Del Laboratorio a
la Mesa...
Qué es la Carne Sintética
por
Gabriel Irungaray
09 Marzo
2021
del Sitio Web
Perfil
carne sintetica
Cedoc Perfil
Dos
proyectos argentinos
llevan
adelante la creación de carne en un laboratorio.
Según las
expertas, se trata de
"producir
estos productos animales
pero sin los animales"...
La producción y el consumo de carne son parte de la historia, la
cultura y la economía argentina.
El negocio es amplio
y va desde extensos campos hasta feedlots que encierran a
los animales en pocos metros cuadrados para engordarlos en
tiempo récord.
En ese contexto,
otros actores presentaron una idea:
producir carne en un
laboratorio, una propuesta más sana y menos contaminante.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU)
indica que para el año 2030 la población mundial estará
compuesta por 8.600 millones de personas, y que para el año 2050
el número llegará a 9.800 millones.
Habrá menos
pensiones y menos sitios donde ubicarse, pero sobre todo,
aumentará la demanda de alimentos.
Argentina se
encuentra en una primera fase de la creación de la carne
sintética.
El laboratorio
Craveri lleva adelante el proyecto B.I.F.E (Bioingeniería en
la Fabricación de Elaborados), donde explican que se toma
una muestra de tejido muscular de la vaca y se aíslan las
células satélite, que son las que tienen la capacidad de
multiplicarse.
En última instancia,
se introducen en un biorreactor que recrea las condiciones de
desarrollo de las células.
"El biorreactor
es como un tanque de agua que permite que con la agitación,
con los nutrientes, con el intercambio gaseoso adecuado,
cualquier microorganismo pueda crecer fuera de su hábitat
natural", explica a Perfil la encargada del proyecto B.I.F.E
y Licenciada en Ciencias Biológicas, Laura Correa.
Otro de los
desarrollos que se llevan a cabo en el país es el de
Granja Celular.
Una de sus CEO y
co-fundadoras, la ingeniera química Sofia Giampaoli,
explica a este medio que lo que se trata es de,
"producir estos
productos animales pero sin los animales. Las células son
más eficientes que los animales".
Luego, Giampaoli
desarrolla el proceso de producción de la carne cultivada y
argumenta que hay cuatro componentes que intervienen:
"Las líneas
celulares, que son el material de partida; el cultivo
celular, que es la alimentación de la célula con nutrientes
y las proteínas que se le dan para que puedan crecer in
vitro, fuera del animal; los biomateriales, que es donde
sembras la célula para que prolifere y los biorreactores".
Desde B.I.F.E
consideran que la producción de cultivo celular de carne
disminuiría,
-
96% la utilización de agua
-
99% el uso de terreno
-
45% el consumo de energía
-
96% los gases de efecto invernadero...
La mirada basada en
la sustentabilidad es uno de los argumentos de la carne
sintética.
El
problema de la escala
El mercado de carne sintética a nivel mundial todavía está
proliferando y el principal problema es la escala del proceso:
producir gran cantidad de carne para consumo humano.
"Singapur
permitió que se venda la carne celular, pero a nivel mundial
no se tienen regulaciones para que se comercialice como
alimento humano", grafica Giampaoli.
Sobre Granja
Celular, la especialista cuenta que no están produciendo a
gran escala pero que en el mercado para consumo humano aún no
está disponible,
"porque hay un
tema de costo y necesitamos superar el desafío de la
escala".
"Trabajar con
células de mamíferos a escala industrial es un desafío en sí
mismo", afirma Giampaoli.
En B.I.F.E, el
proceso de escalado lo piensan "de 5 a 10 años", ya que "las
limitaciones son a nivel tecnológico" para poder producir
grandes cantidades de carne sintética, explica Laura Correa.
La carne sintética promete aumentar la limpieza medioambiental
pero también la configuración de la carne misma, formando un
producto 100% sano.
"Los productores
de carne tradicional alegan que lo que nosotros hacemos no
es carne porque la carne está formada por el hueso, la
grasa, por el músculo. La carne en sí está formada por
múltiples tejidos.
Nosotros esos
elementos los dejamos de lado y todo lo que producimos lo
hacemos para alimentación", afirma Correa.
Más allá de las
diferencias, desde B.I.F.E cuentan que hubo contactos desde el
sector de la carne mostrando interés por esta nueva tecnología.
"Hemos tenido
contactos de empresas argentinas del sector cárnico para
innovar y poder ofrecer este producto. Lo que se busca es
eso: la convivencia entre ambos y que los consumidores
puedan elegir", concluye Correa.