Author (A):
Hola Cronos ¿andas por ahí?
Cronos (C): Saludos. Aquí estoy.
A: Gracias.
En primer lugar me gustaría decir que sé que
hay cierta confusión acerca de tu identidad, ya que a menudo se
te confunde con Crono, el titán padre de Zeus.
Pero tú eres el verdadero dios del tiempo ¿cierto?
C: (suspira). Ah, parece que hay cosas que el tiempo no es capaz
de corregir, y esta confusión es una de ellas. Realmente es mejor
si en estos momentos no nos metemos en eso.
Para tus propósitos,
soy un dios del tiempo, al menos en los términos del tiempo y la
perspectiva con los que vuestra especie está familiarizada.
Si
digo algo más al respecto, solo servirá para confundirte aún más.
A: Está bien, gracias Cronos. Mis disculpas si he causado alguna
confusión acerca de esto.
C: No te preocupes: no hemos perdido el tiempo (risa apagada).
A: En tal caso tú eres la persona - perdón, el dios - con quien
tenía que hablar. Realmente me gustaría hacerme una idea de este
asunto del tiempo que parece que estamos experimentando aquí en
la tierra
C: ¿Te importaría detallar el tema un poco más?
A: Claro. Parece que la experiencia humana del tiempo se está
avivando, acelerando, y no se trata solo de una sensación mía.
Gentes de todas partes dicen cosas similares.
Simplemente me
parece como si un día ya no fuera suficiente para hacer todas las
cosas que antaño solíamos hacer. Y no obstante nuestros
instrumentos para medir el tiempo no registran una diferencia
significativa.
¿Realmente está sucediendo algo o solo es un espejismo colectivo?
C: Los espejismos colectivos son algo que a vuestra especie se le
da muy bien. Sin embargo, en este caso en efecto hay algo más.
Es
interesante que menciones el tiempo a la vez como una medida y
como una sensación, una experiencia. Y es ambas cosas. Por lo
que respecta a vuestros instrumentos, como los relojes que os
ponéis en las muñecas, no hay una propiedad física del tiempo.
Vuestros días se dividen en segmentos mediante vuestros aparatos.
La sensación objetiva del tiempo procede de los movimientos
celestiales, que durante eones habéis medido usando
vuestros calendarios.
A: ¿Y entonces tenemos ambos: un tiempo artificial que hemos
creado y un tiempo más objetivo?
C: Sí, si lo que deseas es clasificarlos en dos
categorías simples.
En vuestro planeta a lo largo de la historia
habéis creado y adoptado medidas del tiempo. Escogéis calendarios
que se ajustan a vuestras necesidades para medir edades y ciclos.
Algunos se alienaron con los ciclos cósmicos más grandes por
aquellas gentes que tenían el conocimiento; pero muchas de
esas mediciones y calendarios se desarrollaron o se mantuvieron
por gente que no lo tenía.
Así que esos instrumentos de tiempo,
si quieres llamarlos así, "perdieron el compás".
A: Y también cambiamos nuestros calendarios para adaptarlos a
diversos movimientos religiosos.
C: Así es. En ese contexto, el tiempo se convirtió en una
estructura para regular vuestro desarrollo social.
A: Y todavía sucede en términos de control social. Quiero decir
en cómo se calculan nuestras rutinas de trabajo y se registran
las horas de entrada y salida del mismo.
En este contexto el
tiempo es un instrumento de monitorización.
C: Cierto. Es un uso del movimiento de nivel inferior. Como
dije, en vuestro cosmos hay movimientos con los que podéis
alinearos para entender mejor eso a lo que os referís como
"flujo del tiempo".
A: ¿El flujo del tiempo?
C: Sí. Dicho flujo está presente en vuestra realidad. Puede
usarse como una indicación. Como sabes, todo está cambiando
continuamente.
A: ¿Y puede que, de hecho, nuestros calendarios estén cambiando?
C: No solo los calendarios sino el fenómeno que intentan medir.
Vuestro planeta no existe en un vacío, a pesar de lo que a muchos
de tu especie les gusta pensar. Tiene un lugar y una función en un esquema mucho más grande. Y ese esquema cosmológico mayor
implica movimientos y cambios de una escala tan enorme que está
más allá de vuestra comprensión.
No obstante, estos cambios
cosmológicos producen efectos, o más bien fenómenos. Esos efectos
pueden medirse con aquellos calendarios que están correctamente
alineados con los
procesos geofísicos.
El estado geofísico de vuestro planeta está igualmente alineado, o más bien se
corresponde con fenómenos cósmicos. Pero la cuestión importante
está en la experiencia.
Variaciones energéticas que entran en
vuestra vecindad interestelar y luego solar, afectan a
determinadas constantes astronómicas.
A: Espera un momento. ¿Está diciendo que movimientos o cambios
más grandes en el cosmos afectan al planeta Tierra?
C: Exactamente. Siempre ha sido así. Como a la gente le gusta decir: no hay que ser un genio para saberlo.
A: ¿Y que estos cambios pueden traer consigo efectos energéticos?
C: Sí, tanto cambios energéticos como alteraciones en las
constantes astronómicas. Juntos, estos fenómenos influyen en la
rotación de vuestro planeta y por tanto en el ambiente
energético que os nutre.
De modo que hay impactos geofísicos y
otros que afectan el sistema nervioso humano, a los que
generalmente os referís como repercusiones o trastornos
fisiológicos y emocionales.
Dichos impactos hacen mucho más que simplemente afectar vuestra perdurabilidad, vuestras
frecuencias temporales:
son responsables de características del
comportamiento por todo el planeta.
Pero eso es otro tema:
permanezcamos, por ahora, dentro del tiempo.
Hasta ahora habéis
sido incapaces de medir estos cambios porque aún tenéis que
fabricar los instrumentos apropiados.
A: Pero estos cambios los sentimos ¿verdad?
C: Por supuesto.
Se podría decir que estáis guerreando con ellos.
Estáis experimentando, o sintiendo, impactos cosmológicos que
influyen, y siempre lo han hecho, sobre la vida y el desarrollo
en vuestro planeta.
Son acontecimientos naturales. Sentís una calidad diferente de eso que
conocéis como 'tiempo'. Pero
vuestros instrumentos no lo han captado de manera consistente. (Se ríe).
A: ¡Vaya!
C: Cuanto más sofisticadas se hagan vuestras tecnologías, mejor
detectarán estos comportamientos energéticos.
Ya estáis
investigando lo que vuestra ciencia denomina el
campo quántico.
A medida que vayáis explorando más - bueno, debería decir, cuando
vuestra consciencia y comprensión se desarrollen - descubriréis
patrones en este campo de tiempo.
Lo llamo "campo de tiempo"
aunque es un término muy vago y no totalmente correcto. Lo uso en
conjunción con vuestro vocabulario y vuestro sentido de la
imagen.
Disculpa las imprecisiones. ¡No son buenas para un dios
del tiempo! (risa tenue).
A: No, claro, está bien, lo entiendo. Entonces, dime, ¿esos
impactos energéticos crearán una perturbación en nuestra
realidad?
C: Ya lo hacen y lo han están haciendo durante algún tiempo. A
menudo lo experimentáis por otros medios.
A: ¿Tales cómo?
C: Perturbaciones geofísicas como
terremotos,
erupciones, y
diversas manifestaciones ambientales. Y en vuestros entornos
sociales: guerras, revoluciones, y otras conmociones culturales.
A: Uff…
C: No te preocupes demasiado por eso.
De hecho, vuestra especie
está programada para adaptarse a estos cambios. Lo que os sugiero
ahora es que os mantengáis asentados y estables.
Lo último que
necesitáis hacer en estos tiempos es descarrilar, como creo que
decís.
A: ¡Sí, es cierto!
Está claro que ahora parece el momento
perfecto para asentarse y mantener el control de las emociones.
No creía que el tema del tiempo tuviese todas esas
asociaciones.
Empecé preguntando sobre el tiempo y nuestros
calendarios y hemos terminado hablando de terremotos, guerra y
revoluciones. ¿Y todo ello es tiempo?
C: (risas). Bueno, no existe algo realmente claro a lo que
llamar tiempo, la verdad sea dicha.
A: Pero tú eres el dios del tiempo,¿no es cierto?
C: Lo soy. Pero es la denominación que vosotros me disteis.
Una
vez más, es una simplificación para representar temas más
complejos. Podría ser más fácil decir que yo, y todos nosotros
aquí, en lugar de características singulares
representamos ciertos fenómenos.
El tiempo es un buen ejemplo. No
es una cosa; más bien es un fenómeno que une y equivale. Es
integrador. No es una cosa.
Como dicen vuestros científicos es
algo relativo.
A: Sí, pero ¿podrías ponerme un ejemplo?
C: Sí. Notáis que vuestros cuerpos humanos crecen y luego, con el
paso de ese tiempo llamado tiempo, decaen.
A: Cierto. ¡Es una de nuestras mayores cargas!
C: Mmm, bien. Vuestro cuerpo se hace viejo, tal como decís, y
aún así no sentís algo similar en vuestro fuero interno. Ese yo
interior no se afecta por ese paso del tiempo.
Sin embargo, el
mundo que os rodea cambia a vuestro lado pero de maneras
muy diferentes. Vuestro "tiempo" afecta cómo percibís e
interactuáis con el mundo que os rodea. Pero esto es diferente
para cada uno.
Os dais cuenta de que las cosas en vuestra casa
empiezan a cambiar o deteriorarse.
O algunas cosas hasta crecen
más sanas, como los árboles de vuestro jardín. Todo tiene sus
procesos, pero os relacionáis con ello de acuerdo con vuestro
sentido del tiempo.
Y esto es absolutamente relativo; por decirlo
sin rodeos, es cómo cada uno decide vivir con ello.
A: De manera que lo que estás diciendo es que nadie puede
experimentar mi tiempo por mí. Solo es para mí. Todos somos hijos
del tiempo.
C: ¡Exactamente!
A: Gracias, Cronos, esto ha sido de gran ayuda. ¡He disfrutado de
nuestro tiempo!
C: De nada. Como digo siempre: ¡cuando quieras!