pixabay
Predisposiciones y psicología
Diversos estudios han indagado en las causas últimas de la
correlación genética entre lo religioso y lo político:
hay fuertes
evidencias de que existe un conjunto de predisposiciones
genéticas que está detrás de estas actitudes, principalmente las
que tienen que ver con satisfacer determinadas necesidades
psicológicas.
En este sentido, hay dos
componentes bien diferenciados en el sentimiento de la religiosidad:
Por una parte, está
la certeza existencial, tal vez el componente más clásico de las
religiones. La creencia en un Dios todo poderoso que crea
y controla todo, reduce la incertidumbre.
Es un poderoso amortiguador de factores de estrés, como la
dificultad para entender el mundo o el miedo a la propia muerte.
Y genera una sensación tranquilizadora de que, finalmente, todo
será justo.
Por otra, las religiones tienen gran influencia como
integradores comunitarios.
El deseo de ser
aceptados y valorados en una comunidad y de tener amigos,
resulta ser especialmente fuerte en las personas más religiosas.
Muchos estudios
demuestran una correlación positiva significativa entre las
necesidades sociales y la religiosidad de las personas.
En este sentido, las
estadísticas demuestran rigurosamente que las personas cambian de
religión mucho más porque no se sienten aceptados socialmente que
por cuestiones de creencia o teológicas.
Análisis científicos rigurosos demuestran asimismo que la
heredabilidad de este componente de integración comunitaria de la
religión es muy fuerte: 0.45. (45%)
Casi la mitad de las
diferencias poblacionales para esta necesidad de integración
tiene una base genética.
Por el contrario, la heredabilidad para los componentes de
certeza existencial es de solo el 0.11 (11%).
La religión bien pudiera
estar en relación a la necesidad humana de vivir en comunidad.
Una religión modifica a
su comunidad de creyentes:
favorece a aquellos
que muestran tanto el pensamiento doctrinal como la conducta
social correcta, tendiendo a eliminar a aquellos cuyos
comportamientos no cumplen las normas y prácticas tradicionales
aceptadas por la mayoría.
De esta manera las
conductas religiosas co-evolucionan con las mentes más propensas a
la religión.
En buena parte, esto llevó a que exista una asociación
estadísticamente significativa entre la religiosidad e
ideología política...
Referencias
-
Alford, J.R.,
Funk, C., and Hibbing, J. -
Are Political Orientations Genetically
Transmitted? -
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-
D'Onofrio B.,
Eaves L., Murrelle L., Maes H., Spilka B. -
Understanding Biological and Social
Influences on Religious Affiliation, Attitudes, and
Behaviors: A Behavior Genetic Perspective -
Journal of Personality 67: 953-984 (2011).
-
Friesen, A.,
Ksiazkiewicz, A. -
Do Political Attitudes and Religiosity
Share a Genetic Path? - Political Behaviour 37,
791–818 (2015)
-
Koenig L., McGue
M., Krueger r., Bouchard T. -
Genetic and Environmental Influences
on Religiousness: Findings for Retrospective and Current
Religiousness Ratings - Journal of Personality
73: 471-488 (2005).
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